?Est¨¢ justificada la guerra contra los deberes?
Algunos padres se han organizado para protestar por el exceso de tareas que los ni?os deben realizar en casa. ?Tiene sentido est¨¢ revuelta?
Los padres se han puesto en huelga contra los deberes, ya hab¨ªan existido otras iniciativas al respecto, pero es la primera vez que se realiza una huelga propiamente dicha, que pretende extenderse durante todos los fines de semana del mes de noviembre, pese a no saber cu¨¢l va a ser el seguimiento de la misma.
No hace falta conocer toda la argumentaci¨®n, todos sabemos que uno de los principales problemas es el tiempo que toma hacer los mismos, que en Espa?a, seg¨²n datos de ...
Los padres se han puesto en huelga contra los deberes, ya hab¨ªan existido otras iniciativas al respecto, pero es la primera vez que se realiza una huelga propiamente dicha, que pretende extenderse durante todos los fines de semana del mes de noviembre, pese a no saber cu¨¢l va a ser el seguimiento de la misma.
No hace falta conocer toda la argumentaci¨®n, todos sabemos que uno de los principales problemas es el tiempo que toma hacer los mismos, que en Espa?a, seg¨²n datos de OCDE es bastante superior a la media europea.
Algo as¨ª como si despu¨¦s de haber cumplido con nuestro horario en la oficina, nuestro jefe nos mandase obligaciones extra para seguir en casa y de paso, tambi¨¦n, los fines de semana (momento especialmente reivindicado por los padres de los alumnos). Por l¨®gica, el cansancio acumulado y la falta de desconexi¨®n nos har¨ªan rendir menos en nuestro puesto de trabajo y bajar nuestros niveles de productividad en el largo plazo. A los ni?os les pasa lo mismo.
?Hacen falta los deberes?
Ante esta disyuntiva, la primera pregunta a plantearse es s¨ª los deberes son realmente necesarios, puesto que si bien se entiende que los ni?os necesitan reforzar lo aprendido en clase, no todos los maestros est¨¢n de acuerdo en que los deberes sean la forma m¨¢s correcta de hacerlo. Es el caso del maestro C¨¦sar Bona, que se volvi¨® medi¨¢tico con la publicaci¨®n de su libro La nueva educaci¨®n, y que ahora estrena nueva publicaci¨®n. El experto explica que la existencia de los deberes se justifica en que ¡°hay que repasar lo que se ha hecho en ese d¨ªa¡±, sin embargo ¡°el problema es que muchas veces lo que no se tiene es un h¨¢bito de estudio¡±. De esta forma el maestro apuesta por un cambio en la din¨¢mica extraescolar en la que ¡°los ni?os conforme crezcan se vayan haciendo aut¨®nomos y responsabiliz¨¢ndose de lo que tienen que estudiar. Se sigue buscando solo la respuesta de los ni?os, pero no del proceso, cuando es importante que los alumnos tengan tiempo de reflexionar y de ver c¨®mo se hacen las cosas¡±. Y es que, como recuerda el experto, si los ni?os tienen muchos deberes, lo que tampoco tienen es tiempo para estudiar y repasar la lecci¨®n propiamente dicha.
El tambi¨¦n maestro y bloguero Manuel Velasco est¨¢ de acuerdo en que los deberes ¡°no son la forma adecuada para que los alumnos adquieran una rutina de estudio¡±, entendiendo que estos deber¨ªan ser ¡°algo que puede complementar el trabajo del aula de forma puntual y bien guiada. No se trata de mandar por mandar o de crear un h¨¢bito¡±.
Si bien parece que hay acuerdo en que hay otras formas de motivar el aprendizaje fuera del aula, Leticia Fern¨¢ndez, maestra especialista en Pedagog¨ªa Terap¨¦utica en Avanza con PIMILE recuerda que ¡°aunque en nuestro gabinete defendemos que haya otro tipo de deberes diferentes a los actuales, tambi¨¦n hay ciertos beneficios¡±. As¨ª, hay que tener en cuenta que los deberes ¡°ayudan a motivar la investigaci¨®n y consulta al realizar las actividades; contribuyen a capacitar para la planificaci¨®n y la organizaci¨®n del trabajo, ya sea individual o en equipo; adem¨¢s de que ayudan y favorecen la adquisici¨®n de auto instrucciones¡±.
Un mejor reparto del tiempo
Parece que el ideal pasa porque haya menos deberes o que estos fueran de otro tipo. Si bien un cambio en la metodolog¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil a plantear en el corto plazo, lo que s¨ª parece m¨¢s l¨®gico es racionalizar la cantidad y el tiempo que se invierte en las tareas extraescolares, como se han planteado ya algunas Comunidades Aut¨®nomas. Todo ello para distribuir mejor el tiempo que ocupan los deberes en el d¨ªa a d¨ªa de los ni?os, para que al menos no sigan haciendo tareas hasta la hora de acostarse.
Desde PIMILE, aclaran que ¡°los tiempos de deberes y estudio dependen de la edad de los ni?os¡±. Centr¨¢ndonos en Educaci¨®n Primaria, en l¨ªneas generales, cabr¨ªa hablar de ¡°unos 45 minutos para el primer ciclo, para escribir con buena letra, presentar limpios los deberes, leer con calma, etc.¡±; entre una hora y hora media en el segundo ciclo, donde tienen un h¨¢bito de estudio m¨¢s o menos de base y empiezan a tener contenidos m¨¢s densos en las materias educativas; y cerca de las dos horas en el ¨²ltimo ciclo de primaria, para repasar contenidos y llevar al d¨ªa cuadernos y trabajos¡±. Todo ello, seg¨²n la experta, ¡°teniendo en cuenta que cada ni?o es un mundo y lleva un ritmo¡±, de forma que se trata de unas l¨ªneas generales para entender que dedicar toda la tarde a hacer deberes resulta contraproducente, ¡°que solo consigue alumnos desmotivados cada vez m¨¢s j¨®venes¡±.
El problema est¨¢ en que la cantidad de deberes que se manda para casa, no coincide por norma general con estos tiempos. Uno de los motivos, seg¨²n C¨¦sar Bona, es que ¡°cada ni?o puede tener 5 o 6 maestros y si cada uno manda sus deberes, aunque cada uno mande poco, se acumulan, por eso es tan importante la comunicaci¨®n entre los profesores¡±. Igualmente, el tiempo tambi¨¦n depende de cada una de las materias, aunque seg¨²n Manuel Velasco ¡°la diferencia radica m¨¢s en cada persona, no en las materias en s¨ª. Cada uno tenemos algo en lo que destacamos y algo que se nos da peor, por ello no podemos dedicarle el mismo tiempo a dos materias totalmente diferentes que suscitan en nuestro interior emociones opuestas¡±, o dedicar el mismo tiempo a repasar algo en lo que tenemos una dificultad, que el que dedicamos a algo que ya dominamos.
?Y las clases extraescolares?
Seg¨²n el informe Creciendo en desigualdad: diferencias socioecon¨®micas y de g¨¦nero en la salud y el bienestar de los j¨®venes de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud los ni?os espa?oles son de los que m¨¢s sobrecarga de trabajo extraescolar tienen, en l¨ªneas generales.
Porque quiz¨¢s el problema de la sobrecarga de trabajo y estr¨¦s en los ni?os, no provenga ¨²nicamente del exceso de deberes, tambi¨¦n del aumento de actividades extraescolares. Algo que responde, como es l¨®gico, a los complicados horarios de los padres y a las dificultades de conciliaci¨®n familiar, pero que se traducen en una nueva disminuci¨®n del tiempo de ocio de los ni?os. Y es que muchas veces la hora de llegar a casa y empezar a hacer los deberes, es ya casi la hora de la cena.
Como explicita C¨¦sar Bona ¡°demasiadas extraescolares y demasiados deberes hacen que los ni?os pierdan la infancia. Al igual que es importante la comunicaci¨®n entre maestros, el di¨¢logo entre maestros y familias es fundamental para todo, no solo para los deberes. Pero muchas veces se echan piedras desde ambos lados y no se ponen de acuerdo, cuando ambos quieren lo mejor para los ni?os.¡±. Por eso es importante tener en cuenta el tiempo que ocupamos en la agenda de los ni?os, tanto desde la escuela, como desde casa.
En este sentido, Manuel Velasco apuesta por aprovechar el tiempo de padres e hijos para seguir educando, pero de otra manera. ¡°Los deberes pueden ser interactivos y utilizar formatos digitales, pero tambi¨¦n pueden ser anal¨®gicos y hacer una ruta por el monte para distinguir las clases de plantas, o visitar un museo para diferenciar las etapas de la historia art¨ªstica de nuestro pa¨ªs¡±. As¨ª, como conclusi¨®n el experto recuerda que ¡°los ni?os deber¨ªan tener todo el tiempo de ocio que necesiten para ser felices. Necesitamos alumnos felices para que est¨¦n motivados. Alumnos que disfruten de su vida fuera del aula, para que el tiempo dentro de ella sea de m¨¢ximo aprovechamiento¡±.