Las casas que cuidar¨¢n del planeta, este s¨¢bado en la Revista Retina

Qu¨¦ nos parecer¨ªa si a¨²n se pudiera fumar en los aviones, o si los coches contaminaran como hace 40 a?os? La pregunta, planteada en el reportaje principal de este n¨²mero, tiene mucha miga. Cuando hablamos de emisiones siempre pensamos en veh¨ªculos y aeronaves. Pero pocas veces nos fijamos en nuestros edificios, que suponen un elevado porcentaje del consumo energ¨¦tico y cuyos requisitos de eficiencia se contemplaron por primera vez en Espa?a a finales de los a?os 70, cuando ya se hab¨ªa construido el 60% de los que hoy est¨¢n en pie.

Entonces lo que anim¨® estas primeras regulaciones fue la crisis del petr¨®leo. Con el precio del crudo disparado, a los pa¨ªses les interesaba reducir la factura energ¨¦tica. A?os despu¨¦s, a esa preocupaci¨®n se ha unido una mucho m¨¢s perentoria: salvar al planeta del desastre ecol¨®gico.

Quiz¨¢ la inteligencia artificial o el Internet de las cosas sean ¨²tiles en el futuro para este prop¨®sito. Ahora mismo, lo que la tecnolog¨ªa puede aportar tiene m¨¢s que ver con materiales alternativos al hormig¨®n y los metales. Tambi¨¦n con nuevos m¨¦todos, como el ensamblaje de edificios de la llamada construcci¨®n industrializada. Pero como se dice en el reportaje, de nada sirven esos materiales y esos m¨¦todos si no se generaliza su uso. Y si quienes tienen que aplicarlos no cuentan con los medios, la formaci¨®n y la retribuci¨®n adecuados.

Evidentemente, cuesta mucho m¨¢s cambiar el parque de viviendas que el parque m¨®vil. Pero empezar a construir desde ahora con criterios de m¨¢xima eficiencia y sostenibilidad es un estupendo regalo si no para nuestros hijos, pues se calcula que el 80% de la viviendas que se usar¨¢n en 2050 ya est¨¢n edificadas, al menos para nuestros nietos.