?Saben los ladrones de c¨¢?amo que lo que roban no es marihuana?
Los habituales robos en cultivos en la comarca andaluza de Las Alpujarras suscitan las dudas entre propietarios y polic¨ªas acerca del verdadero objetivo de los saqueadores
A las tres de la madrugada del seis de septiembre, cinco presuntos delincuentes, distribuidos en dos equipos se acercaron a una plantaci¨®n agr¨ªcola bajo pl¨¢stico de Albu?ol (Granada). Dos personas deb¨ªan encargarse de entrar en el invernadero y cortar lo que a cualquier persona poco entrenada le parecer¨ªa marihuana. Adem¨¢s, aunque quiz¨¢ con menos intensidad, la plantaci¨®n ol¨ªa a mar¨ªa. Tres personas, a cierta distancia, esperaban en un veh¨ªculo. Un guardia rural se percat¨® de la cosecha nocturna e ilegal, y advirti¨® a la Guardia Civil. Media hora despu¨¦s, el desenlace de la operaci¨®n fue de cinco personas detenidas y dos sacos con 38 kilos de c¨¢?amo industrial confiscado.
Los cinco detenidos est¨¢ acusados ahora de un delito de robo con fuerza, pero queda por dilucidar la cuesti¨®n de si los ladrones sab¨ªan realmente qu¨¦ estaban robando. El c¨¢?amo industrial es una planta en uso desde hace milenios en la agricultura y contiene menos de un 0,02% de tetrahidrocannabinol o THC, el principio psicoactivo del cannabis, el componente con tir¨®n para los fumadores de marihuana. Con ese porcentaje, como explica un agricultor, "hay que fumar mucho, pero que mucho c¨¢?amo, para conseguir alg¨²n efecto¡ y no se conseguir¨¢". Las fuerzas de seguridad barajan dos alternativas: o desconoc¨ªan lo que era realmente y pensaban que era marihuana o lo sab¨ªan y pretend¨ªan mezclar lo robado con la mar¨ªa para sacar m¨¢s rendimiento econ¨®mico.
Desde hace tiempo, los productores de c¨¢?amo industrial de la zona se quejan de los robos que sufren. Y siempre sobrevuela la duda de si los ladrones saben o no lo que roban. Fernando Montero cultiva c¨¢?amo industrial desde hace algo m¨¢s de cinco a?os en la comarca de la Alpujarra granadina. Con varias zonas de cultivo en la sierra, dice que le han robado el 80% de una de ellas en los tres ¨²ltimos a?os. ¡°Lo que no s¨¦ si a sabiendas de lo que es o no, pero los robos son una constante en nuestros cultivos¡±, se?ala. Montero explica que la raz¨®n para ello puede ser variada. ¡°Traficantes que la mezclan con la marihuana y consiguen m¨¢s cantidad de producto o, tambi¨¦n, por el valor propio que tiene la mercanc¨ªa, el c¨¢?amo industrial, para venderlo al mercado negro¡±.
Todav¨ªa cabe una tercera raz¨®n: el aprovechamiento de la flor. ¡°Hay un boom en su venta como producto arom¨¢tico¡±, comenta el agricultor. En realidad, aunque se etiqueta como arom¨¢tica porque no se puede vender para fumar, explica Montero, mucha gente se la fuma porque, a pesar de no tener principios psicoactivos, a quienes han probado la marihuana se la recuerda.
El c¨¢?amo industrial es un producto muy vers¨¢til y se utiliza para infinidad de prop¨®sitos. Francisco Corpas Iglesias, ingeniero granadino y especialista en desarrollo de nuevos materiales de la Universidad de Ja¨¦n, explica que ¨¦l lo ha usado para el desarrollo de hormig¨®n con c¨¢?amo con un resultado interesante como aislante. Ahora, adem¨¢s, se est¨¢ empezando a sustituir fibra de vidrio (que requiere temperaturas de m¨¢s de 1.400 grados para su fabricaci¨®n) por fibra de c¨¢?amo. Adem¨¢s, tambi¨¦n se utiliza para hacer papel de calidad, medicamentos contra las na¨²seas tras la quimioterapia, ca?amones para pienso de p¨¢jaros o?aceites. Y a veces el producto no es barato:?algunas variedades de aceite de c¨¢?amo concretas alcanzan en plataformas de venta online los 179 euros por solo 10 mililitros, esto es,?17.900 euros el litro.
El cultivo del c¨¢?amo es uno de los m¨¢s antiguos que existen en la historia de la agricultura. Corpas cuenta que Crist¨®bal Col¨®n utiliz¨® fibra de c¨¢?amo para las velas de sus carabelas por sus cualidades como aislante. Y los usos se han multiplicado. El c¨¢?amo industrial, del que existen hasta 60 variedades de semillas reconocidas en Europa, es como el cerdo, todo se aprovecha de ¨¦l. Desde las semillas, con las que se hace aceite o harina, pasando el tallo y la ca?amiza, como biopol¨ªmero sustituto de otras fibras industriales, hasta la flor, de la que se extrae el cannabidiol o CBD , el componente de uso farmacol¨®gico. CBD y THC son dos grandes fortalezas del c¨¢?amo. En el primer caso, lo es para la salud; en el segundo, hay que traaladarse ya al ¨¢mbito l¨²dico-recreativo.
Fernando Montero recuerda que el crecimiento del cultivo del c¨¢?amo en Espa?a ha ocurrido en la ¨²ltima d¨¦cada y que es ahora cuando se est¨¢ profesionalizando. En el mundo, hace tiempo que es una industria pujante. En Granada, por ejemplo, estima la superficie cultivada de c¨¢?amo industrial en 300 hect¨¢reas o algo m¨¢s. ¡°En Andaluc¨ªa, la plantaci¨®n requiere de un permiso de la Consejer¨ªa de Agricultura y tambi¨¦n lo notificamos a la Guardia Civil, aunque la vigilancia la tenemos que pagar los agricultores¡±, dice Montero.
El c¨¢?amo industrial se cultiva en exterior o en invernadero. En el primer caso, se consigue una cosecha anual o, utilizando ciertas variedades de semillas, dos. Bajo pl¨¢stico, el rendimiento es de tres y hasta cuatro cosechas anuales, ya que se pueden conseguir ciclos de cultivo de 90 d¨ªas. Quienes cultivan o han estudiado este producto lo ven como un producto total. ¡°El c¨¢?amo se puede utilizar en bioconstrucci¨®n, para hacer tejidos, alimentos y medicinas. Es decir, nos proporciona casa, nos viste, nos da de comer y nos cura. Es un producto 100% aprovechable. Adem¨¢s, una hect¨¢rea de c¨¢?amo purifica m¨¢s que 15 de ¨¢rboles¡±, narra Fernando Montero. Y concluye, ¡°casi todo lo que se puede hacer con petr¨®leo, se puede hacer con c¨¢?amo¡±.
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