El fitness se pone tut¨²

La clase empieza con unos pli¨¦s al ritmo de Depeche Mode. Tiene pinta de ser pan comido. Minutos despu¨¦s, la din¨¢mica se intensifica. Las posturas de yoga desembocan en flexiones y las abdominales se enlazan con pasos de danza. Entre las asistentes se escuchan quejidos ¡°?Pensad en el bikini!¡± anima Nathalie, una instructora con aire de primera bailarina, peinado de Cleopatra y energ¨ªa inagotable. Pero lo ¨²nico que viene a la cabeza es un sill¨®n para tumbarse. Tres cuartos de hora y varios temas de Britney y Yeah Yeah Yeahs despu¨¦s, duelen m¨²sculos hasta entonces desconocidos.
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La clase empieza con unos pli¨¦s al ritmo de Depeche Mode. Tiene pinta de ser pan comido. Minutos despu¨¦s, la din¨¢mica se intensifica. Las posturas de yoga desembocan en flexiones y las abdominales se enlazan con pasos de danza. Entre las asistentes se escuchan quejidos ¡°?Pensad en el bikini!¡± anima Nathalie, una instructora con aire de primera bailarina, peinado de Cleopatra y energ¨ªa inagotable. Pero lo ¨²nico que viene a la cabeza es un sill¨®n para tumbarse. Tres cuartos de hora y varios temas de Britney y Yeah Yeah Yeahs despu¨¦s, duelen m¨²sculos hasta entonces desconocidos.

Estamos en una de las clases de Frame, un gimnasio londinense que ha creado un m¨¦todo propio para estar en forma. Pip Black y Joan Murphy de 29 y 31 a?os lo fundaron hace tres a?os, importando a la capital brit¨¢nica las clases de ballet-fitness que probaron en Nueva York. Con varias opciones de pago, ausencia de bicicletas est¨¢ticas, clases de tributo a Jane Fonda o de baile de v¨ªdeos musicales, Frame pretende acercarse a un p¨²blico que normalmente no se siente atra¨ªdo por los gimnasios tradicionales.

¡°Quer¨ªamos un m¨¦todo que ofreciese resultados pero que no implicase saltar a lo loco. Tambi¨¦n ¨¦ramos conscientes de que las clases de Pilates eran muy populares pero sol¨ªan tener un aforo reducido y un precio inaccesible para muchos. Decidimos mezclar movimientos del Pilates cl¨¢sico y el calentamiento de ballet con una banda sonora animada y contempor¨¢nea" comenta Black "A la mayor¨ªa de las chicas no les gusta aumentar el volumen muscular. Nuestro m¨¦todo est¨¢ pensado para alargar las extremidades y mejorar la postura. Se basa en estiramientos y el trabajo en m¨²sculos m¨¢s peque?os y accesorios. En las clases con barra, los cu¨¢driceps o la parte interior de los muslos terminan casi ardiendo.¡±

El m¨¦todo, que ha seducido a famosas como Drew Barrymore o Dita Von Teese promete trabajar el cuerpo entero durante una sola clase.¡± Los ejercicios tonifican los m¨²sculos hasta el punto de fatiga y cada una de las cinco secciones termina con un profundo estiramiento¡± explica Pip Black. Seg¨²n una de las profesoras, las partes del cuerpo que cambian m¨¢s r¨¢pidamente son los brazos y el est¨®mago.

Ev Sekkides

El acercamiento al ejercicio f¨ªsico de Frame coincide con una corriente que busca una musculaci¨®n menos abultada y obvia. Que valora m¨¢s una buena postura que un b¨ªceps a la vista. Y que, como demuestran los v¨ªdeos del New York City Ballet o las clases online de Ballet Beautiful, mira m¨¢s de cerca a los ensayos de compa?¨ªa de baile que a las salas de pesas.

¡°La pel¨ªcula El cisne negro dio un empuj¨®n¡± admite Black. Es evidente que llama la idea de imitar una profesional del ballet salt¨¢ndose la faceta m¨¢s dura del entrenamiento. Pero podr¨ªa decirse que parte de esta tendencia se desencaden¨® conTracy Anderson, una ex bailarina que asegura que puede transformar el cuerpo mediante una (larga) serie de ejercicios.

Gyneth Paltrow se la recomend¨® a Madonna en 2006. La entrenadora hizo que Paltrow abandonara sus sesiones de yoga y suaviz¨® los brazos de estibadora que por entonces luc¨ªa la ambici¨®n rubia. Madonna y Anderson ya no se hablan pero la entrenadora ahora dirige un gran negocio (del que Gwyneth Paltrow es socia) que se compone de varios gimnasios, v¨ªdeos de fitness y fans famosas como Shakira o Pen¨¦lope Cruz entre otras. Para mantener los resultados, Anderson recomienda practicar seis d¨ªas a la semana durante al menos una hora. Una din¨¢mica que no resulta muy realista para la vida fuera de la alfombra roja.