La revancha de los antiguos l¨ªderes
X?vila y Tot per Terrassa son ejemplos de que en las municipales juegan m¨¢s los candidatos que las siglas. Exdirigentes de PP y PSC barrieron a sus anteriores partidos
Terrassa y ?vila son dos ciudades que a priori tienen poco en com¨²n por su tama?o (la catalana es cinco veces m¨¢s grande en poblaci¨®n) y por la composici¨®n socioecon¨®mica. En las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas, estos municipios han votado siempre a polos opuestos del bipartidismo. ?vila es un basti¨®n de la derecha, primero gobernada por UCD y luego por el PP. Y Terrassa ha sido territorio inexpugnable del PSC.
Pero el pasado 26 de mayo dieron la sorpresa. El expresidente de la Diputaci¨®n de ?vila Jes¨²s Manuel S¨¢nchez Cabrera (ex del PP) y el exalcalde de Terrassa, Jordi Ballart (de las filas del PSC), crearon dos partidos nuevos y ganaron las elecciones. Los dos feudos se abrieron as¨ª a dos proyectos personalistas.
El expopular abulense Jes¨²s Manuel S¨¢nchez Cabrera est¨¢ exultante. Su victoria ¡ªcon el 35,14% de los votos¡ª ha eclipsado el habitual azul popular. ¡°Te he votado, espero que no nos falles¡±, le espeta una se?ora de mediana edad en un parque. Cabrera le sonr¨ªe y explica el camino que le ha llevado a arrebatar al PP uno de sus feudos. Se ha enfrentado dos veces a la direcci¨®n de su antiguo partido y ha creado en tres meses otro capaz de obtener 11 concejales de 25, cinco m¨¢s de los que consiguieron los propios populares.
¡°Las instalaciones p¨²blicas est¨¢n en una situaci¨®n de abandono y no hay oportunidades para nuestros j¨®venes; el continuismo no era la soluci¨®n¡±. As¨ª justifica Cabrera su adi¨®s al PP, aunque la historia es m¨¢s larga. El pol¨ªtico abulense fue presidente de la Diputaci¨®n Provincial, a la que lleg¨® tras enfrentarse a la direcci¨®n de su partido y dividir a su favor los votos en una investidura en la que los populares ten¨ªan mayor¨ªa absoluta. A pesar de esta rebeli¨®n, en los cuatro a?os que ha estado al frente se mantuvo en las filas del PP, que le propuso candidato en octubre. Pero la nueva direcci¨®n nacional de Pablo Casado cambi¨® de opini¨®n y le apart¨® en diciembre. Despu¨¦s, Cabrera cre¨® X?vila y confeccion¨® la lista con antiguos militantes del PP e independientes.
Cabrera dice que en la ciudad se percib¨ªa que ¡°si el PP pon¨ªa el palo de una escoba como candidato, sal¨ªa alcalde¡±. Por eso quiere apostar por otro modelo. ¡°La gente te vota, independientemente de lo que piense, si sabe que vas a hacer las cosas bien¡±, dice. Y se acuerda de Vigo o Zamora, ciudades en las que la personalidad de sus regidores inclina el voto a su favor, aunque en el resto de elecciones se vote otra opci¨®n.
S¨¢nchez: ¡°Se percib¨ªa que el PP ganaba en ?vila con una escoba de cabeza de cartel¡±
Quienes reconocen haberle apoyado reprochan al PP su ¡°inmovilismo¡±. Como Hortensia Tenrero, de 35 a?os: ¡°El PP se hab¨ªa acomodado. Hasta que no han sido las elecciones no han hecho nada¡±, cuenta. Adem¨¢s, cree en las promesas del vencedor: ¡°Dice que va a limpiar el r¨ªo y a construir el polideportivo del cole¡±. Por eso, no le sorprende el vuelco. Tampoco a Alberto Gonz¨¢lez, due?o de un restaurante: ¡°X?vila es el ¨²nico partido que inspira confianza¡±.
Pero el movimiento de este pol¨ªtico tambi¨¦n genera suspicacias. ¡°Es el mismo lobo con piel de cordero¡±, cuenta Marta Bl¨¢zquez, de 32 a?os y hostelera. Esta joven piensa que el ¨¦xito de S¨¢nchez se debe a su popularidad. ¡°Aqu¨ª se vota a la gente, no al partido. Nos conocemos todos¡±, dice. Y Javier Fern¨¢ndez, de 21 a?os, no se f¨ªa: ¡°Es tan del PP como los dem¨¢s; no le dejaron hacer y se tuvo que montar su propio chiringuito. Poco va a cambiar¡±.
Ballart dimiti¨® de la alcald¨ªa de Terrassa tras la aplicaci¨®n del 155
El escenario en Terrassa tiene elementos parecidos. Jordi Ballart ha dado la campanada con el 29,28% de los sufragios y 10 de los 27 concejales. El secreto: una campa?a potente en la calle con un recorrido por 20.000 domicilios y comercios. Ballart era alcalde socialista hasta que dimiti¨® en 2017, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy suspendi¨® la autonom¨ªa de Catalu?a con el apoyo del PSOE. Ahora, tras su victoria con Tots per Terrassa, cocina un pacto con ERC que terminar¨¢ con 40 a?os del PSC en la tercera ciudad m¨¢s poblada de la comunidad.
Ballart cuenta que a principios de los ochenta, Terrassa ¡°era una ciudad gris¡±, y que el entonces alcalde socialista, Manuel Royes, con ¡°mucha personalidad¡±, le hizo dar ¡°un salto¡±. El PSC construy¨® el feudo a base de pol¨ªticas progresistas, la apuesta por candidatos j¨®venes y la ausencia de corrupci¨®n.
Hasta que el soberanismo eclosion¨® en 2011. ¡°El proc¨¦s nos ha debilitado, porque una de las almas del PSC era independentista¡±, admite el alcalde socialista en funciones, Alfredo Vega, quien reconoce que desde hace siete a?os viven una fuga de militantes. En 2017 lleg¨® el cataclismo cuando Ballart dimiti¨® junto a cinco concejales m¨¢s. ¡°Cre¨® una crisis; perdimos el 20% de la agrupaci¨®n¡±, admite Vega.
Campa?a con tortilla
Ballart, quien se declara no independentista, lanz¨® Tot per Terrasa para recuperar el asiento de mando. El programa se elabor¨® de forma participativa: 772 personas lo conformaron. Visit¨® familias humildes, previa invitaci¨®n, y se present¨® en sus casas con los ingredientes para hacer una tortilla de patata acompa?ado de un vecino pudiente del centro. ¡°Hac¨ªamos la tortilla y acerc¨¢bamos dos realidades distintas de la ciudad¡±, cuenta Ballart. El exalcade, conocido por sus tortillas despu¨¦s de que la cantante Alaska le pidiera una en una visita y se la hiciera, las prepar¨® en 13 cocinas m¨¢s.
Sus rivales le reconocen sus m¨¦ritos: ¡°Ha hecho una campa?a buena, poco pol¨ªtica¡±, reconoce el actual regidor, quien justifica su segundo puesto al frente del PSC: ¡°Ha faltado tiempo para reconstruir el partido¡±. A pesar de que en Terrassa, cuenta, el proc¨¦s se viva m¨¢s intensamente, ya que los procesados Josep Rull y Llu¨ªs Puig son vecinos.
Isabel Quintana, de 64 a?os, ha sido militante del PSC durante dos d¨¦cadas. Hasta que abandon¨® el barco por rechazo al 155. Por eso ha votado a Ballart: ¡°Tiene sensibilidad; sabe escuchar¡±. Margarita Mercader, de 65 a?os y lazo amarillo, cuenta que siempre ha votado a ERC y a la CUP, pero que se ha decantado por Ballart por su ¡°honradez¡±: ¡°Dijo que se ir¨ªa si el PSC apoyaba el 155 y cumpli¨®¡±. Y no duda en afirmar que ahora, sin el peso de las siglas del partido, tendr¨¢ ¡°m¨¢s libertad¡±.
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