Aromas femeninos para hombres de pelo en pecho
El hombre no quiere perderse la revoluci¨®n cosm¨¦tica y su imagen es cada vez m¨¢s sofisticada. Tanto es as¨ª que hasta se atreven con notas tradicionalmente femeninas.
Es un estereotipo apolillado. Un hombre que no se perfuma y que, como mucho, usa aftershave y desodorante. ?O no? ?Sigue existiendo, pero es una especie en extinci¨®n?, avisa Javier Garc¨¦s, presidente de la Asociaci¨®n de Estudios Sociales y Psicol¨®gicos. ?Cada vez se interesan m¨¢s por su cuidado f¨ªsico y personal, y en ese apartado entra el perfume. Nuestra cultura avanza, no solo en tecnolog¨ªa, tambi¨¦n en h¨¢bitos culturales y sociales, como las fragancias, donde cada d¨ªa nos acercamos m¨¢s a los franceses. El hombre no quiere perderse la revoluci¨®n cosm¨¦tica y su imagen es cada vez m¨¢s sofist...
Es un estereotipo apolillado. Un hombre que no se perfuma y que, como mucho, usa aftershave y desodorante. ?O no? ?Sigue existiendo, pero es una especie en extinci¨®n?, avisa Javier Garc¨¦s, presidente de la Asociaci¨®n de Estudios Sociales y Psicol¨®gicos. ?Cada vez se interesan m¨¢s por su cuidado f¨ªsico y personal, y en ese apartado entra el perfume. Nuestra cultura avanza, no solo en tecnolog¨ªa, tambi¨¦n en h¨¢bitos culturales y sociales, como las fragancias, donde cada d¨ªa nos acercamos m¨¢s a los franceses. El hombre no quiere perderse la revoluci¨®n cosm¨¦tica y su imagen es cada vez m¨¢s sofisticada?, corrobora Mar¨ªa Jos¨¦ Tejeda, jefa en Madrid de Perfumer¨ªas Douglas. Tanto es as¨ª que hasta se atreven con notas tradicionalmente femeninas. ?Las flores, el almizcle y los elementos dulces como la vainilla se consideran de mujer, mientras que los amaderados, chipres o cueros ¨Cde gran car¨¢cter y densidad¨C se relacionan con los hombres?, precisa Sylvaine Delacourte, directora de Desarrollo de Perfumes de Maison Guerlain. Pero las reglas est¨¢n para romperlas. Y un batall¨®n de perfumes masculinos ¨Centre los que se encuentran One Million, Black XS, Dior Homme Intense, Amber Pour Homme Intense de Prada o Boss Bottled¨C incorporan elementos reservados tradicionalmente a las chicas. ?En la perfumer¨ªa hay ciclos. Estamos entrando en un periodo de gran libertad creativa?, opina Mar¨ªa Fanconi, directora de comunicaci¨®n de Perfumes y Dise?o.
Esta etapa responde a un cambio psicol¨®gico y generacional. El nuevo consumidor masculino solicita fragancias florales y dulces. ?Por qu¨¦? ?Han desaparecido los prejuicios. Los hombres no est¨¢n tan condicionados culturalmente. No temen parecer gais. O no les importa. Visten del color que quieren, usan los cosm¨¦ticos que les apetece y pueden oler a flores?, razona Garc¨¦s. El cambio no es casual. La publicidad ha desempe?ado un papel esencial. Las firmas, ansiosas por reclutar clientes, se han lanzado a la conquista del mercado viril, territorio bald¨ªo hace 20 a?os. Su objetivo: rentabilizar el sector. ?Para atraer ese 50% de los consumidores, se ha comunicado el siguiente mensaje: el hombre que se cuida s¨ª es masculino. En el proceso se han manipulado conceptos aparentemente contradictorios. Se han empleado los t¨®picos de la masculinidad para hablar de un hombre femenino que se cuida?, concluye.
Los metrosexuales, capitaneados por David Beckham, invadieron los 90. Hoy ya no viven solo en las grandes metr¨®polis; residen en peque?as poblaciones. El dandi narcisista es el canon. ?La frontera entre la juventud y la edad adulta se difumina cada d¨ªa m¨¢s?, asegura Carles Feix¨¤, catedr¨¢tico de Antropolog¨ªa Social de la Universidad de Lleida. Los hombres quieren ser j¨®venes eternamente. Y para conseguirlo echan mano de la cosm¨¦tica y la perfumer¨ªa. Flores como la violeta e ingredientes dulces como la canela, el chocolate o la vainilla son una buena receta: su olor recuerda a la infancia. ?Lo adolescente penetra en el mundo adulto de dos maneras: en lo existencial (somos seres precarios) y en la imagen (queremos parecer j¨®venes). El mundo se est¨¢ llenando de efebos eternos y de adolescentes de edades avanzadas?,? sentencia el soci¨®logo.
El marketing no ha inventado nada. Los varones se perfumaban tanto o m¨¢s que las mujeres. En la Grecia y la Roma cl¨¢sicas arrasaban los florales con azucenas y rosas; y en los siglos XVI, XVII y XVIII triunfaban la lila y la violeta. Pero los aromas eran cosa de arist¨®cratas. Hasta que lleg¨® Napole¨®n. El emperador, que gastaba una media de 54 botellas de colonia al mes, generaliz¨® su uso. Alentaba a sus tropas a perfumarse. Espa?a se perdi¨® la revoluci¨®n. El macho ib¨¦rico ha sido casi siempre la norma. La tradici¨®n perfumista no es tan fuerte como en Italia o Francia. Pero las cosas est¨¢n cambiando: el sector crece en Espa?a un 8% anual, seg¨²n un estudio de TNS para L¡¯Or¨¦al.?
Los aromas tambi¨¦n responden a gustos locales. ?La lavanda es femenina en Brasil, pero masculina en Europa. En Oriente Medio, los amaderados son femeninos y los florales, masculinos. Justo lo contrario que en Occidente?, afirma Emilie Copperman, la perfumista de 212 Vip Men. A los creadores les trae al fresco las distinciones convencionales. ?Un perfume no tiene nada que ver con el sexo, el color de la piel, el cabello o la edad. Una fragancia es sentimiento. O te emociona o no te emociona. Eso es todo?, razona Delacourte. Y a?ade: ?No se me ocurre una buena raz¨®n por que los hombres no deban perfumarse con flores, ?les encantan!?. De hecho, la mayor¨ªa de los perfumistas son hombres. Fran?ois Demachy, de Dior, es uno de los m¨¢s reputados. ?Las flores son las notas m¨¢s interesantes, son el lado rom¨¢ntico de mi profesi¨®n?, opina.
Los heterosexuales se sienten cada vez m¨¢s c¨®modos con la cultura homosexual y no temen resaltar su sensibilidad, seg¨²n un estudio de Euro RSCG Worldwide. ?Existe una feminizaci¨®n de la cultura masculina y una masculinizaci¨®n de la femenina. Los roles sexuales est¨¢n cambiando y existe una transexualizaci¨®n en la vestimenta y la est¨¦tica. La cultura gay, antes marginal y fronteriza, es hoy un modelo?, opina Feix¨¤.
La primera piedra en ese cambio de roles la puso CK One en 1994. Este jugo de violetas, rosas, jazm¨ªn, almizcle, cardamomo y papaya lo cambi¨® todo. Le dio a los 90 una fragancia asexual y ambigua, el primer aroma unisex. Bulgari ya contaba entonces con uno (Eau Parfum¨¦e), pero no os¨® etiquetarlo como tal. Estaba bien visto que las mujeres usaran fragancias de hombre, pero no lo opuesto. CK One invit¨® a hombres y a mujeres a perfumarse con lo mismo. Supuso un cambio de mentalidad. Sent¨® el precedente y abri¨® la veda a aromas como Gaultier Puissance Deux y Santal de Creed. Pero los unisex tienen truco. ?Su matiz marino y a¨¦reo es muy fresco y los convierte en neutrales?, explica Jean Jacques, creador de perfumes como Angel Schlesser So Essential. Es decir, en los 90 el hombre no se atrev¨ªa todav¨ªa con las flores. O s¨ª: ?Aromas florales para chico ha habido siempre, pero ellos no lo sab¨ªan. Y muchos siguen sin saberlo?.
Esta no es una ¨¦poca de aromas unisex. Ante la avalancha del gran consumo, se busca lo exclusivo. No se trata de encontrar el olor perfecto, sino de hallar el aura ideal y destacar. Por eso, los hombres optan por femeninas. ?Con la crisis, el cliente piensa ¡°si me gasto dinero, que sea en un aroma que no use nadie¡±?, dicen desde la consultora NPD. El cliente no se pliega a la dictadura del sexo. ?Un caballero me pidi¨® una fragancia femenina. Cuando iba a envolv¨¦rsela, me dijo que no lo hiciera, que era para ¨¦l. La usaba desde hac¨ªa cuatro a?os y no hab¨ªa encontrado nada mejor. Me permit¨ª el lujo de recomendarle una similar, tambi¨¦n de se?ora, y se llev¨® las dos. Era Light Blue de Dolce?&?Gabbana, muy fresca, muy de chica. Y por cierto, no era gay?, relata Tejeda, de Douglas.
Jo Malone ha encontrado su espacio en el cambio de paradigma. ?En lo que respecta a los perfumes, los gustos han cambiado?, se?ala Lucy Perdomo-Ruehlemann, vicepresidenta de marketing internacional de la firma londinense. ?Nuestras colonias se inscriben en la cultura mediterr¨¢nea, donde hombres y mujeres se refrescan con fragancias para sentirse mejor?, comenta Christine Nagel, perfumista de la firma. Sus creaciones ¨Cen sencillos frascos de l¨ªneas puras¨C no son unisex, masculinas ni femeninas. Pasar¨ªan por botellas de whisky premium. Gustan independientemente del sexo. Otras marcas como Fresh ¨Cparte de LVMH¨C, la estadounidense Creed y Bond n??9 juegan en la misma liga. Sus botes son elegantes; sus notas, secas y vigorizantes. Esta nueva categor¨ªa ya no es tan nicho: representa el 20% del total, seg¨²n NPD.