La autocompasi¨®n, una nueva aliada para ser m¨¢s eficiente

Cuando algo le sale mal en el trabajo, ?se pone a la defensiva y busca en otros al culpable o descarga la responsabilidad del drama en usted mismo? Respuesta equivocada. Ni una ni otra son la soluci¨®n adecuada. Esas dos son las reacciones m¨¢s habituales cuando experimentamos un contratiempo, pero tambi¨¦n las m¨¢s da?inas y contraproducentes. Si nos encontr¨¢ramos a un amigo en una situaci¨®n similar, lo m¨¢s probable es que fu¨¦ramos comprensivos y alentadores con ¨¦l de forma casi autom¨¢tica. Entonces, ?por qu¨¦ nos cuesta tanto trabajo hacerlo con nosotros mismos? En los ¨²ltimos a?os, la autocompasi¨®n se ha convertido en el foco de una gran cantidad de investigaciones que buscan descubrir si es una herramienta ¨²til para mejorar el rendimiento y el crecimiento laboral.

Aunque tradicionalmente esta habilidad ha estado vinculada a la idea de sentir l¨¢stima por uno mismo o a tener una autoestima baja, las investigaciones m¨¢s recientes est¨¢n orientadas a concebir la autocompasi¨®n como una herramienta para ser m¨¢s indulgentes y menos cr¨ªticos con nosotros mismos y conseguir una visi¨®n m¨¢s realista de nuestra situaci¨®n. Concebida as¨ª, esta habilidad puede ser de ayuda para recuperarse de los fracasos y los contratiempos en cualquier ¨¢mbito de la vida, tambi¨¦n en el trabajo.

Al ser autocompasivo, un trabajador es capaz de evaluar de forma m¨¢s realista su capacidad y su entorno, esto funciona sobre todo en aquellos que son especialmente perfeccionistas. Es decir, aquellos que establecen est¨¢ndares inflexibles y excesivamente altos, eval¨²an su comportamiento de forma demasiado cr¨ªtica y tienen una mentalidad de todo o nada sobre su desempe?o. O est¨¢ perfecto o est¨¢ impresentable.

M¨¢s informaci¨®n

Si usted fuera el compa?ero de trabajo t¨®xico, ?lo sabr¨ªa?

En estos casos, ser cari?oso con uno mismo es fundamental, especialmente si se est¨¢ aprendiendo algo nuevo. Las investigaciones de Serena Chen, profesora de psicolog¨ªa y catedr¨¢tica en la Universidad de California, explican que ¡°cuando las personas se tratan con compasi¨®n, son m¨¢s capaces de llegar a autoevaluaciones realistas, lo cual es la base para la mejora¡±. Tambi¨¦n asegura que las personas con altos niveles de autocompasi¨®n son m¨¢s amables y tienden a juzgarse menos por sus errores, ¡°reconocen que los fracasos son una experiencia humana compartida y no dejan que las emociones negativas se apoderen de ellas¡±. La autocompasi¨®n deber¨ªa ser entonces uno de los instrumentos b¨¢sicos de la caja de herramientas emocional de cualquier persona perfeccionista.

Mentalidad de crecimiento

El volumen de investigaci¨®n sobre esta habilidad ha crecido tanto en los ¨²ltimos a?os que existen herramientas pensadas expresamente para evaluarla, como la desarrollada por Kristin Neff, profesora de la Universidad de Texas. Se trata de una encuesta que los usuarios rellenan sobre lo que sienten o piensan. Por eso, los resultados deben ser tomados con cautela: el informe refleja c¨®mo el usuario se ve a s¨ª mismo, tal y como sucede con los test de personalidad. Esta herramienta ha sido utilizada por investigadores y profesionales para esclarecer qu¨¦ rasgos est¨¢n asociados con el sentimiento de autocompasi¨®n.

En sus investigaciones ha encontrado que las personas que obtienen una puntuaci¨®n alta en la encuesta suelen estar m¨¢s motivadas para mejorar y para seguir intent¨¢ndolo cuando se equivocan o les dicen que no. M¨¢s all¨¢ de aumentar la motivaci¨®n, esta habilidad tambi¨¦n hace que las personas adopten lo que Carol Dweck, profesora de psicolog¨ªa en la Universidad de Stanford, ha llamado una mentalidad de crecimiento. Dweck ha documentado que ¡°quien tiene una mentalidad fija cree que las personas apenas cambian.

Pero quienes tienen una mentalidad de crecimiento consideran que los rasgos y habilidades de la personalidad son maleables y, por lo tanto, es m¨¢s probable que intenten mejorar¡±. Investigaciones posteriores han encontrado que la autocompasi¨®n hace que las personas adopten esta mentalidad de crecimiento. Aplicada al ¨¢mbito laboral, esta actitud resulta imprescindible para evolucionar.

Tenga un jefe autocompasivo

Como sucede con las emociones y los h¨¢bitos, la capacidad de ser indulgente tambi¨¦n se contagia de jefe a empleado. De todos los elementos que afectan el rendimiento final, la importancia del estado de ¨¢nimo del l¨ªder y sus comportamientos son muy influyentes, seg¨²n document¨® la investigaci¨®n de Daniel Goleman, psic¨®logo especializado en inteligencia emocional. As¨ª, ser un jefe autocompasivo tiene beneficios que se extienden al resto del equipo.

Esto se debe a que la compasi¨®n por uno mismo y por los dem¨¢s est¨¢n vinculadas: la pr¨¢ctica de una aumenta la otra. Como hemos visto, aprender a ser amable y a no juzgarse proporciona una visi¨®n m¨¢s realista de la situaci¨®n y esto tambi¨¦n influye en quien tenemos cerca. Un aspecto que est¨¢ ayudando a ser m¨¢s comprensivos a los jefes es que el entorno empresarial ha comenzado a legitimar al fracaso en los ¨²ltimos a?os y a incluirlo como una fase m¨¢s de los procesos de innovaci¨®n.

La autocompasi¨®n se convierte en algo clave, sobre todo en los entornos laborales t¨®xicos, donde las malas pr¨¢cticas o las relaciones insanas se acaban convirtiendo en una espiral sin salida. Contar con un l¨ªder que sea capaz de ser comprensivo e indulgente consigo mismo y con los dem¨¢s es clave para salir de ese c¨ªrculo vicioso. No es f¨¢cil, pero como cualquier habilidad, la autocompasi¨®n se puede mejorar y aprender. Controle a su cr¨ªtico interno. Dese un respiro.