Una postal sensorialen 11 experiencias delCamino de Invierno
Por la senda m芍s ind車mita y terrenal
Esta es una ruta tel迆rica: un recorrido que adhiere al peregrino, como ning迆n otro, a la tierra. Lo hace a trav谷s de la 谷pica de sus vi?edos, que se aferran al terreno colgados de los profundos ca?ones del Sil y del Mi?o. Conforman el territorio vin赤cola de la Ribeira Sacra y entregan caldos exclusivos. El billete incluye un paseo por la protohistoria, un recorrido por uno de los geoparques m芍s sugerentes donde contemplar c車mo era la superficie hace 500 millones de a?os. O pasar a ras de agua entre majestuosas paredes fluviales. Un Camino salpicado de museos, de alojamientos de todo tipo 〞con aut谷nticos homenajes a la psicodelia yey谷〞 y de pioneros que devuelven a la vida el aceite de oliva gallego, que parec赤a olvidado. Aqu赤 crecen algunos de los casta?os m芍s grandes de Europa y es el lugar que inspir車 a Lorca los poemas que, inmenso en su talento como era, escribi車 en gallego. Un viaje de 239 kil車metros, abierto por los primeros peregrinos para evitar las cumbres heladas del Camino Franc谷s, que atraviesa la Galicia m芍s at芍vica donde la tierra est芍 tan viva que siente.
Un vino heroico colgado de una roca
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En este Camino, el peregrino puede saborear un vino diferente desde el momento en el que se recoge la uva. Porque la cosecha solo puede hacerse de manera manual, sin apenas mecanizaci車n, y supone un aut谷ntico esfuerzo dadas las condiciones del terreno donde se cultivan: las vertiginosas paredes de los ca?ones de los r赤os Sil y Mi?o. Una particularidad que le ha valido el nombre de viticultura heroica. Por eso, Juan Luis M谷ndez, productor de bodegas V赤a Romana, en el municipio lucense de Chantada, a pie del Camino, califica su sabor como profundo, igual que los valles a los que se aferran las vi?as, pero tambi谷n ligero, como lo define Marcos Prada, de Adegas Melillas, en A R迆a, Ourense, por los suelos de granito y pizarra que impiden que se acumule la humedad que malogra la vid.
As赤 es la vendimia heroica de la Ribeira Sacra
Empezar con la uva madura y seca. La vendimia suele extenderse de principios de septiembre hasta mediados de octubre. Se comienza a cosechar en torno a las 9.00, cuando el roc赤o ya se ha evaporado y los racimos est芍n m芍s secos, y se trabaja durante ocho horas.
Un trabajo manual con mimo. La uva se cosecha a mano, un m谷todo que, afirma Juan Luis M谷ndez, de las bodegas V赤a Romana, repercute en la conservaci車n de la fruta: ※Las m芍quinas son muy 迆tiles, pero la mano humana trata el racimo con m芍s mimo§.
Ocho horas arriba y abajo. El trabajo se divide entre vendimiadores, encargados de recolectar las uvas racimo a racimo, y los ＆carreteiros＊, que suben las cestas llenas 每de unos 30 kilos de peso〞 hasta los camiones por unas laderas con una inclinaci車n de hasta el 60%.
El ＆tele迆va＊, 迆nica innovaci車n tecnol車gica. Algunas bodegas han ideado m谷todos para alzar las cestas, como peque?as plataformas o funiculares, que avanzan a trav谷s de ra赤les o que cuelgan de cables como un telesilla: ※Es la 迆nica innovaci車n tecnol車gica que permite este modo de cultivo§, asegura M谷ndez.
Tintos todoterreno
El clima, una combinaci車n del continental y del atl芍ntico, los vuelve m芍s frescos, ※elegantes y agradables§, puntualiza Jos谷 Ram車n Rodr赤guez, de las bodegas Joaqu赤n Rebolledo (tambi谷n en A R迆a). Y m芍s exclusivos. El cultivo en minifundios hace que se anteponga la calidad a la cantidad. Caracter赤sticas todas estas que han dado como resultado dos denominaciones de origen protegidas (DOP) en la zona por la que transcurre el Camino de Invierno: Valdeorras y Ribeira Sacra.
DOP Valdeorras
Lagar do Cigur Menc赤a Barrica (Adegas Melillas).Uvas menc赤a, garnacha tintorera, tempranillo y merenzao.
Color rojo picota con orla cardenalicia
Mermelada de frutas rojas y negras TalcoP谷talos de rosa
Notas de jalea real de frutas
DOP Ribeira Sacra
V赤a Romana A?ada Menc赤a (Bodega V赤a Romana).Uva menc赤a
Color rojo picota con ribetes de p迆rpura
Elegante e intenso Aromas a fruta cereza y fresa madura, mora y ciruela Fondo bals芍mico
Equilibrado y largo Untuoso Recuerdos bals芍micos y de fruta madura
De los romanos a Lorca: el Sil como inspiraci車n
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El r赤o Sil acompa?a al peregrino durante los primeros 60 kil車metros del Camino de Invierno en Galicia, le marca el recorrido a trav谷s de aldeas, campos y bosques y le cuenta la historia de la Ribeira Sacra no solo desde el agua, sino desde sus or赤genes romanos, sus personajes ilustres y la l赤rica (tr芍gica) que ha inspirado.
El ＆ni?o del Sil＊ que triunf車 en el teatro
El municipio orensano de O Barco de Valdeorras, al principio del Camino gallego, celebra con orgullo a su vecino m芍s ilustre: el dramaturgo Lauro Olmo. ?l se consideraba ※un ni?o del Sil§ como dej車 escrito y se convirti車 en el hombre que retrat車 las miserias del pa赤s y combati車 el franquismo con su teatro. En O Barco se le recuerda con el teatro municipal que lleva su nombre (en la imagen), con una calle en la que se alza un monolito con su retrato (en la imagen) y con una placa donde lleg車 al mundo hace justo un siglo. Olmo fue autor, entre otras, de La camisa, paradigma del teatro realista de contenido social que retrata la lucha por los derechos de los trabajadores y la emigraci車n, que, como buen gallego, conoci車 de cerca en su familia.
Un cauce lleno de oro
El ca?車n del Sil desciende suavemente para regalar al peregrino rincones donde refrescarse, como la playa fluvial de Montefurado. En una de sus paredes rocosas se abre un agujero que parece natural pero no lo es: se trata de un t迆nel hecho en el siglo II por los romanos, que quemaron la roca para ablandarla y desmoronarla con el fin de desviar el cauce y extraer el oro del lecho del meandro que forma en esta zona. Poco tiene que ver con la belleza matem芍tica de sus acueductos y edificios, pero es un brillante ejemplo de su pericia para dominar la naturaleza.
Panor芍mica majestuosa a pie de Camino
El cauce del Sil, paralelo al Camino, juega con el peregrino a esconderse. No siempre est芍 a la vista pero, cuando se muestra, lo hace majestuosamente. Antes de llegar a Quiroga, en Bendill車 (Lugo), el Camino ofrece un alto en el miradoiro do Comite, un lugar desde donde asomarse al ca?車n, respirar la pureza del aire y sentir la humedad que asciende. Aunque a lo largo del cauce se suceden los miradores, este uno de los pocos a pie de la ruta jacobea.
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El ＆ni?o del Sil＊ que triunf車 en el teatro
Un cauce lleno de oro
Panor芍mica majestuosa a pie de Camino
Cuando Lorca escribi車 en gallego
Un acontecimiento tr芍gico conecta el Sil con la poes赤a del granadino Federico Garc赤a Lorca. En 1935, durante un viaje con su compa?赤a de teatro popular La Barraca, uno de los tramoyistas se ahog車 en el r赤o tras la actuaci車n en Puente de Domingo Fl車rez, poblaci車n leonesa fronteriza. Tres a?os m芍s tarde, el escritor inmortaliz車 el suceso en Noiturnio do adoescente morto, uno de los seis poemas que escribi車 en gallego. Versos que revive ahora Olga Novo, poeta de Pobra do Broll車n, en plena Ribeira Sacra, y ganadora del Premio Nacional de Poes赤a en 2020 por Feliz Idade (Kalandraka, 2019).
Escucha a Olga Novo, Premio Nacional de Poes赤a, recitar a Lorca en gallego
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Un postre tan delgado como un encaje
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Tan fina y ligera como un encaje de Camari?as. As赤 describi車 ?lvaro Cunqueiro, el mayor autor gallego del siglo XX, ese afamado postre galaico que es la filloa. Pero a esa cualidad de la finura, Matilde Barros, filloeria de 75 a?os, a?ade suavidad y versatilidad, pues esta masa de harina, leche, huevos y sal adopta el gusto, dulce o salado, de los aderezos que la acompa?en. La filloa casa con el az迆car y la canela, con la miel, con el an赤s y con la naranja. En la parroquia de Lestedo (A Coru?a) la degustan con chorizo y panceta. All赤, cada primer domingo despu谷s de Carnaval, se celebra la Festa da Filloa, en la que Barros, ganadera jubilada, las prepara en la calle desde hace 55 a?os. La clave, asegura, es com谷rsela reci谷n hecha. Y en Chantada (Lugo), la preparan con sangre de cerdo durante la matanza, un ins車lito ingrediente en la reposter赤a, que le proporciona un color m芍s oscuro que, como describ赤a Cunqueiro, debe inclinarse hacia un leve tono ocre: ※Un tostado de Venecia, una piel de muchacha en las playas del verano, y nada m芍s§.
Filloa
Seis formas de pasar de la tierra al cielo
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El peregrino puede convertir el Camino de Invierno en un recorrido sensitivo por el arte, la astronom赤a o la ingenier赤a si se decide a visitar algunos de los museos que lo salpican.
Museo Geol車gico
Quiroga (Lugo)
Te sorprender芍 porque... Supone un viaje por la riqueza geol車gica de las antiguas monta?as del Courel hasta los tiempos en los que los primeros humanos intentaban dominar un entorno salvaje. Exhibe f車siles de mamuts y osos pardos prehist車ricos y una realista reconstrucci車n de la primera mujer del Neol赤tico.
Centro de Interpretaci車n da Miner赤a Aur赤fera Romana de San Clodio
Ribas de Sil (Lugo)
Te sorprender芍 porque... Podr芍s conocer el sofisticado despliegue tecnol車gico que los romanos aplicaron en el entorno del Sil para extraer el oro que sus laderas y fondos ocultaban, mediante un did芍ctico sistema de maquetas y paneles audiovisuales.
Museo del Ferrocarril
Monforte de Lemos
Te sorprender芍 porque... Cuenta con una enorme colecci車n de locomotoras de vapor, di谷sel y electricidad que, como se?ala Luis Blanco, su director, a迆n funcionan. Puede visitarse la rotonda de ferrocarriles (en la imagen) mejor conservada de Espa?a, una plataforma giratoria donde se reparaban las m芍quinas y se realizaban los cambios de sentido.
Fundaci車n Colegio Nuestra Se?ora de la Antigua
Monforte de Lemos (Lugo)
Te sorprender芍 porque... La pinacoteca de esta escuela cat車lica guarda varias pinturas de contenido religioso de autores barrocos entre los que figuran dos grecos en un grandilocuente edificio renacentista de traza herreriana, con aires de Monasterio de El Escorial (Madrid).
Museo de Arte Sacro de las Clarisas
Monforte de Lemos (Lugo)
Te sorprender芍 porque... PExhibe la segunda colecci車n de arte religioso m芍s importante de Espa?a. Su pieza m芍s imponente es la escultura de un Cristo yacente del taller del vallisoletano de Gregorio Fern芍ndez, m芍ximo exponente de la Escuela Castellana del siglo XVII.
Museo Municipal Ram車n Mar赤a Aller
Lal赤n (Pontevedra)
Te sorprender芍 porque... Podr芍s conocer el primer observatorio que se instal車 en Galicia, en la vivienda del astr車nomo, matem芍tico y sacerdote Ram車n Mar赤a Aller, figura clave del siglo XX que contribuy車 al estudio de las estrellas dobles (que, desde la observaci車n, da la impresi車n de que est芍n unidas) y se le homenaje車 bautizando un cr芍ter de la luna con su apellido.
La Galicia de hace 500 millones de a?os, a simple vista
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Cuando el peregrino se adentra en Quiroga (Lugo), se est芍 internando en uno de los lugares m芍s antiguos de Galicia. Un territorio privilegiado de casi 600 kil車metros que conforma el Geoparque de las Monta?as do Courel y que pertenece, desde 2019, a la Red Mundial de Geoparques de la Unesco por su singular geolog赤a y biodiversidad. Atesora un impresionante patrimonio geol車gico que incluye minerales, f車siles, glaciares arcaicos y estructuras rocosas 迆nicas en un paisaje actual de valles fluviales y antiguas minas, que el ser humano ha aprovechado desde hace m芍s de 4.000 a?os.
De todo ello destaca el plegamiento de Campodola-Leixaz車s, a nueve kil車metros de Quiroga, tambi谷n conocido como sinclinal, un punto de gran inter谷s geol車gico, en el que la superficie terrestre se pliega como resultado de movimientos tect車nicos y muestra c車mo era la corteza hace 500 millones de a?os. Algo poco habitual, ya que este tipo de formaciones suelen estar bajo tierra. Pero tambi谷n son interesantes sus abundantes f車siles que remiten a las formas de vida que habitaron la regi車n en el pasado 〞como los osos cavernarios〞, mientras que los yacimientos desvelan el centenar de explotaciones aur赤feras que los romanos aprovecharon hace 20 siglos y los castros rememoran la vida de las primeras civilizaciones del entorno. Se puede, adem芍s, practicar senderismo y barranquismo y descubrir una flora excepcional, que guarda orqu赤deas silvestres sobre sus suelos calc芍reos.
Un paseo por el Geoparque de las Monta?as do Courel (Lugo).
Entre sue?os medievales y psicod谷licos
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El Camino de Invierno ofrece al peregrino hospedajes econ車micos pero dotados de comodidades, como el primer albergue p迆blico de esta ruta, y alojamientos con un extra en los que disfrutar de la mejor gastronom赤a de fusi車n o de una experiencia psicod谷lica.
Dormir junto los sepulcros medievales
El primer albergue p迆blico del Camino de Invierno, en Diomondi, dentro del municipio de Chantada, se emplaza en un lugar con mucha historia que har芍 volar la imaginaci車n del peregrino. Este hospedaje, a 100 kil車metros de Santiago, inaugurado en primavera y bautizado con el nombre de una de las precursoras del Camino recientemente fallecida, Aida Men谷ndez, ocupa la casa rectoral aneja a la iglesia de San Paio del siglo XIII. El edificio sirvi車 como vivienda para cl谷rigos adem芍s de c芍rcel y se alza sobre una aut谷ntica necr車polis medieval. Los trabajos de rehabilitaci車n han dejado a la vista del hu谷sped los detalles arquitect車nicos rom芍nicos. Tambi谷n se han conservado las tumbas medievales, junto a las que se sit迆an los dormitorios, lo que a?ade un extra de emoci車n al descanso del peregrino.
Un viaje gastron車mico en una casona r迆stica
Ecohotel N車s, en Silleda (Pontevedra), a 37 kil車metros de Santiago en la parte del Camino de Invierno compartido con la V赤a de la Plata, mantiene el sabor r迆stico de sus or赤genes a la vez que ofrece al visitante las comodidades de un hospedaje moderno y la exclusividad de una cocina tripulada por un chef de prestigio. Esta antigua casona de campo irradia un ambiente hogare?o por dentro, y, en el exterior, un aire de resort, con una sofisticada piscina. Tambi谷n una atractiva terraza acristalada que muestra al visitante su mayor tesoro: el restaurante comandado por Alberto Lareo, pontevedr谷s de 36 a?os curtido en fogones espa?oles y franceses con estrella Michelin, que ha elaborado una carta donde la cocina gallega viaja por el mundo con platos como el ravioli de rabo de vaca de Bandeira estofado en pasta china wanton.
La noche yey谷 del peregrino
El rosa chill車n que recubre las paredes de la Casa Beatnik, en Vedra (A Coru?a), a 16 kil車metros de Santiago, anuncia que no se trata de un hospedaje convencional. Bajo ese vibrante tono rosado late un hotel al ritmo de los principios del movimiento beatnik, nacido en EE UU en los a?os cincuenta del siglo XX que exaltaba la vida bohemia y rechazaba las convenciones sociales y que en Espa?a tuvo su r谷plica en lo yey谷. Se percibe en su est谷tica, que combina texturas imposibles y una vistosa paleta de colores, tanto en sus 13 habitaciones, como en sus seis yurtas, elegantes carpas para vivir el glamping, esa modalidad de acampada a todo lujo. Y en sus propuestas, con actividades creativas, yoga y meditaci車n. Un hospedaje en el que, si no te diviertes, es que ?no te quieres enterar!
Descubrir el Mi?o desde otras perspectivas
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El albergue de Diomondi es el punto de partida del tramo del Camino que guarda con m芍s celo las esencias de la Ribeira Sacra. Se trata de los Codos de Belesar, una serpenteante senda de 2,5 kil車metros cuesta abajo, sobre la antigua calzada romana, que culmina en la aldea que le da nombre. Un recorrido en cuyo final regala al peregrino una bella panor芍mica del ca?車n del Mi?o, el otro gran r赤o que taja esta regi車n, y de los vi?edos que se derraman por sus laderas. A finales del invierno, el color del paisaje se vuelve rosado con la floraci車n de los cerezos y en tiempo de vendimia se transmuta en verde 芍cido, 芍mbar y p迆rpura. Una vez en Belesar, el peregrino puede desviarse un par de horas de su trayectoria y recorrer en catamar芍n el meandro que dibuja el r赤o hacia el sur en el cabo do Mundo. El plan, en pareja, en solitario o familiar, permite admirar el Mi?o y su colosal orograf赤a desde una perspectiva completamente nueva: a ras de agua.
Traves赤a en bote para descubrir el Mi?o a ras de agua.
El aceite de oliva tambi谷n es gallego
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El color oliva empieza a abrirse paso entre la infinidad de verdes que componen los paisajes de Galicia. Se extiende por el entorno del r赤o Sil, en plena Ribeira Sacra, en los cultivos de peque?os productores que elaboran un aceite gallego de manera artesanal a partir de variedades aut車ctonas de aceituna. Recientemente, un estudio del Centro Superior de Investigaciones Cient赤ficas (CSIC), en colaboraci車n con la Asociaci車n de Productores de Aceite y Aceituna de Galicia (APAAG), ha identificado dos genuinamente gallegas, la brava y la mansa, y anda tras la pista de otras 17 variedades.
La mitad de la producci車n de Manuel Mondelo, agricultor de Bendollo, en Quiroga (Lugo), por donde pasa el Camino de Invierno, proviene de estas dos clases locales que mezcla con otras m芍s extendidas como la redondeta y la picual y obtiene un producto m芍s verdoso que ambarino. Julio Quiroga y su socio Suso Pi?eira elaboran uno solamente con la brava y la mansa. Mondelo, junto al padre de Pi?eira, fue uno de los pioneros cuando comenz車 en 1993 a elaborarlo con m谷todos ※propios de los romanos§, asegura, ya que fueron ellos los que lo introdujeron en la zona, donde se cultiv車 ampliamente hasta hace 500 a?os. Para mantener las tradiciones, cada mayo, Mondelo y otros productores organizan la Mostra do Aceite en la poblaci車n vecina de Bendill車, donde lo fabrican con la ayuda de un antiguo molino restaurado.
As赤 es el aceite de oliva gallego, por Julio Quiroga, productor
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El bosque de casta?os colosales y alta literatura
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Tres kil車metros al sur de Lal赤n, el peregrino tiene la oportunidad de perderse en el souto de Quiroga, en Catas車s (Pontevedra), entre algunos de los casta?os m芍s altos de Europa, con m芍s de 30 metros de altura y cinco de per赤metro. All赤 fueron plantados en el siglo XIX junto a robles y alcornoques para abastecer de madera a los pazos que se constru赤an en la zona. Cuanto m芍s crecieran, m芍s grandes ser赤an las vigas que sustentar赤an los palacios. El marido de la escritora Emilia Pardo Baz芍n, Jos谷 Quiroga P谷rez, hered車 una casa solariega en el lugar, donde la autora naturalista pas車 largas temporadas, y cuyos parajes, tintados de l赤quenes, hongos y quitameriendas (una flor p迆rpura que crece en el suelo), seguramente inspiraron, a finales de aquel siglo, los paisajes de Los pazos de Ulloa.
Algunos de los antiguos casta?os del 'souto' de Quiroga (Pontevedra).
El 迆ltimo reflejo del Camino
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La catedral es la visi車n m芍s anhelada del peregrino al llegar Santiago de Compostela. Y desde el parque del monte Gai芍s, junto a la Cidade da Cultura, a la derecha del Camino de Invierno seg迆n entra en la capital gallega, anticipa esa perspectiva de un modo muy particular. All赤, el artista pontevedr谷s Manolo Paz ha levantado los Espellos do Cami?o (Espejos del Camino),tres esculturas de piedra con forma de rosco que conmemoran el doble a?o jacobeo 2021-2022 y que simbolizan el Camino y Galicia. A trav谷s de su abertura central se ve la esplendorosa catedral y, seg迆n Paz, el marco de piedra evoca las cercas de los senderos, mientras que su forma circular recuerda el arco de medio punto rom芍nico, estilo omnipresente en los Caminos y a los cimientos de las viviendas de los castros que salpican la regi車n.
En el mismo parque, el artista pontevedr谷s Francisco Leiro homenajea a la bota, otro s赤mbolo de las rutas jacobeas, con tres esculturas, en granito, hormig車n y hierro fundido. Est芍n desperdigadas, como olvidadas por sus due?os, ya que, como cuenta su creador, es habitual que los peregrinos abandonen el calzado al t谷rmino de su aventura. Una aut谷ntica invitaci車n para ilusionarse con la visi車n deseada y para pisar con fuerza en esos 迆ltimos metros que cerrar芍n un viaje inolvidable
Mira a trav谷s del 'espello'.
'Espellos do Cami?o' en el monte Gai芍s.
As赤 suena la ＆playlist＊ que Xoel L車pez ha creado para la ruta ＆xacobea＊
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En los o赤dos de Xoel L車pez, el Camino suena a indie chileno, a postpunk electr車nico gallego y a bossa nova brasile?a. Estilos, entre unos cuantos m芍s, que el m迆sico coru?谷s de 45 a?os mezcla en la ecl谷ctica lista de reproducci車n que ha creado en exclusiva para que el peregrino la disfrute en su ruta. En ella, parece describir las sensaciones de esas rutas jacobeas que articulan una Galicia de paisajes 迆nicos y ciudades llenas de vida: misterio, sorpresa, ilusi車n y calma. Se cierra con Lodo, canci車n que compuso en 2017 y que en 2021 form車 parte de la campa?a del A?o Xacobeo de la Xunta de Galicia para incentivar el regreso de los caminantes. Como en paralelo al Camino, L車pez propone un recorrido sensorial con el que el peregrino experimentar芍 lo que es recorrer cualquiera de estas sendas. Un viaje con muchos principios y un gran final.
El primer albergue p迆blico del Camino de Invierno, en Diomondi, dentro del municipio de Chantada, se emplaza en un lugar con mucha historia que har芍 volar la imaginaci車n del peregrino. Este hospedaje, a 100 kil車metros de Santiago, inaugurado en primavera y bautizado con el nombre de una de las precursoras del Camino recientemente fallecida, Aida Men谷ndez, ocupa la casa rectoral aneja a la iglesia de San Paio del siglo XIII. El edificio sirvi車 como vivienda para cl谷rigos adem芍s de c芍rcel y se alza sobre una aut谷ntica necr車polis medieval. Los trabajos de rehabilitaci車n han dejado a la vista del hu谷sped los detalles arquitect車nicos rom芍nicos. Tambi谷n se han conservado las tumbas medievales, junto a las que se sit迆an los dormitorios, lo que a?ade un extra de emoci車n al descanso del peregrino.
Ecohotel N車s, en Silleda (Pontevedra), a 37 kil車metros de Santiago en la parte del Camino de Invierno compartido con la V赤a de la Plata, mantiene el sabor r迆stico de sus or赤genes a la vez que ofrece al visitante las comodidades de un hospedaje moderno y la exclusividad de una cocina tripulada por un chef de prestigio. Esta antigua casona de campo irradia un ambiente hogare?o por dentro, y, en el exterior, un aire de resort, con una sofisticada piscina. Tambi谷n una atractiva terraza acristalada que muestra al visitante su mayor tesoro: el restaurante comandado por Alberto Lareo, pontevedr谷s de 36 a?os curtido en fogones espa?oles y franceses con estrella Michelin, que ha elaborado una carta donde la cocina gallega viaja por el mundo con platos como el ravioli de rabo de vaca de Bandeira estofado en pasta china wanton.
El rosa chill車n que recubre las paredes de la Casa Beatnik, en Vedra (A Coru?a), a 16 kil車metros de Santiago, anuncia que no se trata de un hospedaje convencional. Bajo ese vibrante tono rosado late un hotel al ritmo de los principios del movimiento beatnik, nacido en EE UU en los a?os cincuenta del siglo XX que exaltaba la vida bohemia y rechazaba las convenciones sociales y que en Espa?a tuvo su r谷plica en lo yey谷. Se percibe en su est谷tica, que combina texturas imposibles y una vistosa paleta de colores, tanto en sus 13 habitaciones, como en sus seis yurtas, elegantes carpas para vivir el glamping, esa modalidad de acampada a todo lujo. Y en sus propuestas, con actividades creativas, yoga y meditaci車n. Un hospedaje en el que, si no te diviertes, es que ?no te quieres enterar!
