C¨®mo la pesadilla de la anorexia y la bulimia ha regresado entre los m¨¢s j¨®venes por culpa de la pandemia

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Cuando ten¨ªa 12 a?os, a la madrile?a Natalia Navarro, que ahora tiene 16, se le qued¨® grabada la frase de un familiar. La tuvo en mente un buen tiempo, como si fuera un mantra a seguir: ¡°La belleza es sufrimiento¡±. Navarro se sent¨ªa sola en el colegio y en casa. Y desde entonces, se afan¨® en estar perfecta. ¡°Yo quer¨ªa ser el canon, que nadie pudiera criticarme, insultarme, decir que estaba gorda. Cre¨ªa que exist¨ªa la perfecci¨®n, y no ten¨ªa ni idea de que mi actitud podr¨ªa ser una enfermedad¡±. Un d¨ªa empez¨® a restringir alimentos. Como sus padres trabajaban la mayor parte del d¨ªa, se saltaba las comidas, hac¨ªa deporte sin parar. En solo nueve meses perdi¨® 25 kilos. Cuenta que al principio no levant¨® sospechas porque estaba dando el estir¨®n. Pero su t¨ªa, que hab¨ªa pasado por lo mismo, alert¨® a sus padres. Un d¨ªa su madre se plant¨® y le pidi¨® que comieran juntas. Entonces explot¨®: ¡°Mir¨¦ el plato de macarrones y me ech¨¦ a llorar y a llorar, no pod¨ªa ni tocar el plato¡±. Hasta que no pudo m¨¢s. Despu¨¦s de todo, fue ella la que acab¨® pidiendo ayuda, el primer paso y uno de los m¨¢s importantes para superar la anorexia, bulimia o cualquier trastorno de la alimentaci¨®n, una realidad que se ha agudizado hasta un 20% en los hospitales y consultas espa?olas.?

La Asociaci¨®n Espa?ola de Trastornos Alimenticios advierte de que el repunte de casos en personas con trastornos alimentarios se ha dado especialmente en j¨®venes de 16 a 18 a?os, unos de los m¨¢s golpeados psicol¨®gicamente por la pandemia. Marina D¨ªaz Mars¨¢, jefa de secci¨®n de TCA en el Hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid y presidenta de la Sociedad de Psiquiatr¨ªa de Madrid, explica que, durante la pandemia, los ingresos en su centro se han multiplicado por tres. Tambi¨¦n ha aumentado la lista de espera en los hospitales de d¨ªa, donde estas personas van a comer. Solo en la unidad de Trastorno de la alimentaci¨®n en el Hospital de Bellvitge de Barcelona se atienden entre 35 y 40 nuevos casos cada mes. Una situaci¨®n que se asemeja en todos los pa¨ªses, seg¨²n cuenta Fernando Fern¨¢ndez-Aranda, coordinador de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital de Bellvitge y catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Universidad de Barcelona.?

?Pero qu¨¦ es exactamente un trastorno de la conducta alimentaria (TCA)? Fern¨¢ndez-Aranda lo explica: ¡°Los trastornos de la alimentaci¨®n son, en esencia, trastornos mentales que se caracterizan por una preocupaci¨®n excesiva por la alimentaci¨®n y el peso. Permanece el deseo constante por bajar de peso. Los que lo consiguen tienen anorexia nerviosa; los que no, lo intercalan con episodios de p¨¦rdida de control, sobreingesta y combinaci¨®n con conductas compensatorias¡±. Pero hay algo m¨¢s all¨¢. Pepi Aymat, presidenta de la Asociaci¨®n en Defensa de la Atenci¨®n a la Anorexia Nerviosa y Bulimia, cree que la cara visible de un trastorno alimentario es solo la punta del iceberg: ¡°Una persona no se acuesta y se levanta un d¨ªa con anorexia. El problema est¨¢ detr¨¢s. Quiz¨¢ sea falta de comprensi¨®n, bullying, depresi¨®n¡±. Solo en su asociaci¨®n ha aumentado un 20% la ayuda a estas personas desde la covid-19. Un hecho que han reforzado con el apoyo psicol¨®gico de forma telem¨¢tica, con grupos por parejas, por familias, por adolescentes. ¡°Pero la terapia online no tiene ni punto de comparaci¨®n. Es muy importante mirarse a la cara, ver los gestos, mirar lo que no se puede observar con palabras¡±.?

Hay distintas enfermedades asociadas al trastorno de alimentaci¨®n. El especialista Fern¨¢ndez-Aranda cuenta que la m¨¢s conocida es la anorexia nerviosa, que se caracteriza por las dietas, restricciones y el abuso de ejercicio f¨ªsico. Una de las m¨¢s frecuente es la bulimia, que destaca por los atracones, v¨®mitos y p¨¦rdida de control. Le sigue el trastorno por atrac¨®n, que a la larga deriva en aumento de peso de hasta 30 o 40 kg. El cuarto tipo son casos menos severos pero con riesgo a cronicidad; pacientes preocupados por la imagen o peso, con solo algunas conductas o m¨¢s esparcidas por el tiempo.?

La pandemia, un tsunami

El aumento de trastornos en la pandemia tiene varias causas. Para Marina D¨ªaz Mars¨¢, son ¡°la p¨¦rdida de rutinas, el bombardeo social de las dietas y tablas de ejercicio y el aumento de consumo de redes sociales, donde la devoluci¨®n de cuerpos perfectos es lo contaste. Tambi¨¦n se han obsesionado algunas personas que han abandonado su rutina de ir al gimnasio¡±.?

¡°Hay personas que se han preocupado tanto por la comida¡±, se?ala Fern¨¢ndez-Aranda, ¡°que han desarrollado un trastorno bul¨ªmico o trastorno por atrac¨®n por el estr¨¦s. Y los que ya ten¨ªan tratamiento, lo han interrumpido de forma forzosa en el confinamiento¡±. Y recuerda que, hasta para la poblaci¨®n en general, la covid-19 ha influido en el comportamiento con la comida: ¡°Nos ha llevado a picotear m¨¢s. El aumento del sedentarismo ha supuesto un aumento de peso de hasta tres kilos de media¡±.

Nueve de cada diez afectados son mujeres

Solo en Espa?a, una de cada 20 mujeres de entre 12 y 21 a?os sufren un trastorno de la conducta alimentaria y nueve de cada 10 personas que lo padecen son mujeres. La doctora D¨ªaz Mars¨¢ sostiene que las personas desplazan ese malestar a la comida porque la sociedad devuelve que alguien delgado tiene ¨¦xito. ¡°La presi¨®n sobre la imagen es mayor sobre las mujeres; a ellos el malestar se asocia m¨¢s al consumo de t¨®xicos¡±. Cree que la moda tampoco ayuda, pese a los t¨ªmidos avances: ¡°Necesitamos m¨¢s mujeres reales en las revistas, la normalizaci¨®n de los ¨ªndices de masa corporal m¨¢s acorde a los fenotipos de mujeres mediterr¨¢neas. Las espa?olas no tenemos piernas tan largas, tenemos m¨¢s trasero y somos m¨¢s bajitas, y esto debe estar representado¡±.

Y la lista de motivos contin¨²a: tambi¨¦n influye la personalidad. Hay personas m¨¢s impulsivas o autoexigentes, y otras que son m¨¢s vulnerables a padecer los trastornos por factores biol¨®gicos. Pero tambi¨¦n hay factores externos, como el maltrato o el bullying. La joven Natalia Navarro que arrancaba el texto se sent¨ªa sola: ¡°El problema de la soledad es que tienes una venda que te tapa todo. Dejas de ver tu ma?ana, no te visualizas dentro de 10 d¨ªas. Se te olvida el valor de la vida, se te olvida querer. Y yo solo pensaba en comer. Llegu¨¦ a tener la pierna como un brazo, y las ve¨ªa como si cada una pesara 50 kilos¡±.?

La detecci¨®n temprana, la mejor terapia

El reconocimiento precoz y el diagn¨®stico del trastorno alimentario es esencial para superarlo correctamente. Felipe Casanueva, Especialista en Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n y profesor de la Universidad Santiago de Compostela, form¨® hace 20 a?os una unidad especializada en trastorno alimentario pionera en Galicia formada por psic¨®logos, psiquiatras, endocrin¨®logos y nutricionistas. ¡°Lo m¨¢s importante es estar en manos de especialistas, no hacer la dieta que te recomienda el vecino porque no todos los tratamientos son iguales. La regla fundamental es volver a la nutrici¨®n de nuestros abuelos, la de la dieta mediterr¨¢nea: variada, rica en fruta y verduras, en productos de proximidad y de temporada. Hay que evitar el exceso de carnes y grasas y dedicarle m¨¢s tiempo a la alimentaci¨®n con los amigos y la familia. Huyamos del estilo de alimentaci¨®n anglosaj¨®n de comida r¨¢pida¡±.

A Natalia Navarro, sin duda, le salv¨® la terapia. En este tiempo de aprendizaje ha escrito hasta un libro, Busqu¨¦ mi verdadera voz y la encontr¨¦ (C¨ªrculo Rojo), que se publicar¨¢ en las pr¨®ximas semanas. ¡°He aprendido a valorarme y a confiar en m¨ª, a saber que la perfecci¨®n no existe, que los estereotipos no valen para nada, que la sociedad es cruel. La perfecci¨®n no existe porque para alguien siempre va a haber un error, porque todos somos diferentes¡±. Ahora, con los nervios de tener un libro en imprenta, recuerda otra frase imborrable de su cabeza: ¡°Si adelgazas, te aceptas, te curas¡±. Hoy la cita es distinta. ¡°He tachado ¡®si adelgazas¡¯ y ahora leo ¡®si te aceptas, te curas¡¯¡±.