?Por qu¨¦ la mayor¨ªa de la poblaci¨®n mundial tiene carencias en su alimentaci¨®n?
Un estudio global alerta de ingestas deficientes generalizadas y revela los obst¨¢culos de informaci¨®n y atenci¨®n sanitaria para mantener una dieta completa, con todos los nutrientes que el cuerpo necesita
Comer bien no solo est¨¢ estrechamente relacionado con los recursos econ¨®micos disponibles, que son el primer gran obst¨¢culo para llevar una alimentaci¨®n sana y variada. Existen otros factores como la informaci¨®n o desinformaci¨®n respecto a la dieta adecuada; o la disponibilidad o carencia de alimentos frescos, lo que ya se conoce con el t¨¦rmino desierto alimentario. Un ejemplo de este desierto ser¨ªa un barrio donde no haya tomates, donde los ni?os no hayan visto nunca zanahorias y piensen que crecen en los ¨¢rboles, y no bajo tierra.
Recientemente, la revista The Lancet Global Health ha publicado un trabajo en el que se estudian las deficiencias nutricionales en todo el mundo. La conclusi¨®n global es que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n no consume suficiente yodo (68%) vitamina E (67%), calcio (66%), hierro (65%), vitamina B2 (55%), folato (54%) y vitamina C (53%). La investigaci¨®n hace tambi¨¦n una distinci¨®n por sexos, resultando que las mujeres son m¨¢s propensas a tener d¨¦ficits de yodo, vitamina B12, hierro y selenio; mientras los hombres tienen bajos niveles de magnesio, vitamina B6, zinc, vitamina C, vitamina A, tiamina y niacina.
¡°Hay que puntualizar que el estudio no habla de deficiencias cl¨ªnicas, sino de ingestas deficientes¡±, puntualiza Mar¨ªa Ballesteros Pomar, endocrin¨®loga del Complejo Asistencial Universitario de Le¨®n, adem¨¢s de coordinadora del Consejo Asesor del ?rea de Nutrici¨®n de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (NutriSEEN). El d¨¦ficit de hierro en las mujeres, junto con la menstruaci¨®n, puede derivar en deficiencias cl¨ªnicas. Y la falta de yodo supone un mayor riesgo de desarrollar problemas tiroideos o, en caso de embarazo, problemas en el feto. Las deficiencias en los hombres son m¨¢s t¨ªpicas de las personas que tienen una menor ingesta de alimentos de origen vegetal; y, por tanto, de magnesio o vitamina C. ¡°Es lo contrario que les ocurre a ellas, cuyas carencias (hierro o vitamina B12) son las t¨ªpicas de un menor consumo de alimentos de origen animal¡±, apunta Ballesteros.
Las ingestas deficientes son m¨¢s frecuentes en pa¨ªses m¨¢s pobres, pero el mundo desarrollado hace tiempo que exhibe una total compenetraci¨®n entre fen¨®menos aparentemente contrarios, como la obesidad y la falta de nutrientes. ¡°La inseguridad alimentaria; es decir, la falta de acceso a alimentos saludables por problemas econ¨®micos, crece cada vez m¨¢s en el mundo occidental, como causa de potenciales deficiencias. Tambi¨¦n algunas modas alimentarias pueden causar problemas como la de despreciar los l¨¢cteos, que puede conllevar ingestas deficientes de calcio y de yodo¡°, puntualiza esta endocrina.
En Espa?a falta hierro y vitamina D
Para evaluar la alimentaci¨®n de los espa?oles est¨¢ el Estudio Anibes, que elabora la Fundaci¨®n Espa?ola de la Nutrici¨®n. El ¨²ltimo trabajo referido a este tema se public¨® en 2017 y entre las principales aportaciones, este trabajo indica que la ingesta energ¨¦tica media estaba por debajo de las recomendaciones para los diferentes grupos de edad y sexo. Adem¨¢s, el consumo de prote¨ªnas y de l¨ªpidos (¨¢cidos grasos saturados y poliinsaturados) es m¨¢s elevado de lo ideal. Por el contrario, el aporte medio a la energ¨ªa por parte de la fibra est¨¢ muy por debajo de lo recomendado y los ¨¢cidos grasos monoinsaturados e hidratos de carbono no alcanzan los valores ¨®ptimos para ning¨²n grupo de edad o sexo.
Este estudio concluye que nos alejamos del patr¨®n de dieta mediterr¨¢nea, siendo esto m¨¢s pronunciado en los grupos de poblaci¨®n m¨¢s j¨®venes. Para Sari Arponen, doctora en Ciencias Biom¨¦dicas, internista y divulgadora, ¡°hay algo que matizar en el tema de los hidratos de carbono insuficientes, seg¨²n el Estudio Anibes. El problema es que se recomiendan hidratos de carbono entre 45-60% de la ingesta de energ¨ªa, y la media es del 41%. Si la mayor¨ªa fuera verdura, legumbre, fruta, ser¨ªa genial. Se podr¨ªa incluso aumentar. Pero vemos que el grupo de cereales y derivados representa la mayor fuente de hidratos de carbono (49%). Esto supone que el tipo de hidratos que m¨¢s se consumen son los de menor densidad nutricional. Para el grado de actividad f¨ªsica de la mayor¨ªa de las personas, eso es mucho¡±.
¡°Otro de los problemas en Espa?a es que se comen muchos ultraprocesados, casi un tercio de la dieta, en los que hay que incluir bebidas y refrescos. Y otro error espa?ol es que se cena muy tarde¡±, comenta esta especialista finlandesa, residente en la sierra de Madrid. Arponen es cofundadora del Slow Medicine Institute y su af¨¢n por divulgar el mundo de la microbiota intestinal la ha hecho popular con libros como ?Es la microbiota, idiota! (Alienta Editorial, 2021) o El sistema inmunitario por fin sale del armario (Alienta Editorial, 2022).
El cuerpo es capaz de compensar las deficiencias alimentarias durante un tiempo, pero luego llegan los problemas. Seg¨²n Javier Aranceta, m¨¦dico especialista en medicina preventiva y salud p¨²blica y presidente de la Sociedad Espa?ola de Nutrici¨®n Comunitaria (SENC), el organismo tiene sus dep¨®sitos de minerales, prote¨ªnas y vitaminas, y cuando hay niveles sub¨®ptimos, aunque todav¨ªa no se produce la enfermedad, el cuerpo deja de funcionar al cien por cien y esto puede provocar fallos metab¨®licos. Este experto a?ade que ¡°en Espa?a se ha detectado falta de hierro, lo que provoca anemia ferrop¨¦nica y niveles bajos de vitamina D, en parte por la moda del vegetarianismo. Hace a?os se hizo un estudio sobre la deficiencia de esta vitamina en Europa y result¨® que las mayores carencias las ten¨ªa el grupo de gente mayor en Galicia. Esto es producto de no tomar el sol ¡ªhay que exponer la piel al sol por periodos cortos y sin protector solar)¡ª y de la fobia a la grasa, que ha desterrado de la dieta productos como la mantequilla¡±.
A malos suelos, peores alimentos
En el ut¨®pico mundo de la dieta perfecta no todo depende de una buena elecci¨®n. Otro aspecto a tener en cuenta en el valor nutricional de los alimentos es su procedencia, d¨®nde han sido cultivados, en el caso de los vegetales; y tambi¨¦n c¨®mo han sido criados, para los animales de consumo humano. Oriol Cabanas, nutricionista y director de Cabanas Nutrici¨®n (Barcelona), apunta que ¡°si el suelo est¨¢ sobreexplotado, tras el cultivo intensivo y los fertilizantes qu¨ªmicos, esto har¨¢ que los alimentos que han crecido en ¨¦l tengan menos nutrientes. Sobre todo magnesio. Lo mismo que ocurre con los pescados de piscifactor¨ªa, que presentan menores niveles de omega-3 que los que est¨¢n en el mar¡±.
En su af¨¢n por hacer negocio y conservar los alimentos, la industria alimentaria tambi¨¦n puede alterar las materias primas. ¡°Los ultraprocesados est¨¢n muy refinados para que no se oxiden y se conserven mejor. Y con el refinado se pierden los minerales y las vitaminas: de esta manera nos queda la parte energ¨¦tica de los alimentos pero perdemos los micronutrientes¡±, a?ade Aranceta.
Hay tambi¨¦n que tener en cuenta que no todos aprovechamos los alimentos de igual manera. ¡°El envejecimiento dificulta el proceso de la digesti¨®n y la asimilaci¨®n. Pero, adem¨¢s, la edad avanzada se asocia a ingestas poco adecuadas por dificultad para hacer la compra o cocinar y a un menor apetito. Muchos f¨¢rmacos pueden tambi¨¦n interferir con los alimentos o quitar las ganas de comer¡±, subraya Ballesteros-Pomar. Por otra parte, y seg¨²n se?ala Arponen, ¡°la dieta inadecuada; los micropl¨¢sticos, que ya est¨¢n en la cadena alimentaria, y los disruptores endocrinos ¡ªsustancias qu¨ªmicas capaces de imitar la acci¨®n de nuestras hormonas¡ª, presentes en gran cantidad de productos de uso cotidiano, pueden producir un desequilibrio en la microbiota, que hace que asimilemos peor los nutrientes¡±.
Oriol Cabanas se?ala que si estos inconvenientes escapan al control de los individuos, no todo est¨¢ perdido: ¡°El ejercicio f¨ªsico hace que el cuerpo sea m¨¢s biodisponible y asimile mejor los alimentos, especialmente los hidratos y las prote¨ªnas, que ir¨¢n al m¨²sculo de los deportistas; mientras que las personas sedentarias los acumular¨¢n en forma de grasa¡±.
La desinformaci¨®n sobre la dieta ideal
Rosa Mar¨ªa Ortega Anta, catedr¨¢tica en el departamento de Nutrici¨®n y Ciencia de los alimentos de la Universidad Complutense de Madrid, explica que aunque vivimos en la sociedad de la abundancia y que la disponibilidad de alimentos es la mejor de la historia de la humanidad, se elige mal: ¡°En parte, porque hay mucha desinformaci¨®n respecto a este tema y porque los conocimientos en nutrici¨®n evolucionan a gran velocidad. Por ejemplo, hasta hace poco se dec¨ªa que no hab¨ªa que tomar muchos huevos ¡ª2 o 3 por semana¡ª y ahora se sabe que el huevo es un excelente alimento, que se puede tomar diariamente; aunque muchos siguen con la consigna anterior, porque la mala fama es dif¨ªcil de borrar en nutrici¨®n. Es lo que le ocurre ahora a los l¨¢cteos, que est¨¢n mal vistos¡±.
Seg¨²n Arponen, ¡°se siguen manejando conceptos err¨®neos respecto a la dieta ideal. No hay m¨¢s que ver esa nefasta pir¨¢mide nutricional, que vemos todav¨ªa en los libros de texto, con una enorme base llena de f¨¦culas y cereales, cuando lo ideal es que la verdura fuera la base de la alimentaci¨®n¡±.
Para los expertos, quiz¨¢s habr¨ªa que matizar un poco m¨¢s esa recomendaci¨®n generalista ¡ª¡°Coma usted de todo¡±¡ª que muchos m¨¦dicos de cabecera hacen a sus pacientes. Ortega sugiere que ¡°habr¨ªa que introducir la figura del nutricionista en la sanidad p¨²blica y adem¨¢s ser m¨¢s precisos con las proporciones. Comer bien es lo mejor que puedes hacer por tu salud, ya est¨¢ demostrado que comer mal aumenta el riesgo de padecer diabetes, c¨¢ncer, enfermedades cardiovasculares u osteoporosis¡±. Aranceta a?ade que la forma de comer es tambi¨¦n importante: ¡°Quienes comen solos comen peor, porque cocinan menos y ponen menos cuidado a la hora de comprar o seleccionar los men¨²s¡±.
?La manzana que tomaban nuestros padres o abuelos, alimentaba m¨¢s que la de hoy en d¨ªa? ¡°No podemos afirmarlo. La seguridad alimentaria es hoy mejor que la del pasado. Lo que antes no hab¨ªa era esa carga de obesidad que tenemos ahora, porque la comida era de verdad¡±, comenta Arponen en referencia a los alimentos ultraprocesados y los ingredientes refinados. Hoy en d¨ªa tenemos la posibilidad de comer muy bien y variado, pero esta experta indica que tambi¨¦n a la comida cada vez se le pide m¨¢s: ¡°Al principio solo se le ped¨ªa que nos mantuviera vivos, luego que nos librara de determinadas enfermedades y ahora queremos que nos haga vivir m¨¢s a?os, de ah¨ª la moda de los superalimentos¡±.