Ibiza saluda al sol

El viernes 23 de julio, a las 7.45, un hombre moreno y corpulento entra en un avi¨®n que le llevar¨¢ de Madrid a Ibiza. Silencio sepulcral entre el pasaje al detectar su presencia, al igual que cuando, hace 20 a?os, ese hombre arrancaba con la pelota en los pies y los estadios enmudec¨ªan. Es Ronaldo Nazario. Ya en la isla sale del avi¨®n y toma el autob¨²s que lleva a los pasajeros a la terminal. Est¨¢ de pie y solo, tan solo que hay gente a su lado que no repara en ...

El viernes 23 de julio, a las 7.45, un hombre moreno y corpulento entra en un avi¨®n que le llevar¨¢ de Madrid a Ibiza. Silencio sepulcral entre el pasaje al detectar su presencia, al igual que cuando, hace 20 a?os, ese hombre arrancaba con la pelota en los pies y los estadios enmudec¨ªan. Es Ronaldo Nazario. Ya en la isla sale del avi¨®n y toma el autob¨²s que lleva a los pasajeros a la terminal. Est¨¢ de pie y solo, tan solo que hay gente a su lado que no repara en ¨¦l. Al bajar, se dirige hacia la cinta de equipaje, sonriendo a quien le saluda, arrastrando los kilos sobre sus rodillas trituradas, las mismas que aun mermadas no le impidieron ser una leyenda del f¨²tbol. Hay algo de Ronaldo en Ibiza que tiene que ver con el magnetismo, la velocidad y el destrozo; la isla, como el delantero, tambi¨¦n est¨¢ en reconversi¨®n. De la noche y el dj a la isla del turismo gastron¨®mico, o la que ha desplazado la fiesta de las discos a los beach clubs (m¨¢s cotizados que nunca) o la que en su interior atrae a gente en b¨²squeda espiritual de s¨ª misma. Clausurada la noche, ha emergido algo ins¨®lito: el d¨ªa. Pero no el d¨ªa a la manera en que puede presentarse en un lugar normal, porque si de algo presume Ibiza es que la normalidad no va con ella.

Este art¨ªculo es el acercamiento al lado m¨¢s m¨ªstico (aparatosamente m¨ªstico, podr¨ªa decirse) de una isla que ha acogido en los ¨²ltimos tiempos, pandemia mediante, a personajes sin problemas econ¨®micos casi todos (influencers, empresarios, editores, artistas...) que se han instalado aqu¨ª para vivir todo el a?o. Algunos para pasar algo m¨¢s que el a?o pand¨¦mico, como la pareja formada por Rebeca Escohotado y Diego Tor¨¢n. ¡°Nos ha pasado lo que a muchos; Ibiza se vac¨ªa en invierno, pero este a?o se ha quedado much¨ªsima gente, empresarios, artistas¡­ Y se abren estudios de producci¨®n musical, galer¨ªas¡­ Hay mucha m¨¢s vida en invierno. Nosotros vinimos para tres semanas. Alargamos una semana m¨¢s. Y poco a poco encontramos casa, colegio para los ni?os y nos quedamos a vivir un a?o. Y ahora todo seguido¡±, dice Tor¨¢n, m¨¢nager de artistas como Macaco. ¡°Este era un lugar en el que ten¨ªas un circuito de clubes, pero muy peque?ito, y ahora se est¨¢n abriendo m¨¢s, en el que hay m¨¢s cabida, y opciones m¨¢s ligadas con las ra¨ªces, con el folclore, con una electr¨®nica m¨¢s inteligente¡±, cuenta. ¡°Ibiza en invierno se va a convertir en una capital de Europa, gracias en parte a que la mejora de la conexi¨®n a internet lo permite. Aqu¨ª se ha venido a vivir gente de todo el continente; gente con empleos con libertad para desempe?arlos desde cualquier parte. Desde este aeropuerto se puede volar a donde quieras¡±.

Liam Aldous lleg¨® a la isla balear con una empresa llamada Colourfeel, que capta clientes y firmas; se trata de una de esas empresas de las que resulta complejo explicar a qu¨¦ se dedican. ?l lo intenta: ¡°Es una compa?¨ªa que organiza eventos inmersivos, storytelling en vivo. Creamos espacios, zonas aut¨®nomas, libres de las distop¨ªas del mundo. En invierno hice una estancia de healing [cuidados] para clientes y amigos con programa de terapias y actividades creativas para gente que necesitaba huir de la ciudad. La gente llegaba tens¨ªsima, muy rara. Algunas personas incluso llorando¡±.

Healing es un anglicismo repetido por varios entrevistados. Tor¨¢n lo cita tambi¨¦n para incrustarlo en una cultura propia, que vendr¨ªa a ser la cultura de los cuidados. Esos cuidados tienen tambi¨¦n que ver con el fomento del arte. ¡°Aqu¨ª est¨¢n abriendo grandes galer¨ªas porque Ibiza empieza a ser una isla consciente a nivel cultural¡±, dice. Coincide con Liam Aldous: ¡°Mira, no van a abrir las discotecas. Y si abren ser¨¢ distinto, no habr¨¢ de momento la libertad de antes. Lo que ocurrir¨¢ es que la isla debe potenciar su lado de conexi¨®n social y cultural. Aqu¨ª la cultura ha estado muy castigada muchos a?os porque la atenci¨®n era el clubbing, pero hay muchos artistas de toda Europa que han venido a refugiarse desde la pandemia, y est¨¢n empezando a moverse por aqu¨ª¡±.

Una de esas galer¨ªas, abierta en 2018, se llama Tambien, est¨¢ en Santa Gertrudis y la llevan el productor musical Jorge Rodr¨ªguez y la artista francesa Natalie Rich. En la actualidad cuentan con una espectacular exposici¨®n de arte moderno y contempor¨¢neo africano organizada en colaboraci¨®n con la galer¨ªa parisiense Magnin-A. ¡°En Ibiza hay pocas propuestas culturales que no sean de baile o de club, y eso debe cambiar. Porque la gente demanda, y porque en cuanto se organiza algo la gente responde. Por Ibiza pasan artistas, pasan coleccionistas, pasan galeristas. Ahora saben que hay un espacio enorme para la cultura, y que adem¨¢s de pasar por aqu¨ª, pueden quedarse¡±.

La Espa?a real

Ibiza es esa isla impresionante a la que alguien como Ronaldo llega en vuelo regular. Lola pertenece a la Ibiza real, que es exactamente la Espa?a real. No es turista extranjera, no viene a tomar el sol a la cubierta de un barco, tampoco busca refugio en el interior para seguir terapias alternativas, meditar y huir del ruido de la gran ciudad. Lola es una chica uruguaya que lleg¨® a Ibiza hace un mes y encontr¨® trabajo de camarera al d¨ªa siguiente en el bar Little Ibiza del Paseo de Figueretes, en la capital pitiusa. ¡°Suizos, alemanes, franceses: se han ido. Estamos en rojo¡±, dice en referencia a las restricciones por la pandemia. M¨¢s cerca cada d¨ªa de las cifras anteriores al coronavirus, las islas Baleares son el destino espa?ol que m¨¢s turistas extranjeros recibieron en junio: 664.013 visitantes, el 28,4% de los 2,3 millones de pasajeros procedentes de aeropuertos internacionales.

Hay un mundo que intenta aprovechar las consecuencias de la pandemia y otro, el de Lola, que trata de sobrevivir lidiando con ellas. Este viernes el consultor tur¨ªstico Dom¨¨nec Biosca daba un titular interesante a Diario de Ibiza: ¡°El cliente ya no viene a Ibiza de vacaciones, viene a ser feliz¡±. ¡°Porque todas las islas tienen una energ¨ªa especial¡±, dice a este peri¨®dico el hispanomexicano Igor Ram¨ªrez Garc¨ªa-Peralta, escritor, editor y comisario de arte. ¡°De Ibiza se dice que te expulsa o te atrapa. Yo he conseguido enfrentarme a distintos miedos. Dormir aislado en la naturaleza, por ejemplo. Ahora vivo en una caba?a de madera en la que cuando hay viento, se cuela el viento; cuando hay fr¨ªo, se cuela el fr¨ªo. Yo nunca me imagin¨¦ viviendo de esa manera. He encontrado la felicidad, s¨ª¡±, dice demostrando la teor¨ªa de que feliz es quien puede elegir aquello que, si es obligado, te puede hacer la vida imposible.

Ram¨ªrez, que acaba de publicar una novela titulada Ese horrible deseo de pertenecer (Emec¨¦), vive con dos perros, dos gatos y 100 gallinas. En invierno, de vez en cuando, hace retiros con un grupo liderado por una gu¨ªa espiritual con el que duerme a la intemperie cuatro d¨ªas y cuatro noches, solos y separados, en ayuno. Solo en invierno; en verano, como muchos interesados fundamentalmente en la energ¨ªa de la isla, se escapan. ?l, por ejemplo, a la Toscana.

¡°Se est¨¢ cocinando algo, no tengo dudas. Es como una nueva ola que conecta con ¨¦pocas pasadas, y que va a cambiar la isla¡±, dice Liam Aldous. ¡°Algo diferente a lo acostumbrado¡±. Por las calles de Ibiza, donde siguen conviviendo la nueva y la vieja Ibiza, con sus turistas en busca de un fin de semana bien aprovechado, un hombre sin camiseta arrastra una bicicleta cuesta arriba. Se llama Queco y lleg¨® a la isla despu¨¦s de cuidar a un enfermo de ELA en Madrid. ¡°?Sois periodistas? Pues yo prestidigitador¡±, dice. Saca un cigarro y ejecuta varios n¨²meros asombrosos con ¨¦l. ¡°Esto tambi¨¦n va de hacer creer cosas¡±, dice cuando marcha. ?Ibiza es una ilusi¨®n ¨®ptica? Mucha gente habla de ella como si tuviese entidad propia, es La Isla. Al habla Liam Aldous: ¡°Este pedazo de tierra atrae muchas almas elevadas. Gente que busca algo m¨¢s en la vida. La isla tiene esa alma rebelde, hay almas solitarias, y aqu¨ª nos encontramos algo. Es como un eje del universo, todo lo que pasa en el mundo est¨¢ representado aqu¨ª: los idiomas, las culturas, las religiones, toda la luz y toda la oscuridad se encuentran aqu¨ª¡±.

Igor Ram¨ªrez habla, por su parte, de una deuda. ¡°Todo el que recibe algo de la isla, tiene que devolverlo. Hay marcas de lujo (Gucci, Dior, Bvlgari, Loewe) que hacen muchas cosas sobre Ibiza: se inspiran en ella para relojes y bolsos. Se benefician y devuelven poco. Deber¨ªan tener un papel mucho m¨¢s activo para devolverle algo a la isla, que nos da tanto¡±.

?Y la isla te expulsa o te atrapa? Es un lema singular que, como muchas ideas de este reportaje, tiene que ver con algo muy sencillo: el dinero. ¡°Si no tienes casa la isla no te acepta¡±, resume Aldous. En Ibiza, donde el paro subi¨® un 144% en agosto de 2020 con respecto al mismo mes del a?o anterior, y en cualquier parte. ¡°En verano mucha gente quiere mudarse aqu¨ª, pero luego hay que buscar casa, ah¨ª vienen los problemas¡±.

Si cambian despacio los h¨¢bitos y las intenciones del visitante y el residente, no pod¨ªa ser menos con las drogas, compa?eras de la leyenda de Ibiza desde que empez¨® a proyectarse como destino mundial. Una mujer que prefiere no decir su nombre lo explica. ¡°La cultura de la disco est¨¢ muy influenciada por las drogas qu¨ªmicas, pastillas, MDMA o coca¨ªna. En los c¨ªrculos en los que me muevo, que son c¨ªrculos m¨¢s m¨ªsticos y en conexi¨®n con el arte o la naturaleza, tomamos drogas que nos procuran frecuencias m¨¢s altas. Setas, sobre todo. M¨¢s relacionadas con las plantas. No son drogas que se toman tanto para pasar el ocio como por crecimiento personal, como manera de abrirse o conocerse¡±. Un hombre de mediana edad, profesional de ¨¦xito, conocedor y esc¨¦ptico al mismo tiempo de ese mundo, resume con iron¨ªa: ¡°C¨®mo estar¨¢n las cosas en Ibiza que al camello le han empezado a llamar cham¨¢n¡±.

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