La OMS declara el edulcorante aspartamo como ¡°posiblemente cancer¨ªgeno¡± para los humanos
La agencia del c¨¢ncer admite que la evidencia cient¨ªfica es ¡°limitada¡± y el comit¨¦ de expertos mantiene el umbral de ingesta admisible en 40 miligramos por kilo de peso al d¨ªa
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) considera que el edulcorante aspartamo, presente en refrescos bajos en calor¨ªas, chucher¨ªas e incluso medicamentos, es ¡°posiblemente cancer¨ªgeno¡± para los humanos. La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el C¨¢ncer (IARC, por sus siglas en ingl¨¦s), el ¨®rgano de la OMS que se encarga de identificar el potencial cancer¨ªgeno de las sustancias, ha concluido, tras estudiar la evidencia cient¨ªfica disponible, que este endulzante puede tener capacidad para causar c¨¢ncer en la poblaci¨®n. Lo cataloga, eso s¨ª, dentro del nivel 2B, que es el pen¨²ltimo escal¨®n dentro de su pir¨¢mide de identificaci¨®n de peligros: esto significa que la evidencia es muy limitada y, si bien la seguridad no es preocupante en las dosis que se usan habitualmente, s¨ª se han descrito potenciales efectos da?inos. Con todo, el Comit¨¦ Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), que se encarga de concretar estos riesgos en la poblaci¨®n y establecer una dosis de ingesta diaria admisible, tambi¨¦n ha evaluado la evidencia disponible y ha decidido mantener la recomendaci¨®n de consumo diario admisible que ya ten¨ªa: 40 miligramos por kilo de peso al d¨ªa.
El aspartamo, que es hasta 200 veces m¨¢s dulce que el az¨²car, est¨¢ en miles de productos. Se usa como endulzante de mesa o para edulcorar bebidas refrescantes bajas en calor¨ªas, chicles, gelatinas, cereales para el desayuno, yogures, helados, pasta de dientes o en algunos f¨¢rmacos. El JECFA evalu¨® la seguridad de esta sustancia en 1981 y estableci¨® el consumo m¨¢ximo recomendable en 40 miligramos por kilo de peso al d¨ªa: por debajo de esa cantidad, la ingesta de esta sustancia era segura. Ahora, sin embargo, y ¡°dada la disponibilidad de nuevos resultados de investigaci¨®n¡±, explic¨® la IARC, un comit¨¦ de 25 expertos independientes ha evaluado por primera vez el potencial del aspartamo para causar c¨¢ncer. El JECFA, por su parte, tambi¨¦n ha hecho un rean¨¢lisis de los estudios para evaluar los riesgos y afinar, si acaso, la ingesta recomendada en la calle. Una parte de estas revisiones se ha publicado este viernes en la revista The Lancet Oncology.
Los resultados de la nueva revisi¨®n cient¨ªfica de la IARC concluyen que el aspartamo es ¡°posiblemente cancer¨ªgeno¡± para los humanos. Esto es, un nivel 2B en la escala de clasificaci¨®n de la agencia. Seg¨²n el baremo de la IARC, esto significa que hay evidencia limitada, pero no contundente, de c¨¢ncer en humanos o evidencia convincente de c¨¢ncer en animales de experimentaci¨®n, pero no ambas. O tambi¨¦n puede ser que solo sean robustas las evidencias sobre los mecanismos de acci¨®n de este agente para provocar c¨¢ncer. En este caso, la IARC encontr¨® que las pruebas eran limitadas en las tres corrientes de estudio (humanos, animales de experimentaci¨®n y evidencia mecanicista), pero s¨ª vio indicios que invitan a poner una bandera de alerta.
¡°Esta clasificaci¨®n refleja la solidez de la evidencia cient¨ªfica sobre si un agente puede causar c¨¢ncer en los seres humanos, pero no refleja el riesgo de desarrollar c¨¢ncer ante una exposici¨®n determinada¡±, matiz¨® Mary Schubauer-Berigan, jefa del Programa de Monogr¨¢ficos de la IARC, durante la rueda de prensa. El aspartamo no es, de hecho, el ¨²nico aditivo alimentario analizado por la agencia: ya ha estudiado m¨¢s de 70, entre ellos la sacarina o el ciclamato, ambos catalogados en el nivel 3, el ¨²ltimo de la clasificaci¨®n y que indica que no hay evidencia de que sean cancer¨ªgenos.
El aspartamo est¨¢ en el mismo nivel que el plomo o el escape de un motor de gasolina. Es decir, la evidencia cient¨ªfica sobre su potencial para causar c¨¢ncer es similar, pero eso no implica que el riesgo sea el mismo. Como esta clasificaci¨®n no indica el grado de riesgo de desarrollar tumores ante una exposici¨®n determinada, ¡°el riesgo de c¨¢ncer (a niveles de exposici¨®n t¨ªpicos) asociado con dos agentes clasificados en el mismo Grupo IARC puede ser muy diferente¡±, advierte el ¨®rgano de la OMS. As¨ª, el tabaco y la carne procesada, por ejemplo, est¨¢n en el nivel m¨¢s alto del baremo ¡ªson ¡°cancer¨ªgenos¡±¡ª, pero el riesgo real ante su exposici¨®n habitual no es el mismo.
Schubauer-Berigan concret¨® que, en el an¨¢lisis sobre el aspartamo, se detect¨® una asociaci¨®n entre el consumo de bebidas con endulzantes artificiales y un tipo de c¨¢ncer de h¨ªgado en tres estudios con cohortes de Estados Unidos y Europa. Sin embargo, puntualiz¨®, ¡°a pesar de los resultados positivos consistentes en estos tres estudios, el grupo de trabajo lleg¨® a la conclusi¨®n de que el azar, el sesgo y la confusi¨®n no pod¨ªan descartarse con una confianza razonable y, por lo tanto, concluy¨® que las pruebas eran limitadas¡±. En tres estudios con animales de experimentaci¨®n, los expertos constataron que hab¨ªa una mayor incidencia de tumores en ratones y ratas, pero acabaron por considerar tambi¨¦n que hab¨ªa evidencia ¡°limitada¡± por dudas sobre el dise?o de los estudios y la interpretaci¨®n de los datos. La IARC tambi¨¦n consider¨® que la evidencia mecanicista (si el agente presentaba caracter¨ªsticas claves de los carcin¨®genos) era limitada, aunque hab¨ªa algunas pruebas que apuntaban a que el aspartamo induce el estr¨¦s oxidativo o la inflamaci¨®n cr¨®nica.
M¨¢s investigaci¨®n
La jefa de Programas Monogr¨¢ficos de la IARC matiz¨® que, m¨¢s que una afirmaci¨®n directa de que el aspartamo conlleva riesgos conocidos de c¨¢ncer, esta revisi¨®n cient¨ªfica y la clasificaci¨®n de esta sustancia como posible carcin¨®geno pueden servir de ¡°llamamiento a la comunidad investigadora para que trate de aclarar y comprender mejor el peligro carcinog¨¦nico que puede o no representar el consumo de aspartamo¡±.
Precisamente, la poca contundencia de la evidencia cient¨ªfica en la relaci¨®n entre el aspartamo y el c¨¢ncer ha llevado al JECFA a mantener sin cambios sus recomendaciones, indic¨® Francesco Branca, director del Departamento de Nutrici¨®n y Seguridad Alimentaria de la OMS: ¡°La principal conclusi¨®n fue que no hab¨ªa pruebas convincentes a favor y a partir de datos experimentales o humanos de que el aspartamo tuviera efectos adversos despu¨¦s de la ingesta dentro de los l¨ªmites establecidos por el comit¨¦ anterior, que es 40 miligramos por kilogramo de peso corporal¡±. Branca argument¨® que el an¨¢lisis de los estudios de genotoxicidad ¡ªla capacidad de una sustancia para causar da?o en el ADN¡ª in vitro e in vivo arrojaba resultados contradictorios. ¡°No fue posible demostrar ning¨²n efecto genot¨®xico. Tampoco fue posible obtener ninguna evidencia consistente o convincente de los estudios en animales¡±, apunt¨®.
El comit¨¦ del JECFA tambi¨¦n evalu¨® ensayos aleatorizados y estudios epidemiol¨®gicos para examinar la asociaci¨®n entre el aspartamo y efectos en la salud, como el c¨¢ncer o la diabetes, y encontr¨® aumentos estad¨ªsticamente significativos para c¨¢ncer hepatocelular, de mama y algunos hematol¨®gicos en estudios de cohortes que consum¨ªan aspartamo. Sin embargo, agreg¨®, ¡°no se pudo demostrar una asociaci¨®n consistente¡± entre el consumo del edulcorante y un tipo espec¨ªfico de tumor y se registraron limitaciones en los estudios, como la forma en la que se estim¨® la exposici¨®n a este endulzante.
Moderar el consumo
En la pr¨¢ctica, poco cambia. M¨¢s all¨¢ de la bandera de alerta para vigilar su consumo y reforzar las investigaciones sobre este endulzante, los resultados de las revisiones de la OMS, puntualiz¨® Branca, ¡°no indican que el consumo de productos que contienen edulcorantes tengan autom¨¢ticamente un impacto en la salud¡±. Dentro del umbral de ingesta m¨¢xima establecido por el JECFA, el consumo es ¡°aceptable¡± sin tener ¡°efectos apreciables¡± en la salud, pero los expertos recomiendan controlar el uso de estos endulzantes. ¡°No estamos aconsejando a las empresas que retiren los productos ni estamos recomendando a los consumidores que dejen de consumir por completo. Solo aconsejamos un poco de moderaci¨®n¡±, resumi¨® Branca. El alto cargo de la OMS insisti¨® en que la recomendaci¨®n m¨¢xima de 40 miligramos por kilo de peso al d¨ªa es un techo alto y puso un ejemplo: si un adulto pesa 70 kilos, su ingesta m¨¢xima admisible es de unos 2.800 miligramos por d¨ªa de aspartamo; y si la presencia de este endulzante en un refresco com¨²n es de entre 200 o 300 miligramos al d¨ªa, esto significa consumir entre 9 y 14 latas de refrescos al d¨ªa para exceder el umbral aceptable (suponiendo que no se ingiera otra fuente de alimentos).
De entrada, asegur¨® Branca, no hay problema para los consumidores ocasionales de productos con aspartamo. ¡°A menos que tengamos datos m¨¢s s¨®lidos para recomendar una reducci¨®n de la ingesta diaria aceptable, estamos seguros o nos sentimos c¨®modos de que el nivel ocasional de exposici¨®n, que dista mucho de la ingesta diaria aceptable, es seguro o no produce un riesgo apreciable para la salud. El problema es para los grandes consumidores¡±, advirti¨® el experto, que puso el foco en el aumento del consumo de endulzantes artificiales como sustitutos del az¨²car y su uso, sobre todo, entre los ni?os.
No estamos aconsejando a las empresas que retiren los productos ni estamos recomendando a los consumidores que dejen de consumir por completo. Solo aconsejamos un poco de moderaci¨®n¡±Francesco Branca, director del Departamento de Nutrici¨®n y Seguridad Alimentaria de la OMS
Branca conmin¨® a los fabricantes de alimentos a evitar el uso excesivo de az¨²car o sal e indic¨® que los edulcorantes probablemente tampoco ¡°sean el camino a seguir¡±. A la ciudadan¨ªa, lanz¨® otro consejo: ¡°Si los consumidores se enfrentan a la decisi¨®n de tomar un refresco de cola con edulcorantes o uno con az¨²car, creo que deber¨ªa considerarse una tercera opci¨®n, que consiste en beber agua en su lugar y limitar por completo el consumo de productos endulzados¡±.
Los expertos externos consultados, por su parte, tambi¨¦n piden cautela con la interpretaci¨®n de la decisi¨®n de la OMS. ¡°Todo esto puede espantar y se puede malinterpretar. Pero si el JECFA no modifica la ingesta diaria admisible, es que la evidencia es baj¨ªsima¡±, lamenta Carmen Vidal, catedr¨¢tica de Nutrici¨®n y Bromatolog¨ªa de la Universidad de Barcelona. La experta teme que se repita la controversia que levant¨® en 2015 el mismo ¨®rgano de la OMS al catalogar tambi¨¦n la carne roja como posible carcin¨®geno: ¡°Me preocupa la alerta que se va a generar sin necesidad¡±.
Vidal insiste en la necesidad de distinguir entre el riesgo y el peligro ¡ªla luz ultravioleta es peligrosa, pero el riesgo depende de la exposici¨®n y la protecci¨®n¡ª y advierte de que los estudios observacionales y de asociaci¨®n suelen tener ¡°muchas variables de confusi¨®n¡± que dificultan encontrar un v¨ªnculo s¨®lido entre el agente y la enfermedad. Ramon Estruch, responsable del grupo de investigaci¨®n de Riesgo Cardiovascular, Nutrici¨®n y Envejecimiento del Hospital Cl¨ªnic-Idibaps, coincide en esto: ¡°El problema principal de este tipo de aditivos es que la relaci¨®n entre ellos y la salud es dif¨ªcil de medir en algunos aspectos¡±. El investigador, coordinador del estudio Predimed sobre la dieta mediterr¨¢nea en la salud, pone un ejemplo: ¡°A nivel cardiovascular, sobre que podr¨ªa tener un efecto en diabetes, mortalidad y no sirven para perder peso, parece que la evidencia es s¨®lida. Pero en c¨¢ncer es m¨¢s complicado porque los factores que inducen c¨¢ncer son m¨¢s complejos y el tiempo que pasa entre la exposici¨®n y la aparici¨®n del evento es muy largo y complica sacar conclusiones¡±.
Cuantos menos aditivos, mejor
El m¨¦dico sostiene que cualquier alimento o complementos, como el aspartamo, est¨¢n dentro de un patr¨®n de alimentaci¨®n m¨¢s amplio y es ¡°muy dif¨ªcil¡± aislar el efecto de un solo elemento y atribuir el c¨¢ncer a la acci¨®n de un complemento alimenticio concreto. ¡°La recomendaci¨®n en salud, en cualquier caso, es que todo este tipo de aditivos, cuanto menos, mejor. Y si es posible que sea cero, pues cero. La recomendaci¨®n general es seguir una dieta mediterr¨¢nea y ah¨ª no tiene cabida ning¨²n tipo de aditivos¡±, recomienda. Estruch sugiere, eso s¨ª, que la revisi¨®n de la OMS es positiva ¡°para poner una alerta para que las empresas var¨ªen la composici¨®n de los productos o reduzcan la cantidad de edulcorante¡±: ¡°Me parece bien [la decisi¨®n] para mejorar la calidad de los productos¡±, opina.
La cantidad que se ingiere, en todo caso, siempre es clave. Y siempre que est¨¦ por debajo del umbral recomendado por las autoridades sanitarias, ¡°hay seguridad¡±, insiste Vidal. En algunos f¨¢rmacos, por ejemplo, puede haber aspartamo, pero las cantidades est¨¢n lejos de la ingesta diaria m¨¢xima recomendada, explica Miguel Villaronga, farmac¨¦utico hospitalario del Sant Joan de D¨¦u de Barcelona: ¡°En farmacia, el aspartamo es un excipiente de declaraci¨®n obligatoria. Es un edulcorante que se usa en formulaci¨®n, por ejemplo, cuando el medicamento es muy amargo y quieres hacerlo m¨¢s agradable al gusto¡±. Villaronga es autor de un listado de f¨¢rmacos que contienen aspartamo, un compendio dirigido a los pacientes que sufren fenilcetonuria, un trastorno hereditario poco frecuente que hace que se acumule en el cuerpo la fenilalanina, un amino¨¢cido presente en el aspartamo. Para este grupo de personas, una exposici¨®n a este endulzante puede tener consecuencias para su salud, pero para la poblaci¨®n general, las cantidades presentes en estos medicamentos son ¨ªnfimas: por ejemplo, un comprimido masticable de 100 miligramos de viagra apenas tiene 8,6 de aspartamo, el chicle de Biodramina contiene 3 miligramos y un sobre de ibuprofeno, unos 30.
En Europa, la ¨²ltima palabra para cualquier cambio normativo que afecte a fabricantes o consumidores la tendr¨¢, en todo caso, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en ingl¨¦s). Esta instituci¨®n es la que se encarga de regular las condiciones de los productos que ingiere el consumidor y la que puede fijar nuevos topes en las formulaciones de los alimentos o bebidas. En una revisi¨®n de 2013, los expertos de la EFSA concluyeron que ¡°el aspartamo no representaba un problema de seguridad con las estimaciones actuales de exposici¨®n al aspartamo o con la ingesta diaria admitida de 40 miligramos por kilo de peso al d¨ªa¡±. Solo hac¨ªa una excepci¨®n con las personas aquejadas de fenilcetonuria, para los que esta ingesta diaria admisible no era ¡°aplicable, ya que requieren el cumplimiento estricto de una dieta baja en fenilalanina¡±, justificaban.
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