Un lifting sin bistur¨ª gracias a la NASA
Suena a ciencia ficci¨®n pero los descubrimientos de la industria militar y la aeroespacial con el tiempo sirven para eliminar arrugas o michelines.
Podr¨ªa parecer la en¨¦sima foto promocional de Daft Punk. O una versi¨®n ciberfuturista de El Hombre de la M¨¢scara de Hierro. Pero, no. Se trata de un revolucionario sistema para mejorar el aspecto del rostro que no duele, no lleva pinchazos, ni peelings agresivos ni quir¨®fano. Hay quienes ya lo llaman 'lifting de rostro sin bistur¨ª' y se perfila como uno de los grandes avances en medicina est¨¦tica, sobre todo, para quienes tienen p¨¢nico a agujas, bistur¨ªs y batas blancas en gene...
Podr¨ªa parecer la en¨¦sima foto promocional de Daft Punk. O una versi¨®n ciberfuturista de El Hombre de la M¨¢scara de Hierro. Pero, no. Se trata de un revolucionario sistema para mejorar el aspecto del rostro que no duele, no lleva pinchazos, ni peelings agresivos ni quir¨®fano. Hay quienes ya lo llaman 'lifting de rostro sin bistur¨ª' y se perfila como uno de los grandes avances en medicina est¨¦tica, sobre todo, para quienes tienen p¨¢nico a agujas, bistur¨ªs y batas blancas en general. Es, sencillamente, terapia de luz con una m¨¢scara con luces LED que augura maravillas en l¨ªneas de expresi¨®n y hasta en peque?as cicatrices de acn¨¦.
Cierto que puede dar un poco de reparo, por aquello de que en realidad es un casco que enreja el rostro con una red de 81 fuentes de luz LED roja o azul. Pero, como apunta Elena Silva, directora de marketing de Skinc, uno de los centros pioneros en contar con esta tecnolog¨ªa (Skinc Power Fix Mask), ¡°una vez que te la pones te relajas tanto que hay quienes incluso se quedan dormidas¡±. Veinte minutos en cabina con el rostro iluminado por estos peque?os puntos luminosos bastan para activar los mecanismos de regeneraci¨®n de la piel. ¡°El tratamiento se complementa con un aporte de c¨¦lulas madre y un c¨®ctel individualizado de activos adaptado a las necesidades de la piel de cada persona cuya absorci¨®n se acelera mediante NNM Aquaporesis, una tecnolog¨ªa japonesa que estimula la absorci¨®n y penetraci¨®n de esos activos. Finalmente, se aplica una infusi¨®n de agua Onsen Mist (con ¨¢cido hialur¨®nico), una infusi¨®n de ox¨ªgeno puro y, a continuaci¨®n, la m¨¢scara de Leds¡±, explica. Los resultados, seg¨²n asegura, son visibles desde el primer momento, sin sufrir, sin postoperatorio ni inc¨®modos efectos secundarios.
Suena a ciencia ficci¨®n y algo hay de extraterrestre en todo esto ya que el invento de la m¨¢scara de LEDs nace nada menos que en los laboratorios de la NASA. La agencia espacial lleva a?os empe?ada en hacer la vida m¨¢s f¨¢cil a los humanos en el espacio exterior. Pero como en los viajes siderales no hay centros de salud de guardia, ni dermat¨®logos dispuestos a atajar afecciones cut¨¢neas,? se las han ingeniado para garantizar que un corte en la mano de un astronauta no arruinara toda la expedici¨®n. Y ah¨ª comenzaron los estudios con haces de luz. De hecho, hace cuarenta a?os los expertos de la NASA ya descubrieron que los diodos emisores de luz roja estimulaban el crecimiento de las plantas lejos de la Tierra. Luego les toc¨® a los astronautas ejercer de cobayas. Y las conclusiones fueron fabulosas: la luz LED roja tienen efectos cicatrizantes y estimula el proceso de regeneraci¨®n celular mientras que la luz azul cuenta con propiedades antiinflamatorias.
A escala de ciudadano de a pie ya no hace falta montarse en un transbordador espacial para experimentar esa misma tecnolog¨ªa punta. Que les quieres declarar la guerra a las arrugas, m¨¢scara roja al canto, con sus 81 puntos de luz de 635 nm que penetran en las capas superiores de la piel estimulando la producci¨®n de col¨¢geno y elastina. ¡°As¨ª se reactiva la regeneraci¨®n de las c¨¦lulas y se reducen las l¨ªneas de expresi¨®n, las arrugas, las manchas y hasta las ojeras. Todo un tratamiento antiedad sin necesidad de sufrir¡±, destaca Silva.
Para quienes lo que les trae por la calle de la amargura es el acn¨¦ o unos poros excesivamente dilatados, la soluci¨®n est¨¢ en la m¨¢scara azul. ¡°Son fuentes de luz azul de 410 nm que penetran en los poros limpi¨¢ndolos de las bacterias causantes de acn¨¦. Es perfecta no solo para casos de acn¨¦ sino para eliminar o incluso prevenir esos granitos que salen por estr¨¦s o en v¨ªsperas de grandes acontecimientos como una boda, una ponencia o un estreno¡±. El tratamiento completo cuesta 190 euros.
En Internet proliferan los sitios donde se venden m¨¢scaras de LED m¨¢s o menos toscas, con m¨¢s o menos puntos de luz y mayor o menor seguridad. Una de las m¨¢s extendidas llega desde Singapur. Es la del Dr. Lumen (360 euros), quien la recomienda tambi¨¦n para quienes duermen poco o pasan muchas horas frente al ordenador. Otra es la de Skinvel, disponible en Amazon y m¨¢s barata (153 euros) aunque tambi¨¦n, todo hay que decirlo, bastante m¨¢s rudimentaria y esta s¨ª que evoca a la de Di Caprio en la c¨¦lebre pel¨ªcula.
No es la primera vez que los tratamientos m¨¦dico-est¨¦ticos se benefician de la tecnolog¨ªa punta desarrollada por la industria aeroespacial e, incluso, por la militar. Es el caso de la israel¨ª Syneron Candela, creadora del Velashape y el Ultravela para combatir exceso de adiposidades y celulitis. Para ajustar la punter¨ªa de los disparos ¡°emplean una tecnolog¨ªa desarrollada inicialmente para el ej¨¦rcito pero que, pasados unos a?os, cuando ya est¨¢ obsoleta para fines militares se la vende a quien mejor paga, esto es, el sector m¨¦dico¡±, se?ala el doctor Pablo Naranjo, director m¨¦dico de la cl¨ªnica Elite Laser. Por su parte el ej¨¦rcito de los Estados Unidos gasta ingentes cantidades de dinero y esfuerzos para lograr avances m¨¦dicos que pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte de un soldado en Irak o Afganist¨¢n. Sin ir m¨¢s lejos, en la primera Guerra del Golfo se desarroll¨® el BioHemostat, un vendaje desarrollado en la Universidad de Virginia gracias a una subvenci¨®n de 300.000 $ del Departamento de Defensa capaz de absorber 1.400 veces su peso en l¨ªquido y que ven¨ªa a sustituir a los antiguos torniquetes que salvaban la vida al soldado pero, normalmente, a cambio de tener que amputar la pierna. La medicina civil estudia ahora su uso para grandes hemorragias en partos y otras aplicaciones cl¨ªnicas. Si Asimov levantara la cabeza¡