Cuando la pol¨ªtica va por detr¨¢s de la cultura pop: as¨ª se ha desechado el estigma al hablar de salud mental

Quiz¨¢ es osado afirmarlo, pero todo apunta a que Carmelo Romero, el diputado del PP por Huelva que grit¨® lo de ¡°vete al m¨¦dico¡± a ??igo Errej¨®n, no es fan de Billie Eilish. La cantante, que hace apenas unos d¨ªas gan¨® su segundo Grammy consecutivo al Mejor disco del a?o, se ha labrado el camino al estrellato cantando sobre la depresi¨®n, los pensamientos suicidas ¨Cdijo en una entrevista que nunca crey¨® que llegar¨ªa a cumplir los 17¨C, las autolesiones, el s¨ªndrome de Tourette y la dismorfia corporal. Y por el camino ha educado a sus fans en un vocabulario no lesivo para hablar de salud mental....

Quiz¨¢ es osado afirmarlo, pero todo apunta a que Carmelo Romero, el diputado del PP por Huelva que grit¨® lo de ¡°vete al m¨¦dico¡± a ??igo Errej¨®n, no es fan de Billie Eilish. La cantante, que hace apenas unos d¨ªas gan¨® su segundo Grammy consecutivo al Mejor disco del a?o, se ha labrado el camino al estrellato cantando sobre la depresi¨®n, los pensamientos suicidas ¨Cdijo en una entrevista que nunca crey¨® que llegar¨ªa a cumplir los 17¨C, las autolesiones, el s¨ªndrome de Tourette y la dismorfia corporal. Y por el camino ha educado a sus fans en un vocabulario no lesivo para hablar de salud mental.

El exabrupto de Romero, por el que se disculp¨® y que tuvo el efecto contrario, el de desatar una enorme corriente de personas que han afirmado ¡°ir al m¨¦dico¡± y estar en contra de la estigmatizaci¨®n de los trastornos psicol¨®gicos y psiqui¨¢tricos, pone en evidencia tambi¨¦n que en esto, como en otras cosas, la pol¨ªtica va muy por detr¨¢s de la sociedad, y en este caso de la cultura pop. A cualquier persona que tenga redes sociales y que consuma medios generalistas 100% mainstream, alguien que viera, sin ir m¨¢s lejos, la entrevista de Oprah Winfrey con Meghan Markle y el Pr¨ªncipe Harry el otro d¨ªa, lo de ¡°vete al m¨¦dico¡± le suena extra?¨ªsimo. Durante el programa, la porci¨®n m¨¢s importante estuvo dedicada a la falta de ayuda psicol¨®gica que denunci¨® Markle, quien confes¨® haber albergado pensamientos suicidas. El hecho mismo de que en una emisi¨®n televisiva tan estudiada, pactada y orquestada como esa una mujer con un alt¨ªsimo perfil p¨²blico explique con cierta normalidad que pens¨® en suicidarse estando embarazada demuestra hasta qu¨¦ punto han cambiado las actitudes en torno a la percepci¨®n de la salud mental. De hecho, si esa acusaci¨®n es especialmente dolorosa para Buckingham Palace es porque los representantes del otro campo, William y Kate Middleton, han hecho precisamente de este tema su principal plataforma p¨²blica. Los duques de Cambridge (y tambi¨¦n los de Sussex, cuando a¨²n lo eran) son los patronos y fundadores de la Fundaci¨®n Heads Together, cuya misi¨®n es ampliar la conversaci¨®n sobre la salud mental. Hace apenas un par de semanas, los duques de Cambridge hicieron p¨²blico un v¨ªdeo en el que aparec¨ªan hablando con la familia de un ni?o de apenas 12 a?os que hab¨ªa recurrido a un tel¨¦fono de atenci¨®n a las crisis cuando el cr¨ªo hab¨ªa sufrido una crisis con pensamientos suicidas. Ya en 2017, un art¨ªculo de William Davies en The Guardian felicitaba a los dos pr¨ªncipes por ir por delante de la clase pol¨ªtica en este aspecto, pero a la vez advert¨ªa que no se puede hablar de depresi¨®n y ansiedad sin tratar las condiciones materiales que las propician a menudo. Y, en ese caso, Davies aconsejaba a los herederos de la monarqu¨ªa abstenerse de entrar en el debate, por razones obvias.

¡°Los pol¨ªticos suelen utilizar lenguaje estigmatizador muy da?ino. Lo vemos todos los d¨ªas¡±, explica Dani Ferrer, activista de la asociaci¨®n Activament que se encarga de recopilar ejemplos de este tipo en los medios y tambi¨¦n de hacer formaci¨®n a periodistas, precisamente para que evitar que se perpet¨²e el uso de seg¨²n qu¨¦ palabras. ¡°Con el proc¨¦s, en Catalu?a se han dicho aut¨¦nticas barbaridades. Que si Catalu?a est¨¢ paranoica, bipolar, esquizofr¨¦nica. Que si los pol¨ªticos son paranoicos, delirantes Ministros enviando a la ciudadan¨ªa al psiquiatra. Jos¨¦ Luis ?balos hizo campa?a hablando del ¡°trastorno de personalidad¡± de Pablo Casado. Josep Borrell dijo que no quer¨ªa que sus nietos tuvieran esquizofrenia identitaria¡±. La asociaci¨®n Obertament, tambi¨¦n enfocada en la desestigmatizaci¨®n, tuvo que emitir un comunicado despu¨¦s de la consulta del 1 de octubre pidiendo a todos los representantes p¨²blicos que dejaran de decir cosas como ¡°el poder del estado se ha convertido en un manicomio regido por s¨¢dicos¡± o ¡°les invito a que desconecten de este delirio¡±. En la nota, una persona con trastorno mental llamada Rosa dec¨ªa: ¡°Cada vez que oigo por la tele a un pol¨ªtico que dice que las declaraciones de su adversario son esquizofr¨¦nicas o delirantes siento que estos pol¨ªticos me invalidan como persona de pleno derecho. Siento que no tienen la m¨¢s m¨ªnima empat¨ªa hacia el sufrimiento psicol¨®gico y que no me pueden representar, ni a m¨ª ni a mi colectivo¡±.

A Ferrer no le sorprendi¨® el exabrupto de Carmelo Romero porque, aunque es una mala costumbre extendida en todo el arco pol¨ªtico ¨CEn YouTube cuelgan los v¨ªdeos de pol¨ªticos con la etiqueta #AlertaEstigma y no se libra nadie, ni el reci¨¦n dimitido ?ngel Garrido ni?In¨¦s Arrimadas¨C , en su opini¨®n la derecha es m¨¢s tendente que la izquierda a utilizar mal el vocabulario relacionado con las enfermedades de salud mental. Adem¨¢s, el tambi¨¦n alcalde de Palos de la Frontera tiene 62 a?os y seg¨²n el activista y formador, los pol¨ªticos veteranos son m¨¢s dados a utilizar el lenguaje estigmatizador. En la web de Obertament se pueden consultar los informes anuales de medios que elaboran desde 2014, haciendo recuento del mal uso del lenguaje asociado a la salud mental en los medios y en la esfera p¨²blica. Y otra asociaci¨®n que trabaja sobre todo en el ¨¢mbito andaluz, 1decada4, llamada as¨ª porque una de cada cuatro personas padece trastornos de la salud mental, tambi¨¦n ofrece gu¨ªas de estilo que podr¨ªan ser ¨²tiles para cualquiera, ya sea concejal o entrenador de f¨²tbol, que haga declaraciones p¨²blicas con frecuencia y pueda ahorrarse lo de ir diagnosticando por ah¨ª a sus rivales de ¡°psic¨®ticos¡± o ¡°bipolares¡±.

Ferrer da tambi¨¦n charlas en institutos y colegios y le gusta lo que ve. ¡°Somos muy conscientes de los mensajes que han lanzado en los ¨²ltimos a?os Lady Gaga, Demi Lovato, Selena Gomez, que han hablado de sus propios problemas. Lo valoramos mucho. La gente se est¨¢ criando con estos mensajes y ya estamos viendo en los j¨®venes que crecen con una mayor cultura de la salud mental. Yo percibo mucho inter¨¦s cuando voy a las escuelas. Muchos hablan de sus propios problemas y los dem¨¢s escuchan con inter¨¦s. Ya me hubiera gustado a m¨ª encontrar apoyos como los que hay en las redes ahora cuando me diagnosticaron en 1995. Ten¨ªa 21 a?os y era dif¨ªcil conocer gente como yo, compartir experiencias¡±.

Adem¨¢s de las cantantes y actrices que menciona el activista ?¨CLovato acaba de estrenar la docuserie Dancing with the Devil, en la que aborda sus problemas de adicci¨®n y de su historial de trastornos de la salud mental¨C, otras decenas de figuras de la cultura pop han abierto en los ¨²ltimos a?os esa puerta que antes permanec¨ªa cerrada. Adele ha hablado de su depresi¨®n posparto, Camila Cabello de su trastorno obsesivo compulsivo, Halsey de su diagn¨®stico de trastorno bipolar, Katy Perry y Lizzo de su depresi¨®n, Shawn Mendes y Zendaya de c¨®mo gestionan la ansiedad. La recepci¨®n de ese tipo de confesiones suele ser positiva y la estrella que se sincera en ese terreno se asegura un ciclo de noticias favorable cuando lo hace, pero eso tampoco significa que en la industria del entretenimiento est¨¦ del todo resuelta la cuesti¨®n. Algunos medios, por ejemplo, siguen sin afinar a la hora de hablar de Kanye West, que est¨¢ diagnosticado con trastorno bipolar. La que todav¨ªa es su esposa legalmente, Kim Kardashian, abord¨® el tema el pasado julio y pidi¨® que se tenga en cuenta cuando se informe sobre ¨¦l.