La casa construida en un pueblo de 62 habitantes que result¨® finalista de la Bienal de Arquitectura
La vivienda, edificada por su propietario, muestra un camino de futuro para habitar la cuenca minera turolense
Una pieza de termoarcilla por cada seis de gero (arcilla cocida), coronadas por un dintel de hormig¨®n prefabricado, definen las proporciones de la vivienda. El rumor de las acequias y los gorgoritos de un petirrojo alcanzan a escucharse desde el interior, proyectado por el arquitecto David Sebasti¨¢n en Jarque de la Val (Teruel, 62 habitantes). ¡°La idea de ampliar el corral destartalado que heredamos nos ha rondado la cabeza durant...
Una pieza de termoarcilla por cada seis de gero (arcilla cocida), coronadas por un dintel de hormig¨®n prefabricado, definen las proporciones de la vivienda. El rumor de las acequias y los gorgoritos de un petirrojo alcanzan a escucharse desde el interior, proyectado por el arquitecto David Sebasti¨¢n en Jarque de la Val (Teruel, 62 habitantes). ¡°La idea de ampliar el corral destartalado que heredamos nos ha rondado la cabeza durante muchos a?os¡±, cuenta Beatriz Escorihuela, pareja de Sebasti¨¢n con ascendencia en este pueblo, que en dos d¨¦cadas ha perdido un tercio de su poblaci¨®n censada. ¡°Levantamos la casa como si fuera un juguete Lego¡±, a?ade en este v¨ªdeo el arquitecto, cuyo trabajo ha sido reconocido por la XV Bienal Espa?ola de Arquitectura, dedicada a iniciativas en la Espa?a vac¨ªa.
Durante la construcci¨®n, los trabajadores iban y ven¨ªan de Teruel, a unos 60 kil¨®metros, pero ¨¦l se quedaba a dormir en las obras, rodeado de maquinaria y escombros. Recuper¨® y catalog¨® medio centenar de piezas antiguas que, procedentes de otras casas derruidas, se conservaban en la majada. Puertas, ventanas y marcos que vuelven a cumplir su funci¨®n original, integrados en un nuevo conjunto, o bien adquieren nuevos cometidos como celos¨ªas y biombos.
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