Sanpaku: la leyenda maldita que rodea a la gente con demasiado blanco en los ojos (de Kennedy a Billie Eilish)
Una particularidad en los ojos, compartida por Marilyn Monroe, JFK o Amy Winehouse, ha dado pie a una forma de precognici¨®n que augura existencias dram¨¢ticas y muertes tr¨¢gicas. Hablamos del sanpaku.
Durante siglos, la observaci¨®n de las l¨ªneas de la mano ha sido considerado un m¨¦todo de adivinaci¨®n y clarividencia. Sin embargo, no porque sea el m¨¢s conocido es el ¨²nico que existe. La variedad de ¨®rganos y recovecos del cuerpo humano, sumado a charlataner¨ªa de unas personas y la credulidad de otras, ha hecho que tambi¨¦n se pueda leer el futuro en otras partes de la anatom¨ªa humana. La onfalomancia, por ejemplo, busca respuestas escudri?ando ombligos, la onicomancia en las u?as y la rumpolog¨ªa, en los gl¨²teos y ...
Durante siglos, la observaci¨®n de las l¨ªneas de la mano ha sido considerado un m¨¦todo de adivinaci¨®n y clarividencia. Sin embargo, no porque sea el m¨¢s conocido es el ¨²nico que existe. La variedad de ¨®rganos y recovecos del cuerpo humano, sumado a charlataner¨ªa de unas personas y la credulidad de otras, ha hecho que tambi¨¦n se pueda leer el futuro en otras partes de la anatom¨ªa humana. La onfalomancia, por ejemplo, busca respuestas escudri?ando ombligos, la onicomancia en las u?as y la rumpolog¨ªa, en los gl¨²teos y pliegues anales.
?Llegados a este punto, algunos de esos videntes debieron pensar que, si segu¨ªan por esa senda, no iban a ser tomados demasiado en serio, por lo que decidieron dotar a sus m¨¦todos de predicci¨®n de cierto halo cientificista. Surgi¨® as¨ª la frenolog¨ªa, una pseudociencia con importante carga racista, que provoc¨® que cientos de personas fueran enviadas a prisi¨®n de manera preventiva porque sus rasgos faciales suger¨ªan, seg¨²n el fisi¨®logo alem¨¢n Franz Joseph Gall y sus seguidores, pulsiones criminales que, antes o despu¨¦s, saldr¨ªan a la luz.
?En todo caso, si lo inusual y lo pseudocient¨ªfico no resulta eficaz, los seguidores de estos m¨¦todos de adivinaci¨®n tambi¨¦n pueden recurrir a los saberes arcaicos, que siempre dan empaque. Entre los conocimientos milenarios m¨¢s populares est¨¢n los orientales, de donde procede un m¨¦todo de precognici¨®n llamado sanpaku. Este t¨¦rmino japon¨¦s significa ?tres blancos? o ?tres vac¨ªos?, que hacen referencia a otros tantos huecos en la escler¨®tica, la parte blanca del globo ocular. Mientras que la gran mayor¨ªa de las personas muestran solo dos blancos, los que quedan a izquierda y derecha del iris, una minor¨ªa posee un tercero en la parte superior o inferior del ojo.
Esta particularidad no es m¨¢s que una retracci¨®n palpebral que hace que uno de los dos p¨¢rpados est¨¦ m¨¢s abierto de lo normal. Eso puede suceder por cuestiones anat¨®micas, como tener huesos malares demasiado peque?os u ¨®rbitas demasiado grandes, o por ciertas patolog¨ªas. Por ejemplo, la miop¨ªa magna, producida por el alargamiento posterior del globo ocular o una orbitopat¨ªa tiroidea, es decir,? un problema de tiroides que provoca un aumento de volumen de los m¨²sculos ex-traoculares y grasa orbitaria. Cuando el afectado es el p¨¢rpado inferior las causas pueden ser m¨¢s variadas, aunque una de las m¨¢s frecuentes es el envejecimiento natural de la piel, que provoca flacidez, o los efectos de una blefaroplastia, que es la cirug¨ªa para corregir las bolsas de los ojos.
En la mayor parte de los casos esta particularidad se puede corregir. Por ejemplo, si tras el tratamiento de la orbitopat¨ªa el p¨¢rpado superior sigue re-tra¨ªdo, es posible intervenir quir¨²rgicamente. Lo mismo sucede con las con-secuencias de la blefaroplastia, que se pueden revertir dando de nuevo ten-si¨®n al p¨¢rpado o ?elevando la mejilla con un lifting de tercio medio facial?.
No obstante, estas explicaciones cient¨ªficas y soluciones m¨¦dicas convencionales no fueron ¨®bice para que el fundador de la macrobi¨®tica, un japon¨¦s llamado George Ohsawa?diese alas, partiendo de la retracci¨®n palpebral o sanpaku, a un peculiar m¨¦todo de adivinaci¨®n que teorizaba en libro, You are all sanpaku, que a finales de los a?os sesenta se convirti¨® en un fen¨®meno de ventas contracultural.
Ohsawa y el desequilibrio
Seguidor de las teor¨ªas del Ying y el Yang como met¨¢fora del equilibrio del universo, Ohsawa defend¨ªa que los seres humanos tambi¨¦n deb¨ªan procurar esa armon¨ªa a trav¨¦s de su alimentaci¨®n y sus actividades cotidianas. De hecho, ser¨ªa justamente la falta de equilibrio con el Todo el que provocar¨ªa el sanpaku: ?El sanpaku significa que todo el sistema de una persona, f¨ªsico, fisiol¨®gico y espiritual est¨¢ desequilibrado?, explicaba Ohsawa, que continuaba: ?Es una se?al de la naturaleza sobre que la vida de uno est¨¢ amenazada por un final prematuro y tr¨¢gico?.
Como en el caso de la quiromancia, la frenolog¨ªa o la rumpolog¨ªa, la teor¨ªa de Ohsawa carec¨ªa de base cient¨ªfica y tal vez hubiera pasado sin pena ni gloria de no ser porque, en 1963, sucedieron dos hechos claves para su ¨¦xito. En agosto de ese a?o, Ohsawa, gui¨¢ndose por el sanpaku de John Fitzgerald Kennedy, augur¨® un dram¨¢tico final para el presidente de los Esta-dos Unidos. Unos meses m¨¢s tarde, Lee Harvey Oswald confirmaba su predicci¨®n.
La muerte de Kennedy devolvi¨® a la actualidad otras de las afirmaciones de Ohsawa sobre el sanpaku. Por ejemplo, la relativa a Marilyn Monroe, actriz fallecida en extra?as circunstancias en 1962, seg¨²n ¨¦l, por su particularidad ocular. Estos hechos hicieron que el p¨²blico comenzase a mirar a los ojos de los famosos con m¨¢s inter¨¦s y, de ese modo, se descubri¨® que Martin Luther King y Robert Kennedy, asesinados en 1968, tambi¨¦n ten¨ªan sanpaku. Lo mismo que Natalie Wood, Charles Manson, Sal Mineo y, en fechas m¨¢s recientes, Lady Di, Michael Jackson o Amy Winehouse. Como hab¨ªa predicho el japon¨¦s, todos ellos tuvieron vidas atormentadas, desequilibrios emocionales, tendencia a las adicciones y, algunos, muertes dram¨¢ticas.
Extrapolando esto al total de la poblaci¨®n, e incluso a celebridades exitosas sin ninguna sombra fat¨ªdica en su biograf¨ªa (como Billie Eilish o Robert Pattison, suyas miradas son claramente ¡®sanpaku¡¯) es f¨¢cil demostrar que las alegr¨ªas o tristezas de una vida no dependen de un poco m¨¢s o un poco menos de escler¨®tica.
En todo caso, la l¨®gica, la estad¨ªstica, la medicina o el sentido com¨²n no han conseguido que los partidarios del sanpaku desistan de ver en ese rasgo un signo que marcar¨¢ tr¨¢gicamente la existencia del que lo tiene. Del mismo modo que el nacimiento de un hijo con rabo de cerdo provoc¨® el tr¨¢gico final de la familia Buend¨ªa, el poder evocador de las leyendas siempre es m¨¢s persistente que la asepsia de los datos cient¨ªficos.