Por qu¨¦ Forrest Gump corr¨ªa sin parar: el movimiento es vida
?Puede ser saludable algo para lo que nunca hemos evolucionado? Nos encontramos en un momento clave para la alfabetizaci¨®n f¨ªsica de la poblaci¨®n
Era un funcionario de Correos como tantos otros, que llevaba un ritmo de vida demasiado estresado, insatisfecho y algo enfermizo. En una revisi¨®n m¨¦dica rutinaria recibi¨® la mala noticia de que su estado de salud era deplorable y ten¨ªa que cambiar su vida radicalmente. Estamos hablando de Percy Cerutty (1895-1975, Australia). Tal vez no les suene el nombre pero lleg¨® a ser uno de los m¨¢s grandes entrenadores australianos de atletismo de carreras de media y larga distancia en los a?os 1950-1960. Pero, ?c¨®mo pudo cambiar tan radicalmente? Lo hizo reconociendo y asumiendo que moverse es una forma de existencia.
Cerruty decidi¨® realizar un cambio interior que le llev¨® a educarse a s¨ª mismo hacia una vida m¨¢s saludable. Cambi¨® su forma de alimentarse, entren¨® su fuerza, corri¨® largas distancias por terrenos diferentes, y estableci¨® su propia filosof¨ªa donde mezcl¨® la austeridad del espartano con el pensamiento de un estoico. Fue un ejemplo claro de la importancia que tiene no solo moverse por el mundo, sino moverse sobre el mundo empleando los recursos de la naturaleza y el entorno para poder entrenarse (playas, dunas para correr descalzo y todo tipo de caminos) mejorando la percepci¨®n que uno tiene de s¨ª mismo. Cualquier espacio es una invitaci¨®n para moverse.
La importancia de ejercitarse es fundamental en el ser humano, pero en ocasiones no somos conscientes de la relevancia tan crucial que tiene en nuestra salud f¨ªsica y mental. En muchos casos, los cambios en nuestros h¨¢bitos de vida vienen precedidos de hechos o sucesos cr¨ªticos que alteran nuestra salud, como una lesi¨®n, una enfermedad o el propio estr¨¦s generado por el trabajo. Este hecho se ha magnificado con la pandemia y el confinamiento durante la covid-19. Como bien expone el psic¨®logo Guy Claxton, ¡°existimos sucediendo¡ si no hacemos cosas no sobrevivimos¡±. En el principio fue el movimiento, y desde el nacimiento hasta la vejez, estamos marcados por todo lo que hicimos o hemos dejado de hacer a lo largo de nuestro periplo vital. Es m¨¢s, pensamos mejor cuando nos movemos y estamos en movimiento; por ello, nunca es tarde para adoptar un estilo de vida activo y saludable. Un paseo por el parque o la monta?a, montar en bicicleta, bailar, nadar en la piscina o jugar a nuestro deporte favorito siempre es una buena excusa para estar activo.
Necesitamos ejercitarnos, necesitamos llevar a cabo una actividad voluntaria, pensada y organizada para mantener la salud y condici¨®n f¨ªsica. Debemos ser conscientes de que los efectos solo vienen cuando hay planificaci¨®n y constancia. La OMS nos alerta de que es necesario que invirtamos de 150 a 300 minutos de ejercicio f¨ªsico aer¨®bico moderado o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana, combinado con 2 d¨ªas de fuerza, tratando de reducir al m¨¢ximo la actividad sedentaria. Ya tenemos las recomendaciones, ahora lo importante es comenzar, poco a poco, minuto a minuto, d¨ªa a d¨ªa.
El bi¨®logo evolutivo David Liebermann nos alerta sobre la paradoja del ejercicio: ?Por qu¨¦ algo para lo que nunca hemos evolucionado es saludable?, y explica que responde a una necesidad (¡°querer ejercitarse¡±) y, puede llegar a ser gratificante (¡°merece la pena¡±). La clave est¨¢ en cada uno de nosotros.
La OMS nos alerta de que es necesario que invirtamos de 150 a 300 minutos de ejercicio f¨ªsico aer¨®bico moderado o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana, combinado con 2 d¨ªas de fuerza, tratando de reducir al m¨¢ximo la actividad sedentaria
?Y nuestros escolares? Esta necesidad de ejercicio y movimiento es mucho m¨¢s marcada en la edad escolar, donde al alumnado se le traslada el mensaje de que lo importante es estar sentado detr¨¢s de un pupitre. Nuestros escolares est¨¢n entre 5 y 7 horas sentados cada d¨ªa, sin ninguna actividad f¨ªsica. Su programa de estudios incluye 2-3 horas semanales de educaci¨®n f¨ªsica, (?qu¨¦ habr¨¢ sido de las 3 horas que muchas CCAA deseaban implantar antes de la pandemia?), que resultan insuficientes para alcanzar las recomendaciones de la OMS.
Nos encontramos ante la necesidad de una alfabetizaci¨®n f¨ªsica, donde esta educaci¨®n f¨ªsica tenga un papel fundamental, proponiendo programas s¨®lidos de actividad f¨ªsica. Ya en 1900 se requer¨ªa de manera en¨¦rgica el uso de la educaci¨®n f¨ªsica como medio para ejercitarse y evitar que la poblaci¨®n aumentara de peso, se moviese peor y pudiera tener problemas de columna. Hemos avanzado poco desde entonces. Hoy en d¨ªa sabemos los beneficios que tiene el ejercicio f¨ªsico en la infancia, pero a¨²n hay quien se empe?a en promover una vida sedentaria en nuestros escolares.
La clave, en este momento que vivimos, es generar adhesi¨®n y motivaci¨®n hacia la pr¨¢ctica de actividad f¨ªsica, donde, como nos dice el soci¨®logo George Vigarello, se proponga un compromiso colectivo para afrontar la salud f¨ªsica y mental con responsabilidad, adaptada a la imagen corporal y la imagen colectiva, huyendo de los estigmas sobre las personas que no hacen ejercicio o que tienen sobrepeso, al igual que de los mitos sobre el cuerpo. El entorno es un enorme est¨ªmulo que puede hacer cambiar a los impulsos y acciones en el d¨ªa a d¨ªa, y tenemos muchos ejemplos de ellos, como las escaleras de metro en Alemania, donde se han dibujado carriles de una pista de atletismo para fomentar subir las escaleras andando o los billetes de metro gratis en Rusia tras realizar 30 sentadillas. Estas peque?as acciones aportar¨¢n un claro beneficio en la salud personal y colectiva, repercutiendo en espacios m¨¢s atractivos que permitan no solo desplazarse o ¡°moverse por el espacio¡±, sino ¡°moverse sobre el espacio¡± en las rutinas diarias.
Hoy en d¨ªa sigue vigente la frase acu?ada por Juvenal Mens sana in corporse sano (Siglo I y II d.C.) con la que se ped¨ªa a los dioses una vejez apacible. Y ya lo dec¨ªa Forrest Gump al ser preguntado sobre por qu¨¦ llevaba m¨¢s de 2 a?os corriendo. Simplemente respond¨ªa que ¡°ten¨ªa ganas de correr¡±. Generemos, pues, ese est¨ªmulo en la poblaci¨®n que sirva de h¨¢bito y rutina para un estilo de vida activo que mejore la salud f¨ªsica y mental.
Miguel ?ngel G¨®mez Ruano es profesor titular de universidad en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (Facultad de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y del Deporte). Grupo de investigaci¨®n psicosocial en el deporte.
ENF?RMATE es el espacio de EL PA?S Salud donde hablaremos de aquellos aspectos relacionados con la actividad f¨ªsica, el deporte y la salud f¨ªsica y mental. La actividad f¨ªsica y el deporte forman parte de la cultura de todas las civilizaciones y juegan un papel fundamental en la salud de la sociedad a todos los niveles, tanto f¨ªsica como mental, en todas las edades, desde la infancia a la vejez, tanto en hombres como en mujeres. Desde las Ciencias de la Actividad F¨ªsica y del Deporte se ha tratado de avanzar en el conocimiento cient¨ªfico sobre la importancia del movimiento y el ejercicio f¨ªsico sobre el cuerpo, as¨ª como los procesos que explican por qu¨¦ se producen ciertas adaptaciones, modificaciones o cambios a diferentes niveles (fisiol¨®gicos, anat¨®micos, motrices, emocionales o cognitivos). Por todo ello, este espacio persigue buscar las explicaciones cient¨ªficas que fundamenten y justifiquen los motivos tan beneficiosos de la actividad f¨ªsica y del deporte. Asimismo, se tratar¨¢ de discutir y rebatir ciertos mitos o falsas creencias existentes en la sociedad sobre temas espec¨ªficos del ejercicio f¨ªsico y la salud.
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