La arquitectura del crimen a trav¨¦s de tu tel¨¦fono
El 'big data' y las reconstrucci¨®n tridimensional de la escena del crimen intentan hacerse un hueco en la esfera judicial
Tus v¨ªdeos pueden ayudar a resolver un caso. La actividad en redes sociales tras un atentado o como denuncia no es ¨²nicamente ¨²til para mostrar el hecho en s¨ª, sino que puede evidenciar detalles que, aunque en apariencia irrelevantes, sean de gran importancia para aquellos que saben sustraer de cada archivo p¨²blico, la totalidad de su informaci¨®n.
Si nos encontr¨¢semos en Alepo durante la ¨²ltima mitad de 2016 - seg¨²n la SAMS el a?o con m¨¢s ataques a infraestructura y personal m¨¦dico en Siria ¨C podr¨ªamos haber registrado y colgado en internet un v¨ªdeo que mostrase c¨®mo trasladaban a un herido desde las inmediaciones del hospital Omar Bin Abdul Aziz hacia fuera tras un bombardeo. Este v¨ªdeo, clave durante la investigaci¨®n, ayud¨® no solo a situar el hospital en el mapa v¨ªa sat¨¦lite y confirmar por el ratio de destrucci¨®n que el edificio hab¨ªa sido el objetivo de los dem¨¢s ataques en la zona, sino tambi¨¦n a crear conciencia de que el r¨¦gimen de Bachar al-Asad estaba deliberada y sistem¨¢ticamente acabando con el ¨²ltimo hospital que dispon¨ªa de un departamento pedi¨¢trico en Alepo.
Ya son varios los organismos internacionales que se han sumado a llevar m¨¢s all¨¢ la investigaci¨®n y lo han hecho de la mano de agencias como Forensic Architecture que, desde su sede en la Universidad de Londres y financiada por el Consejo Europeo de Investigaci¨®n, trabaja reuniendo v¨ªdeos, creando mapas interactivos y reconstrucciones tridimensionales de un lugar concreto para denunciar casos que tienden a mostrarse inmunes a la ley.
¡°Los datos provienen de redes sociales, distintos proveedores de mapas, im¨¢genes de sat¨¦lite o de los medios¡ En definitiva, todo lo que nos sirva para entender la evidencia disponible desde distintos niveles de lectura¡±, explica Franc Camps-Febrer, jefe de desarrollo de software en Forensic Architecture.
Entre los casos m¨¢s destacados por el uso de tecnolog¨ªa, seg¨²n ¨¦l mismo, se encuentra el de los 43 normalistas desaparecidos durante un altercado entre la polic¨ªa mexicana de Iguala y el crimen organizado en diciembre de 2014. La investigaci¨®n Ayotzinapa, representada en el proyecto Una cartograf¨ªa de la violencia, se basa en un mapa interactivo en tres dimensiones a trav¨¦s del que cualquiera puede retroceder a la noche del suceso y entender sobre un plano las incongruencias entre la variedad de testimonios en un presunto caso de corrupci¨®n policial que sigue sin ser resuelto.
Para reconstruir la escena ¡°usamos varios programas y herramientas que se utilizan en arquitectura o en la industria del cine o del videojuego. Tambi¨¦n en proyectos de mapeado a nivel profesional. Gran parte de nuestro trabajo se basa en darle nuevos usos a herramientas que est¨¢n pensadas para sus propias industrias¡±, apunta Camps-Febrer.
Sin embargo, la manipulaci¨®n de datos p¨²blicos abre muchas cuestiones. Apenas existe una regulaci¨®n sobre el uso del big data y proyectos como este est¨¢n poniendo a disposici¨®n de todo el mundo una serie de conclusiones que, de no ser por la labor de un equipo de investigaci¨®n, quedar¨ªan ocultas.
'Machine learning': ?se pueden prevenir los ataques?
Naciones Unidas, departamentos de defensa, la CIA¡Todos trabajan en desarrollar programas de an¨¢lisis de datos y prevenci¨®n de conflictos. El aprendizaje autom¨¢tico, o machine learning, dota a los ordenadores de una serie de situaciones ejemplo y desarrolla t¨¦cnicas que las permiten aprender. Sin embargo, existe un gran paso entre la capacidad de avisar de un conflicto y la de actuar en ¨¦l de forma autom¨¢tica. Por el momento, el ¨¦xito de este tipo de programas aplicados a la detecci¨®n de conflictos depende mucho no solo de la cantidad de datos disponibles, si no de la naturaleza y el an¨¢lisis de estos.
M¨¢s all¨¢ del trabajo de la agencia en desarrollar prototipos de machine learning (aprendizaje autom¨¢tico) para intentar prevenir cierto tipo de ataques, una de sus preocupaciones m¨¢s inmediatas es combatir el escepticismo en la esfera judicial sobre el uso de nuevas herramientas durante la investigaci¨®n. Para ello, publican todos los informes y comparten su metodolog¨ªa, con la intenci¨®n de que se comprendan y contextualicen como es debido. Adem¨¢s, en estos informes analizan las principales complicaciones con las que se han enfrentado en cada caso, que van desde decisiones deontol¨®gicas sobre el uso de datos recabados hasta la complejidad de detectar, v¨ªa sat¨¦lite, los da?os dejados por los nuevos misiles AGM-114R, capaces de atravesar hasta tres pisos de un edifico antes de explosionar.
No existe una metodolog¨ªa infalible, ¡°depende de si empezamos con poca informaci¨®n y necesitamos buscar m¨¢s para descubrir la narrativa (un v¨ªdeo filtrado, un testimonio concreto¡) o si, por lo contrario, contamos con demasiados datos y procedemos a hacer un an¨¢lisis que nos permita estructurarlo todo. Al final siempre es un di¨¢logo continuo entre el material y lo que nos revela¡±, aclara el jefe de desarrollo.
A pesar de que no todas las investigaciones han conseguido una resoluci¨®n judicial favorable, muchos de los proyectos sirven para desvelar situaciones, desencadenando la presi¨®n ciudadana, como fue el caso de denuncia de las torturas llevadas a cabo en la prisi¨®n siria de Saidnaya, la m¨¢s infranqueable del pa¨ªs. Durante la investigaci¨®n, comisionada por Amnist¨ªa Internacional, se realiz¨® un trabajo de entrelazado entre los recuerdos de cinco supervivientes y las im¨¢genes v¨ªa sat¨¦lite, gracias al que hoy podemos entrar virtualmente en la prisi¨®n, ver la situaci¨®n de los presos y escuchar los fuertes sonidos con los que se les priva del sue?o. El informe permiti¨® denunciar los cerca de 13.000 ahorcamientos a lo largo de cinco a?os, junto al resto de vejaciones perpetradas bajo el r¨¦gimen de al-Asad y ayud¨® a promover el uso de herramientas interactivas que acerquen al p¨²blico una realidad que de otra manera ser¨ªa impermeable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.