La Espa?a con la bata blanca y la Espa?a en la camilla se sonr赤en. Tanto pacientes como personal sanitario est芍n satisfechos con la calidad de la atenci車n sanitaria que se dispensa en el territorio nacional. Es una de las cinco conclusiones principales del Future Health Index 2017 Espa?a, un informe que contiene un an芍lisis detallado de los retos de la salud futura en el 芍mbito nacional y 25 entrevistas con personalidades destacadas del 芍mbito sanitario.
La confianza de la poblaci車n espa?ola en su sistema de salud es muy superior a la del resto del mundo. El dato que arroja el Future Health Index a nivel global indica que solo un 54% de la poblaci車n mundial conf赤a en la atenci車n m谷dica que recibe. En Espa?a esa cifra crece hasta alcanzar el 71%. Las consecuencias de esta confianza apuntan a la posibilidad de ser uno de los motores de innovaci車n e implantaci車n tecnol車gica para mejorar la sostenibilidad del sistema a nivel mundial. Como indica este estudio: ※Esta confianza podr赤a proporcionar una fuerte base para innovaciones de la atenci車n sanitaria, especialmente con respecto a los datos m谷dicos§.
Pero los expertos tampoco quieren alzar las campanas al vuelo. El gasto p迆blico sanitario est芍 experimentando una contracci車n 〞entre el 14% y el 16% desde la llegada de la crisis, cuando la mayor赤a de los profesionales y pacientes creen que deber赤a ser al menos del doble, sobre el 28%〞 que los centros sanitarios empiezan a notar. Joan Bigorra, director de Innovaci車n y estrategia del Hospital Clinic Barcelona y uno de los expertos entrevistados en el informe, afirma haber sentido estos efectos en la atenci車n a los pacientes: ※Con la crisis, el ratio de personal con relaci車n al n迆mero de pacientes que atendemos se han degradado much赤simo, y el sistema est芍 empezando a sufrir§. La mengua de recursos ha provocado que se asuma como normal atender de un orden de 40 pacientes en una o dos horas. ※Esto genera un nivel de tensi車n muy alto y el paciente l車gicamente no suele estar satisfecho§, apostilla Bigorra.
Hay una brecha entre el servicio que el paciente cree recibir y el que realmente recibe. En Espa?a, como se coment車, los niveles de satisfacci車n son elevados. Pero esa brecha sigue estando presente. Solo el 67,1% de los espa?oles siente que tiene un acceso adecuado al sistema sanitario, mientras que la realidad eleva esa cifra hasta el 71,2%. Es decir, que los pacientes espa?oles creen que su sistema los atiende peor de c車mo realmente les presta el servicio.
Este margen de mejora es marcado en el informe como uno de los aspectos con margen de mejora. ※La peque?a brecha de Espa?a est芍 impulsada en parte por una falta de percepci車n de acceso a los recursos requeridos para los cuidados en casa, ya que menos de la mitad tanto de los profesionales sanitarios como de la poblaci車n general se mostr車 de acuerdo en que ellos/sus pacientes tienen acceso a estos recursos [profesionales sanitarios: 45% y poblaci車n general: 48%)]§, indica el estudio.
Desde la consulta, este problema entre lo percibido y lo real es reconocido por los expertos. Especialmente en cuanto a la adopci車n tecnol車gica, debido a que la falta de inversi車n refuerza la impresi車n de que se va por detr芍s de las capacidades que realmente puede desplegar la tecnolog赤a actual. Montserrat Gea , enfermera y profesora en el Grupo de Estudios Sociedad Salud Educaci車n y Cultura (GESEC) de la Universidad de Lleida, es de la opini車n de que esta ralentizaci車n alza muros. ※Las nuevas tecnolog赤as est芍n llegando lentamente y, si no se avanza m芍s r芍pido es por la barrera digital, que en Espa?a es muy elevada§. Esta profesional sanitaria tambi谷n recuerda que no debe infravalorarse el impacto en la comunidad sanitaria de la irrupci車n tecnol車gica, por los ※altos niveles de estr谷s§ que genera el aprendizaje de estos nuevos dispositivos y herramientas si no se hace en los periodos de tiempo adecuados.
No todos los pacientes son iguales. Las brechas tambi谷n existen entre ellos y son m迆ltiples los factores que influyen para c車mo de bien se adapten a la nueva responsabilidad que se les exige para mantener su salud en un estado 車ptimo. Factores como la alfabetizaci車n o la edad juegan un rol fundamental. La situaci車n se agrava por los tiempos m芍s reducidos de consulta. Montserrat Gea enfermera y acad谷mica, indica que ※Es necesario tener tiempo en consulta, pero actualmente no hay ni 10 minutos por paciente para hacerlo. Es imposible explicar a un paciente un tratamiento en condiciones y que lo entienda, porque los niveles de alfabetizaci車n y educaci車n de la poblaci車n son muy variados§.
Esta heterogeneidad en el conocimiento de los pacientes tiene consecuencias directas sobre la salud. Por ejemplo, en el grado de adherencia a los tratamientos. Es decir, cu芍n bien sigue las instrucciones del m谷dico un paciente para el tratamiento que debe administrarse. Gea apunta que dicha adherencia ※es muy baja y eso es un problema de educaci車n sanitaria§. De nuevo, el desaf赤o se encuentra en la escasez de los recursos disponibles, que no permiten dedicar m芍s personal a instruir a los pacientes y por lo tanto proporcionarles un conocimiento que les permita ejercitar m芍s independencia en el cuidado de su salud.
Pero a veces las dolencias hacen a los pacientes m芍s receptivos y proactivos a la adopci車n de tecnolog赤as. El Future Health Index ha detectado, como una de sus conclusiones generales, que los pacientes con afecciones card赤acas est芍n m芍s abiertos a probar nuevos dispositivos y herramientas para ayudar al tratamiento de su dolencia. En aspectos clave como son la forma adecuada de compartir datos con el m谷dico, interpretar los resultados de la tecnolog赤a o usar los dispositivos adecuadamente, los pacientes que padecen del coraz車n doblan en conocimientos a la poblaci車n en general. Una enorme brecha que vuelve a demostrar que existe amplio margen de mejora a pesar de que Espa?a siga siendo, en salud, uno de los l赤deres mundiales.