C¨®mo conseguir ir al gimnasio m¨¢s de tres meses seguidos: buscar peque?os objetivos y no idealizarlo
La motivaci¨®n de un entrenador cuando uno es incapaz de animarse por si solo puede ser la clave para no dejarlo. Centrarse en los objetivos sin pensar demasiado en si el camino es placentero o no, otra de las claves para ser persistente
¡°Tengo la espalda fatal¡±; ¡°me he dejado llevar este verano¡±; ¡°cada vez estoy m¨¢s hecha polvo¡±; ¡°el m¨¦dico me ha dicho que tengo principio de osteopenia¡±... No son pocas las razones por las que se va (o se quiere ir) al gimnasio. Una vez all¨ª, el discurso cambia sobremanera. Hay que enfrentarse a dos opciones: que un desconocido mande, al m¨¢s puro estilo de S¨ªsifo, levantar una cosa pesada, una y otra vez, hasta que los m¨²sculos supliquen clemencia; o ir en solitario, encomend¨¢ndose a la (posiblemente insuficiente) sabidur¨ªa deportiva. Dicho de otro modo, el ejercicio en general es horrible, a pesar de que se haya jurado, una y otra vez, que es adictivo.
En Espa?a no gusta el deporte, al menos no a la mayor¨ªa. Seg¨²n datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2022, elaborada por el INE, solo un 37,7% de los espa?oles hace ejercicio de forma habitual. Y algo m¨¢s revelador todav¨ªa: 2 de cada 10 personas que se inscriben en un gimnasio en Espa?a lo deja antes de los 3 meses. ?Por qu¨¦ no nos gusta el ¡®gym¡¯? Y sobre todo, ?por qu¨¦ nuestro nivel de fidelizaci¨®n hacia el deporte es tan fr¨¢gil?
Para que quede muy claro: nadie est¨¢ diciendo que el ejercicio no sea bueno. La literatura cient¨ªfica es tan abundante a la hora de ensalzar la importancia de la actividad f¨ªsica que nadie lo pone en duda. Pero igualmente la mayor¨ªa de la gente asegura sentir pereza y pocas ganas de acudir a un gimnasio a hacer deporte.
¡°En noviembre har¨¢ un a?o que empec¨¦ en el gimnasio. Lo hice por la insistencia de mi reumat¨®loga, no porque me apeteciera. El caso es que llevo meses esperando que llegue ese punto en que una se ¡®engancha¡¯. Porque las endorfinas supuestamente te generan una sensaci¨®n de felicidad al hacer ejercicio f¨ªsico, ?no? Pues las m¨ªas se ve que no¡±. As¨ª de contundente se muestra Alicia G¨®mez (nombre figurado). Un peque?o gimnasio del barrio de Arganzuela de Madrid ha sustituido lunes y mi¨¦rcoles los paseos por Madrid R¨ªo o el caf¨¦ con sus amigas despu¨¦s de un largo d¨ªa de trabajo. Levantarse a las 6, ir a trabajar ocho horas y, al llegar exhausta, mallas, sujetador deportivo y a levantar pesas bajo la intensa supervisi¨®n de su encantador (y, al parecer, dictatorial) monitor. ¡°M¨¢s peso¡± dice ¨¦l cuando ella empieza a sentirse c¨®moda. La b¨²squeda eterna del dolor.
?C¨®mo no le puede gustar ir al gimnasio? En propias palabras de Alicia: ¡°Mira qu¨¦ brazos tengo¡±. Est¨¢ m¨¢s sana ahora, hasta su reumat¨®logo lo confirma, pero¡ ¡°el caso es que los dos d¨ªas a la semana que voy al gimnasio tengo que sobreponerme a la depre que me produce tener que ir, no me apetece nada de nada, sinceramente. Tengo que sacar todo mi arsenal de razones: que si es por mi salud, que si una hora se pasa muy deprisa, que si luego voy a estar mejor... De todo¡±.
Vale, identificado el problema, ha llegado la hora de encomendarse a los profesionales. Para ello hablamos con el entrenador personal, actor y boxeador Alberto Raw (@alberto_raw__): ¡°Siempre hablamos de levantar m¨¢s peso o de ser m¨¢s r¨¢pidos como indicativos de un entrenamiento exitoso¡±, explica. Cuando los 5 kg iniciales dejan de doler, ser¨¢ la hora de los 10. ¡°Estancarse a nivel deportivo suele asociarse a una mala estrategia de entrenamiento y en este punto te tocar¨¢ redise?ar tu plan, buscar ayuda en base a tu objetivo¡±, espec¨ªfica el experto.
Pero volvamos a lo b¨¢sico: un entrenador personal, o monitor de gimnasio, un trabajador de un box de crossfit, un entrenador de f¨²tbol se gana la vida con que sus clientes vayan, semana tras semana, a sufrir con ellos. La motivaci¨®n parece una parte fundamental, y Alberto tiene un truco: ¡°Siempre busco empatizar al m¨¢ximo con los objetivos de mis alumnos, creando una red de apoyo no solamente a nivel deportivo, sino que tambi¨¦n motivacional, porque muchas veces lo ¨²nico que necesitas para quitarte la pereza de encima es alguien que te anime¡±.
Los entrenadores como Alberto, los buenos, no se encargan solo de hacer un plan. M¨¢s que un profesor se comporta como un motivador que sabe hasta d¨®nde puede llegar su cliente. ¡°No existe una f¨®rmula universal para conseguir que tus entrenamientos sean siempre gratificantes, y como en nuestra vida cotidiana, tendremos d¨ªas mejores y peores, aspecto que es completamente normal y que tendremos que aceptar y valorar. Es fundamental buscar un equilibrio entre diversi¨®n, esfuerzo, constancia y autoconocimiento para lograr adquirir ese gusto por entrenar en todas las etapas de tu vida¡±, explica el experto.
?Qu¨¦ pasa con quienes van al gimnasio de su barrio y no quieren o no pueden pagar un entrenador personal? David Vicente es due?o y entrenador de Mood Training Studio, una serie de peque?os gimnasios (2 en Madrid, en Pir¨¢mides y en La Latina, y otro en Valencia), dedicados a los ejercicios de fuerza. ¡°No hay ejercicios m¨¢s gratificantes, ni unos m¨¢s que otros. Si vas a jugar al tenis y te da placer, pues adelante. Pero si el m¨¦dico te ha dicho que vayas al gimnasio porque tienes problemas de espalda y tienes que hacer fuerza, pues no es gratificante. No hay m¨¢s¡±, explica el experto. Y contin¨²a: ¡°Si ves la evoluci¨®n y vas mejorando, s¨ª puedes sentir una gratificaci¨®n. Puede no gustarte el gimnasio, sufrir con los ejercicios, acabar machacado... pero si ves los resultados que esperas, ?qu¨¦ m¨¢s se puede pedir?¡±.
Eso no significa que al entrar por las puertas, durante una hora, pasemos a formar parte de los remeros de una galera romana, a golpe de l¨¢tigo. Pocos negocios tendr¨ªan futuro as¨ª. El punto de vista de David es claro: ¡°Para nosotros no hay clientes, sino personas. Lo que hacemos es que se sientan c¨®modas. La empat¨ªa es fundamental. Hemos conseguido que lleguen a crear comunidad. Hay gente que pregunta cu¨¢ndo viene este o el otro. Hacer amenas las clases es fundamental. Nosotros jugamos mucho con la m¨²sica o con ejercicios de relajaci¨®n que no se esperan¡±. Cliente contento, cliente que no se borra a los tres meses.
Con el paso del tiempo, los resultados llegan, y como si de una peli de Hollywood se tratase, las historias de superaci¨®n y ¨¦xito pueblan el imaginario colectivo del gimnasio, motivando a todos: ¡°Es esencial mimar a los clientes, para que aguanten y vean los beneficios. Una chica que viene con nosotros, nos contaba la semana pasada que fue a comprar muebles y que acab¨® cogiendo ella una sola una caja para la que antes habr¨ªa necesitado ayuda. Se sinti¨® muy orgullosa. Eso forma parte de los beneficios, de ver el resultado. Ayuda a querer m¨¢s¡±, explica.
El deporte puede ser muy divertido, si vas a hacer trekking con tus amigos, con una botella de vino y un bocata de chorizo para celebrar la cima, pero no siempre se dan las circunstancias de poder mezclar deporte y diversi¨®n. Algunos est¨¢n obligados al ch¨¢ndal y a la hora de sufrimiento reglamentaria, pero los beneficios est¨¢n ah¨ª: ¡°He visto a mucha gente salir de agujeros tremendos en su vida gracias al deporte. He sido testigo de c¨®mo el ejercicio los ha ayudado¡±. Pocas m¨¢s razones hacen falta. Sufrir, en este caso, renta.