Peligro de extinci¨®n
La desaparici¨®n de partidos espa?oles y colosos europeos alertan al PSOE de los riesgos de su balcanizaci¨®n
El Parlamento que expir¨® en 2015 antes de las elecciones del 20D alojaba tres partidos pol¨ªticos que han terminado en el abismo: UPyD (cinco diputados entonces) ha desaparecido, CiU (16) se ha descoyuntado e IU (11) se ha disuelto como un azucarillo en la coalici¨®n de Pablo Iglesias.
La realidad del PSOE es diferente por su inercia hist¨®rica ¡ªse fund¨® hace 137 a?os¡ª, su peso institucional y su relevancia en algunos gobiernos regionales y municipales, pero la propia mengua parlamentaria ¡ª85 esca?os¡ª, el peligro de la balcanizaci¨®n y la implosi¨®n de las ¨²ltimas semanas exponen el Partido Socialista al todav¨ªa remoto fantasma de la extinci¨®n.
Y no puede recurrirse a supersticiones ni supercher¨ªas para conjurarla. La difunta UCD lleg¨® a tener 168 diputados, del mismo modo que otros partidos europeos tan hist¨®ricos, genuinos e "inmortales" como la Democracia Cristiana italiana, el propio PCI o el Pasok de los griegos han sido v¨ªctimas de su propio gigantismo, hasta desaparecer, como los dinosaurios, o hasta degenerar en una versi¨®n accesoria, cuando no pintoresca.
?Puede el PSOE transformarse en un partido decorativo? De momento, el gobierno interino de Javier Fern¨¢ndez parece haberle proporcionado la terapia de una tregua. Empezando por evitar el peligro que hubiera supuesto afrontar unas terceras elecciones en situaci¨®n de extrema fragilidad.
El problema consiste en que la propia abstenci¨®n del PSOE arriesga a convertirse en el pretexto o en el argumento de un rebrote a la crisis interna, no ya porque el viraje del "no" tiene que aprobarla el comit¨¦ federal del 23 de octubre, sino porque est¨¢ en juego la fidelidad a la disciplina de voto, tanto en el sector sanchista como en la escisi¨®n que puedan emprender los socialistas vascos y, m¨¢s a¨²n los catalanes, tentados, como est¨¢n, lo dijo Miquel Iceta, de someter el cambio de posici¨®n al criterio de los militantes.
Y son los militantes, catalanes y no catalanes, un obst¨¢culo a los planes de Javier Fern¨¢ndez porque ha cundido entre ellos la impresi¨®n de que Pedro S¨¢nchez ha sido depurado en el desenlace de un movimiento palaciego.
La tentaci¨®n de una resurrecci¨®n est¨¢ en los planes del propio l¨ªder depuesto. Y forma parte de las amenazas inmediatas que se le plantean en el horizonte a los socialistas, especialmente cuando llegue el momento de convocar las primarias y de resarcir a S¨¢nchez por su posici¨®n contra la investidura de Mariano Rajoy, si es que persevera en ella.
Algunas encuestas avalan la victoria del ex secretario general sobre cualquier otro candidato, aunque la estrategia de Fern¨¢ndez en este periodo de incertidumbre consiste en aplazar cuanto se pueda el congreso del PSOE, no ya para enfriar los ¨¢nimos de la militancia en su rechazo a los cuadros del partido, sino, adem¨¢s, para demostrar a las bases que los socialistas van a hacer un sever¨ªsimo marcaje al Gobierno de Rajoy.
Se trata de recuperar la autoestima y de aprovechar la legislatura para rearmarse, sobre todo cuando el PP, aun en La Moncloa, se vea constre?ido a reconocer su debilidad pol¨ªtica en el contexto del Parlamento m¨¢s hostil al que se ha enfrentado un Gobierno en la historia contempor¨¢nea.
Semejante precariedad no garantiza en s¨ª misma la reanimaci¨®n del PSOE, entre otras razones porque la provisionalidad de una gestora al frente del partido desdibuja las atribuciones de jerarqu¨ªa y de cadena de mando que hist¨®ricamente proven¨ªan de la calle Ferraz.
Es la raz¨®n por la que el partido, necesitado m¨¢s que nunca de un horizonte de victoria y de un l¨ªder ilusionante, se arriesga a un problema de balcanizaci¨®n, es decir, al peligro de subdividirse en federaciones, baron¨ªas y regiones, eludiendo la disciplina de un discurso com¨²n y de una coreograf¨ªa pol¨ªtica. Y no s¨®lo por la manera con que algunos presidentes de comunidad han llevado su criterio particular a las tareas de Gobierno ¡ªel caso de Ximo Puig en Valencia es muy elocuente¡ª, sino porque se han constituido reinos de taifas desconectados de Madrid ¡ªBaleares, Extremadura...¡ª y porque empieza a romperse en otros el tab¨² del modelo de Estado y el dogma del derecho a decidir.
De hecho, el poder que Susana D¨ªaz concentra en Andaluc¨ªa ha invitado sobremanera a reflexionar sobre el riesgo que implicar¨ªa la restricci¨®n del PSOE a un partido fundamentalmente andaluz y desarraigado de territorios ¡ªah¨ª est¨¢ el retroceso en Galicia y en Euskadi¡ª donde siempre hab¨ªa sido fuerza de Gobierno cuando no una oposici¨®n determinante.
Influyen enormemente en la decadencia tanto la crisis atmosf¨¦rica de la socialdemocracia europea como la amenaza concreta, espec¨ªfica, cotidiana de Podemos, aunque el tama?o del cr¨¢ter en el PSOE no se entender¨ªa sin las operaciones de autodestrucci¨®n y de endogamia, muchas de ellas concebidas desde la percepci¨®n del Partido Socialista como una formaci¨®n inmortal e imprescindible en la pol¨ªtica espa?ola.
Giulio Andreotti dec¨ªa que la Democracia Cristiana ser¨ªa tan eterna como el Coliseo de Roma y tan necesaria como el agua del T¨ªber. No hizo falta un meteorito para desmentirlo.
Los dinosaurios que desaparecieron
La UCD de Su¨¢rez fue un partido demasiado coyuntural para resistir a los embates de su tiempo, pero la mengua de168 a 11 diputados en s¨®lo tres a?os representa un caso ¨²nico de la pol¨ªtica occidental, aun as¨ª implacable con partidos que parec¨ªan incombustibles.
Italia representa un caso ins¨®lito porque se extinguieron casi de golpe la Democracia Cristiana, el PSI y el PCI, tanto por la corrupci¨®n ¡ªlos dos primeros¡ª como por la ca¨ªda del comunismo (el tercero).
M¨¢s habituales han sido las mutaciones y los cambios de siglas ¡ªla derecha francesa¡ª, aunque el paralelismo m¨¢s inquietante respecto PSOE se encuentra en el Pasok griego, tanto porque alcanz¨® el poder en un periodo muy parecido ¡ª48% de los votos y 173 esca?os en 1981¡ª como porque es un ejemplo inquietante de lo lejos que puede llegar un proceso de degeneraci¨®n y de autodestrucci¨®n. El Movimiento Socialista Panhel¨¦nico, arrinconado por Syriza, ocupa hoy 15 de 300 esca?os posibles.
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