Una gelatina roja apestosa para soldados y la ¡®ni?a anuncio¡¯ con el trasero blanco: as¨ª se invent¨® el protector solar
Para llegar al d¨ªa de hoy el fotoprotector ha tenido que superar una Guerra Mundial, la llegada del bikini y el furor por un bronceado a cualquier precio.
En 1929 la edici¨®n estadounidense de la revista Vogue publicaba que el ¡°sunburn movement¡±, o lo que es lo mismo, la infinidad de quemaduras solares por la nueva fiebre del bronceado, hab¨ªa dado lugar al surgimiento de una industria completamente nueva, que inclu¨ªa trajes de ba?o, cosm¨¦ticos y ropa dise?ada con el prop¨®sito de adquirir o mostrar ese tono canela en la piel que tanto costaba conseguir. Lo cierto es que en aquel momento, broncearse era toda una revoluci¨®n social.
Se suele decir que ...
En 1929 la edici¨®n estadounidense de la revista Vogue publicaba que el ¡°sunburn movement¡±, o lo que es lo mismo, la infinidad de quemaduras solares por la nueva fiebre del bronceado, hab¨ªa dado lugar al surgimiento de una industria completamente nueva, que inclu¨ªa trajes de ba?o, cosm¨¦ticos y ropa dise?ada con el prop¨®sito de adquirir o mostrar ese tono canela en la piel que tanto costaba conseguir. Lo cierto es que en aquel momento, broncearse era toda una revoluci¨®n social.
Se suele decir que fue Chanel quien invent¨® el deseo por tomar el sol. No la marca, sino la dise?adora, favorecedoramente tostada a su llegada a Par¨ªs despu¨¦s de unas vacaciones con el duque de Westminster por la riviera francesa en los a?os 20. En el fondo, la historia del bronceado es a la vez una revoluci¨®n cultural y una se?a de libertad sin precedentes. Por primera vez era posible exponerse al sol no por obligaci¨®n, sino por elecci¨®n. Por puro placer. La idea del bronceado como deleite se expandi¨® por la sociedad al mismo tiempo que lo hac¨ªa su mentalidad. En menos de una d¨¦cada se pas¨® de desterrar la piel bronceada a glorificarla, un cambio que no solo habla de fascinaci¨®n por una tez m¨¢s oscura, sino que es testimonio de otro cambio m¨¢s profundo en la sociedad, con la mujer en el centro. Mientras se iba acortando su ropa y liberando su papel, se iba acentuando su moreno. En el momento en el que el bikini hizo su aparici¨®n (en 1946, un esc¨¢ndalo dise?ado por un franc¨¦s, como no pod¨ªa ser de otra forma: Louis Reard) el acto de tomar el sol dio un salto de gigante.
Una piel bronceada empez¨® a considerarse una piel con ¨¦xito. La de alguien que viaja, que disfruta de vacaciones y de la vida: alguien que tiene tiempo y dinero para dorarse. El sue?o de la clase media, sublimado en el ideal americano, exig¨ªa casa con piscina y una piel tostada por el sol.
Fue precisamente entonces cuando se invent¨® el protector solar, pero su origen nada tuvo que ver con esta postal de verano. Quiz¨¢ por ello, tardar¨ªa d¨¦cadas en asentarse. Durante la II Guerra Mundial, un farmac¨¦utico de Miami llamado Bejamin Green (que serv¨ªa como piloto) quer¨ªa encontrar una forma para evitar quemarse con el sol, tanto ¨¦l como sus compa?eros soldados. Prob¨® una gelatina roja bastante grasa, llamada vaselina veterinaria, formulada con parafina (extra¨ªda del petr¨®leo) y vio que creaba una fina capa que proteg¨ªa la piel. Pero ten¨ªa una textura demasiado espesa y ol¨ªa mal, as¨ª que unos a?os despu¨¦s de la guerra, agreg¨® un poco de aceite de coco y manteca de cacao para hacerla m¨¢s agradable. La farmac¨¦utica Merck&Co. compr¨® la patente de aquel rudimentario protector solar y as¨ª se lleg¨® a la f¨®rmula de la loci¨®n bronceadora Coppertone, que lleg¨® al mercado en 1944 como un producto que proteg¨ªa del sol y aceleraba el bronceado. El producto se hizo archifamoso en los 50, con el anuncio de la ni?a Coppertone, una peque?a rubia a la que un cachorro de Cocker Spaniel, jugando, le bajaba de un mordisco el ba?ador, revelando un trasero m¨¢s claro que el resto del cuerpo. El logotipo de la marca se redise?¨® en numerosas ocasiones (en los ¨²ltimos a?os, siendo menos revelador respecto a la peque?a) y el anuncio se reinterpret varias veces: de hecho, fue el primer papel en la pantalla de la actriz Jodie Foster, con tan solo tres a?os.
Seg¨²n avanzaba la pasi¨®n por el bronceado, la publicidad de las lociones solares se volvi¨® m¨¢s sugerente y m¨¢s directa. Aquella ni?a dio paso a estrellas del cine como Sharon Tate, Elke Sommer, Mitzi Gaynor o Julie Newmat como imagen del moreno sexy y perfecto. Y aunque Coppertone, Sea&Ski o Nivea mencionaban que sus cremas proteg¨ªan del sol, en realidad el foco estaba en el irresistible hedonismo que desprend¨ªan sus im¨¢genes. Algo que retrat¨® a la perfecci¨®n en aquella d¨¦cada el c¨¦lebre fot¨®grafo Slim Aarons, con sus fotos de ricos y fiestas alrededor de sus majestuosas piscinas, que se publicaban en revistas como Town&Country.
Con los 60 lleg¨® el apogeo de la cultura de playa y moreno, gracias al fen¨®meno del surf en California, y de otros hitos de la cultura popular, como el impresionante bikini-body de Ursula Andress en El mundo contra el Dr. No, o la primera edici¨®n de trajes de ba?o de la revista Sports Illustrated, que empez¨® a venderse en los meses de invierno como una escapada mental al verano. La modelo alemana Babette March fue su primera estrella de portada, en 1964, y afianz¨® el mito de la belleza dorada por el sol. Mujeres de todo el mundo comenzaron a probar m¨¦todos nuevos y creativos para obtener el bronceado perfecto, uniforme y, sobre todo, oscuro.
As¨ª, los a?os 60 se convirtieron en la d¨¦cada del cuanto m¨¢s moreno, mejor. El bikini logr¨® un notable grado de aceptaci¨®n social, lo que dio alas al destape bajo el sol. Tambi¨¦n en el 64 la revista Mademoiselle public¨® un art¨ªculo sobre el m¨¦thode rotisserie, lo que traducido ser¨ªa el ¡°m¨¦todo de asado¡±: consist¨ªa en cambiar la posici¨®n del sol regularmente para obtener un bronceado uniforme en todo el cuerpo, con un temporizador. Sus arriesgados consejos inclu¨ªan ideas como doblar el tiempo de exposici¨®n solar en los d¨ªas nublados, utilizar reflectantes de luz para acelerar el proceso en la cara, o emplear protecci¨®n solamente en el rostro y escote (en las piernas recomendaban usar solamente un lubricante). Otros ins¨®litos remedios de los que hay hemeroteca inclu¨ªan utilizar aceite para beb¨¦s sobre la piel o frotar yodo por el cuerpo. Y m¨¢s a¨²n: en 1969 se invent¨® el traje de ba?o de tela bronceadora, que conten¨ªa miles de agujeritos que permit¨ªan que un tercio de los rayos solares UV traspasaran el tejido (como si fuera una prenda con tan solo SPF 3). M¨¢s moreno, m¨¢s oscuro, m¨¢s r¨¢pido. Esta no era una d¨¦cada para hablar de proteger la piel.
El impulso definitivo al moreno a toda costa vino con la aceptaci¨®n social del bikini, que se consolid¨® en esta d¨¦cada y que se fue volviendo cada vez m¨¢s peque?o seg¨²n avanzaban los veranos, hasta llegar al brasile?o bikini de hilo o tanga escotado, que exig¨ªa nuevas cotas de bronceado. El aceite Johnson¡¯s se comenz¨® a popularizar como acelerador y no fue hasta 1978 cuando la FDA aprob¨® los componentes de los protectores solares seguros y efectivos para proteger la piel de las quemaduras, prevenir el c¨¢ncer y prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Fue una d¨¦cada en la que el melanoma tuvo un fuerte impacto en las personas.
En los 80, 90 y primeros 2000, el bronceado alcanz¨® su punto culminante, con la euforia de los autobronceadores y las camas solares, pero la cuesti¨®n de la protecci¨®n de la piel comenz¨® a subir entre las prioridades de la gente. Nuevas investigaciones, nuevas f¨®rmulas y nuevos espectros de protecci¨®n SPF pudieron asegurar, por fin, un bronceado seguro.
?Qu¨¦ es el SPF?
El Factor de Protecci¨®n Solar (SPF por sus siglas en ingl¨¦s) es un ¨ªndice que indica cu¨¢nto aumenta la cantidad de tiempo que podemos exponer la piel a la radiaci¨®n solar sin que se enrojezca.?As¨ª, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse tras 10 minutos al sol, tardar¨ªa 15 veces ese tiempo con un SPF 15 (150 minutos), tal y como se explica en este art¨ªculo de la marca Amapola Bio Cosmetics. ¡°Mientras que los filtros f¨ªsicos (normalmente de origen mineral) crean una pel¨ªcula en la piel que refleja los rayos solares, los qu¨ªmicos penetran en el tejido y crean una reacci¨®n que es la que crea la capacidad protectora, transformando la energ¨ªa solar en calor para que no sea tan nociva¡±, explica Estefan¨ªa Nieto, directora t¨¦cnica de Omorovicza. Hay muchas marcas que en sus productos de protecci¨®n solar combinan los filtros f¨ªsicos con los qu¨ªmicos e, incluso, a?aden a las f¨®rmulas ingredientes que refuerzan la funci¨®n antioxidante de la piel para, en conjunto, crear una protecci¨®n lo m¨¢s completa posible de la piel.
Muchos filtros qu¨ªmicos tienen mala fama puesto que hay un largo recorrido de? marcas que usaban principios t¨®xicos para la piel o con cierta inestabilidad, ¡°pero esto nada tiene que ver con los filtros de ¨²ltima generaci¨®n que usan la mayor¨ªa marcas actualmente de manera responsable. No tiene sentido vender un filtro que proteja la piel y que, a la vez, sea t¨®xico. Ser¨ªa como matar el hambre con m¨¢s hambre¡±, comenta Valeria Navarro, directora t¨¦cnica de Boutijour.
Los dermat¨®logos aconsejan siempre elegir un protector solar de amplio espectro, que proteja contra los rayos ultravioletas UVA (capaces de atravesar la epidermis hasta capas profundas de la piel y causantes del bronceado, pero tambi¨¦n del fotoenvejecimiento y el da?o solar) y UVB (que solo llegan a la dermis, pero que provocan las quemaduras cut¨¢neas). Afortunadamente, en los ¨²ltimos a?os, el mito de que no es posible broncearse con un factor de alta protecci¨®n ha sido ya derribado. No es que no te pongas moreno, es que no te quemas.
Otra de las recomendaciones m¨¦dicas m¨¢s extendidas es la de replicar el SPF cada dos horas. Primero, porque la capacidad del filtro se ve reducida por factores externos, como el agua (en tiempos de piscina o playa) o el propio sudor, derivando en una menor cantidad disponible de la que inicialmente hab¨ªamos aplicado, pero, adem¨¢s, Elisabeth San Gregorio, directora t¨¦cnica de Medik8, a?ade que ¡°el tiempo medio de m¨¢xima eficacia de un filtro est¨¢ en torno a las dos horas de vida, por eso es tan importante reaplicarlo pasado este tiempo. De hecho, hay muchos filtros solares que son inestables tras una hora de exposici¨®n al sol, como la oxibenzona, por ejemplo, cada vez menos presente en estos productos por la poca calidad que ofrece y sus efectos nocivos¡±.
Los protectores solares de ¨²ltima generaci¨®n
El hidroaceite que broncea m¨¢s (y protege bien): HydroOil, de ISDIN.
Este fotoprotector corporal tiene una textura bif¨¢sica: se trata de una loci¨®n oleoacuosa, hidratante y de secado inmediato, con una alta protecci¨®n UVB/UVA SPF30 que broncea un 43% m¨¢s la piel gracias a su contenido en Pro-Melanin Technology fomentando las defensas naturales contra la radiaci¨®n UV. Adem¨¢s, es apto para pieles at¨®picas y sensibles, y su f¨®rmula es Sea Friendly, formulaci¨®n donde la mayor¨ªa de sus ingredientes son biodegradables y/o inorg¨¢nicos. Para su correcta aplicaci¨®n, hay que agitar el producto 5 segundos y asegurar que el producto se ha mezclado correctamente antes de cualquier aplicaci¨®n.
El facial con color: Repaskin Tacto Seda, de Sesderma.
Este fotoprotector con SPF 50 es diferente a los dem¨¢s porque deja un acabado aterciopelado y mate muy diferente a las cremas convencionales. Tiene una textura asiliconada que permite una absorci¨®n inmediata y los pigmentos de su composici¨®n evitan los residuos blanquecinos unificando el tono y dejando un efecto mate sobre la piel que gana un ligero tono de color. Su f¨®rmula contiene filtros quimicos solares, enzimas reparadoras y antioxidantes que previenen el fotoenvejecimiento y el da?o celular.
La bruma que no contamina el mar: Cooling Mist SPF 50+, de Montibello.
Esta bruma corporal de protecci¨®n muy alta es f¨¢cil de aplicar y se absorbe r¨¢pidamente, pero lo que la hace especial es que, al igual que la gama Sunage de la marca, ha sido concebida para minimizar el impacto en el entorno marino, ya que los filtros ultravioletas convencionales pueden estar asociados a cierta contaminaci¨®n marina por el producto que se diluye en el agua cuando nos ba?amos. En la marca evitan esto con una selecci¨®n de seis filtros solares no hidrosolubles, con biodegradabilidad comprobada, que cubren un amplio espectro de protecci¨®n, y creando productos libres de siliconas, con perfil bioacumulativo muy elevado en el medio marino.
El spray vegano: Solar Spray, de Respire.
Este protector solar para cara y cuerpo contiene un 98% de ingredientes naturales, filtros 100% minerales, sin siliconas ni nanopart¨ªculas y viene en un envase 100% reciclado. Existe con dos factores de protecci¨®n, SPF 30 y SPF 50, y solo est¨¢ disponible en Sephora.
El protector de filtro mineral antienvejecimiento: Mineral UV Shield SPF 30, de Omorovicza.
Enriquecido con Vitamina C (un poderoso antioxidante) y ¨¢cido hialur¨®nico (con alta capacidad hidratante), no solo funciona como tratamiento antienvejecimiento de la piel sino que adem¨¢s ofrece una protecci¨®n de amplio espectro UVA/UVB con SPF 30.
La loci¨®n anti arena: Leche solar hidratante Golden Caresse SPF50, de Germaine de Capuccini.
Esta leche solar fundente protege frente a los rayos UVA/UVB, es muy hidratante pero adem¨¢s est¨¢ formulada con una tecnolog¨ªa anti-arena que aporta un acabado sedoso y de tacto seco que desliza la arena disminuyendo su adhesi¨®n.