Tratar a Navarra con normalidad

La derecha navarra intent¨® el martes a la desesperada recuperar el Gobierno foral y yugular el ejecutivo cuatripartito en ciernes, encabezado por la socialista Maria Chivite, con su conocido trueque de ofrecer sus votos a la investidura de Pedro S¨¢nchez. La novedad consisti¨® en la implicaci¨®n de los l¨ªderes nacionales del PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Albert Rivera, que, separadamente, con el l¨ªder de la derecha navarrista, Javier Esparza, suscribieron un documento con la pretensi¨®n de doblegar a S¨¢nchez al calificar de ¡°inmoral¡± el virtual acuerdo cuatripartito de gobierno del PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra con la presumible abstenci¨®n de Bildu.

Esparza y Casado recuperaron el lenguaje apocal¨ªptico sobre Navarra. ¡°S¨¢nchez se mancha con pactos con los herederos de ETA¡±, dijo Casado, y remat¨®: ¡°Estamos a tiempo de no vender Navarra¡±. Esparza regres¨® al discurso de la ¡°traici¨®n a los muertos¡± y Rivera se despach¨® conque S¨¢nchez ¡°prefiere a Batasuna antes que al constitucionalismo¡±. La recuperaci¨®n de Pamplona y otros municipios por la derecha desmiente la base del documento. El PSN pudo impedirlo, pero no lo hizo por cumplir su compromiso de no pactar con Bildu.

La maniobra de los l¨ªderes derechistas est¨¢ clara. Cubrirse con su oferta Navarra ante S¨¢nchez del reproche que pueda dirigirles el l¨ªder socialista si, finalmente, logra su investidura con la abstenci¨®n del independentismo y Bildu, por no hab¨¦rsela facilitado ellos con la suya.

Pero hay m¨¢s. Los l¨ªderes de la derecha nacional vuelven a hacer el juego a la navarrista que plantea, como anta?o, que solo ella garantiza la identidad de Navarra. Para la derecha navarrista los dem¨¢s no son navarros ¡ªcomo Geroa Bai¡ª o no suficientemente ¡ªPSN, Podemos e Izquierda-Ezkerra¡ª y ya no digamos Bildu.

En las elecciones del 26 de mayo, la derecha navarrista obtuvo 127.346 votos y 20 esca?os; el cuatripartito ¡ªPSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra¡ª sum¨® 169.251 votos y 23 esca?os, una diferencia muy superior. Y, por ¨²ltimo, Bildu logr¨® 50.631 votos y 7 esca?os. En definitiva, la derecha navarrista, que no llega al 40%, no puede arrogarse la representaci¨®n de toda Navarra, como pretende y avala la derecha nacional.

Navarra no puede ser tratada excepcionalmente como pretende la derecha. Lo consigui¨® en 2007, cediendo el PSN el gobierno a la derecha porque ETA estaba activa y Batasuna era clave. Hoy, Navarra ha cambiado. La pasada legislatura gobern¨® Geroa Bai, nacionalista, apoyada por la izquierda y con una consejera de Bildu. No tuvo conflicto identitario rese?able con el Gobierno de Rajoy con quien firm¨® el convenio econ¨®mico. El previsible gobierno de Chivite garantiza la identidad navarra y su pluralidad y el programa que negocia es b¨¢sicamente socio-econ¨®mico. Tiene mayor¨ªa sin necesitar a Bildu. La pol¨ªtica espa?ola tiene que tratar con normalidad a Navarra. Lo es socialmente.