Artistas en su h¨¢bitat
Los talleres de creaci¨®n son santuarios a los que asomarse de puntillas y con los ojos bien abiertos. En la galer¨ªa Hugh Lane de Dubl¨ªn se expone el famoso estudio londinense de Bacon y en Espa?a seis autores con may¨²sculas abren los suyos a S?Moda.
JUAN USL?
Nos muestra su taller de Saro, en Cantabria.
Intimista y de gran sensibilidad po¨¦tica, vive desde hace 25 a?os entre Saro (Cantabria) y Nueva York. De la luz silenciosa, su ¨²ltimo trabajo, se expone en la Galerie Lelong de Par¨ªs hasta enero. A estas alturas, deber¨ªa estar ya en Nueva York, pero su exposici¨®n y la de su mujer, Victoria Civera, que clausura la Galer¨ªa Soledad Lorenzo de Madrid, lo han retenido m¨¢s de lo habitual. ?Necesito ambos entornos, como contraste y complemento. En el pueblo me reencuentro con el ...
JUAN USL?
Nos muestra su taller de Saro, en Cantabria.
Intimista y de gran sensibilidad po¨¦tica, vive desde hace 25 a?os entre Saro (Cantabria) y Nueva York. De la luz silenciosa, su ¨²ltimo trabajo, se expone en la Galerie Lelong de Par¨ªs hasta enero. A estas alturas, deber¨ªa estar ya en Nueva York, pero su exposici¨®n y la de su mujer, Victoria Civera, que clausura la Galer¨ªa Soledad Lorenzo de Madrid, lo han retenido m¨¢s de lo habitual. ?Necesito ambos entornos, como contraste y complemento. En el pueblo me reencuentro con el ni?o, la naturaleza y los ¨¢rboles, pero Nueva York habita en m¨ª y siempre necesito volver. Es el veneno tras pisar el barro. All¨ª sue?o con Saro y, ya antes de bajar del avi¨®n, estoy maquinando im¨¢genes. Al llegar a casa, dejo la maleta y entro en el taller: a recuperar su vac¨ªo?. Su concepto de estudio va m¨¢s all¨¢ de un espacio material. ?Raro es el despertar que no venga acompa?ado de una imagen obsesiva o de un calidoscopio de ellas?. Pasa muchas horas en concentraci¨®n y aislamiento en este lugar. ?Aqu¨ª materializo; reviso e imagino, estudio y sue?o mis obras futuras?.
ANA LAURA AL?EZ
Su casa en Binissalem (Mallorca) es su estudio.
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Artista poli¨¦drica, practica la escultura, el dibujo, el v¨ªdeo, la fotograf¨ªa y la m¨²sica. Fue una revelaci¨®n a finales de los 90 y particip¨® en el pabell¨®n espa?ol de la Bienal de Venecia en 2001. Actualmente prepara una exposici¨®n en la Galer¨ªa Mois¨¦s P¨¦rez de Alb¨¦niz. Sus afamadas acciones y autorretratos han dejado paso a una obra m¨¢s abstracta. Aunque mantiene v¨ªnculos afectivos y profesionales con Madrid ¨C?donde tengo una base de producci¨®n que controlo bien?¨C y con Bilbao, su ciudad de origen, trabaja desde Binissalem, Mallorca, donde reside. ?Un artista es, en s¨ª mismo, un estudio port¨¢til. O un lugar en construcci¨®n?, asegura. Se siente n¨®mada y nunca ha tenido un taller propiamente dicho. ?Mi casa al completo es el estudio. Me ayuda pensar que puedo crear en cualquier sitio?. En Mallorca trabaja, sobre todo, la escultura. ?Me exige soledad y mucha dedicaci¨®n?, apunta. En sus obras utiliza materiales acordes con los tiempos: ?Vivimos momentos que obligan a trabajar con pocos medios. He vuelto a asaltar mi armario para hacer esculturas?
DANIEL CANOGAR
Un edificio industrial en Madrid alberga su taller.
Artista multimedia, trabaja en todo el planeta y su agenda es un puzle internacional. Llega de Canad¨¢, viaja a China, expone en Houston y en el Macuf de A?Coru?a¡ En enero, lo esperan en Suecia. Dice necesitar luz y oscuridad en su estudio. ?He ah¨ª la paradoja. Hay algo profundamente castellano en eso. Mi trabajo es luz y oscuridad?. Lleva tres a?os en este local madrile?o, un loft en una antigua f¨¢brica que fue vivienda y taller hasta que pudo dividirlo en dos plantas. ?Al dejar Nueva York no conceb¨ªa otro ambiente que no fuera semiindustrial?. En su lugar de trabajo dice vivir momentos de alto voltaje creativo y otros de pura gesti¨®n. ?Compartir las dos energ¨ªas en el mismo espacio es dif¨ªcil?, confiesa. ?Lo importante es luchar porque las primeras ganen y la gesti¨®n no alcance a com¨¦rselas?. Su labor empieza en unos corchos en los que va colocando todo lo que llama su atenci¨®n. ?Im¨¢genes que he tomado, como la tapa de una alcantarilla de Mosc¨², o detalles que me gustan y son la semilla de una idea?. A partir de ah¨ª empieza a aparecer la obra. ?Mejor dicho, la pre-obra?. La evoluci¨®n es curiosa: ?Visualizo fragmentos a trav¨¦s de los que establezco v¨ªnculos. Hay un momento en el que aparece un hilo conductor y empiezo a entender?.
LLUIS HORTAL?
Su taller est¨¢ en una casa restaurada en el centro de Verges, Girona.
Escultor, pintor y alpinista, su trabajo se nutre, en parte, de su propia experiencia en la monta?a: obra lenta y minuciosa. Norman Foster lo ha elegido para participar en la muestra Abstractions, de la que es comisario y que se inaugurar¨¢ en mayo en el Museo Le Carr¨¦ de Nimes. En su estudio de Verges (Girona) se mezclan fotos, esculturas y dibujos: ?Trabajo el tema de la mirada en relaci¨®n con el paisaje y la escalada. He recorrido diferentes lenguajes y ahora ya no solo dibujo monta?as que he subido, sino que intento ir m¨¢s all¨¢ de lo que veo, intelectualizar las referencias de esta mirada?. Mineralog¨ªas son formas abstractas en las que la monta?a entra en relaci¨®n con el surrealismo y con las sugerencias de la forma. Se inspira en textos de Breton, ?elementos que me ayudan a imaginar estructuras on¨ªricas relacionadas con la cultura del paisaje?. Sus talleres en Olot, Barcelona o Londres han compartido vivienda y estudio. ?La experiencia es gratificante y repito la f¨®rmula en distintos entornos?, comenta. La luz y el sonido de las campanas ¨Cla casa est¨¢ junto a la iglesia del pueblo¨C tambi¨¦n fueron decisivos esta vez.
JOS? MANUEL BROTO
Tiene su estudio en plena campi?a mallorquina.
Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas en 1995, es uno de nuestros m¨¢s reconocidos pintores abstractos. Prepara exposiciones en Madrid, Par¨ªs y Montevideo. En su juventud transit¨® por Barcelona, Par¨ªs y Nueva York. ?Viniendo de Zaragoza, en los a?os 70 eran un est¨ªmulo indudable. Ciudades m¨ªticas en las que pod¨ªas ver arte en directo?. En el campo mallorqu¨ªn tiene ahora su refugio de ?soledad, reflexi¨®n y trabajo?. El traslado a la isla supuso el encuentro con ?un lugar armonioso, discretamente civilizado y con una luz incomparable?. Anexo a la vivienda, su taller es luminoso, austero, incluso un poco inh¨®spito, seg¨²n siente ¨¦l mismo. ?Es el espacio de una guerra perpetua entre lo que quiero hacer, lo que proyecto y lo que finalmente aparece en las exposiciones?. Trabaja en ¨¦l todos los d¨ªas: ?Tiempo suspendido, predispuesto al hallazgo?. Las telas se apoyan en las paredes. En el suelo, pintura como esencia y s¨ªmbolo.
TXOMIN BADIOLA
Comparte una planta de un edificio industrial en Bilbao.
De la escultura a la imagen. En los 80 encabez¨® el grupo denominado Nueva escultura vasca. ?Compart¨ªamos edificio y ten¨ªamos una gran interrelaci¨®n?, recuerda. Estudioso de Oteiza, ha finalizado el Cat¨¢logo Razonado de su obra. Su pr¨®xima exposici¨®n ser¨¢ en el Reina Sof¨ªa. ?Se trata de crear una obra nueva a partir de obras antiguas?, comenta. ?Similar a lo que ya hice en el Macba o en el Museo de Bellas Artes de Bilbao?. Su estudio es una prolongaci¨®n de su propio ser creativo y as¨ª ha sido siempre. ?Vengo por la ma?ana y no me voy hasta la noche y eso es independiente de lo que tenga que hacer. Entrar aqu¨ª es iniciar una inmersi¨®n creativa, estar en disposici¨®n de que algo suceda?. Se siente afortunado con los talleres que ha tenido ¨Cun loft en Nueva York durante ocho a?os, entre otros¨C. De ellos destaca la luz. ?Mi obra parte de unos procesos azarosos que vienen dados por esa mezcla de preguntas que se dan en el estudio. La luz es importante porque afecta a mi estado emocional?.