¡®Es un error seguir tomando l¨¢cteos en la edad adulta¡¯
Hablamos con la experta en nutrici¨®n energ¨¦tica Montse Bradford sobre los errores m¨¢s comunes cuando elegimos con qu¨¦ nos alimentamos.
Con m¨¢s de diez libros a sus espaldas ¨Cel m¨¢s reciente, ¡°La alimentaci¨®n y las emociones¡± ¨Cla fundaci¨®n de varias escuelas de cocina en Europa y el Premio Verde 2008 por su trabajo a favor de la alimentaci¨®n responsable y el desarrollo sostenible, la autoridad de Montse Bradford en el campo de la nutrici¨®n es indiscutible. Sus puntos de vista, no obstante, son poco convencionales: no recomienda el consumo de l¨¢cteos y mucho menos el de carne, y cree que ¡°las emociones proceden del pensamiento, pero tambi¨¦n de los alimentos¡±.
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Con m¨¢s de diez libros a sus espaldas ¨Cel m¨¢s reciente, ¡°La alimentaci¨®n y las emociones¡± ¨Cla fundaci¨®n de varias escuelas de cocina en Europa y el Premio Verde 2008 por su trabajo a favor de la alimentaci¨®n responsable y el desarrollo sostenible, la autoridad de Montse Bradford en el campo de la nutrici¨®n es indiscutible. Sus puntos de vista, no obstante, son poco convencionales: no recomienda el consumo de l¨¢cteos y mucho menos el de carne, y cree que ¡°las emociones proceden del pensamiento, pero tambi¨¦n de los alimentos¡±.
?En qu¨¦ consiste la nutrici¨®n energ¨¦tica?
Lo defino con estas cuatro palabras: natural, sostenible, energ¨¦tica y consciente. Si utilizo? alimentos locales, de estaci¨®n y principalmente de origen vegetal, tendr¨¦ una alimentaci¨®n sostenible. Por energ¨¦tico sigo la m¨¢xima de que el alimento sea tu medicina. Hay poco conocimiento sobre la reacci¨®n de los alimentos en nuestro cuerpo. En el colegio no se aprende que cada alimento tiene una acci¨®n, y eso es lo que yo estudio. Tengo fr¨ªo, me tomo unas lentejas. Tengo calor, me preparo una ensalada de crudos. Por lo que si a una alimentaci¨®n sostenible le a?adimos el conocimiento de la energ¨ªa y reacci¨®n de los alimentos, tendremos una alimentaci¨®n consciente. Para que cada individuo escoja seg¨²n las necesidades energ¨¦ticas individuales.
Insiste en que a menudo utilizamos la comida como ¡°tapadera¡± o evasi¨®n. ?Qu¨¦ quiere decir?
Tenemos tres cuerpos: el f¨ªsico, el emocional y el mental. Con la comida a menudo intentamos alimentar el cuerpo emocional, pero este no tiene sistema digestivo. Tendemos a utilizar alimentos extremos, como el chocolate, para tapar o evadirnos de ciertas emociones. El cuerpo f¨ªsico necesita una alimentaci¨®n muy sencilla y energ¨¦tica. Cuando menos procesados mejor; del campo a nuestro est¨®mago. El cuerpo emocional, en cambio, no necesita alimentos. Necesita un abrazo, un libro, m¨²sica, escritura o un paseo.
Hablemos de las emociones de Espa?a. Estos d¨ªas predomina el miedo, la desesperanza¡ ?Qu¨¦ alimentos habr¨ªa que evitar?
Lo que como afecta directamente a mis ¨®rganos. Con el h¨ªgado sano, por ejemplo, estoy m¨¢s tranquila y alegre. Con el h¨ªgado bloqueado la emoci¨®n dominante es la ira, la c¨®lera e impaciencia.? Creo que, como pa¨ªs, tenemos el h¨ªgado bloqueado por exceso de prote¨ªna animal. Por otra parte, se consumen demasiados productos que desmineralizan, productos que se utilizan para generar energ¨ªa falsa, debilitando los ri?ones y generando emociones de miedo y victimismo.
?Cu¨¢les son estos productos? y qu¨¦ efecto tienen?
Caf¨¦, az¨²car, chocolate, bebidas gaseosas azucaradas, alcohol, boller¨ªa¡ Generan una reacci¨®n muy r¨¢pida y desmineralizan. Al cabo de un rato, se produce un baj¨®n de az¨²car. El ri?¨®n es el que paga. Se trata un ¨®rgano muy ancestral. Si abusamos , si queremos hacer y hacer sin descansar, usando sustancias que nos ayuden a seguir este ritmo, como las mencionadas, los ri?ones se van deteriorando y el ¡°cr¨¦dito¡±, por as¨ª decir, se queda a cero. La fatiga cr¨®nica es la ¡°enfermedad del hacer¡±, propia de gente guerrera que abus¨® y se qued¨® sin energ¨ªa.
?Y qu¨¦ hay de nuestra dieta mediterr¨¢nea? ?No nos protege?
Estoy a favor de ella, pero se ha perdido totalmente su significado m¨¢s profundo: productos del campo y de origen vegetal. Se ha ido desfasando y estamos comiendo alimentos muy extremos: alimentos de energ¨ªa densa,? de acumulaci¨®n, como las grasas saturadas. Carne, embutido, quesos, huevos¡ tendr¨ªamos que utilizarlos muy poco. La carne no la recomiendo en absoluto. Para producir un kilo de carne se necesitan 15.000 litros de agua. Optemos por las legumbres, con las que se puede alimentar a muchas m¨¢s familias. No se valora la verdadera dieta mediterr¨¢nea, con el uso de la prote¨ªna vegetal, porque la gente no tiene tiempo para cocinar. Se usan congelados o microondas. Ya veremos la salud que tiene la poblaci¨®n dentro de unos a?os. Ser¨¢ escalofriante.
No tiene buenas palabras para los congelados, que sacan del apuro a mucha gente¡
Los congelados debilitan el ri?¨®n. Cuando comemos alimentos sin energ¨ªa y sin vida, poco a poco nos vamos? quedando sin energ¨ªa. Tenemos que recurrir a estimulantes como el caf¨¦ y ya estamos de nuevo en el c¨ªrculo vicioso.
Padecemos una epidemia de falta de atenci¨®n y concentraci¨®n. ?Qu¨¦ papel juega la dieta?
Los alimentos se equilibran energ¨¦ticamente. Damos bandazos entre productos extremos, lo que yo llamo alimentos yang, de energ¨ªa densa (carne, embutidos) que nos ponen tensos y col¨¦ricos, y yin (chocolate,? az¨²car, alcohol, levaduras artificiales), que conducen a la hipersensibilidad. Abusar de alimentos yang conducir¨¢ hacia la ingesta compulsiva de alimentos yin. En lugar de eso, podemos buscar el equilibrio con cereales, prote¨ªnas vegetales, algo de pescado, verduras, ensaladas, frutas, legumbres, semillas, frutos secos¡ Alimentos que nos den estabilidad energ¨¦tica y, por tanto, potencien la concentraci¨®n y vitalidad durante horas.
La hiperactividad en los ni?os es especialmente preocupante.?
Les damos demasiados alimentos ¡°de expansi¨®n¡± alimentos con un efecto? muy r¨¢pido, que favorecen la hiperactividad y la falta de concentraci¨®n , como el chocolate, boller¨ªa, chucher¨ªas, bebidas azucaradas,? l¨¢cteos o yogures.? Si? a un ni?o le damos estos alimentos, va a actuar su energ¨ªa, produciendo los efectos mencionados. Hay muy poca conciencia en este sentido.?
?Y esa costumbre de completar la comida o la cena con un vaso de leche? ?Son necesarios los l¨¢cteos?
En muchas otras culturas no se toman. El ser humano es el ¨²nico mam¨ªfero que los sigue tomando de adulto. A los 50 a?os todav¨ªa no nos hemos destetado. La leche de vaca es muy rica en prote¨ªna para el crecimiento de los huesos: en dos meses, un ternero es casi tan grande como su madre. La leche materna, en cambio, es muy alta en carbohidratos, para reforzar el sistema nervioso.
Pero el consumo de l¨¢cteos? (para los humanos) debilita ri?¨®n y produce un exceso de mucosidades. Por eso hay tantos ni?os siempre resfriados, o con dolor de o¨ªdos. Creo que existe un apego; la leche nos recuerda a nuestra madre. Como no sabemos c¨®mo alimentar nuestro cuerpo emocional, recurrimos a los l¨¢cteos a costa de debilitar el cuerpo f¨ªsico.
?Cu¨¢l es la alternativa?
No recomiendo la leche de soja, no podemos digerir leches de legumbres. Mucha gente mal informada cree que es un buen sustituto de la leche de vaca. Es dif¨ªcil de asimilar, y he observado que, entre otras cosas, inflama los intestinos y reduce la temperatura corporal , produce problemas de absorci¨®n, y gases. A los ni?os les dar¨ªa leche de almendra, de avellana, o de cereales (arroz, avena, etc).
Hablemos del pan, otro alimento base.
El pan y la boller¨ªa artificial est¨¢n destruyendo el sistema digestivo. Recomiendo el cereal integral y buscar buena calidad de pan. El cereal integral produce energ¨ªa estable que dura horas (son semillas de vida). Tonifica el sistema nervioso. A nivel energ¨¦tico, el pan es harina al horno y si como en exceso voy a incrementar mi peso y sentirme densa.?
Propone un gran cambio en la alimentaci¨®n. ?Por d¨®nde comenzar?
Eliminando o reduciendo las grasas saturadas. ?Para qu¨¦ quieres tanta prote¨ªna animal? Empieza a explorar el mundo de la prote¨ªna vegetal. Al reducir la prote¨ªna animal, comienza la transformaci¨®n. Ya no tienes necesidad de alimentos extremos, dar¨¢s menos bandazos.
?Qu¨¦ opina de las ¡°dietas milagro¡±?
Todas esas dietas no tienen en cuenta la cuesti¨®n energ¨¦tica. Si quiero perder grasa, tengo que dejar de comerla. ?C¨®mo voy a perder grasa si la estoy consumiendo? No existe dieta milagro, en absoluto. Es una p¨¦rdida de tiempo y de dinero.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es