La ¡®dieta pib¨®n¡¯, o c¨®mo sufrir para perder peso en seis semanas
Un libro asegura que se pueden llegar a perder nueve kilos en seis semanas con m¨¦todos poco ortodoxos como ba?os fr¨ªos o saltarse el desayuno.
?El fin justifica los medios? ?Qu¨¦ m¨¢s da si de buena ma?ana te tienes que dar un nada apetecible ba?o de agua fr¨ªa, saltarte el desayuno y, en general, pasar bastante hambre si al cabo de seis semanas has perdido nueve kilos? Este es el punto de partida de Seis semanas para ser un pib¨®n (tambi¨¦n conocida por su nombre en ingl¨¦s: Six weeks to OMG), el best seller del ingl¨¦s Venice A. Fulton con la en¨¦sima dieta milagro que promete s¨ª o s¨ª dar de lado a la grasa para, como reza el subt¨ªtulo del libro, ¡°ser la envidia de tus amigas¡±. Conste que el libro tambi¨¦n vale para hombre...
?El fin justifica los medios? ?Qu¨¦ m¨¢s da si de buena ma?ana te tienes que dar un nada apetecible ba?o de agua fr¨ªa, saltarte el desayuno y, en general, pasar bastante hambre si al cabo de seis semanas has perdido nueve kilos? Este es el punto de partida de Seis semanas para ser un pib¨®n (tambi¨¦n conocida por su nombre en ingl¨¦s: Six weeks to OMG), el best seller del ingl¨¦s Venice A. Fulton con la en¨¦sima dieta milagro que promete s¨ª o s¨ª dar de lado a la grasa para, como reza el subt¨ªtulo del libro, ¡°ser la envidia de tus amigas¡±. Conste que el libro tambi¨¦n vale para hombres ¡°aunque la mayor parte de quienes se embarcan en una dieta son mujeres. De hecho hay un estudio en Gran Breta?a que afirma que cada mujer se embarca en unos 31 reg¨ªmenes diferentes para perder peso a lo largo de su vida. Yo no propongo una dieta sino un plan para perder peso, un estilo de vida¡±. Vamos, que a la 32? va la vencida. Y aqu¨ª cada cual por su cuenta. Una temeridad en palabras de Carlota Portella, especialista en Nutrici¨®n del Servicio de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n del Hospital Sanitas CIMA: ¡°Antes de iniciar cualquier plan nutricional se debe de poner en manos de profesionales. Cada persona dispone de una bioqu¨ªmica individual por lo que las dietas deben ser personalizadas¡±.
Fulton, cuyo verdadero nombre es que Paul Khanna pero que eligi¨® su alias por aquello de cierta asociaci¨®n con Venice Beach, esa meca de los cuerpos perfectos, se ha colado entre los Dukan, Atkins y compa?¨ªa aunque con cierta ventaja: la versi¨®n digital autoeditada de su libro vendi¨®, de la noche a la ma?ana, 120.000 copias. ¡°En realidad solo quer¨ªa dar algunos consejos sencillos a las mujeres para adelgazar¡±. Ahora el libro, ya en papel y traducido, se lanza a la conquista de mercados tan diversos como Brasil, Croacia, Taiwan o Hispanoam¨¦rica. ¡°Es un m¨¦todo que siempre ha estado ah¨ª. Es l¨®gico y barato, no me voy a forrar vendiendo libros de recetas, complementos alimenticios o aparatos. Tal vez por eso haya ciertos recelos¡±, deja caer el autor mientras da buena cuenta de un chocolate caliente en un hotel madrile?o.
La comunidad m¨¦dica no sale de su asombro y lo menos que dice de este libro es que es ¡°deplorable ya desde el t¨ªtulo. Lo de pib¨®n es denigrar a la mujer¡±, sentencia la doctora Carmen G¨®mez-Candela, jefa del Servicio de Nutrici¨®n del Hospital Universitario La Paz, uno de los centros de investigaci¨®n m¨¢s s¨®lidos en nutrici¨®n y desordenes alimenticios. ¡°Por no hablar de que perder nueve kilos en seis semanas es nefasto para el organismo. Lo que se pierde en seis semanas se recupera en dos. Como mucho recomendamos perder medio kilo por semana para que el metabolismo se acostumbre y no acabe habiendo efecto yo-y¨®¡±. Para Portella un baj¨®n tan r¨¢pido de peso provoca en un primer momento una gran satisfacci¨®n ¡°porque se ha logrado a corto plazo y la paciente de pronto se encuentra a gusto con su nueva est¨¦tica. Pero en seis semanas no da tiempo de reprogramar ning¨²n ¨®rgano endocrino. Esta persona no ha aprendido a organizar sus comidas ni a y combinar ciertos alimentos a lo largo del d¨ªa y en unos horarios determinados, por tanto, cuando termine la dieta y vuelva a sus h¨¢bitos anteriores recuperar¨¢ y probablemente superar¨¢ su peso inicial, por lo que acabar¨¢ siendo un fracaso con un metabolismo ralentizado¡±.
A Fulton, un columnista del Huffington Post que no es m¨¦dico sino graduado en Ciencias del Deporte, le resbalan las cr¨ªticas. ¡°Me da igual lo que digan los m¨¦dicos. Todo lo que est¨¢ en el libro se basa en informes cient¨ªficos publicados en revistas m¨¦dicas que los m¨¦dicos tambi¨¦n deber¨ªan leer pero que no leen¡±. Informes que, por lo visto, se centran en perder peso por m¨¦todos poco ortodoxos. Por ejemplo, nada m¨¢s poner el pie fuera de la cama recomienda darse un ba?o fr¨ªo de entre 10 y 15 minutos. ¡°El cuerpo por mecanismos homeost¨¢ticos se ve obligado a quemar muchas calor¨ªas para mantener la temperatura¡±. La doctora G¨®mez-Candela ratifica este principio que denomina termog¨¦nesis ¡°aunque no creo que realmente se quemen tantas calor¨ªas como para considerarlo un m¨¦todo de p¨¦rdida de peso¡±. Porque, ya que te vas a congelar en la ba?era, lo suyo ser¨ªa quemar trillones de calor¨ªas y salir al menos con el cuerpo de Arizona Muse. Pero Fulton tampoco especifica cuanto se pierde. ¡°Todo depende de la grasa marr¨®n, la responsable de la regulaci¨®n t¨¦rmica del cuerpo, y que var¨ªa seg¨²n personas. Unas tal vez quemen 500 calor¨ªas y otras solo 100¡±. Un matiz importante teniendo en cuenta que si eres de las desgraciadas que solo pierden 100 calor¨ªas te merece m¨¢s la pena salir a dar un paseo a comprar el pan (pero no lo comas, que son carbohidratos prohibid¨ªsimos en el plan Fulton) antes que pasar un mal rato en la ba?era. ¡°Lo de pasar 15 minutos helada en la ba?era puede sonar terror¨ªfico pero es peor estarse veinticuatro horas angustiada por los michelines. Desde esta perspectiva quince minutos tampoco es tanto¡±.
Otro de los pilares de este plan es atizarse un caf¨¦ solo de buena ma?ana. Sin az¨²car, aut¨¦ntica bestia negra de esta dieta ¡°porque estimula la aparici¨®n de la insulina. Y mientras se transforman carbohidratos en energ¨ªa no se queman grasas¡±. Tampoco edulcorantes que ¡°confunden a la insulina y a la larga generan m¨¢s hambre¡±. Por supuesto, ni hablar de galletas ni cereales para el desayuno, ¡°un invento de la industria alimentaria que no son necesarios para el ser humano. Durante dos mil a?os el hombre ha salido de su casa para trabajar en el campo con el est¨®mago vac¨ªo, nada de cereales para el desayuno. La primera comida se hac¨ªa ya en el campo, muchas horas despu¨¦s de haberse levantado¡±. El objetivo de este ayuno es obligar al cuerpo a quemar sus reservas de grasa. Ayuno, ba?o fr¨ªo, un caf¨¦ a palo seco y un pase¨ªto matinal se aseguran como armas infalibles para quemar grasa. ¡°No digo que no haya que desayunar. Cuando llegues a la oficina, dos o tres horas despu¨¦s de levantarte, ya puedes tomar algo pero durante ese tiempo habr¨¢s estado quemando tus reservas de grasas¡±. Qu¨¦ m¨¢s da si te has mareado en el metro y no tienes la cabeza para redactar ese informe que te ha pedido el jefe. El objetivo es pasar en tiempo record de un cuerpo tupperware a enfundarse en una falda l¨¢piz. Ya se sabe: el fin justifica los medios. Al menos, para Fulton. ¡°Es una barbaridad porque est¨¢ demostrado que desayunar correctamente aumenta el rendimiento intelectual por la ma?ana y equilibra el resto de la alimentaci¨®n del d¨ªa¡±, puntualiza G¨®mez-Candela. ¡°Los cereales son necesarios para aportar energ¨ªa al organismo. No hace falta que sean cereales de desayuno, puede ser pan o una galleta. Y en cuanto a ese desprecio por el az¨²car demuestra una incre¨ªble ignorancia sobre el metabolismo humano¡±. En su cruzada contra los carbohidratos que ¡°no deben abultar m¨¢s que cuatro smartphones juntos¡± Fulton prefiere dar m¨¢s importancia a las prote¨ªnas e incluso a las grasas buenas como los Omega-3. Ni rastro del aceite de oliva. Tampoco le gusta casi ninguna fruta por su aporte de carbohidratos. De esta limpieza solo se salva el t¨¦ verde por sus propiedades quemagrasas.
Esquilmada la mitad de la lista de la compra queda encima pasar hambre. O casi. ¡°Cuanto m¨¢s tiempo pasa entre las comidas sin que eches nada al est¨®mago, m¨¢s grasa se quema. Lo de comer cinco veces al d¨ªa es un invento para que la gente consuma m¨¢s. No es necesario. Si comes mucho y muy a menudo, por muy saludable que sea, nunca vas a perder peso. Imposible¡±. De nuevo se enroca con la aparici¨®n de la insulina, incompatible con la quema de grasas. Y aqu¨ª se va a contrarreloj. No hay que olvidar que se pretende dar esquinazo a nueve kilos. Contra viento y marea. O mareos, mejor dicho. Llegados a este punto muchos dedos le se?alan como inductor a la anorexia. ¡°La anorexia es un problema muy antiguo. Mar¨ªa Estuardo sufr¨ªa anorexia antes de que se llamara as¨ª. Los desordenes alimenticios son problemas mentales relacionados con la comida pero su origen est¨¢ en traumas familiares, estr¨¦s, abusos¡ Se asocia con las dietas y no es justo¡±. Los expertos est¨¢n que trinan. ¡°Esta p¨¦rdida alocada de peso y limitada a seis semanas puede no tener mayor problema en una mujer sana, pero en manos de ese colectivo de chicas j¨®venes en riesgo de tener problemas de alimentaci¨®n es toda una bomba. Tenemos estudios que demuestran que en el 98% de los casos de anorexia el desencadenante ha sido una dieta. Empiezan adelgazando, se sienten mejor y se llega a un punto en que se les va de las manos la p¨¦rdida de peso¡±. Para Fulton, que dedica un cap¨ªtulo a los des¨®rdenes alimenticios, ¡°se focaliza demasiado en la anorexia y se olvida a un colectivo mucho mayor, que es el que tiene sobrepeso y que genera mayores problemas de salud en nuestra sociedad. Sin olvidar que en un mundo que premia la delgadez los gordos tambi¨¦n se sienten discriminados. En cualquier caso en el libro explico que si privas al cuerpo de alimento por un plazo prolongado le causar¨¢s graves da?os¡±. Para evitar la p¨¦rdida de masa muscular inevitable con cualquier dieta su recomendaci¨®n no es el ejercicio aer¨®bico porque ¡°tampoco se pierde tanto peso con el ejercicio, salvo que entrenes varias horas en plan atleta. El deporte es bueno para tener una vida saludable pero por s¨ª solo no basta para perder peso. Para eso no hay otra que ponerse a dieta¡±. ?l sugiere directamente hacer pesas. ¡°Si fortaleces el m¨²sculo, necesitar¨¢ m¨¢s energ¨ªa y quemar¨¢ m¨¢s grasa¡±. ?Y para lograr un vientre plano, aut¨¦ntico grial de toda dieta que se precie? ¡°Hincha globos¡±. As¨ª, sopla que te sopla, sostiene que se fortalece el m¨²sculo rectus abdominis, garante de un ombligo digno de Britney en sus buenas ¨¦pocas. Aunque ¡°hinchar globos es perjudicial en personas hipertensas porque se produce la llamada maniobra de Valsalva, que genera un aumento de presi¨®n intraabdominal con repercusiones negativas a nivel cardiovascular¡±, advierte la doctora Carmen Danta Garc¨ªa de Castro de la Cl¨ªnica Marest de Sevilla.
Por cierto, aunque se presenta con el sambenito de que ¡°muchas celebrities siguen sus consejos¡± puestos a dar nombres se raja y da un ¡°no comment¡± por respuesta. ¡°Bueno, te dir¨¦ que ella es una actriz de cine¡± y de ah¨ª no hay manera de sacarle. Raro, raro, raro¡