?Adi¨®s a los turistas chinos comprando lujo en Europa?
Chanel ha anunciado que bajar¨¢ los precios de sus art¨ªculos en China para evitar la falsificaci¨®n y la reventa. ?Estamos ante el fin del turismo de compras que tanto ha beneficiado a Occidente?
Esta semana, las colas de ciudadanos chinos a las puertas de los grandes almacenes y las tiendas de lujo han sido una constante en el pa¨ªs. Curioso, dado que pese a ser una de las naciones que actualmente sostiene el mercado de la alta gama, desde hace un par de a?os, el consumo se ha ralentizado. Pero marcas como Tag Heuer, y sobre todo, Chanel, han encontrado la medida para reactivar la venta de forma casi intant¨¢nea: equiparar sus precios en todo el mundo, o lo que es lo mismo, bajarlos en ciertas zonas de Asia, como China, donde los impuestos cifraban su incremento en un 10 y hasta un 20...
Esta semana, las colas de ciudadanos chinos a las puertas de los grandes almacenes y las tiendas de lujo han sido una constante en el pa¨ªs. Curioso, dado que pese a ser una de las naciones que actualmente sostiene el mercado de la alta gama, desde hace un par de a?os, el consumo se ha ralentizado. Pero marcas como Tag Heuer, y sobre todo, Chanel, han encontrado la medida para reactivar la venta de forma casi intant¨¢nea: equiparar sus precios en todo el mundo, o lo que es lo mismo, bajarlos en ciertas zonas de Asia, como China, donde los impuestos cifraban su incremento en un 10 y hasta un 20%.
"Esto hace unos d¨ªas me habr¨ªa contado unos 3.000 euros, pero ahora vale 600 euros menos", cuenta al diario China Daily una joven que espera pacientemente para poder comprar un bolso de la casa francesa. Y apunta una cuesti¨®n clave en estas din¨¢micas: "Planeaba ir a Europa para comprar accesorios, pero ya no hay necesidad de ir hasta all¨ª".
Seg¨²n Morgan Stanley, los chinos gastan nada menos que 150 mil millones de euros al a?o en compras de lujo realizadas en Europa y Estados Unidos. Son los turistas que m¨¢s dinero se dejan en sus viajes. Hasta hoy, muchas de las espectaculares tiendas de firma que se han abierto a lo largo y ancho del pa¨ªs serv¨ªan para hacer notar su presencia e influencia; no tanto para rentabilizar la zona como para animar a los ciudadanos a consumirlas, aunque fuera m¨¢s all¨¢ de sus fronteras.
Pero el poco dinero que se queda en el pa¨ªs dados los altos precios de bolsos y prendas ha fomentado la corrupci¨®n, la falsificaci¨®n y la reventa a niveles estratof¨¦ricos. Los empresarios llevan a?os reivindacando una bajada de impuestos para fomentar el consumo. En 2012, el a?o que m¨¢s crecieron las r¨¦plicas y el negocio de la reventa, el consumo cay¨® un 6%. Dos tercios de las compras se hicieron fuera de China. Por eso Chanel ha preferido mantener intacta su autenticidad antes que lucrarse con el turismo. Su bajada de precios se debe a un deseo de minimizar el mercado negro. "Ser¨¢ un modo efectivo de preservar la calidad y la exclusividad de nuestros clientes, as¨ª como un paso en la lucha contra el comercio paralelo, que se beneficia de las diferencias de valor y da?a la imagen y la exclusividad de la marca", han declarado desde Chanel.
De esta guisa se visten los vigilantes de seguridad en las tiendas de lujo para evitar posibles robos
Cordon Press
Pero si su ejemplo se extiende, ?qu¨¦ ocurrir¨¢ con Europa? Las avenidas de la moda de las capitales europeas basan el grueso de su facturaci¨®n en el turismo ruso, japon¨¦s y, sobre todo, chino. Hasta el punto de que la mayor¨ªa de las tiendas de lujo poseen dependientes que hablan mandar¨ªn y algunas ofrecen descuentos a los visitantes del Lejano Oriente. Par¨ªs, por ejemplo, redact¨® hace un par de a?os una especie de gu¨ªa de convivencia para incitarlos al consumo. Ense?as como Burberry o Louis Vuitton anuncian y asesoran sobre sus sedes londinenses y parisinas en redes sociales del pa¨ªs como Weixin, una aplicaci¨®n que permite hacer valoraciones personales sobre las compras realizadas en el extranjero y hasta aceptar los encargos que demandan los contactos de la agenda. Otros ofrecen pases vip a sus instalaciones y hasta ofertas especiales.
Es el caso del Paseo de Gracia barcelon¨¦s. Su asociaci¨®n comerciantes (Amics de Passeig de Gr¨¤cia) lanz¨® hace algunos meses una iniciativa para incentivar a¨²n m¨¢s las compras chinas. Autobuses gu¨ªa, personal shoppers o una tarjeta que les permite adquirir prendas y accesorios libres de impuestos son algunas de sus propuestas.
La actriz china Yao Chen posa minutos antes de que d¨¦ comienzo el ¨²ltimo desfile de Chanel en Par¨ªs
Cordon Press
No es de extra?ar. En Catalu?a se concentra el 34% de las compras de turistas en Espa?a, seg¨²n la Organizaci¨®n mundial del Turismo. Madrid no le sigue de cerca, pero ya presume de ser el lugar donde se realiza el 14 % (por eso la p¨¢gina tur¨ªstica de la comunidad puede leerse en mandar¨ªn). Los chinos se dejan m¨¢s de un 40% de su presupuesto en moda de lujo y en nuestro pa¨ªs gastan de media casi 200 euros diarios s¨®lo en compras. Por encima est¨¢n Par¨ªs, Londres o Mil¨¢n, dodne el gasto en ense?as de moda por parte de los orientales es mucho mayor.
Probablemente, y trat¨¢ndose de un pa¨ªs que ha visto crecer exponencialmente su n¨²mero de millonarios en la ¨²ltima d¨¦cada, muchos ciudadanos chinos prefieran seguir comprando en las capitales del lujo por vivir una experiencia genuina y originaria. Pero si otras firmas siguen el ejemplo de Chanel, el grueso de la poblaci¨®n con recursos realizar¨¢ la mayor¨ªa de sus adquisiciones cerca de casa y reservar¨¢ sus viajes para los productos estrella. La corrupci¨®n bajar¨¢ enormemente en el pa¨ªs, y se multiplicar¨¢ la tasa de consumo, pero a riesgo de que la balanza juegue muy en contra de Occidente. Quien dijo que la moda no era relevante para las condiciones econ¨®micas y sociales de un pa¨ªs, ment¨ªa.