C¨®mo aliviar el dolor de regla: ?puede ayudar la alimentaci¨®n?
No hay alimentos o dietas que palien el malestar en los d¨ªas en los que se sufre, pero s¨ª patrones de nutrici¨®n mantenidos en el tiempo que logran posibles mejor¨ªas
En nutrici¨®n y salud, los temas relacionados con la mujer llevan un tiempo en auge. Lo podemos ver en redes sociales, donde han surgido multitud de cuentas dedicadas en exclusiva a ello. Tambi¨¦n libros, podcasts y presencia en los medios, as¨ª como formaciones espec¨ªficas dedicadas a profesionales.
Nada que objetar, todo lo que sea visibilizar cosas que solo nos pasan a nosotras es buena noticia. Este inter¨¦s tiene adem¨¢s un tema estrella de por medio: la regla, las oscilaciones hormonales que supone y la relaci¨®n de estas con los h¨¢bitos. Estamos pasando de que esos temas fueran ...
En nutrici¨®n y salud, los temas relacionados con la mujer llevan un tiempo en auge. Lo podemos ver en redes sociales, donde han surgido multitud de cuentas dedicadas en exclusiva a ello. Tambi¨¦n libros, podcasts y presencia en los medios, as¨ª como formaciones espec¨ªficas dedicadas a profesionales.
Nada que objetar, todo lo que sea visibilizar cosas que solo nos pasan a nosotras es buena noticia. Este inter¨¦s tiene adem¨¢s un tema estrella de por medio: la regla, las oscilaciones hormonales que supone y la relaci¨®n de estas con los h¨¢bitos. Estamos pasando de que esos temas fueran tab¨² o algo de lo que avergonzarse o esconder a que sean temas cool.
Se dice que ahora mismo el tema ¡°mujer¡± es un nicho, que vende y que hay que aprovecharlo. Un nicho. El 50% de la poblaci¨®n, un nicho, dicen. Bendito nicho, normal que andemos locos por pillarlo.
Lo cierto es que se ha conseguido visibilizar problemas ¡°de mujeres¡±, o sea, de segunda. Temas como la endometriosis y su dificultad de diagn¨®stico y tratamiento, el s¨ªndrome de ovario poliqu¨ªstico, la adenomiosis o la dismenorrea han cogido presencia y se habla de ellos mucho m¨¢s. Incluso han llegado a la pol¨ªtica y se est¨¢ planteando si legislar una baja m¨¦dica espec¨ªfica para las mujeres con reglas dolorosas.
Igual lo que habr¨ªa que plantearse tambi¨¦n es mejorar el diagn¨®stico y tratamiento de las mujeres que sufren un dolor incapacitante varios d¨ªas al mes y no darlo como algo inevitable, que se liquida en la mayor parte de los casos con un ¡°t¨®mate un ibuprofeno¡± o recetar la p¨ªldora. Y el dedicar presupuesto a la investigaci¨®n, pero el enfoque general, incluyendo la perspectiva de g¨¦nero, ya puestas a pedir.
Como en cada tema de salud que alcanza visibilidad, tambi¨¦n en este surgen los intentos de hacer caja a toda costa. Dietas milagrosas, suplementos curativos, gur¨²s que van a acabar con tu problema¡ y este se presta a todo ello.
No hay alimentos ¡®milagro¡¯
El mensaje en este sentido debe ser claro: no hay alimentos o dietas que consumidos en los d¨ªas en los que se sufre dolor vayan a aliviarlo de manera rese?able. Son, en todo caso, patrones de alimentaci¨®n mantenidos en el tiempo los que logran esas posibles mejor¨ªas, no un consumo puntual.
Por tanto, la multitud de publicaciones que aconsejan una serie de alimentos que consumir durante la regla para menguar el dolor o el malestar no son nada m¨¢s que clickbait.
S¨ª sabemos que una dieta saludable (ya sab¨¦is, rica en frutas y verduras, con grasas saludables y pocos ultraprocesados), un buen descanso, una vida activa y no fumar ni beber alcohol son h¨¢bitos que se relacionan con menos dolor menstrual. Pero es que llevar una vida saludable se relaciona en general con menor riesgo, o menor impacto de pr¨¢cticamente cualquier problema de salud, con lo que no podemos llamar a eso un consejo para el dolor menstrual, sino un consejo para una vida saludable en cualquier sexo y edad que tendr¨¢ una repercusi¨®n positiva en la salud global de la persona.
?Hay patrones diet¨¦ticos?
Si nos ponemos a revisar la literatura cient¨ªfica en relaci¨®n con la dieta y la dismenorrea (as¨ª es como se llama las reglas dolorosas) vemos que la mayor¨ªa de estudios se?alan que la investigaci¨®n sobre el tema es escasa, variable y con resultados dispersos y poco concluyentes. Lo cual no deja de ser llamativo cuando hablamos de un problema que afecta a tanta gente, hasta que nos acordamos del patriarcado y se nos pasa la sorpresa.
No obstante, vamos a hacer menci¨®n a la dieta mediterr¨¢nea, sobre todo porque tenemos publicado en Nutrients un estudio patrio al respecto que revisa la adherencia a los alimentos t¨ªpicos del sur de Espa?a entre 311 estudiantes de carreras sanitarias en Huelva y su relaci¨®n con el dolor menstrual y otros aspectos de la regla. Las que ten¨ªan menor adherencia al patr¨®n mediterr¨¢neo presentaron ciclos m¨¢s largos, mientras el consumo de m¨¢s de dos raciones de fruta al d¨ªa y de aceite de oliva habitual se asoci¨® con menos dismenorrea.
Sorprende el resultado de que las mujeres que tomaban m¨¢s de una raci¨®n de legumbre a la semana presentaban m¨¢s dolor menstrual, las mismas autoras se?alan otros estudios donde sucede lo contrario, pero no ofrecen una explicaci¨®n al respecto. Quiz¨¢ hubiese sido buena idea ahondar en como se com¨ªan esas legumbres, que en Espa?a van a menudo acompa?adas de chorizo y otras carnes rojas y procesadas. M¨¢s cuando un estudio anterior de las mismas investigadoras se?ala que el riesgo de dismenorrea es mayor en las estudiantes que comen carne que en las que no lo hacen, siendo considerado ese consumo como factor de riesgo.
Hablando de carne, es obligatorio mencionar un ensayo cl¨ªnico de la Universidad de Georgetown que compar¨® en un grupo de 33 mujeres par¨¢metros de dos ciclos menstruales siguiendo una dieta vegetariana baja en grasas y otros dos ciclos tomando un suplemento placebo y siguiendo su alimentaci¨®n habitual. Durante la fase de dieta, el dolor menstrual se redujo en duraci¨®n e intensidad y aument¨® la concentraci¨®n en sangre de SHBG (globulina fijadora de hormonas sexuales) que ayuda a mantener el equilibrio hormonal del organismo.
?Va a mejorar tu dolor de regla si te haces vegetariana? Pues igual no, pero s¨ª sabemos que no va a empeorar.
?Adaptar la dieta al ciclo menstrual?
Otro fil¨®n son las publicaciones que indican qu¨¦ tipo de alimentos y cantidades debemos comer en cada fase del ciclo. Este tipo de planificaci¨®n es totalmente innecesaria y no hace m¨¢s que a?adir presi¨®n sobre las mujeres.
Es totalmente cierto que hay diferencias metab¨®licas en distintas fases del ciclo que afectan por ejemplo a la gesti¨®n de los hidratos de carbono, al apetito o a la energ¨ªa. Pero es mucho m¨¢s efectivo recomendar una alimentaci¨®n saludable a lo largo de todo el ciclo y dejar que sea el apetito de la mujer quien gu¨ªe las variaciones de ingesta, antes que a?adir un control extra a la ya de por s¨ª complicada tarea de comer saludable en un entorno tan poco propicio como el actual.
Hay casos muy concretos en el que hacer esa adaptaci¨®n diet¨¦tica de manera consciente y calculada puede suponer diferencias rese?ables, como podr¨ªan ser las deportistas de ¨¦lite en las que quiz¨¢ s¨ª que una medalla puede depender de factores m¨ªnimos, y tambi¨¦n puede que la ayude a optimizar sus entrenamientos.
En la mayor¨ªa de las mujeres es completamente innecesario, aunque sea interesante conocer esos procesos y pueda ayudarnos a entender las variaciones que se sufren a lo largo del ciclo.
?Pueden ayudar los suplementos?
La recomendaci¨®n y venta de suplementos es otra mina. Para saber si hay o no suplementos nutricionales efectivos para el dolor de regla tenemos una revisi¨®n Cochrane que incluye 27 ensayos aleatorios controlados en algo m¨¢s de tres mil mujeres. La conclusi¨®n es que no hay pruebas consistentes para apoyar la efectividad de ning¨²n suplemento, aunque algunos obtuvieron resultados positivos, pero de calidad y efectividad muy baja, y son los que habr¨ªa que seguir investigando. En ese grupo entraron el fenogreco, el jengibre, la valeriana, la zataria, el sulfato de zinc, el aceite de pescado y la vitamina B1.
La revisi¨®n Cochrane es de 2016 y posteriormente ha habido m¨¢s trabajos examinando la efectividad de algunos de esos suplementos como el de aceite de pescado (o de omega-3), de calcio o de vitamina B1 con resultados algo m¨¢s esperanzadores, pero sin ser la panacea en ning¨²n caso.
No obstante, parece que s¨ª podemos decir que una alimentaci¨®n cuyo aporte graso venga de fuentes saludables y haga hincapi¨¦ en el consumo de omega-3 puede mejorar la inflamaci¨®n y el dolor menstrual. Se repite lo que coment¨¢bamos m¨¢s arriba: ese consejo es id¨¦ntico al de alimentaci¨®n saludable a poblaci¨®n general sin m¨¢s.
?Qu¨¦ funciona en nutrici¨®n?
Resulta chocante que frente a un dolor que afecta en mayor o menor medida a m¨¢s del 70% de las mujeres (no hay datos muy precisos de prevalencia de dismenorrea), que es incapacitante en muchas de ellas varias veces al a?o y que responde a un proceso por el que pasa la mitad de la poblaci¨®n durante unos 40 a?os de su vida, no podemos dar pr¨¢cticamente ning¨²n consejo espec¨ªfico m¨¢s all¨¢ de reforzar un estilo de vida saludable.
Y, si no es suficiente, t¨®mate un ibuprofeno o que te receten la p¨ªldora.
Sobre c¨®mo la medicina ha excluido a las mujeres de gran parte de los esfuerzos enfocados a mejorar la salud poblacional pod¨¦is leer en el ¨²ltimo libro de Carme Valls-Llobet Mujeres invisibles para la medicina, de la editorial Capitan Swing. Os ayudar¨¢ a entender c¨®mo puede ser que haya mujeres que tardan 10 a?os en obtener un diagn¨®stico de endometriosis, por ejemplo.
Luc¨ªa Mart¨ªnez Arg¨¹elles (@Dimequecomes), es dietista-nutricionista, m¨¢ster en nutrigen¨®mica y nutrici¨®n personalizada. Dirige el Centro Aleris y es autora de varios libros y del blog www.dimequecomes.com.
NUTRIR CON CIENCIA es una secci¨®n sobre alimentaci¨®n basada en evidencias cient¨ªficas y en el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho m¨¢s que un placer y una necesidad: la dieta y los h¨¢bitos alimenticios son ahora mismo el factor de salud p¨²blica que m¨¢s puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de c¨¢ncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas-nutricionistas nos ayudar¨¢ a conocer mejor la importancia de la alimentaci¨®n y a derribar, gracias a la ciencia, los mitos que nos llevan a comer mal.