Cinco trucos para aprender a meditar

Paro, incertidumbre, desconfianza en las instituciones, posible ruptura del estado de bienestar, y un largo suma y sigue. El edificio de fuera se tambalea, pero depende de cada uno de nosotros fortalecer el interior. La pr¨¢ctica de la meditaci¨®n es una herramienta poderosa para separar el grano de la paja, los miedos y ansiedades de la realidad, y transformar la manera en que respondemos a los eventos externos. El escritor Joseph Campbell lo expresa as¨ª: ¡°Debes tener una habitaci¨®n, o cierta hora del d¨ªa, en la que ...

Paro, incertidumbre, desconfianza en las instituciones, posible ruptura del estado de bienestar, y un largo suma y sigue. El edificio de fuera se tambalea, pero depende de cada uno de nosotros fortalecer el interior. La pr¨¢ctica de la meditaci¨®n es una herramienta poderosa para separar el grano de la paja, los miedos y ansiedades de la realidad, y transformar la manera en que respondemos a los eventos externos. El escritor Joseph Campbell lo expresa as¨ª: ¡°Debes tener una habitaci¨®n, o cierta hora del d¨ªa, en la que no sabes lo que dicen los informativos de la ma?ana, no sabes qui¨¦nes son tus amigos, ni lo que debes a nadie, ni lo que nadie te debe a ti. Este es un lugar en el que simplemente puedes experimentar y llevar a cabo lo que eres y lo que podr¨ªas ser. Este es un lugar de incubaci¨®n creativa (¡­).¡±

Se ha escrito largo y tendido sobre los beneficios de la meditaci¨®n. El simple hecho de separarte de tus pensamientos (o no tan simple, como enseguida se puede comprobar) tiene impresionantes efectos f¨ªsicos. Se ha demostrado, por ejemplo, que la meditaci¨®n mindfulness o atenci¨®n plena (aquella que lleva la atenci¨®n consciente a las cadenas de pensamientos) es m¨¢s efectiva que los medicamentos para prevenir la reca¨ªda en pacientes con depresiones recurrentes. La pr¨¢ctica puede bajar la presi¨®n arterial o mejorar la respuesta inmunol¨®gica de pacientes con c¨¢ncer, entre otras ventajas. Una investigaci¨®n publicada el a?o pasado sugiere, incluso, que puede tener un papel importante en el envejecimiento celular.?

Sobre todo, volviendo al inicio del art¨ªculo, nos ayuda a saborear la vida en toda su complejidad. Es una pr¨¢ctica, como se?ala el maestro norteamericano Gil Frondsal, que ayuda a ver las cosas como realmente son, ¡°en lugar de observarlas con las distorsionadas gafas de las ideas preconcebidas y las interpretaciones¡±. Una mente calmada y estable reacciona de forma muy diferente a otra agitada. Y es esta respuesta ¨Cnuestra percepci¨®n de lo que sucede y no el acontecimiento en s¨ª¨C lo que determina la cantidad de estr¨¦s que vamos a experimentar.

Algunas personas contemplan la meditaci¨®n como algo misterioso, que ha de hacerse en un centro Zen o con un profesor. Aunque est¨¢ muy bien unirse a un grupo o buscar inspiraci¨®n en alguna tradici¨®n espiritual, puede ser tan sencillo como prestar atenci¨®n a tu respiraci¨®n mientras te desplazas en el metro o frenar y respirar profundamente antes de ingerir los alimentos, convirtiendo cada comida en una meditaci¨®n en s¨ª misma.

El h¨¢bito de meditar es simple y, a la vez, profundamente transformador. El verano, cuando las obligaciones exteriores aflojan y, en general, se dispone de m¨¢s libertad y tiempo, puede convertirse en un momento apropiado para iniciarlo. He aqu¨ª algunas recomendaciones muy b¨¢sicas para comenzar una meditaci¨®n formal:

Escoge el momento m¨¢s apropiado para ti. No hace falta que sea una hora en particular pero es recomendable practicar siempre en la misma franja horaria. Muchas personas aprovechan la tranquilidad de la primera hora de la ma?ana, cuando la casa est¨¢ en silencio. Otros buscan recogerse y aquietar la mente antes de ir a dormir (aseg¨²rate en este caso de que no est¨¢s demasiado cansado). Para introducirlo en tu rutina, puedes asociarlo con una acci¨®n cotidiana, como meditar despu¨¦s de lavarte los dientes por la noche o tomarte tu primera taza de t¨¦ o caf¨¦ por la ma?ana.
Comienza con 10 minutos al d¨ªa. Comprom¨¦tete a dedicar este tiempo durante la primera semana y, si es posible, toma notas observando c¨®mo te sientes tras cada sesi¨®n. A partir de ah¨ª, es aconsejable incrementar el tiempo poco a poco hasta llegar a 20 o 30 minutos de pr¨¢ctica cotidiana.

Escoge un sitio tranquilo. El maestro Zen Thich Nhat Hanh se refiere a menudo a la ¡°habitaci¨®n de respirar¡±, una habitaci¨®n o, si no se dispone de este espacio, una esquina de la vivienda donde podemos ¡°estar solos, respirar y sonre¨ªr, al menos en momentos dif¨ªciles¡±, se?ala. Este refugio puede decorarse con flores u otros objetos que nos sugieran calma y bienestar.
Adopta una postura c¨®moda.? En el suelo o en una silla, mant¨¦n la espalda erguida y una postura que denote presencia y serenidad. Con el tiempo, y si el suelo es c¨®modo para ti (esta opci¨®n es a menudo inaccesible para personas con problemas en las articulaciones, por ejemplo) puedes adquirir un Zafu o almohad¨®n para meditar.

C¨¦ntrate en la respiraci¨®n. Esta la meditaci¨®n que abre las puertas a todas las dem¨¢s. No hay que modificar la respiraci¨®n de ninguna manera; simplemente observamos la respiraci¨®n en este momento: ?es superficial o profunda, corta o larga, lenta o r¨¢pida, suave o ¨¢spera? La instrucci¨®n b¨¢sica es esta: cada vez que la atenci¨®n se evade hacia pensamientos o emociones,? volvemos a la sensaci¨®n f¨ªsica de la respiraci¨®n. La mente tiende a evadirse constantemente, y la respiraci¨®n es un ancla para el presente.
Ser conscientes de la respiraci¨®n puede convertirse en un poderoso aliado en nuestras vidas, se?ala Frondsal. ¡°La respiraci¨®n, con la atenci¨®n en cada inhalaci¨®n y exhalaci¨®n, se convierte en una constante ecu¨¢nime para sobrellevar los altibajos de nuestra vida cotidiana¡±.

Algunas tradiciones recomiendan la meditaci¨®n caminando; otras prestan especial atenci¨®n a los rituales o eligen objetos o mantras como foco. Lo importante y, como escribe Lawrence LeShan en su cl¨¢sico ¡°Como meditar¡±, la consistencia y dedicaci¨®n que se dedique al nuevo h¨¢bito.

@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es