Los casados viven m¨¢s, pero est¨¢n m¨¢s gordos
No lo decimos nosotros. Es Harvard la que asegura que una pareja estable hace que ganemos peso, aunque nos cuidemos en otros sentidos.
Adem¨¢s de seguir las recomendaciones al uso, encabezadas por dieta y ejercicio apropiados, los aspirantes una vida matusal¨¦nica al¨¦rgicos al compromiso quiz¨¢ deban reconsiderar su postura y cambiar de estado civil. En la salud y en la enfermedad, pero sobre todo lo primero: la gente casada, y en particular los hombres, viven m¨¢s a?os que los solteros, seg¨²n diferentes estudios. El m¨¢s reciente, elaborado por la U...
Adem¨¢s de seguir las recomendaciones al uso, encabezadas por dieta y ejercicio apropiados, los aspirantes una vida matusal¨¦nica al¨¦rgicos al compromiso quiz¨¢ deban reconsiderar su postura y cambiar de estado civil. En la salud y en la enfermedad, pero sobre todo lo primero: la gente casada, y en particular los hombres, viven m¨¢s a?os que los solteros, seg¨²n diferentes estudios. El m¨¢s reciente, elaborado por la Universidad de Harvard, indica que los enfermos de c¨¢ncer que est¨¢n casados tienden a identificar con m¨¢s celeridad los s¨ªntomas tempranos y, gracias a ello, la tasa de mortalidad a causa de este mal es menor que entre los solteros.
Los expertos barajan la teor¨ªa de que la llamada ¡°hip¨®tesis de protecci¨®n del matrimonio¡± se cumpla porque quienes tienen una familia encuentran m¨¢s razones para vivir y, con ello, se reducen las posibilidades no s¨®lo de que a uno le d¨¦ por dedicarse al paracaidismo sino tambi¨¦n la inclinaci¨®n a h¨¢bitos poco saludables como fumar. Los casados, por otra parte, cometen suicidio en menor n¨²mero que los solteros. Se supone, en suma, que tu esposo/a te dar¨¢ la lata para que te hagas los chequeos m¨¦dicos a tiempo, te pongas protector solar, cambies el parapente por el ajedrez o abandones el tabaco.
?Tan id¨ªlico es el planeta de los casados? Sin entrar en otras consideraciones, he aqu¨ª un dato que consolar¨¢ a los sempiternos solteros/as: si est¨¢s casado/a, probablemente tambi¨¦n est¨¦s m¨¢s gordo. ?Cu¨¢nto? Las posibilidades de ganar peso crecer¨¢n en cerca de un 4 por ciento en comparaci¨®n con tus amigas solteras, en el caso de las mujeres. Este porcentaje es del 6,1 por ciento para los hombres. De modo que esa panza cervecera que se expande mes a mes tras los votos nupciales, esos michelines que observas en tus anta?o flacas amigas no son fruto de la casualidad. La paradoja es que el matrimonio est¨¦ relacionado tanto con la longevidad como con la obesidad, siendo este ¨²ltimo factor una de las principales causas de muerte temprana.
Entre las hip¨®tesis que podr¨ªan explicar este v¨ªnculo, la m¨¢s obvia es que la gente soltera se mantiene en forma para atraer pareja. Una vez conseguida esta, pierden la motivaci¨®n para comer bien y hacer ejercicio. Esta es, no obstante, una teor¨ªa que se contradice con la ¡°hip¨®tesis de protecci¨®n del matrimonio¡± que, como se?al¨¢bamos, supondr¨ªa que uno se cuida no s¨®lo por s¨ª mismo, sino por el bien de la familia.
Otra explicaci¨®n, a la que apunta este art¨ªculo: comemos m¨¢s cuando estamos en compa?¨ªa. Un estudio de 1992 encontr¨® que comer con otros incrementa en gran medida el tama?o de las raciones. Almuerzos que se alargan con postres y otras inconveniencias y el h¨¢bito de copiar a otros comensales estar¨ªan detr¨¢s de este comportamiento. Otros se?alan que a las mujeres les sirven las mismas raciones que a los hombres; o que las parejas tienden a tomar alcohol con las comidas, y no se pierden los postres.
¡°El matrimonio trae consigo obligaciones sociales: comes y cocinas m¨¢s, tienes invitados con m¨¢s frecuencia, y tambi¨¦n est¨¢ la cuesti¨®n de estar demasiado ocupado para hacer ejercicio¡±, se?ala Laura Argys, profesora de Econom¨ªa de la Universidad de Colorado (EEUU) y coautora de un estudio sobre el tema. Por otro lado, las parejas casadas tienden, para bien y para mal, a compartir comportamientos y actividades, como quedarse tirado en el sof¨¢ comiendo cacahuetes en lugar de salir al monte.
Otro estudio de 2009 publicado en la revista Obesidad se?ala que los adultos casados tienen tres veces m¨¢s posibilidades de estar obesos, mientras que las parejas que viven juntas sin estar casadas duplican la posibilidad. La explicaci¨®n de los autores de esta investigaci¨®n: cuanto menos estable sea la relaci¨®n, menos posibilidades de que engordes, ya que quiz¨¢ tengas que volver a salir ah¨ª fuera a buscar pareja, para lo cual debes conservar tu atractivo.
?Qu¨¦ pasa, entonces, cuando las parejas se separan? Si la pareja se desintegra, sus componentes tienden a perder peso. No hay, en fin, mal que por bien no venga.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es