Javier de Felipe, neurocient¨ªfico: ¡°Me encantar¨ªa ser un perro durante un par de minutos¡±
El investigador madrile?o publica un libro en el que habla sobre c¨®mo la investigaci¨®n del cerebro es tambi¨¦n la exploraci¨®n de lo que significa ser humano
Javier de Felipe (Madrid, 69 a?os) dice que, despu¨¦s de muchas d¨¦cadas, ahora empieza a entender algo sobre el cerebro. ¡°Y me quieren jubilar¡±, lamenta. El investigador, uno de los m¨¢s destacados neurocient¨ªficos del pa¨ªs de Santiago Ram¨®n y Cajal, el fundador de la disciplina, trabaja ahora en el Centro de Tecnolog¨ªa Biom¨¦dica de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, a las afueras de la capital espa?ola. All¨ª sigue estudiando la anatom¨ªa del cerebro a escala microsc¨®pica para tratar de entender c...
Javier de Felipe (Madrid, 69 a?os) dice que, despu¨¦s de muchas d¨¦cadas, ahora empieza a entender algo sobre el cerebro. ¡°Y me quieren jubilar¡±, lamenta. El investigador, uno de los m¨¢s destacados neurocient¨ªficos del pa¨ªs de Santiago Ram¨®n y Cajal, el fundador de la disciplina, trabaja ahora en el Centro de Tecnolog¨ªa Biom¨¦dica de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, a las afueras de la capital espa?ola. All¨ª sigue estudiando la anatom¨ªa del cerebro a escala microsc¨®pica para tratar de entender c¨®mo surgen las ideas o las alteraciones cerebrales de personas con epilepsia. Tambi¨¦n dirige el proyecto Cajal Blue Brain, para crear una simulaci¨®n del funcionamiento del cerebro a nivel molecular. En el pasado particip¨® en el proyecto Neurolab de la NASA para estudiar el efecto de los vuelos espaciales en el cerebro, y en ambiciosos proyectos internacionales como el Human Brain Project.
De Felipe acaba de publicar el libro De Laetoli a la Luna, un viaje que hace referencia al viaje de la humanidad desde que se irgui¨® sobre sus pies, como qued¨® grabado en las huellas del yacimiento de Laetoli, en Tanzania, hasta aterrizar sobre un mundo extraterrestre. Esa historia es la historia del cerebro, ¡°el lugar donde se encuentra nuestra humanidad¡±, afirma el investigador. En el texto, que combina lo aprendido en d¨¦cadas de investigaci¨®n con sus reflexiones y lecturas de cl¨¢sicos de la literatura, trata de explicar c¨®mo la historia de la neurociencia es tambi¨¦n la historia de lo que significa ser humano.
Pregunta. ?Cree que la neurociencia nos permitir¨¢ responder a preguntas existenciales como por qu¨¦ estamos aqu¨ª o c¨®mo surge la consciencia?
Respuesta. El gran misterio son los procesos emergentes: la memoria, la inteligencia, la imaginaci¨®n, las ideas, c¨®mo la actividad de las conexiones de las neuronas, como la chispa que tenemos en el cerebro genera eso. Por ahora no lo sabemos. Puedes pensar que el cerebro ha sido creado o hemos evolucionado para tener memorias, ideas y pensamiento abstracto, pero tambi¨¦n podr¨ªa no haber ocurrido. Podr¨ªa haber sido que fu¨¦ramos como aut¨®matas.
P. En el t¨ªtulo del libro llama ¡°ins¨®lito¡± al viaje del cerebro humano. ?Por qu¨¦ es ins¨®lito nuestro cerebro, es algo totalmente distinto del de otras especies?
R. Nuestro cerebro tiene muchas cosas comunes con otras especies de mam¨ªferos, incluso muchos aspectos que pensamos que son muy humanos. Los chimpanc¨¦s tambi¨¦n ense?an a sus descendientes a hacer cosas y los perros se deprimen. Yo antes pensaba que eso eran cosas intim¨ªsimas del ser humano. Pero cada cerebro tiene su mundo mental, son todos distintos. No puede haber dos iguales, porque comenzando con la retina, el primer punto de procesamiento de informaci¨®n en humanos ya es distinto al de un gato o un perro. Al final, nuestro mundo mental y el del perro no tiene que ver nada, aunque vivimos en un mismo medio ambiente.
Hay compa?eros m¨ªos que piensan que la ¨²nica diferencia del cerebro humano es la complejidad, pero tambi¨¦n tenemos c¨¦lulas ¨²nicas que podemos asociar con nuestras propiedades. Pero eso no quiere decir que seamos mejores, aunque seamos ¨²nicos, igual que el resto de animales. Si t¨² estudias el cerebro de un le¨®n, es totalmente distinto del de la jirafa y el de la jirafa, distinto de la rata. Una cosa que me encantar¨ªa es ser un perro durante un par de minutos, para darme cuenta de qu¨¦ es, cu¨¢l es ese mundo. Eso ser¨ªa espectacular.
P. En el libro habla de algunos de los saltos m¨¢s enigm¨¢ticos estudiados por la ciencia: la aparici¨®n del universo tras el Big Bang, la aparici¨®n de la vida y la aparici¨®n de la consciencia.
R. Nuestro cerebro, por razones que desconocemos, ha llegado a un nivel de complejidad que nos ha permitido hacer ese viaje a la Luna. ?C¨®mo ha sido posible? ?C¨®mo es posible que de la nada surja todo y que encima surja un cerebro humano? Me interesan esos grandes saltos, la aparici¨®n de la materia de la nada, despu¨¦s la aparici¨®n de la vida y posteriormente nuestro cerebro. Y adem¨¢s hay similitudes incre¨ªbles. Una vez un astrof¨ªsico me mostr¨® una simulaci¨®n del universo hecha con un superordenador y la imagen de las galaxias unidas por filamentos gravitacionales parec¨ªa una red de c¨¦lulas nerviosas, a escalas completamente diferentes.
P. ?La aparici¨®n de la conciencia humana es algo gradual o lo ve como un salto parecido a la aparici¨®n del universo o de la vida?
R. Yo creo que la aparici¨®n de la conciencia es gradual, pero tambi¨¦n se est¨¢ estudiando. Hace unos 40.000 a?os ocurri¨® lo que se llama la revoluci¨®n humana, que fue cuando empezaron a aparecer objetos, como el hombre le¨®n, una figura con la cabeza de le¨®n y el cuerpo de hombre, y otras muestras de que el ser humano en aquel tiempo era capaz de tener un pensamiento abstracto, simb¨®lico. Hay indicios de que incluso el Homo erectus produce marcas que son geom¨¦tricas en estructuras que son como c¨¢scaras de huevo de avestruz, pero realmente es cuando aparecen las venus o las pinturas de Altamira, hace 30.000 a?os, cuando empieza esa revoluci¨®n humana. Pero ?cu¨¢ndo empieza el hombre a disfrutar de la poes¨ªa, de la literatura, de escribir? Hace 8000 a?os empieza a desarrollarse la escritura, los primeros s¨ªmbolos, algo muy simple, y a partir de ah¨ª evoluciona.
Nuestro bosque neuronal ha estado inalterado durante milenios y estoy seguro de que nuestros antepasados miraban un atardecer y disfrutaban igual que nosotros, pero no pudieron escribirlo. Y estas reflexiones me llevan a pensar en la locura. Un gran n¨²mero de grandes h¨¦roes de la ciencia, la m¨²sica, la pintura, son gente que tiene problemas psiqui¨¢tricos. Rub¨¦n Dar¨ªo hablaba de esos divinos locos, a los que debemos el desarrollo humano. Sus cerebros funcionan de una forma que no es habitual, a veces como so?ando despiertos, viendo cosas que otros no pueden ver. Es posible que durante parte de la evoluci¨®n humana tuvi¨¦semos la base, pero no el entorno. Imag¨ªnate que de repente hay una persona, uno de estos antepasados que estaba loco y hace algo que cambia de repente tu entorno, una herramienta o la rueda. Y se empieza a imitar y se va construyendo encima, se va progresando.
P. ?C¨®mo crees que surgir¨¢ la inteligencia artificial, si es que surge? ?Ser¨¢ un momento en el que alguien pulse un bot¨®n y aparezca o ser¨¢ una emergencia en un momento inesperado?
R. Nosotros hemos inventado m¨¢quinas que hacen lo mismo que nosotros, pero mucho mejor. Como las m¨¢quinas de sumar o restar. En su momento, se cre¨ªa que el ajedrez era una cosa sublime, y que ser¨ªa muy dif¨ªcil crear una m¨¢quina que derrotase a un humano. Y al final Deep Blue gan¨® a Kasparov y fue incre¨ªble, pero ahora tenemos ordenadores que valen 50 € y le ganan a cualquier campe¨®n de ajedrez. Es una pena. Tambi¨¦n hay m¨¢quinas que crean m¨²sica y hay concursos para ver si se adivina si una composici¨®n la ha hecho una m¨¢quina o un m¨²sico. Creo que se conseguir¨¢n m¨¢quinas inteligentes, pero hay cosas como la percepci¨®n de la tristeza o de un color, que siempre ser¨¢ algo individual.
P. Cita en el libro a Richard Feynman cuando dijo: Lo que no puedo crear, no entiendo. ?C¨®mo es posible que nos planteemos crear m¨¢quinas inteligentes, pero no sepamos curar el alzh¨¦imer o el parkinson?
R. Pero es que a¨²n no sabemos c¨®mo funciona el cerebro y estamos lejos. Es dif¨ªcil de estudiar la complejidad. El problema es que casi todo lo que sabemos de c¨®mo funciona el cerebro se basa en experimentos en animales, porque se pueden manipular gen¨¦ticamente, manipular los circuitos y ver c¨®mo funciona. Luego eso tratamos de extrapolarlo al cerebro humano, pero resulta que nuestro cerebro es distinto al del rat¨®n.
Lo que hacemos ahora es intentar desarrollar tecnolog¨ªas que nos permitan estudiar el cerebro humano directamente. Es decir, coger un cerebro de una persona que ha fallecido en una autopsia y en el laboratorio analizarlo de la forma m¨¢s detallada posible. Tenemos pocas t¨¦cnicas todav¨ªa, pero algunas son muy potentes. Estamos haciendo modelos de neuronas humanas, bas¨¢ndonos en datos reales, no en posibles extrapolaciones. Poco a poco vamos alcanzando mayor y mayor informaci¨®n sobre el ser humano. Soy optimista sobre lo que conoceremos en el futuro.
P. Los viajes interestelares y la creaci¨®n de la inteligencia artificial son ideas omnipresentes en la ciencia ficci¨®n, pero parecen muy lejanos en la realidad.
R. Nuestra imaginaci¨®n siempre est¨¢ mucho m¨¢s adelantada que la ciencia. Pero vamos llegando. Yo recuerdo que cuando ve¨ªa la pel¨ªcula de Star Trek de peque?o y hablaban a distancia a trav¨¦s de una pantalla, me parec¨ªa una cosa absurda. Pero ahora lo tenemos en nuestros m¨®viles. Hay cosas que pens¨¢bamos que eran imposibles y est¨¢n aqu¨ª. Y esto es gracias a la educaci¨®n. El Mois¨¦s de Miguel ?ngel fue posible porque Miguel ?ngel fue un genio, pero lo fue porque tuvo una educaci¨®n, alguien que le ense?¨® a manejar el cincel y a estudiar las formas. ?Cu¨¢ntos Goya, Picasso, Dal¨ª, cient¨ªficos, escritores nos hemos perdido a lo largo de la evoluci¨®n humana porque no ten¨ªan el entorno adecuado?
Ahora pasa con muchos ni?os y ni?as que no van al colegio, que podr¨ªan ser grandes genios, pero no lo van a ser porque no tienen educaci¨®n. Yo invertir¨ªa mucho m¨¢s en educaci¨®n. Si todo el dinero que se gasta en misiles, en bombas, se gastase en educaci¨®n, en eliminar el hambre, vivir¨ªamos en un para¨ªso. Con lo que cuesta un misil, tengo para dos a?os de investigaci¨®n. Si yo fuese pol¨ªtico, pondr¨ªa mucho m¨¢s dinero en educaci¨®n, que es lo que har¨ªa tener una sociedad mejor formada. Pero eso es peligroso tambi¨¦n para los pol¨ªticos, porque si est¨¢s bien formado, no te pueden manejar.
P. ?Conocer en profundidad el funcionamiento del cerebro humano acabar¨¢ con la ilusi¨®n de que somos libres?
R. Dec¨ªa Spinoza que creemos que somos libres porque somos conscientes de lo que hacemos, pero somos ignorantes de por qu¨¦ lo hacemos. T¨² te levantas por la ma?ana, coges el coche, te vas a trabajar. Es una cosa autom¨¢tica, no piensas porque crees una cosa u otra, porque haces esto y lo otro. Seguimos normas, rutinas, que hemos inventado. Igual que cuando se dice que algo es una tradici¨®n y se ha inventado hace menos de 200 a?os. Antes ten¨ªamos a los gladiadores, un espect¨¢culo en el que cuanto m¨¢s sufrimiento, mejor. Ahora eso es inadmisible. Nuestra evoluci¨®n es tener un cerebro cada vez m¨¢s civilizado, m¨¢s humano. Todav¨ªa se hacen barbaridades, pero cada vez menos. Cada vez hay mayor respeto por los derechos humanos.
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