C¨®mo las mujeres se rebelaron contra la depilaci¨®n p¨²bica integral y definitiva
La depilaci¨®n brasile?a ha ca¨ªdo un 13%, seguida de la depilaci¨®n de ingle, con un 12%. Los expertos apuntan a que las mujeres no quieren ya utilizar depilaci¨®n definitiva en sus zonas ¨ªntimas
El vello p¨²bico femenino fue durante a?os censurado en las representaciones art¨ªsticas, siendo La maja desnuda, de Goya, una de las primeras obras en las que una mujer muestra su frondoso vello p¨²bico. El pintor pretendi¨® al hacerlo mostrar a una mujer real, alejada de la divinidad, y a la que, adem¨¢s, devolvi¨® su sexualidad, pues como escribi¨® Roger Friedland, profesor de sociolog¨ªa de la religi¨®n, en el ensayo Looking Through the Bushes: The Disappearance of Pubic Hair (Repaso a los matorrales: la desaparici¨®n del vello p¨²bico), para los artistas, el vello p¨²bico era sin¨®nimo del deseo de las mujeres.
En 1866 Courbet, con El origen del mundo, rompi¨® las normas al mostrar un velludo pubis en primer plano, y el propio John Gallian ha querido en su desfile de la Alta Costura de Par¨ªs rendir homenaje a esta nueva situaci¨®n al lucir las modelos merkins, es decir, pelucas p¨²bicas que las transparencias de los vestidos dejaban a la vista al inspirarse en este cambio de est¨¦tica de comienzos del siglo XX. Sin embargo, el porno pronto se encarg¨® de imponer la depilaci¨®n integral ante la llegada de internet, popularizando entonces esa tendencia. ¡°Cuando el porno se vuelve mainstream, nace un nuevo modelo de deseo de cuerpo. La sociedad sufre una patolog¨ªa social, y en esa necesidad de depilar encontramos el deseo de infantilizar el cuerpo femenino. Sin embargo, en la actualidad muchas mujeres quieren tener vello en sus zonas ¨ªntimas, porque entienden que es ah¨ª d¨®nde quedan atrapados muchos de los olores de la excitaci¨®n que se adhieren al vello, al estar en contacto con las gl¨¢ndulas sudor¨ªparas de la zona genital¡±, explica Flavia Dos Santos, sex¨®loga de Gleeden.
Como indica un estudio de la web de reserva de belleza online Treatwell sobre las tendencias de belleza de Espa?a, la depilaci¨®n brasile?a ha ca¨ªdo un 13%, seguida de la depilaci¨®n de ingle, con un 12%. ¡°Seguramente el l¨¢ser y la fuerte tendencia de la depilaci¨®n Hollywood ¡ªo integral¡ª han influenciado en la ca¨ªda¡±, asegura en informe. La depilaci¨®n Hollywood implica la eliminaci¨®n completa de todo el vello en el ¨¢rea del bikini, incluyendo el pubis, los labios mayores y menores, y el ¨¢rea perianal. Sin embargo, como podemos observar en foros como Reddit, cada vez m¨¢s mujeres se arrepienten de haber eliminado el vello al completo de forma definitiva. Aunque la depilaci¨®n l¨¢ser generalmente se considera un m¨¦todo seguro y eficaz para la reducci¨®n del vello a largo plazo, algunas personas pueden arrepentirse de haberse sometido al tratamiento por diversos motivos, entre los que destacan efectos secundarios no deseados o complicaciones del procedimiento, el hecho de que la depilaci¨®n no haya sido capaz de reducir permanentemente el crecimiento del vello o incluso las expectativas poco realistas sobre el resultado.
M¨¦todos (casi) definitivos VS tendencias cambiantes
Por su parte, Bel Olid, autora de A contrapelo. Por qu¨¦ cortar el c¨ªrculo de la depilaci¨®n, sumisi¨®n y autoodio, un libro en el que aborda las contradicciones de la depilaci¨®n de la mujer y todo lo que conlleva de sumisi¨®n social, obediencia a unas normas de mercado exigentes e inseguridad personal, reflexiona acerca de si realmente la depilaci¨®n es un mandato o una libre elecci¨®n. ¡°Es dif¨ªcil afirmar que es una elecci¨®n cuando en muchos casos, no depilarse conlleva penalizaciones y depilarse, en cambio, comporta premios. Hay mujeres a las que las han echado del trabajo por no depilarse, por ejemplo. El problema no es que las modas cambien, sino la presi¨®n para seguirlas. Hay mucha presi¨®n sobre los cuerpos de las mujeres, c¨®mo deben ser, c¨®mo no, y eso es lo que debemos cambiar. Que cada cual encuentre la forma de sentirse bien sin tener que sufrir el juicio social sobre decisiones que afectan ¨²nicamente al propio cuerpo¡±, asegura.
Precisamente, uno de los motivos por los que hay quien se arrepiente de haberse depilado el pubis con l¨¢ser son los cambios en las preferencias personales o en la est¨¦tica. ¡°Creo que ahora mismo vivimos en un momento en el que hay una enorme vigilancia sobre el cuerpo de las mujeres, para que nos ajustemos a determinados patrones de belleza. Nos vemos obligadas a vigilar cada vez m¨¢s partes de nuestro cuerpo, a las que hasta entonces no se hab¨ªa prestado atenci¨®n. Las presiones est¨¦ticas ya no se sufren solo en la juventud, sino que se extienden a cada vez m¨¢s momentos de nuestras vidas (en la madurez, la vejez, la infancia, etc.). Varias acad¨¦micas feministas est¨¢n estudiando c¨®mo en la actualidad se han intensificado las presiones est¨¦ticas, un movimiento que va a acompa?ado de la necesidad de consumir nuevos productos. Y todo esto se vende con un discurso basado en la libre elecci¨®n; ya no es que tengamos que estar guapas para satisfacer la mirada masculina, sino porque lo hemos elegido nosotras¡±, comenta Irene Garc¨ªa Rubio, socia de Pandora Mirabilia, una cooperativa de trabajo formada por profesionales de la comunicaci¨®n y consultoras expertas en g¨¦nero. ¡°El discurso sobre la belleza se individualiza: parece que es cuesti¨®n de voluntad estar guapa, de curr¨¢rselo, como si el punto de partida de todas fuese el mismo o no influyesen cuestiones estructurales. Y como si decidir no seguir esas presiones est¨¦ticas, desafiar los mandatos de g¨¦nero, fuese algo f¨¢cil, como si no fuese a tener consecuencias en nuestras vidas. En el caso de la depilaci¨®n, por ejemplo, ?qu¨¦ consecuencias tiene para una mujer no ir depilada al trabajo?¡±, se pregunta.
La doctora Ana Molina, dermat¨®loga, no recomienda realizar una depilaci¨®n integral por cuesti¨®n de modas para evitar la emersi¨®n de una tendencia contraria a la previa, emergiendo entonces el arrepentimiento. ¡°Podemos si queremos seguir la moda apostar por depilaci¨®n con cuchilla o por otros m¨¦todos transitorios. Cuando depilamos el vello de forma completa y hacemos desaparecer los fol¨ªculos pilosos de forma definitiva, al haber c¨¦lulas madre, si en alg¨²n momento tenemos una cicatriz o vitiligo, vamos a necesitar de tales c¨¦lulas para regenerar mejor la piel. Por ello, corremos el riesgo de que las heridas no cicatricen bien si hemos depilado por completo el vello p¨²bico¡±, asegura. ¡°En realidad, cumple la funci¨®n de mantener la zona a un nivel adecuado de temperatura y humedad. Tambi¨¦n protege de las infecciones, por lo que la depilaci¨®n del vello genital no es m¨¢s higi¨¦nico, sino lo contrario, pues la zona queda expuesta a infecciones e irritaciones. Eso s¨ª: en realidad, el vello p¨²bico tiene un leve efecto protector de las infecciones de transmisi¨®n sexual. Ejerce de barrera, aunque no de una manera muy relevante¡±, se?ala. ¡°Si decidimos depilarlos, hay que tener cuidado con el m¨¦todo utilizado, para evitar que se enquisten, e hidratar la piel para que no se produzcan irritaciones en contacto con otras pieles. El vello sirve de barrera f¨ªsica natural contra pat¨®genos, por lo que sobre todo en el caso de las vulvas, es importante realizar los cuidados adecuados¡±, a?ade Luc¨ªa Jim¨¦nez, sex¨®loga del equipo de Diversual.
Cameron Diaz es una de las figuras p¨²blicas que m¨¢s ha defendido las bondades del vello p¨²bico, hasta el punto de que en su libro The Body Book, en el que ofrece a sus lectores consejos para ser m¨¢s felices y saludables, no duda en hablar de este peliagudo asunto. ¡°En el libro no hablo de lo que prefiero. Simplemente, asegur¨¦ que el vello p¨²bico tiene un prop¨®sito. Puedes hacer lo que quieras con ¨¦l, no me importa; puedes afeitarlo todos los d¨ªas, encerarlo todos los d¨ªas o convertirlo en un bons¨¢i. Me da igual. Tan s¨®lo dije que lo m¨¢s oportuno es que la gente considere no eliminarlo de forma permanente y para siempre mediante la depilaci¨®n l¨¢ser. Para siempre es para siempre, y cuando tomamos esas decisiones para nuestro cuerpo, tenemos que vivir con ellas hasta el final de los d¨ªas¡±, explicaba en una entrevista concedida a Metro.
Para finalizar, Bel Olid explica que no hay que juzgar las decisiones est¨¦ticas de las dem¨¢s, pues considera injusto tratar tales elecciones como cuestiones personales. ¡°La presi¨®n por tener una expresi¨®n de g¨¦nero concreta afecta a todas las personas, y en el caso de las mujeres, afecta incluso a la salud. Mi lucha no es por la libertad individual de cada cual, sino para que, colectivamente, dejemos de juzgar, controlar y avergonzar a quien muestra una est¨¦tica distinta a la propia. Me parece comprensible que haya mujeres que paguen el precio que sea (en tiempo, dinero y salud) para evitar la violencia que puede provocar no seguir los mandatos de g¨¦nero. En realidad, es contra esos mandatos contra lo que hay que luchar¡±, dice.