V¨ªctimas del sue?o
Dormir es una asignatura pendiente en una sociedad cada vez m¨¢s necesitada de concentraci¨®n y buen humor, dos facultades a las que afecta especialmente la falta de sue?o.
Cuenta la leyenda que, acunado por el canto de un ruise?or en el jard¨ªn de su monasterio, San Virila se qued¨® dormido durante 300 a?os. Por estos lares nos conformamos con algo menos: entre 7,5 y 9 horas, el n¨²mero que, como media, un adulto necesita para encontrarse bien. ?
?Por qu¨¦ nos cuesta tanto conseguirlas? La jornada partida, que en Espa?a acostumbra alargarse hasta bien entrada la tarde, el estr¨¦s y las mil distracciones a nuestra disposici¨®n las 24 horas tienen la culpa. Lo peor, sin embargo, po...
Cuenta la leyenda que, acunado por el canto de un ruise?or en el jard¨ªn de su monasterio, San Virila se qued¨® dormido durante 300 a?os. Por estos lares nos conformamos con algo menos: entre 7,5 y 9 horas, el n¨²mero que, como media, un adulto necesita para encontrarse bien. ?
?Por qu¨¦ nos cuesta tanto conseguirlas? La jornada partida, que en Espa?a acostumbra alargarse hasta bien entrada la tarde, el estr¨¦s y las mil distracciones a nuestra disposici¨®n las 24 horas tienen la culpa. Lo peor, sin embargo, podr¨ªa estar por venir: cuanto m¨¢s conectada est¨¢ la sociedad menos se respeta el ritmo de la naturaleza. Los tres bloques de ocho horas que tradicionalmente divid¨ªan el d¨ªa (dormir, trabajar y vida personal) hace tiempo que pasaron a la historia, en especial en las grandes ciudades.?
La Asociaci¨®n para la Racionalizaci¨®n de los Horarios Espa?oles (su mera existencia prueba que algo va mal en el pa¨ªs de la siesta) indica que el grueso de los espa?oles no llega a las siete horas de sue?o nocturno. Concretamente, el 13 por ciento sufre trastornos de sue?o y el 29 por ciento se mantiene en torno a las seis horas. Solo el 15 por ciento duerme ocho o m¨¢s horas.?
El precio que pagamos es muy alto. La capacidad de concentraci¨®n, ya de por s¨ª muy mermada desde que chequear el dispositivo m¨®vil se convirtiese en algo tan crucial como respirar para muchas personas, se reduce notablemente cuando no se descansa bien. La prueba m¨¢s dram¨¢tica se da en la carretera: se calcula que la falta de sue?o es responsable de una tercera parte de todos los accidentes de tr¨¢fico. ?
Sin llegar a ese extremo, como la mayor¨ªa de la gente tiene trabajos que no necesitan una concentraci¨®n continuada, de m¨¢s de cinco o diez minutos cada vez, se las apa?an trabajando m¨¢s o menos en piloto autom¨¢tico. Este nivel de chapuza empeora notablemente, dicen los expertos, si la falta de sue?o se mantiene durante dos semanas. La pr¨®xima vez que te pongan mechas de color verde en la peluquer¨ªa o te cobren dos veces por el mismo producto en el supermercado piensa que el peluquero o el dependiente quiz¨¢ lleve d¨ªas durmiendo mal.?
M¨¢s v¨ªctimas: la memoria a corto plazo y la capacidad de aprendizaje. La consolidaci¨®n de una memoria se produce con el sue?o. Y mientras duermes tambi¨¦n puedes resolver problemas (¡°consultar con la almohada¡± o dejar que el sue?o reparador consolide y haga acopio de recursos para tomar las ?decisiones apropiadas). Hasta puede que adelgaces: el sue?o insuficiente inhibe la hormona que da al cerebro la se?al de saciedad y genera la que estimula el apetito.?
Por no hablar del evidente mal humor. En palabras de los cient¨ªficos, lo que ocurre es que la parte del cerebro encargada de procesar emociones se va fatigando m¨¢s y m¨¢s a lo largo del d¨ªa y, por tanto, es menos capaz de capear los temporales. Por otra parte, la mayor sensibilidad al miedo y a la ira son fruto de estrategias de adaptaci¨®n: a medida que nos cansamos, tiene sentido que estemos m¨¢s vigilantes ante las se?ales que indican peligro.?
A falta de una larga noche en brazos de Morfeo, la bendita siesta parece ser el remedio m¨¢s apropiado: cient¨ªficos de la Universidad de Berkeley ?mostraron recientemente que las personas que duermen un rato al mediod¨ªa son menos susceptibles a las emociones negativas y m¨¢s receptivas a las positivas.
Ese bienestar que se siente cuando uno ha dormido bien podr¨ªa deberse, seg¨²n se acaba de descubrir, a los efectos antiinflamatorios del sue?o. No dormir repercute en el proceso inflamatorio que contribuye a la degeneraci¨®n celular y podr¨ªa explicar por qu¨¦ la gente que duerme bien con regularidad suele parecer m¨¢s joven y tener m¨¢s energ¨ªa.?
Si has llegado hasta aqu¨ª, lo m¨¢s probable es que hayas escuchado mil veces y probado con desigual ¨¦xito las recomendaciones para disfrutar de un buen descanso (no consumir bebidas con cafe¨ªna por las tardes, ni l¨ªquidos en cantidad por la noche; desconectar la tele y apagar el tel¨¦fono; hacer ejercicio; mantener tu propia rutina¡).?
Un truco casi infalible es recibir un masaje justo antes de irte a dormir. Menos result¨®n pero m¨¢s accesible es salir de la cama cuando el sue?o se resiste y tumbarse en el suelo con las piernas en la pared. Coloca las manos sobre el abdomen, observa c¨®mo sube y baja y comienza a contar ovejitas. Si falla, siempre quedar¨¢ el ruise?or.
Natalia Mart¨ªn Cantero es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es