Conclusiones de 10 a?os de Tinder: por qu¨¦ la herramienta m¨¢s odiada sigue siendo la mejor para encontrar el amor
¡°Tinder ha sido el mayor disruptor en cuanto a ¡®online dating¡¯ [salir de citas a trav¨¦s de Internet] en m¨¢s de una d¨¦cada¡±, dice la experta Damona Hoffman. ¡°Ofreci¨® a sus usuarios facilidad de uso y redujo el estigma de que las citas ¡®online¡¯ son para fracasados¡±.
Tinder, creado hace ahora diez a?os por Sean Rad, empresario estadounidense veintea?ero, revolucion¨® las relaciones sexoafectivas generalizando las citas a trav¨¦s de redes sociales. Pese a que unos a?os antes Grindr, creado en 2009, hab¨ªa contribuido a normalizar los contactos online entre muchos hombres que tienen sexo con hombres, Tinder introdujo esta receta de ¨¦xito entre el resto de la poblaci¨®n. En medio de una eclosi¨®n de nuevas plataformas ¡ªInstagram fue lanzado en 2010 y Snapchat en 2011¡ª, la app californiana uni¨® el inter¨¦s por conectar con otra gente a trav¨¦s de Internet pr...
Tinder, creado hace ahora diez a?os por Sean Rad, empresario estadounidense veintea?ero, revolucion¨® las relaciones sexoafectivas generalizando las citas a trav¨¦s de redes sociales. Pese a que unos a?os antes Grindr, creado en 2009, hab¨ªa contribuido a normalizar los contactos online entre muchos hombres que tienen sexo con hombres, Tinder introdujo esta receta de ¨¦xito entre el resto de la poblaci¨®n. En medio de una eclosi¨®n de nuevas plataformas ¡ªInstagram fue lanzado en 2010 y Snapchat en 2011¡ª, la app californiana uni¨® el inter¨¦s por conectar con otra gente a trav¨¦s de Internet propio de la ¨¦poca con la b¨²squeda de parejas.
?Tinder ha sido el mayor disruptor en cuanto a online dating [salir de citas a trav¨¦s de Internet] en m¨¢s de una d¨¦cada¡±, dice Damona Hoffman, experta en citas y articulista en varios medios. ¡°Ofreci¨® a sus usuarios facilidad de uso y redujo el estigma de que el online dating es para fracasados¡±.
Andrea, estudiante coru?esa de universidad de 23 a?os, no est¨¢ del todo de acuerdo. A comienzos de 2020 se descarg¨® la aplicaci¨®n por primera vez y, aunque lo hizo ¡°para pasar el rato¡±, como cualquier otra red social, termin¨® encontrando a su actual pareja en noviembre de ese mismo a?o. ¡°Hicimos match en Tinder, empezamos a hablar y yo le dej¨¦ de contestar porque no me interes¨® o no vi el mensaje ¡°, dice Andrea. ¡°Pero ¨¦l me volvi¨® a hablar¡±. Sus amigas aceptaron sin problemas el flechazo virtual, pero con sus padres la historia cambia. ¡°A mis padres no les dije que lo conoc¨ª por Tinder¡±, dice Andrea. ¡°No ver¨ªan igual a mi pareja si les digo que lo conoc¨ª en Tinder que si les digo que lo conoc¨ª de fiesta o por Instagram¡±.
Para Michael Roselfeld, profesor de Sociolog¨ªa en la Universidad de Stanford y experto en dating y redes sociales, esto se debe m¨¢s a una brecha generacional que a un estigma asociado a Tinder. ¡°Los j¨®venes pueden sentir que la abuela no tiene por qu¨¦ conocer todos los detalles de su vida personal¡± dice Rosenfeld. ¡°Entre sus coet¨¢neos, no veo que los j¨®venes tengan la menor reticencia sobre ¡®le conoc¨ª en Tinder¡¯¡±. De hecho, casi el 60% de los estadounidenses opinaba en 2016 que el online dating era una buena manera de conocer a gente, como public¨® el Pew Research Center.
Adem¨¢s de normalizar las citas por Internet, Tinder ha afectado a la forma en que ligamos. Seg¨²n un estudiode 2019 coescrito por Michael Rosenfeld y Reuben J. Thomas, profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad de Nuevo M¨¦xico experto en redes sociales y relaciones interpersonales, el n¨²mero de parejas que se conoci¨® de manera online super¨® en 2013 a aquellas que se conocieron a trav¨¦s de amigos. Gracias a Tinder, los m¨¢rgenes socioculturales asociados a nuestras relaciones interpersonales se han ensanchado, ampliando los c¨ªrculos sociales y democratizando las relaciones sexoafectivas.
¡°Yo he quedado con chavales a tomar algo que en la vida nos hubi¨¦semos encontrado porque eran de Boadilla del Monte, de colegio, instituto y universidad privada y yo de la p¨²blica de toda la vida, viviendo en Parla en la zona de la clase media-baja¡±, dice Sarahi, de 25 a?os. T¨¦cnica de una ONG, se descarg¨® Tinder por primera vez en 2014, y lo us¨® hasta conocer a su actual pareja en abril del a?o pasado. ¡°Mis redes de amistad son sobre todo chicas, entonces si estaba buscando a chicos era s¨²perlimitado. Tambi¨¦n porque viv¨ªa en Parla, donde todo el mundo nos conoc¨ªamos¡±.
Para la gente queer, Tinder sirve para suplir la falta de c¨®digos que han definido las relaciones entre personas del mismo sexo durante siglos. ¡°En el caso de las relaciones entre chicas faltan muchos referentes, porque desde peque?os no tenemos construcci¨®n de un relato¡±, dice J., autora de la newsletter Informe Tinder, de 28 a?os. Entre personas de diferente sexo, ligar en un bar o en una discoteca forma parte de un ritual con normas claras y compartidas, algo que, salvo en espacios puramente queer, no ocurre en la comunidad LGBTIQ. Por no hablar del riesgo que conlleva asumir que una persona no es heterosexual. ¡°Cuando eres de nuestro colectivo, son dos rechazos. Uno es que te digan ¡®soy hetero¡¯ y segundo, que le intereses o no. De esta forma al menos te quitas uno¡±, a?ade J, que se descarg¨® Tinder en 2017.
Esta situaci¨®n favorece un mayor uso de apps de contactos entre la poblaci¨®n queer, como expuso un estudio de la Universidad de Zaragoza publicado en 2020. Para una persona que pertenece a una minor¨ªa sexual, la probabilidad de haber usado apps de contactos triplica a la de una persona heterosexual. ¡°Son un recurso muy utilizado por las minor¨ªas sexuales¡±, escriben los autores.
Adem¨¢s, como red social, Tinder ha servido para conectar a personas m¨¢s all¨¢ del inter¨¦s sexoafectivo. En muchos grupos de amigos queer, es habitual que varios se hayan conocido a trav¨¦s de Tinder. Se podr¨ªa decir que la app ha terminado por suplantar a los bares de ambiente como espacio de socializaci¨®n. Para gente como Juansa, comercial en Londres de 48 a?os, Tinder hasta le ha ayudado a encontrar piso gracias a los consejos de una chica que conoci¨® en la app. ¡°Me encuentro con una situaci¨®n que nunca habr¨ªa imaginado en mi santa vida, y es que soy propietario de un piso en Londres y todo empez¨® por haber conocido a alguien en Tinder¡±. El ¨²ltimo giro de guion a la famosa frase de ¡°si eres lista el Tinder da dinero¡±.
Sin embargo, estos diez a?os tambi¨¦n han servido para conocer la cara menos amable de la celestina actual por excelencia. Como otras redes sociales, Tinder est¨¢ basado en el intercambio de likes, peque?as dosis de validaci¨®n cuyo objetivo es mantener a sus usuarios pasando tiempo en la app. Para Andrea, una administrativa de Sevilla de 29 a?os, descargarse Tinder le ayud¨® a encontrarse mejor en un momento complicado, aunque reconoce la adicci¨®n que puede provocar la interminable sucesi¨®n de mensajes. ¡°Yo segu¨ª el camino correcto para salir cuando estaba mal, pero a veces es mucho m¨¢s f¨¢cil tirar de desconocidos que te levantan el ¨¢nimo y te hacen salir¡±, dice Andrea. ¡°Si el objetivo es estar bien te da igual coger el atajo, aunque t¨² sepas que no es lo mejor¡±.
Como a Andrea, la posibilidad de gustar a gente y recibir su match es lo que nos engancha a Tinder, opina Jone Mart¨ªnez Bacaicoa, psic¨®loga. ¡°Mucha gente usa Tinder como una manera de escapar¡±. Aunque sea vista como una app de citas, numerosos usuarios tan solo la usan como refuerzo personal, sin inter¨¦s real de conocer a posibles parejas o de tener relaciones sexuales.
Al escudarnos en el semianonimato de la plataforma, Tinder tambi¨¦n ha amplificado patrones negativos que, de forma anal¨®gica, incurrir¨ªan en un mayor coste social. Como afirma Bacaicoa, actitudes t¨®xicas como el ghosting o el breadcrumbing ya estaban presentes en la sociedad ¡ªel plant¨®n que hemos sufrido toda la vida¡ª, pero la tecnolog¨ªa facilita estos comportamientos. Aunque la responsabilidad afectiva siempre ha sido un bien escaso, probablemente no hubieras dejado en le¨ªdo a la cita de anoche si te la hubiera presentado un amigo en com¨²n.
¡°Yo me he llegado a encontrar gente con la que he estado haciendo sexting y no me volvieron a llamar o escribir¡±, dice Mar¨ªa, periodista de 39 a?os. ¡°Es una tras otra tras otra. Yo ya s¨¦ que no pasa nada conmigo, pero es duro¡±.
Y si eres de una minor¨ªa racial, Tinder te expone a recibir rechazo o exotizaci¨®n por parte de otros usuarios. Como mujer negra, Sarahi ha vivido muchas veces la violencia de enfrentarse a hombres que tan solo le hab¨ªan dado match porque nunca hab¨ªan estado con una persona de otra raza. ¡°Era superviolento que yo tuviera que aceptar ese tipo de sexualizaci¨®n y racismo¡±, dice Sarahi. ¡°Soy m¨¢s de lo que me est¨¢s cosificando¡±. Pese a que, como explica Reuben J. Thomas, el online dating ha contribuido al auge de parejas interraciales en Estados Unidos, tambi¨¦n ha incrementado los discursos de odio. ¡°Exponer a gente a m¨¢s opciones de dating aumenta las posibilidades de enfrentarse al racismo en el mundo online en comparaci¨®n con los c¨ªrculos sociales¡±, dice el soci¨®logo.
Tras una d¨¦cada de swipes, relaciones, fracasos y plantones de ¨²ltima hora, ?sobrevivir¨¢ Tinder en el competitivo mundo de las redes sociales? Su dominio est¨¢ claro: Seg¨²n BusinessofApps, el 72% de los usuarios de apps de contactos usaba Tinder a comienzos de 2022, pero plataformas como Bumble o Hinge cada vez le comen m¨¢s terreno, y nuevas apps como Raya o Feeld fragmentan a sus usuarios en subcomunidades. Una cosa est¨¢ clara en medio de tanta incertidumbre: por mucho que las madres crean que aquel chico del que le hablas fue un flechazo directo gracias a una amiga del instituto, el online datingseguir¨¢ siendo la principal forma de conocer a gente.
¡°A pesar de que la gente se queje de las aplicaciones y del agotamiento digital, el ¨ªndice de parejas que se conocieron online seguir¨¢ aumentando¡±, dice Thomas. ¡°Sin una alternativa anal¨®gica fuerte, ah¨ª es donde la gente seguir¨¢ buscando el amor¡±.
Hace meses que ya no uso Tinder. La procesi¨®n de rostros mirando a c¨¢mara, algunos abrazados a un perrito, otros rodeados de plantas en un sal¨®n de ladrillo visto, me parec¨ªan id¨¦nticos. Me cans¨¦ de repetir una y otra vez las mismas frases predeterminadas; de ser lo suficientemente ingenioso como para no terminar enterrado en una lista interminable de matches y de cotillear perfiles de Instagram para ver si ese chico con aire a Louis Garrel era realmente tan interesante como proyectaba en su perfil. Prob¨¦ Hinge, ¡°la app que permite a sus usuarios encontrar relaciones duraderas¡±, y hasta me descargu¨¦ Thursday, que propone conocer a gente soltera en bares. Pese al dinero derrochado y a los chicos que poco a poco fueron desapareciendo ¡ªyo lo llamo soft ghosting¡ª, s¨¦ que si quiero conocer gente recurrir¨¦ a la secci¨®n de ¡°Estilo de vida¡± de la App Store. Como dir¨ªa Margaret Thatcher: ¡°No hay alternativa¡±.
¡°Yo hice una cita de speed dating y fue bastante horroroso. Sal¨ª de ah¨ª y dije ¡°uf, Tinder es mejor; al menos lo hago desde mi sof¨¢¡±, dice Mar¨ªa. Sin embargo, ¡°para una mujer exitosa como yo, el no encontrar pareja utilizando aplicaciones online genera mucha frustraci¨®n y te hace sentir fracasada. Tienes que estar muy bien a nivel de salud mental para sostener eso¡±.