?C¨®mo llegar a ser una mujer centenaria?
Dieta saludable, ejercicio y ni?os a partir de los 40 a?os son las conclusiones de varios estudios recientes sobre la longevidad.
El conquistador espa?ol Ponce de Le¨®n buscaba la fuente de la eterna juventud en el estado norteamericano de Florida. M¨¢s de 500 a?os despu¨¦s, los investigadores han identificado varias zonas en el mundo con una gran concentraci¨®n de centenarios. Hablamos de la isla japonesa de Okinawa; la provincia de Nueva Escocia, en Canad¨¢, con el triple de centenarios que en EEUU, o la isla de Cerde?a (Italia), entre otros lugares.
Si el azar te ha llevado a nacer en uno de esos sitios y la fortuna te dota de buenos genes, tienes m¨¢s posibilidades de llegar a muy viejo con buena salud. A partir ...
El conquistador espa?ol Ponce de Le¨®n buscaba la fuente de la eterna juventud en el estado norteamericano de Florida. M¨¢s de 500 a?os despu¨¦s, los investigadores han identificado varias zonas en el mundo con una gran concentraci¨®n de centenarios. Hablamos de la isla japonesa de Okinawa; la provincia de Nueva Escocia, en Canad¨¢, con el triple de centenarios que en EEUU, o la isla de Cerde?a (Italia), entre otros lugares.
Si el azar te ha llevado a nacer en uno de esos sitios y la fortuna te dota de buenos genes, tienes m¨¢s posibilidades de llegar a muy viejo con buena salud. A partir de ah¨ª, est¨¢ en tus manos. O, mejor dicho, en el trinomio ejercicio, dieta y apropiado descanso.
Con algunas sorpresas. Se sabe, por ejemplo, que las mujeres (el 81 por ciento de las personas que llegan a 100 o m¨¢s a?os) que tienen hijos a partir de los 40 a?os tienen, como media, cuatro veces m¨¢s posibilidades de llegar a centenarias, una buena noticia cuando se multiplica el n¨²mero de mujeres que deciden esperar hasta cada vez m¨¢s tarde para ser mam¨¢s.
Un factor menos conocido ¨Cy m¨¢s controvertido¨Ces el que propone El efecto longevidad, una investigaci¨®n en s¨ª misma longeva (se elabor¨® a lo largo de 80 a?os) que se?ala que el divorcio de los padres en la ni?ez es el factor que mejor predice la muerte temprana en la edad adulta. De acuerdo con este trabajo, estos ni?os mueren, como media, cinco a?os antes que los que proceden de familias intactas. Tener un coeficiente intelectual alto no parece jugar ning¨²n rol en la longevidad, ni tampoco tener estudios avanzados. La persistencia y la capacidad de sobreponerse a los desaf¨ªos de la vida s¨ª predicen, por el contrario, una vida larga.
Los dos factores sobre los que no hay ninguna pol¨¦mica son el ejercicio y la dieta saludable. Nuevos estudios arrojan luz sobre el tipo y la cantidad de ejercicio que repercute en nuestra longevidad. Uno de estos estudios, publicado hace unas semanas, investiga la relaci¨®n entre actividad f¨ªsica, masa corporal y datos de mortandad de m¨¢s de 650.000 norteamericanos. Los investigadores encontraron que los que siguen las recomendaciones del gobierno de ese pa¨ªs ¨C150 minutos semanales de actividad moderada, como caminar a buen ritmo¨C viven, como media, 3,4 a?os m¨¢s que la gente que no hace ejercicio. Los que doblan esta recomendaci¨®n disfrutan de un ¡°extra¡± de diez meses de vida.
Incluso la gente obesa vive m¨¢s si hace ejercicio, independientemente de que pierda o no peso. Un dato llamativo es que la asociaci¨®n entre actividad f¨ªsica y vida m¨¢s longeva tambi¨¦n se cumple incluso para aquellos que hacen ejercicio solo ocasionalmente. Seg¨²n se?ala Steven Moore, investigador del Instituto Nacional del C¨¢ncer, en EEUU, y director de la investigaci¨®n, ¡°un nivel muy bajo de actividad, equivalente a caminar diez minutos al d¨ªa, se asocia con una ganancia de dos a?os de esperanza de vida¡±. Lev¨¢ntate y anda, porque el cuerpo no est¨¢ hecho para estar sentado.
Tan importante como el ejercicio es la dieta. Aunque las pautas var¨ªan en funci¨®n de factores como el entorno o la constituci¨®n y preferencias de cada uno, se sabe que los centenarios tienden a ser delgados e ingerir, de media, menos calor¨ªas que el resto de la poblaci¨®n. El sobrepeso es, por otro lado, culpable de un gran n¨²mero de enfermedades y de muerte prematura. El tabaco merece un no rotundo y en cuanto al alcohol, vino tinto en cantidades moderadas, como se ver¨¢ a continuaci¨®n.
En su libro Las zonas azules, subtitulado Lecciones para vivir m¨¢s tiempo de la gente m¨¢s longeva, Dan Buettner da cuenta de sus viajes en busca de lugares donde la gente vive m¨¢s a?os con buena salud. De entre las f¨®rmulas que recomienda destacan el vino tinto que acabamos de mencionar; practicar "Hara hachi bi," la pr¨¢ctica de las gentes de Okinawa de dejar de comer cuando el est¨®mago est¨¢ lleno en un 80 por ciento; tomar tiempo suficiente para relajarse o rodearse de gente af¨ªn.
Si todo esto falla, que no cunda el p¨¢nico: el ser humano ha incrementado su esperanza de vida en tres meses al a?o desde 1840 gracias a los cambios introducidos para reducir las amenazas del entorno. Esto quiere decir que, en cuatro generaciones, la esperanza de vida ha avanzado m¨¢s que en 6,6 millones de a?os de evoluci¨®n. Los 70 bien podr¨ªan ser los nuevos 30.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es