Lo que el sol est¨¢ haciendo a tu piel
Fuente de vitamina D, bienestar y salud, el sol es nuestro aliado. Pero tambi¨¦n puede volverse en nuestra contra. Sobre todo ahora, con el cambio clim¨¢tico.
Han reflejado y moldeado nuestros gustos, c¨¢nones est¨¦ticos y preferencias vacacionales. Han actuado como v¨ªa de escape para la clase obrera y la media. Los anuncios de protectores solares son un espejo capaz de medir el pulso cultural de una ¨¦poca. Y de modificarlo. ?Hoy hacen hincapi¨¦ en un concepto que hace 10 a?os no exist¨ªa: la fotoprotecci¨®n. Los anuncios hablan de salud, no solo de est¨¦tica?, plantea Javier Aguado, director creativo de la agencia Ogilvy CommonHealth.
El cambio de paradigma m¨¢s evidente en la actitud ante el sol ocurri¨® tras la Segunda Guerra Mundial. La histo...
Han reflejado y moldeado nuestros gustos, c¨¢nones est¨¦ticos y preferencias vacacionales. Han actuado como v¨ªa de escape para la clase obrera y la media. Los anuncios de protectores solares son un espejo capaz de medir el pulso cultural de una ¨¦poca. Y de modificarlo. ?Hoy hacen hincapi¨¦ en un concepto que hace 10 a?os no exist¨ªa: la fotoprotecci¨®n. Los anuncios hablan de salud, no solo de est¨¦tica?, plantea Javier Aguado, director creativo de la agencia Ogilvy CommonHealth.
El cambio de paradigma m¨¢s evidente en la actitud ante el sol ocurri¨® tras la Segunda Guerra Mundial. La historia es una vieja conocida. La palidez era sin¨®nimo de belleza, riqueza y refinamiento en el siglo XIX. Las pieles tostadas pertenec¨ªan a los trabajadores, por eso las arist¨®cratas se proteg¨ªan con grandes pamelas y parasoles. Sin embargo, en el devenir del siglo XX, se puso de moda broncearse. Que se oper¨® una mutaci¨®n en las mentalidades est¨¢ claro, pero el a?o en el que sucedi¨® no tanto. Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina Johns Hopkins de Baltimore ha empleado precisamente los anuncios de varias revistas femeninas para establecerlo. Su conclusi¨®n publicada en 2009: a las mujeres se nos antoj¨® coger color a finales de los a?os 20 y principios de los 30.
El sol vuelve a tener hoy otras connotaciones. Y no todas positivas. ?Se sigue pensando m¨¢s en la est¨¦tica que en la salud. Queremos estar morenos porque lo que mueve al ser humano es el atractivo y la seducci¨®n, no el bienestar?, opina Aguado. Aun as¨ª, el discurso se matiza. Se trata de broncearse, s¨ª, pero con protecci¨®n. Esta filosof¨ªa se nota en las proclamas y consejos publicitarios. Aqu¨ª van dos ejemplos: ?Atr¨¦vete a broncearte? es desde 2012 el eslogan de Lancaster y ??La protecci¨®n solar inteligente! Disfruta del sol con total seguridad?, el de Clarins. Este cambio de actitud es el ¨²ltimo eslab¨®n de una evoluci¨®n muy larga. ?El lema a partir de los 90, d¨¦cada en la que se relaja la tendencia, es defenderse. El SPF que aparec¨ªa en los anuncios era 10; hoy se exhibe un 50?, insiste Mar¨ªa Cardona, directora de comunicaci¨®n de la productora Slogan Producciones. Algo que corroboran desde el sector cosm¨¦tico.
?El 90% de los melanomas detectados a tiempo es tratable, pero los casos siguen en aumento. La buena noticia: las campa?as que realizamos junto a organismos como la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer se notan. Espa?a es el pa¨ªs europeo donde m¨¢s nos defendemos del sol; el 35% lo hace a diario?, explica Othman Bennis, director de La Roche-Posay Espa?a.
Un astro tambi¨¦n saludable. Fuente de bienestar, de energ¨ªa y de salud. El sol es un aliado. ?A nivel m¨¦dico, su papel es incuestionable. Es beneficioso para los huesos, para prevenir el raquitismo y para mejorar eccemas y psoriasis. Adem¨¢s, reduce la posibilidad de desarrollar c¨¢ncer, determinadas enfermedades cardiovasculares, diabetes, infecciones bacterianas y enfermedades autoinmunes como la esclerosis?, indica Aurora Garre, asesora m¨¦dica de Be+.
En cuestiones solares, casi todo est¨¢ en el aire. Pasa un poco como con el clima. ?Cu¨¢l es la cantidad de radiaci¨®n recomendable? No est¨¢ claro. ?C¨®mo afecta el tiempo al estado de ¨¢nimo? No hay estudios concluyentes, aunque cada vez se hable m¨¢s de los meteorosensibles (las personas a las que les afecta la meteorolog¨ªa). Y as¨ª, un largo etc¨¦tera. ?Los efectos de la exposici¨®n a los ultravioleta (RUV) son contradictorios. Por un lado, se ven las consecuencias nocivas que aumentan la predisposici¨®n al c¨¢ncer y al envejecimiento y, por otro, sus beneficios. No se conoce la cantidad ¨®ptima de RUV. Es probable que dependa del fototipo, la dieta, la gen¨¦tica¡ ?D¨®nde est¨¢ el equilibrio? Sigue siendo una inc¨®gnita?, concluye Garre.
La actriz viste un biquini de Calzedonia y pamela de Mariana Barturen.
Antonio Terr¨®n
Tenemos algunas directrices. ?La luz solar interviene en la producci¨®n de la vitamina D, vital para los huesos, los dientes, la circulaci¨®n y el sistema nervioso. Se requieren unas 4.000 unidades internacionales (UI) de vitamina D3 diarias. La gran duda es cu¨¢nto tiempo de exposici¨®n es suficiente. La recomendaci¨®n de la OMS: tomar el sol en manos, cara y brazos de 10 a 15 minutos, dos o tres veces por semana y en verano.
Otro asunto que trae de cabeza a los cient¨ªficos: que levante la mano quien no haya aseverado alguna vez que se siente mejor en verano que en invierno. O que no haya pensado que los pa¨ªses g¨¦lidos cuentan con una tasa de suicidios superior a la de los c¨¢lidos. Esta ¨²ltima creencia es, al parecer, falsa. En Corea del Sur, se quitan la vida proporcionalmente m¨¢s personas que en Escandinavia o Islandia. Y Finlandia comparte ¨ªndice con Francia. No obstante, no es f¨¢cil sacar conclusiones: ?Los estudios sobre la relaci¨®n entre comportamiento y temperatura no son concluyentes, ya que se suelen basar en comparaciones entre pa¨ªses que difieren en otros aspectos?, alerta Javier Garc¨¦s, presidente de la Asociaci¨®n de Estudios Psicol¨®gicos. Un dato que s¨ª est¨¢ comprobado: la primavera es la ¨¦poca m¨¢s turbulenta a nivel emocional. La raz¨®n podr¨ªan ser los repuntes bruscos de temperatura, cada vez m¨¢s comunes. Seg¨²n un estudio reciente de la Universidad de Salud de Queensland, por cada grado de diferencia entre meses consecutivos, la tasa de suicidio sube en un 3%. ?Las alteraciones climatol¨®gicas rompen la adaptaci¨®n previa del organismo, algo que puede ser traum¨¢tico y causar depresi¨®n y ansiedad?, afirma Garc¨¦s.
La inestabilidad metereol¨®gica, definitivamente, nos altera. M¨¢s que nunca. Una reacci¨®n que podr¨ªa estar relacionada con el cambio clim¨¢tico. ?Cuando las estaciones cambian sin transici¨®n, como ahora, la dieta y el humor se resienten y los problemas cut¨¢neos se desencadenan con virulencia. Todav¨ªa no podemos evaluar los da?os d¨¦rmicos; aparecer¨¢n en 20 a?os?, avisa Isabel Longo, dermat¨®loga.
En alimentaci¨®n, m¨¢s de lo mismo. El tama?o de las raciones depende de un equilibrio delicado. ?Cuando llueve muchos d¨ªas, las mujeres comemos dulces para estimular la serotonina, el neurotransmisor de la felicidad, porque la humedad altera unas betaendorfinas relacionadas con el humor?, asegura Amil L¨®pez, nutricionista de Dietacoherente.com. E insiste: ?Cada vez m¨¢s personas sufren astenia; es decir, fatiga, somnolencia e irratibilidad. Estamos en torno al 50% de la poblaci¨®n?.
El panorama es sofocante: las temperaturas subir¨¢n unos dos grados cent¨ªgrados a mediados de siglo; en Espa?a, entre tres y cuatro, seg¨²n un informe publicado en marzo en la revista Environmental Research Letter. ?El influjo estacional es aqu¨ª peor porque los cambios son m¨¢s intensos?, dice Garc¨¦s. ?Podr¨ªamos entonces apodar a este siglo la era meteorosensible? ?Nos afecta m¨¢s el clima que hace 100 a?os? Al parecer, s¨ª. ?Cuando los d¨ªas se acortan y la exposici¨®n solar baja, el reloj interno se sincroniza. Algunas hormonas como la melatonina, implicadas en la alimentaci¨®n y el sue?o, pueden alterarse y provocar el descenso de la temperatura corporal, algo que se compensa comiendo mucho m¨¢s. Tambi¨¦n bajan los niveles de serotonina, la hormona de la actividad?, explica Marta Campo, psic¨®loga del Hospital Sanitas La Zarzuela. En la consulta ven cada vez m¨¢s casos de pacientes meteorosensibles: ?Sufren fuertes dolores de cabeza a causa de los cambios de presi¨®n?, detalla Campo.
Sea como fuere, esta nueva generaci¨®n parece entregada a la influencia solar (con protecci¨®n). Porque algo tendr¨¢ este astro para que hasta los p¨¢lidos hipsters de Portlandia lo codicien: en la serie se pasan todo un episodio persiguiendo un rayo de sol. Disfrutemos pues de la luz de la primavera.