La peligrosa moda de maquillarse con rotuladores del cole
L¨¢pices, ceras y no cosm¨¦ticos, precisamente, son los ¨²ltimos utensilios en inventos de belleza dom¨¦stica. Una tendencia no exenta de riesgos.
Hagan la prueba: busquen en Internet un tutorial para hacer algo estramb¨®tico. Probablemente a alguien ya se le habr¨¢ ocurrido la misma idea, la habr¨¢ grabado y su v¨ªdeo tendr¨¢ multitud de pulgares hacia arriba. ?Qu¨¦ tal perfilarse los ojos con l¨¢pices de colegiales? O, mejor a¨²n, ?c¨®mo cocinar unos labiales caseros a partir de ceras escolares? ?Suena extra?o? Pues es real como la vida misma. La materia prima favorita son las distintas gamas de productos Crayola. Una centenaria compa?¨ªa que se enorgullece en ser pionera en la...
Hagan la prueba: busquen en Internet un tutorial para hacer algo estramb¨®tico. Probablemente a alguien ya se le habr¨¢ ocurrido la misma idea, la habr¨¢ grabado y su v¨ªdeo tendr¨¢ multitud de pulgares hacia arriba. ?Qu¨¦ tal perfilarse los ojos con l¨¢pices de colegiales? O, mejor a¨²n, ?c¨®mo cocinar unos labiales caseros a partir de ceras escolares? ?Suena extra?o? Pues es real como la vida misma. La materia prima favorita son las distintas gamas de productos Crayola. Una centenaria compa?¨ªa que se enorgullece en ser pionera en la fabricaci¨®n de pinturas no t¨®xicas para ni?os. Y con esto se entiende que no irritan sus tiernas manos, ni sus v¨ªas respiratorias y que, en el caso de chuparlas, tampoco son venenosas. Y hasta ah¨ª.
Esa falta de toxicidad da alas a los alquimistas de la nueva centuria para insuflarles una nueva vida metamorfoseados en cosm¨¦ticos caseros. Las alarmas se han disparado en la tranquila empresa hasta el punto de hacer p¨²blico un comunicado desincentivando esta moda. ¡°Aunque nuestros productos no son t¨®xicos, no los recomendamos para fabricar barras de labios, eyeliners o cualquier otro tipo de producto para maquillaje. De hecho, estamos en contra de que se usen con este prop¨®sito. No est¨¢n dise?ados, ni testados ni aprobados para este uso¡±, afirman rotundamente. La advertencia, sin embargo, cae en saco roto. Por citar un ejemplo: el tutorial de Madisratt mostrando paso a paso c¨®mo hacer labiales a partir de estas ceras a?adiendo un chorrito de aceite de coco supera ya los tres millones de visitas.? Para que nos hagamos a la idea de hasta d¨®nde llega el asunto: hay v¨ªdeos en Youtube del c¨¦lebre Le¨®n Come Gamba de Masterchef que apenas llegan a las 120.000 visitas:
Los ap¨®stoles de esta tendencia la justifican de entrada por motivos econ¨®micos. Por unos 10 euros se puede comprar una caja de 120 pinturas. Un precio sensiblemente m¨¢s bajo que el que costar¨ªa hacerse con id¨¦ntico n¨²mero de labiales. Eso sin contar con que hay colores que rara vez se fabrican para maquillar la sonrisa, como un verde c¨¦sped o un azul turquesa. El siguiente argumento de peso es que las barras de labios convencionales llevan cera, pigmentos, ingredientes hidratantes y conservantes. Las pinturas de Crayola ya llevan cera y pigmento. Basta con completar la receta a?adiendo alg¨²n emoliente al gusto, l¨¦ase aceites o manteca. ?Y el conservante? Ellas lo dejan en la nevera. Queda una ¨²ltima raz¨®n, acaso la m¨¢s peregrina: ¡°Si un preescolar, que ya se sabe que todo se lo lleva a la boca, podr¨ªa hincarles el diente, una barra de labios elaborada con estas ceras ser¨¢ incluso m¨¢s segura que cualquier otra del mercado¡±.
La dise?adora gr¨¢fica Lauren Walker hace la prueba en primera persona para la web XOvain. La joven fabrica en su cocina una pasta azul con la que se maquilla los labios. En plan Argui?ano, ella a?ade a la receta aceite de oliva y unas gotitas de aceite esencial ¡®para que huela a algo rico¡¯. Aunque el experimento parece acabar con final feliz, la dermopat¨®loga Adriana Rib¨¦ advierte que ¡°al utilizar sobre la piel de la cara sustancias no aptas para este uso, pueden aparecer irritaciones o alergias. Cualquier cosm¨¦tico facial tiene unas caracter¨ªsticas de gal¨¦nica, perfumes y componentes espec¨ªficos y, a¨²n as¨ª, en ciertas ocasiones, se presentan reacciones al¨¦rgicas, dermatitis o eczema. Ni que decir tiene que la posibilidad de padecerlas al aplicar productos no espec¨ªficos para la cara aumenta considerablemente¡±. El maquillador Paco Ja¨¦n, de Kiko Milano, recuerda que ¡°la ley exige que todos los productos cosm¨¦ticos se sometan a estrictas pruebas de seguridad para la salud humana, desde an¨¢lisis microbiol¨®gicos de los ingredientes y del producto final a pautas de seguridad para mantener la esterilidad en todo el proceso. Adem¨¢s se miden los efectos de una aplicaci¨®n prolongada, es decir, de horas o d¨ªas seguidos. Dif¨ªcilmente puede hacerse todo esto en una cocina¡±.
La osad¨ªa llega m¨¢s all¨¢: utilizar l¨¢pices de colores de esta misma marca a modo de eyeliner. Para la mayor parte de la poblaci¨®n, el gesto no ir¨¢ m¨¢s all¨¢ de una ¡°divertida locura sin consecuencias mayores que alguna leve irritaci¨®n pasajera¡±, comenta el oftalm¨®logo y director de la Cl¨ªnica Miestetic, Jos¨¦ Gonz¨¢lez Vidal. Pero es como jugar a la ruleta rusa. ¡°Los l¨¢pices de colorear contienen una cantidad de pigmento y tama?o de part¨ªculas que no es el adecuado para el uso ocular. El di¨¢metro de las part¨ªculas en el interior de los ojos podr¨ªa incluso da?ar la retina con un uso prolongado¡±, advierte Ja¨¦n. Y si delinear el p¨¢rpado m¨®vil es temerario, ¡°m¨¢s a¨²n aplicarlos en la l¨ªnea de agua. Al estar en contacto con las mucosas oculares, debe ser un producto muy espec¨ªfico, para no irritar y para mantenerse intacto durante horas. Tanto es as¨ª que mucha gente no sabe que solo los eyeliners cuyo packaging no indica ¡®solo para uso externo¡¯ valen para esa zona. Evidentemente un l¨¢piz de colegio no est¨¢ dise?ado con ese prop¨®sito¡±. La doctora Josefina Royo de la Torre, subdirectora de Instituto M¨¦d¨ªco L¨¢ser, dibuja un escenario a¨²n m¨¢s peligroso. ¡°La madera de los l¨¢pices kohl se trata para que no deje astillas. No sucede as¨ª con los de uso escolar. Si esas peque?as esquirlas se meten en el ojo podr¨ªamos tener la reacci¨®n a un cuerpo extra?o. En cuanto al material, la mina de los lapiceros del colegio se fabrica con grafito y una grasa o arcilla especiales, no testados para su tolerancia en el contorno de los ojos. Tambi¨¦n llevan un pigmento coloreado de carb¨®n de le?a que no se prueba en el ¨¢rea ocular. En pieles sensibles podr¨ªa generar alg¨²n tipo de reacci¨®n irritativa y/o al¨¦rgica en la piel del contorno del ojo o su interior (conjuntivitis o queratitis)?.
Paco Ja¨¦n tilda esta moda de ¡°locura¡± y recuerda que los perfiladores que pueden encontrase en el mercado, ¡°pasan unos estrictos controles oftalmol¨®gicos donde se mide la irritaci¨®n de la zona y su compatibilidad con la zona de mucosas. Este test dura 45 d¨ªas en los que los oculistas analizan posibles da?os como el lagrimeo, picor o fotofobia. Adem¨¢s se estudia la intensidad del pigmento y su fijaci¨®n¡±.
Claro que si se busca durabilidad no faltan quienes optan por los rotuladores de toda la vida. Los expertos a?aden a las consideraciones anteriores una nueva: desmaquillar un producto concebido para durar puede ser una ardua tarea en la que, de tanto frotar, acabemos irritando la zona ocular.