Ahora que puedo, ?por qu¨¦ no me apetece quedar con nadie?

En los estados de Instagram de tus amigos no haces m¨¢s que ver fotos de gente tomando tintos de verano en una terraza, unos cumpliendo a rajatabla las normas, otros quiz¨¢s no tanto. Tambi¨¦n te llegan actualizaciones del restaurante que tanto te gusta con ofertas para cenar. Adem¨¢s, tus amigos m¨¢s cercanos te han dicho que ya hay que poner fecha para veros por el barrio. La vida vuelve a una nueva normalidad, pero la verdad es que a ti no te apetece nada. O por lo menos, lo que no te apetece es retomar tu vida social tal y como era. ?Se trata de una fase transitoria de la desescalada o realment...

En los estados de Instagram de tus amigos no haces m¨¢s que ver fotos de gente tomando tintos de verano en una terraza, unos cumpliendo a rajatabla las normas, otros quiz¨¢s no tanto. Tambi¨¦n te llegan actualizaciones del restaurante que tanto te gusta con ofertas para cenar. Adem¨¢s, tus amigos m¨¢s cercanos te han dicho que ya hay que poner fecha para veros por el barrio. La vida vuelve a una nueva normalidad, pero la verdad es que a ti no te apetece nada. O por lo menos, lo que no te apetece es retomar tu vida social tal y como era. ?Se trata de una fase transitoria de la desescalada o realmente hemos cambiado?

¡°Es innegable que hemos tenido m¨¢s tiempo para pensar y, c¨®mo no, seguro que algunos hemos puesto en orden nuestras prioridades, especialmente en lo que se refiere a nuestro c¨ªrculo social¡±, aporta el psic¨®logo y director de la cl¨ªnica PSIKO Alberto ?lamo. Por todo ello, el experto apunta a que es posible que este tiempo de parada, nos lleve, en un futuro, a una nueva forma de socializar ¡°valorando mucho m¨¢s nuestro tiempo¡±.

Quitando el piloto autom¨¢tico

Viv¨ªamos deprisa. No es ning¨²n secreto. Ten¨ªamos siempre muchos planes que hacer, porque los ten¨ªa todo el mundo, porque era lo normal. Pero la crisis sanitaria nos mand¨® parar y, por una vez, nos paramos tambi¨¦n a pensar si esta forma de vivir era realmente la que quer¨ªamos.

¡°La mayor¨ªa de nuestras conductas se sustentan en los h¨¢bitos, las hacemos no porque tomemos una decisi¨®n consciente y pongamos voluntad en ello, sino porque es lo que solemos hacer y nos sale de manera autom¨¢tica, pr¨¢cticamente sin pensarlo¡±, explica el tambi¨¦n psic¨®logo Xavier Sav¨ªn.

Ahora que nos hemos dado cuenta de que estar en casa y tener tiempo a solas tiene su lado positivo, hay quien cree que necesita un cambio. ¡°Solo quienes hac¨ªan estas conductas por presi¨®n social o por costumbre, ahora podr¨¢n disfrutar de revisar sus h¨¢bitos, pero es importante no caer en alejarse de amigos y familiares por comodidad¡±, advierte el experto.

Otra cuesti¨®n es la recuperaci¨®n de ciertos valores, como los familiares. El tener padres o familiares en situaciones de riesgo nos puede llevar a priorizar relacionarnos con ellos de forma segura, y dejar de lado esa vida social que antes prioriz¨¢bamos. Sobre esta cuesti¨®n, la psic¨®loga Ana Lombard¨ªa reflexiona que ¡°para muchas personas los valores vitales han cambiado. Muchas valoran m¨¢s las relaciones familiares que antes. Otras, est¨¢n priorizando amistades que antes ten¨ªan m¨¢s dadas de lado, y les est¨¢n dedicando m¨¢s tiempo y atenci¨®n¡±.

As¨ª, la experta reconoce que, si bien no le ha pasado a todo el mundo, y hay quienes estaban deseando recuperar su c¨ªrculo social, para recuperar tambi¨¦n su bienestar emocional, otros han necesitado tirar de freno de mano. ¡°Tengo varias personas ahora mismo en la consulta a las que la cuarentena les ha servido mucho en este sentido y, ahora que ya se permite salir de forma limitada, quieren evitar volver atr¨¢s y caer en la din¨¢mica de estar haciendo planes todo el rato¡±.

Son muchos los que dicen que este periodo les ha hecho reflexionar. La cuesti¨®n es si estos cambios ser¨¢n solo algo pasajero, o si realmente conseguiremos un cambio en el largo plazo.

¡°Depende de la capacidad de reflexi¨®n y de introspecci¨®n de cada persona¡±, analiza Alberto ?lamo. ¡°Es posible que esta crisis haya supuesto una revoluci¨®n de las peque?as cosas y sepan valorar lo que tienen en el aqu¨ª y el ahora, m¨¢s que tener siempre planes o metas de futuro que, al alcanzarlas, nunca son suficientes¡±.

Para saber si esto va a ser definitivo o no, hay que tener en cuenta diferentes factores. Por ejemplo, que no hay que perder de vista que en estos momentos, en nuestras decisiones, tambi¨¦n influye el miedo al contagio. ¡°Mucha gente que ha decidido no salir, lo hace porque siente mucho miedo al contagio y ha decidido ser cauta¡±, recuerda Ana Lombard¨ªa. Una situaci¨®n que puede ser transitoria y cambiar cuando exista una mayor sensaci¨®n de seguridad.

Sin embargo, lo que parece que s¨ª puede ser a largo plazo es el cambio en nuestras relaciones con algunas personas. Y es que hay amigos que han seguido estando ah¨ª, aunque fuera virtualmente y otros, que cuando ha dejado de haber ca?as de por medio, han perdido todo el inter¨¦s por compartir con nosotros su tiempo.

¡°En los momentos de crisis tambi¨¦n nos damos cuenta de qui¨¦n est¨¢ a nuestro lado de la forma que necesitamos y qui¨¦n no. Esto puede haber hecho que recoloquemos a algunas personas en nuestra escala de prioridades¡±, lo que puede haber hecho m¨¢s peque?o nuestro c¨ªrculo social, pero tambi¨¦n nuestros compromisos.

?C¨®mo puedo gestionar ahora los planes?

Vale, queda claro que hay personas que seguir¨¢n como siempre, que otras lo har¨¢n, pero con c¨ªrculos m¨¢s reducidos de personas y que otros, aunque sea por el momento, van a seguir priorizando su tiempo a solas y en familia. ?Y todo esto c¨®mo se conjuga para entendernos y no herir sensibilidades? ?Va todo el mundo a entender que queramos cambiar nuestras rutinas?

Cuando no todos vamos al mismo ritmo, los expertos est¨¢n de acuerdo en que se pueden generar malentendidos y que es necesario saber c¨®mo enfocarlo. A este respecto, Alberto ?lamo hace referencia a una palabra fundamenta: asertividad.

¡°Entendida como aquella estrategia comunicativa que consiste en expresar lo que sentimos, tal como lo sentimos, pero de tal forma que no suponga un ataque al otro o la otra, muy diferente al estilo comunicativo pasivo y agresivo¡±. Pasando de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica, esto quiere decir que en vez de contestar un ¡°ya te he dicho que no quiero salir, no seas pesado y deja de insistir¡±, quiz¨¢s sea mejor optar por un ¡°todav¨ªa no me siento tranquilo en una terraza, pero cuando me sienta m¨¢s c¨®modo tranquilo que ser¨¢s el primero al que llame¡±.

Aunque al final, si bien cada cual llevar¨¢ su ritmo, o cambie sus prioridades, llegar¨¢ un momento en el que todos querremos retomar la vida social, de una forma u otra. Cuando llegue nuestro momento, el psic¨®logo recomienda ¡°no volver al ritmo que ten¨ªamos antes de repente, sino empezar a salir poco a poco, para ir habitu¨¢ndonos a la nueva normalidad e ir exponi¨¦ndonos poco a poco a los est¨ªmulos que nos generan ansiedad y/o miedo¡±. Todo ello teniendo en cuenta que ¡°esta vuelta a la rutina no va a ser igual a la rutina que ten¨ªamos antes, ya que a¨²n debemos cumplir con medidas de seguridad, como la distancia social, mascarilla, etc¡±. Una cuesti¨®n, que vayamos al ritmo que vayamos, y tengamos m¨¢s o menos ganas de ver a los amigos, nunca debemos dejar de tener en cuenta.