¡®Postales desde el filo¡¯: una vieja gloria de Hollywood que lidia con las adicciones de su hija y una vida lejos de la fama
Carrie Fisher, hija de Debbie Reynolds, es la autora del libro en el que se basa esta pel¨ªcula de Mike Nichols
En 1990, Shirley MacLaine le quit¨® a Debbie Reynolds la oportunidad de interpretarse a s¨ª misma. No debi¨® de ser f¨¢cil para la veterana estrella de Cantando bajo la lluvia. Su hija, Carrie Fisher, hab¨ªa publicado tres a?os antes su delicioso Postales desde el filo, un libro de autoficci¨®n en el que la actriz detallaba con desparpajo su paso por un centro de desintoxicaci¨®n y sus problemas de autoestima. Fisher expon¨ªa las heridas de la fama, la familia y la adicci¨®n con un humor refrescante. El libro tuvo un inesperado impacto como retrato de un cachorro malherido del viejo Hollywood y el director Mike Nichols decidi¨® llevarlo a la pantalla. La versi¨®n cinematogr¨¢fica, para la que se postularon Janet Leigh y su hija Jamie Lee Curtis, cont¨® con Meryl Streep en la piel de Fischer y MacLaine en la de su madre. En el libro, Doris Mann (trasunto de Reynolds) no ten¨ªa tanto protagonismo, pero Nichols, que durante el rodaje de Armas de mujer vivi¨® los problemas de Melanie Griffith con las drogas y con la sombra de su madre, Tippi Hedren, quer¨ªa centrar la pel¨ªcula en la relaci¨®n maternofilial. Carrie Fisher escribi¨® el guion y la actriz de El apartamento, que acaba de cumplir 90 a?os, consigui¨® uno de los grandes papeles de su carrera.
Siempre bajo la m¨¢scara de sus pesta?as postizas, su colorete y la peluca pelirroja, la triste y divertida Doris es un retrato tan duro como tierno de una vieja gloria de Hollywood enfrentada a la vida alejada del escenario y a su hija cocain¨®mana. En una de sus secuencias m¨¢s famosas, Doris prepara una fiesta de bienvenida a su hija despu¨¦s de su paso por una cl¨ªnica, que se convierte en una excusa para el lucimiento de su madre. Con un traje de lam¨¦ rojo, MacLaine interpreta I¡¯m Still Here, canci¨®n de Stephen Sondheim para el musical Follies y emotivo himno sobre otra adicci¨®n terrible, el enganche a los focos. Nichols le pidi¨® a Sondheim que adaptara la letra, y MacLaine bord¨® una de sus secuencias m¨¢s brillantes. Nunca un cruce de piernas estuvo cargado de tanta melancol¨ªa. Hay mucha sabidur¨ªa en el personaje de MacLaine en esta pel¨ªcula que irrit¨® a Lana Turner por meterla en el saco de malas madres tipo Joan Crawford. Pero Doris no es una mala madre, solo es una madre actriz y, como le reprocha su hija, no puede evitar ser como es: ¡°No s¨¦ c¨®mo lo haces mam¨¢, pero hemos acabado hablando de tu muerte y no de mi rehabilitaci¨®n¡±.