Garc¨ªa Juli¨¢ viv¨ªa en S?o Paulo como conductor de Uber con identidad falsa venezolana
El condenado por la matanza de Atocha, detenido en Brasil, estuvo huido en otros cuatro pa¨ªses sudamericanos
Genaro Antonio Mater¨¢n, de 63 a?os, sali¨® el mi¨¦rcoles pasado de su casa, en un barrio de clase media en S?o Paulo llamado Barra Funda, y al poner un pie en la calle le abord¨® la polic¨ªa. ?l intent¨® negar la avalancha de acusaciones que sigui¨®. Que Genaro Antonio era un nombre falso; que no era venezolano como dec¨ªa la documentaci¨®n que usaba desde que entr¨® en Brasil hac¨ªa casi 20 a?os; y que no era ni mucho menos un hombre inocente. Pero no hubo forma de convencer a la polic¨ªa federal brasile?a, que llevaba meses estudiando su caso. Su nacionalidad verdadera era espa?ola, su nombre real era Carlos Garc¨ªa Juli¨¢ y su crimen hab¨ªa sido participar en la matanza de los abogados laboralistas de Atocha en Madrid en 1977. Y este era el final de sus d¨¦cadas de fuga.
El periplo de Garc¨ªa Juli¨¢ hab¨ªa llevado a este asesino desde Madrid, donde en 1977 hab¨ªa sido condenado a 193 a?os de prisi¨®n, a Bolivia, Chile, Argentina, Venezuela y, finalmente, Brasil. El salto a Am¨¦rica Latina, en plena condena, lo hab¨ªa dado en 1994, tras tres a?os en libertad condicional. Logr¨® una autorizaci¨®n judicial para irse al extranjero y, una vez all¨ª, no cumpli¨® con su parte del trato. En diciembre de 1994 se salt¨® un requerimiento formal y se le declar¨® desaparecido.
En Bolivia volvi¨® a ser encarcelado, esta vez por un delito relacionado con narcotr¨¢fico, pero se fug¨® antes de que la Audiencia Nacional pudiese solicitar la extradici¨®n. Pas¨® a?os viajando de un pa¨ªs a otro, con varias identidades falsas, tan a salvo de las autoridades que se desplazaba en avi¨®n. Pas¨® por Chile, Argentina, Venezuela. En 2001 entr¨® en Brasil a pie por la frontera con Roraima, asumiendo el papel de Genaro Antonio Mater¨¢n, y ¨Chasta donde saben las autoridades que le han detenido¨C en este pa¨ªs se qued¨®. Viv¨ªa con una mujer brasile?a y trabajaba, seg¨²n ¨¦l, conduciendo un coche a nombre de ella para Uber.
En julio de 2018, la Polic¨ªa Federal de Brasil detect¨® a Garc¨ªa Juli¨¢ y comenzaron las gestiones para solicitar su extradici¨®n: cruzar datos con la base de fugitivos de Interpol y, finalmente, colaborar con la Polic¨ªa Nacional espa?ola. El siguiente tr¨¢mite es que el servicio de ejecutorias de la Audiencia Nacional, encargado de hacer cumplir las sentencias de este tribunal, solicite un informe a la fiscal¨ªa sobre si se debe cursar la petici¨®n de extradici¨®n de Juli¨¢. En el informe, la fiscal¨ªa deber¨¢ pronunciarse sobre si ha prescrito la condena contra Juli¨¢ y si procede reclamar su entrega al pa¨ªs sudamericano. Cuando se pronuncie la fiscal¨ªa, la secci¨®n primera de la Audiencia Nacional, que fue la que le conden¨® a 193 a?os de c¨¢rcel, tendr¨¢ que emitir un auto en el que ordene, en su caso, que se inicien los tr¨¢mites de extradici¨®n. Sobre la posible prescripci¨®n de la sentencia, fuentes jur¨ªdicas consultadas por Efe apuntan a que empezar¨ªa a correr el plazo desde que huy¨® de la justicia y que se aplicar¨ªa el actual C¨®digo Penal (m¨¢s beneficioso que el de 1973, seg¨²n el que fue condenado), que contempla la prescripci¨®n a los 30 a?os en condenas a m¨¢s de 20 a?os de prisi¨®n.
Varios pistoleros irrumpieron el 24 de enero de 1977 en el despacho laboralista de Comisiones Obreras, en el n¨²mero 55 de la calle Atocha. Mataron a tres abogados laboralistas (Enrique Valdelvira Ib¨¢?ez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo), al estudiante de Derecho Seraf¨ªn Holgado y a un administrativo, ?ngel Rodr¨ªguez Leal. Hubo adem¨¢s cuatro heridos graves.
Garc¨ªa Juli¨¢ perpetr¨® la masacre de Atocha junto a una milicia fascista de seguidores del fallecido notario Blas Pi?ar, fundador del partido ultraderechista Fuerza Nueva. Jos¨¦ Fern¨¢ndez Cerra, que fue condenado a 193 a?os como ejecutor, y Francisco Albaladejo, sobre el que cayeron 73 como inductor, le acompa?aron en el crimen. Fernando Lerdo de Tejada fue procesado, pero huy¨® antes de sentarse en el banquillo. En su fallo, la Audiencia Nacional consider¨® que, junto al tambi¨¦n procesado Leocadio Jim¨¦nez Caravaca, constitu¨ªan un "grupo activista e ideol¨®gico, defensor de una ideolog¨ªa pol¨ªtica radicalizada y totalitaria, disconforme con el cambio institucional que se estaba operando en Espa?a".
Con la captura en Brasil de Garc¨ªa Juli¨¢ se cierra una herida, pero tambi¨¦n se abre la inc¨®gnita sobre el paradero del principal fugitivo de la matanza: Lerdo de Tejada, pr¨®fugo de la justicia espa?ola desde 1979, cuando se escap¨® de Espa?a antes de sentarse en el banquillo. EL PA?S public¨® que la ¨²ltima orden de busca y captura dictada contra este pistolero por el Juzgado Central 1 de la Audiencia Nacional ces¨® en 2015 y que el fugitivo era un hombre libre.
La matanza de Atocha se convirti¨® en uno de los s¨ªmbolos de la transici¨®n a la democracia en Espa?a. Se produjo cuando quedaban dos meses para la legalizaci¨®n del Partido Comunista de Espa?a (PCE) y a cinco de la celebraci¨®n de las primeras elecciones democr¨¢ticas tras cuatro d¨¦cadas de dictadura.
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