Teleofobia, ese peque?o miedo a hacer planes y quedar con amigos te afecta m¨¢s de lo crees
Vislumbrar los compromisos en el horizonte como amenazas reales puede convertirnos en personas solitarias que renuncian a muchas de las cosas buenas de la vida.
Un amigo llama a otro y le anuncia que dentro de dos meses se pasar¨¢ por su ciudad y que le gustar¨ªa verle, incluso puede que le pregunte sobre la posibilidad de quedarse en su casa el fin de semana y hacer planes juntos.
Partiendo de la idea de que ambos se llevan muy bien, lo normal es que el segundo se alegre con esta noticia; pero la reacci¨®n es muy distinta si la persona padece de teleofobia, es decir sensaci¨®n de miedo o temor a los planes definidos. Entonces su mente empezar¨¢ a sentirse molesta ante esta obligaci¨®n que aparece en un desierto de citas y compromisos y pensar¨¢ en to...
Un amigo llama a otro y le anuncia que dentro de dos meses se pasar¨¢ por su ciudad y que le gustar¨ªa verle, incluso puede que le pregunte sobre la posibilidad de quedarse en su casa el fin de semana y hacer planes juntos.
Partiendo de la idea de que ambos se llevan muy bien, lo normal es que el segundo se alegre con esta noticia; pero la reacci¨®n es muy distinta si la persona padece de teleofobia, es decir sensaci¨®n de miedo o temor a los planes definidos. Entonces su mente empezar¨¢ a sentirse molesta ante esta obligaci¨®n que aparece en un desierto de citas y compromisos y pensar¨¢ en todo lo que podr¨ªa hacer (realmente nada concreto) si este inconveniente no hubiera surgido en su horizonte. Adelantar¨¢ todo tipo de problemas relacionados con su amigo y su estancia. Tal vez haya cambiado y ya no sea el mismo, o no le guste la habitaci¨®n donde se le va a alojar. Recordar¨¢ que no ten¨ªan gustos iguales y vislumbrar¨¢ peque?as discusiones a la hora de hacer planes para el fin de semana y, si su imaginaci¨®n es poderosa, cosa que suele ocurrir en estos casos, llegar¨¢ hasta a temer que la amistad acabe por una tonter¨ªa. ?Estar juntos 48 horas no es tarea f¨¢cil!
La persona presa de teleofobia empieza a hacer un mundo de este peque?o acontecimiento y si su ansiedad va en aumento puede llegar a inventar una excusa para anular el compromiso y evitar as¨ª todo tipo de desastres; ya que los que tienen esta personalidad huyen de los planes como del mismo diablo, puesto que la sola perspectiva de tener que quedar con alguien o acudir a un evento les provoca un enorme desasosiego.
Pero la teleofobia no solo alcanza la dimensi¨®n social (fiestas, reuniones, citas, cumplea?os) sino que el disgusto a comprometerse afecta tambi¨¦n a la vida laboral y personal. Miedo a optar a un trabajo mejor, con la responsabilidad que eso conlleva, o incapacidad de decidirse para comprar una casa, tener hijos, adoptar un perro o irse a vivir a otro pa¨ªs, con mejores oportunidades. El futuro planificado no aparece con buena cara a los ojos de estas personas, sino m¨¢s bien inseguro, negro y lleno de amenazas. De ah¨ª que muchos presuman de vivir en el presente, base del mindfulness y el ¨²nico tiempo que existe realmente (el pasado ya se ha ido y lo que est¨¢ por venir es solo una idea, pero no una realidad). La diferencia entre ellos y los que est¨¢n cerca de alcanzar la ¡®paz¡¯ es que los primeros eligen el aqu¨ª y ahora, ¨²nica y exclusivamente por miedo, no por otra cosa.
La ansiedad que hay detr¨¢s de toda teleofobia
Alguien dijo que la depresi¨®n es exceso de pasado y la ansiedad exceso de futuro. Seg¨²n Javier Garc¨¦s, psic¨®logo y presidente de la Asociaci¨®n de Estudios Psicol¨®gicos y Sociales, ¡°yo no calificar¨ªa de fobia a este s¨ªndrome, le pondr¨ªa otro nombre tipo ¡®el radical de personalidad irresponsable¡¯, porque m¨¢s bien es un rasgo de la personalidad, que se ve exacerbado por la ansiedad, que es la que est¨¢ detr¨¢s de este comportamiento. Ahora se habla mucho de vivir el presente pero todo el mundo anticipa de alguna manera el futuro, la diferencia es c¨®mo lo hacen, si de una forma sana o con temor y la persona que padece teleofobia lo que hace es evitar ese malestar que le provocan los planes a medio-largo plazo¡±.
La sociedad del cansancio, que llena de compromisos laborales y familiares nuestras agendas, nos deja exhaustos para el fin de semana, momento que se supon¨ªa para el ocio y la diversi¨®n, aunque muchos empiezan a considerarlo como una unidad de cuidados intensivos para estar listos y a punto para la semana siguiente. ¡°Incluso las vacaciones han pasado a ser angustiosas para muchos, en un mundo tan competitivo en donde todo lo que hagamos, incluso el ocio, debe estar rodeado de excelencia¡±, sentencia Garc¨¦s, quien contin¨²a, ¡°la diferencia entre un depresivo y uno que padece de teleofobia es que el primero dir¨¢ que no a cualquier invitaci¨®n o proposici¨®n, ya que esta enfermedad se caracteriza por una falta de energ¨ªa y la sensaci¨®n de que cualquier m¨ªnima cosa exige mucho esfuerzo; mientras que el segundo se debatir¨¢ entre la idea de que debe ir, porque tiene que seguir manteniendo una vida social, y la ansiedad que le produce el acontecimiento¡±.
Daniela, 43 a?os, Palma de Mallorca, adoraba hacer planes a largo plazo, especialmente los viajes. ¡°Siempre dec¨ªa que lo mejor de viajar era planearlo todo antes, sacar los billetes de avi¨®n, buscar hotel, leer e informarse sobre el destino. Era una tarea muy ilusionante, pero comprob¨¦ como en un periodo de mi vida que ten¨ªa mucha ansiedad se transform¨® en algo amenazante. Ya no ve¨ªa lo bueno sino los inconvenientes y problemas, y jam¨¢s me iba de vacaciones sin un seguro m¨¦dico. Afortunadamente, volv¨ª a recuperar mi pasi¨®n por la aventura cuando mi situaci¨®n personal cambi¨® a mejor¡±.
Otros motivos para temer a los planes en el horizonte
¡°La verdad es que este trastorno est¨¢ muy poco identificado todav¨ªa¡±, apunta Marisol Delgado, psic¨®loga y especialista en psicoterapia por la European Federation of Psychologists Associations (EFPA), con consulta en Avil¨¦s. ¡°Nadie viene a terapia por este problema pero si puede salir a flote durante las sesiones aunque, generalmente, no incomoda mucho al que lo padece sino m¨¢s bien a su pareja o a los que est¨¢n a su alrededor. Es m¨¢s, a veces se ve como algo positivo, m¨¢s relajado, en el lado opuesto a las personalidades que quieren tenerlo controlado¡±.
Aunque la ansiedad o la saturaci¨®n y el cansancio son los grandes protagonistas detr¨¢s de este comportamiento, no siempre son los ¨²nicos. Seg¨²n Delgado, ¡°el miedo a no cumplir con lo pactado, con lo que uno se ha propuesto, a fallarse a s¨ª mismo puede ser otro motivo. Planificar es, en cierta medida, correr riesgos y hay personas muy r¨ªgidas que ante el temor a defraudar prefieren no hacer nada. Podr¨ªa ser el caso de la celebraci¨®n del propio cumplea?os. Muchas personas ante la perspectiva de organizar una fiesta y que salga mal, o que no vengan los invitados previstos o, incluso, que llueva prefieren no hacerla. En el fondo toleran mal la frustraci¨®n y tienen poca autoestima¡±.
Otro motivo porqu¨¦ la gente aborrece los planes o les provocan sentimientos muy negativos es, seg¨²n esta psic¨®loga , ¡°la idea de ¡®sentirse libres¡¯, no comprometerse con nadie y elegir a ¨²ltima hora la opci¨®n que m¨¢s les convenga. Una actitud que est¨¢ muy emparentada con la falta de madurez y con una idea distorsionada de un hedonismo exacerbado¡±.
En este universo de mentes infantiloides, las nuevas tecnolog¨ªas son la coartada perfecta para negarse a hacer planes o no quedar en nada concreto. ¡°Ya vamos hablando por whatsapp¡±, dicen muchos evitando contestar de forma clara a la propuesta. Intentar quedar con alguien a una hora determinada, incluso el mismo d¨ªa, se ha convertido ya en una operaci¨®n imposible en la que es muy probable que te tachen de antigua. ¡°?Mujer, pero si llevamos el m¨®vil ya te mando mensajes dici¨¦ndote donde estoy para que me salgas all¨ª!¡±, sugieren los que est¨¢n convencidos de que su tiempo es infinitamente m¨¢s valioso que el de los dem¨¢s.
La preocupaci¨®n productiva, el futuro amable
¡°El mundo en que vivimos propicia en parte este tipo de trastornos. La inseguridad constante, los cambios repentinos a los que asistimos, las noticias, el encarecimiento de la vida¡ todo hace que respiremos inseguridad por todos los poros y que veamos el futuro como algo imposible de predecir¡±, dice Marisol Delgado, ¡°pero, aunque vivir en el presente es una consigna muy sana, todos necesitamos movernos en unas directrices y tener una l¨ªneas por las que queremos que transcurra nuestra vida, aunque luego eso no ocurra. Es como cuando vas a hacer una caminata. Debes saber qu¨¦ sendero seguir, aunque luego cambies de trayectoria, porque sino, lo ¨²nico que har¨¢s es dar vueltas¡±.
¡°La clave est¨¢ en diferenciar la preocupaci¨®n vac¨ªa de la productiva¡±, se?ala Javier Garc¨¦s, ¡°porque el 95% de las cosas que nos preocupan con respecto al futuro son fruto de nuestra imaginaci¨®n y nunca ocurren en el mundo real. Cuando algo nos preocupa debemos dejar el prefijo ¡®pre¡¯ y, si es posible, ocuparnos en buscar soluciones a ese problema y tratar de planificar sin angustia. Un truco que les recomiendo a mis pacientes es que si hay algo que les produce miedo sobre su futuro (por ejemplo, que tienen que dar una conferencia y hablar en p¨²blico), les dediquen solo una hora al d¨ªa. En esa hora pueden sufrir y preocuparse lo que quieran pero una vez pasada, deben olvidar el tema hasta el d¨ªa siguiente¡±.
Como ¨²ltimo recurso, los aquejados de teleofobia deben saber que, aunque saliera todo mal, siempre les quedar¨ªa una ¨²ltima bala en su rev¨®lver. Decir no. Incluso, si han llegado a un evento y se sienten mal o a disgusto, siempre pueden poner una excusa y marcharse. El mundo seguir¨¢ girando tan bien o, incluso, mejor.