?ngeles Toledano: ¡°Mi adolescencia fue una agon¨ªa. Solo me salvaba el flamenco¡±
La cantaora renueva el g¨¦nero con jaleos feminizados y letras tab¨². . Comprometida con las ra¨ªces del flamenco, abre sus puertas a nuevos ritmos, met¨¢foras y a un p¨²blico m¨¢s joven
En ?ngeles Toledano (Villanueva de la Reina, Ja¨¦n, 1995) se concentran vocaci¨®n, esfuerzo y talento: la cantaora jienense, reconocida con el Premio Alcobendas Flamenca Nuevos Talentos, public¨® el pasado 27 de septiembre Sangre sucia, un ¨¢lbum que renueva el flamenco a golpe de letra y sonido irreverentes. No duda en tratar temas tab¨² como la menstruaci¨®n, en feminizar los tradicionales jaleos ¡ªlos ¨¢nimos a los int¨¦rpretes¡ª, en recurrir a poetas y pensadoras contempor¨¢neas como Sara Torres ¡ªconocida por su exploraci¨®n y agrandamiento del deseo a trav¨¦s de lo l¨¦sbico¡ª para acompa?arla. A estas sole¨¢s, buler¨ªas, alegr¨ªas y ton¨¢s se suma su reciente colaboraci¨®n con el grupo sevillano Califato ? en un EP de dos cortes, Romanze y La cigarra, una seductora fusi¨®n de flamenco, trip hop y breakcore. Comprometida con las ra¨ªces del flamenco, abre sus puertas a nuevos ritmos, met¨¢foras y a un p¨²blico m¨¢s joven. En la sesi¨®n que acompa?a a esta entrevista, disfruta con el mismo compromiso que demuestra en el estudio y sobre el escenario: los posados, la interacci¨®n con el equipo, su concentraci¨®n dan idea de la pasi¨®n disciplinada de la artista, de esa mezcla de visi¨®n y car¨¢cter propios, de gema pulida a s¨ª misma que ilumina todo lo que toca.
Accedi¨® al flamenco por casualidad: de ni?a encontr¨® un recopilatorio con Ni?a de la Puebla, Manuel Vallejo y Juanito Valderrama en casa de sus abuelos. A partir de ese momento, su abuelo se convirti¨® en una figura clave en su formaci¨®n. ?Nos podr¨ªa hablar de su relaci¨®n?
Mi abuelo ten¨ªa devoci¨®n por m¨ª, y yo tambi¨¦n por ¨¦l. No solo fue mi maestro, tambi¨¦n un c¨®mplice. Me grababa y me ense?aba. Su deseo era que aprendiera a cantar por seguiriyas. Siempre que canto por seguiriyas me acuerdo de ¨¦l.
En 2004, con ocho a?os, cobr¨® su primer sueldo interpretando una media granadina y Los campanilleros. ?Recuerda c¨®mo se sinti¨®?
Recuerdo los nervios. Sent¨ªa una gran responsabilidad y estaba temblando. Ya no era un juego, ten¨ªa mucho respeto por lo que iba a interpretar. Era como tirarme a la piscina sin saber si hab¨ªa agua. Pero tambi¨¦n sent¨ª much¨ªsima ilusi¨®n. Hab¨ªa ensayado mucho. Despu¨¦s de subirme al escenario, mi madre me dio un beso. A partir de ah¨ª, no recuerdo mucho m¨¢s, la verdad.
El flamenco ha estado tradicionalmente dominado por hombres. Su disco pone a la mujer en el centro. ?Se ha sentido subestimada alguna vez por ser mujer?
El flamenco ha sido moldeado por referentes masculinos en la guitarra, la percusi¨®n y las palmas. Antes, apenas hab¨ªa mujeres en estos roles. Ahora, cada vez hay m¨¢s, y es importante darles visibilidad para que todas nos sintamos representadas. Yo misma he tenido que justificarme muchas veces, y eso ha sido un motor para que Sangre sucia exista. Me siento comprometida con mi discurso y seguir¨¦ defendi¨¦ndolo hasta la saciedad.
En el disco tambi¨¦n se abordan temas religiosos y un cierto misticismo. ?C¨®mo integra la espiritualidad en su vida?
El flamenco me ha construido tanto por dentro como por fuera. No solo me ha ense?ado a cantar, su carga po¨¦tica ha influido en mi pensamiento. Hace que me plantee preguntas que me ayudan a crecer. Mi voz, por ejemplo, es una parte de m¨ª: cuando est¨¢ bien, me siento fuerte; cuando me duele, vulnerable y triste. Es como un Dios: me protege y me da energ¨ªa. Durante la grabaci¨®n, Sara Torres [que participa en el tema La palabra en la boca] me dijo que ten¨ªa la sensaci¨®n de que ¨¦ramos tres: ella, yo y mi voz.
?Qu¨¦ es lo que le atrae de las escritoras contempor¨¢neas?
Me siento en armon¨ªa con ellas cuando las leo. Me siento representada. Cuando acced¨ª a su poes¨ªa, me agarr¨® por dentro, y me dije, debo empezar a contar yo tambi¨¦n esta historia del mundo.
En Sangre sucia se mezclan referencias a escritoras actuales con poetas de la generaci¨®n del 27, como Lorca o Alberti. ?C¨®mo experimenta esa dualidad entre tradici¨®n y modernidad en su flamenco?
El flamenco me ha ense?ado valores maravillosos, y me siento afortunada de formar parte de un arte tan poderoso y rico. Escucho muchas m¨²sicas, pero ninguna me acelera el coraz¨®n como esta. A pesar de que estudio el flamenco cl¨¢sico, no lo he vivido como quienes lo dejaron registrado. Mi verdad est¨¢ en lo que tengo delante: mi m¨²sica, mis amigos, el p¨²blico con el que converso. Lo que canto es mi manera de contar una historia que nunca se hab¨ªa contado como a m¨ª me hubiera gustado.
En el disco aborda temas como la menstruaci¨®n. ?C¨®mo ha reaccionado el p¨²blico ante la renovaci¨®n que propone?
Me alegra mucho ver que al flamenco est¨¢n llegando j¨®venes, incluso ni?as de 9 o 10 a?os, que se sienten identificadas con la m¨²sica, algo que no me pas¨® a m¨ª cuando era peque?a.
?C¨®mo fue su adolescencia?
Fue lo peor. Una agon¨ªa total. Lo ¨²nico que me salvaba era la m¨²sica, el flamenco.
Su carrera ha implicado sacrificios: levantarse temprano los fines de semana, no hacer planes con sus amigas, estar de viaje constantemente. ?C¨®mo ha vivido estos sacrificios?
Una de las frases m¨¢s dolorosas que escuch¨¦ vino de una amiga: ¡°Nunca has estado¡±, me dijo. Luego, he intentado estar en todo lo que he podido. He pasado muchas horas con mis padres en el coche: sal¨ªa del colegio, hac¨ªa los deberes, y a las ocho ya estaba en las tertulias y las pe?as flamencas; y los fines de semana, en los concursos. Con 13 a?os, una noche estaba en un pueblo de Sevilla, y a la ma?ana siguiente, en Castell¨®n. Mis padres me han apoyado mucho. Aunque me haya perdido muchas cosas, he ganado una carrera, un conocimiento y un lenguaje que hoy manejo perfectamente.
?C¨®mo se siente ejerciendo de docente en el m¨¢ster oficial de flamenco del Centro Superior de M¨²sica Creativa, donde ense?a a alumnos mayores que usted?
Fue una sorpresa cuando me llamaron. Me encanta, pero es una responsabilidad. Ser buena profesora requiere dedicaci¨®n: estoy aprendiendo mucho.
Escuchamos a mujeres en su disco, en los jaleos sus amigas animan a los int¨¦rpretes. Tambi¨¦n abundan los hombres, como los guitarristas Benito Bernal y Yerai Cort¨¦s, el productor Javier Harto Rodr¨ªguez... ?C¨®mo ha sido trabajar con este equipo mixto?
Me he rodeado de las personas que cre¨ªa necesarias, sin distinci¨®n de g¨¦nero. Lo que me interesa es la autenticidad y la conexi¨®n. Para mi siguiente proyecto, que todav¨ªa no puedo comentar, contar¨¦ con una productora.
Actuar con la regla no es agradable: la garganta se reseca. En el flamenco se dice que durante la menstruaci¨®n las guitarras desafinan. ?Es cierto?
No es muy cient¨ªfico, pero lo probamos en un camerino y parece que s¨ª, las guitarras se desafinan.
Hay una renovaci¨®n en la est¨¦tica, en el estilismo, a la que suma elementos tradicionales como la silla de enea.
Me gusta cantar sentada. Es bonita, artesanal y me permite cantar de otra manera, sin necesidad de justificarme ni ponerme a bailar. La performance que quiero ofrecer al p¨²blico es una conversaci¨®n tranquila, sin distracciones.
?Cu¨¢l es su relaci¨®n con la moda?
Me cuido por dentro y por fuera. Abrir el armario, jugar con las prendas... Cuando era peque?a, la gente no sab¨ªa en qu¨¦ tribu ubicarme, porque un d¨ªa iba de rapera y otro de pija.
Su colaboraci¨®n con Califato ? surgi¨® de manera espont¨¢nea durante la semana de los Grammy en Sevilla. ?C¨®mo fue ese encuentro y el proceso de creaci¨®n del tema?
Me invitaron al estudio donde estaban grabando su nuevo disco. Pens¨¦ que solo quer¨ªan ense?arme lo que estaban creando, pero me pusieron una base y grab¨¦. Me encant¨®.