Del frutero al armario: as¨ª son las revolucionarias fibras sostenibles que definen la moda que viene
De manzanas a caf¨¦, de la pi?a al nopal, la industria reformula la composici¨®n natural de prendas y complementos para combatir el exceso de uso de pl¨¢sticos o componentes contaminantes. Radiografiamos todos los materiales llamados a marcar la tendencia en la b¨²squeda de la sostenibilidad.
?De qu¨¦ est¨¢ hecha nuestra ropa? Es una de las preguntas que deber¨ªamos intentar responder a la hora de elegir una prenda, porque en esa composici¨®n est¨¢ gran parte de la huella de carbono que produce la moda. Seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea, el 70% de sus emisiones de carbono se generan durante la producci¨®n de tejidos, en parte, debido a su dependencia de materias primas y sustancias contaminantes. El poli¨¦ster, por ejemplo, gasta al a?o cerca de 70 millones de barriles de petr¨®leo, mientras que detr¨¢s de los tejidos de ray¨®n, viscosa o lyocell hay otros 70 millones de ¨¢rboles talados. Aunque los datos a simple vista no parecen muy optimistas, la buena noticia es que, precisamente, han sido el germen de una revoluci¨®n creativa que busca en la innovaci¨®n y la naturaleza tejidos m¨¢s respetuosos con el medioambiente.
Desde la firma espa?ola Sepiia aseguran que su apuesta por materiales reciclados les ha permitido reducir considerablemente el uso de agua y energ¨ªa. ¡°Nuestras prendas consumen un 99% menos de agua que una de algod¨®n convencional y son neutras en carbono¡±, apuntan desde la marca fundada por el ingeniero industrial Fede Sainz. Su propuesta se ha ganado el inter¨¦s de la industria ¡ªy la certificaci¨®n sostenible B Corp¨C, gracias a prendas inteligentes, confeccionadas con poli¨¦ster reciclado, que no se manchan ni se arrugan. ¡°El poli¨¦ster y la poliamida tienen periodos de degradaci¨®n muy largos que pueden suponer un problema en la industria actual, sin embargo nosotros lo vemos como una ventaja: dado que el poli¨¦ster es un material muy duradero, lo m¨¢s conveniente es aprovecharlo durante toda su vida ¨²til?. As¨ª mismo, apuestan por el reciclaje manual frente al qu¨ªmico, que que conlleva un enorme impacto energ¨¦tico y de emisi¨®n de gases de efecto invernadero. ?Con el mec¨¢nico, en lugar de tener que generar material nuevo, mediante un proceso t¨¦rmico podemos crear nuevos hilos y generar un modelo circular acorde al mercado?.
?El 70% de las emisiones de carbono de la industria de la moda se generan durante la producci¨®n de tejidos?
Lo cierto es que el poli¨¦ster reciclado se ha convertido en una de las alternativas favoritas de la moda en su transformaci¨®n hacia la circularidad. Seg¨²n datos de Textile Exchange, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que impulsa el uso de materiales m¨¢s sostenibles, representa ya el 15% del mercado de fibras: un primer paso para desvincularse de la industria del petr¨®leo y darle una nueva vida a los residuos pl¨¢sticos y textiles. Ventajas que comparte tambi¨¦n con su hermano menor, el nailon? reciclado, que rescata la basura del oc¨¦ano y vertederos ¨Ccomo redes de pesca, alfombras o botellas PET¨C, para producir un hilo de poliamida, capaz de regenerarse una y otra vez sin perder su calidad.
Los grandes nombres de la moda han tomado posiciones. Firmas como Mango han fijado 2030 como fecha l¨ªmite para que el 100% de sus materiales sean de origen m¨¢s sostenible o reciclado. Entre las opciones m¨¢s populares, marcas como Prada o Gucci han apostado por Econyl, del fabricante italiano Aquafil, elev¨¢ndolo a la categor¨ªa del lujo; mientras que la iniciativa espa?ola, Seaqual Yarn, ya forma parte de colecciones de Ecoalf, Kenzo o El Corte Ingl¨¦s. ?Qu¨¦ dificultades deben sortear? La tecnolog¨ªa para producirlos todav¨ªa est¨¢ en desarrollo, lo que encarece el proceso y, el hecho de que la industria acostumbre a mezclarlo con otros tejidos, dificulta bastante el reciclaje. Desde Sepiia insisten en la importancia de crear prendas monomateriales que puedan reciclarse mec¨¢nicamente y crear hilos de largos filamentos que minimicen la emisi¨®n de micropl¨¢sticos, su principal reto.
Tejidos naturales para atajar los micropl¨¢sticos
¡°Los tejidos sint¨¦ticos generan unas microfibras al lavar muy dif¨ªciles de filtrar que, en consecuencia, acaban en el ecosistema marino¡±, se?ala Regina Polanco, fundadora de Pyratex, apoy¨¢ndose en datos como los de la fundaci¨®n Ellen MacArthur que alertan de que el 35% de los micropl¨¢sticos que acaba en el oc¨¦ano se origina en nuestra lavadora. Este fabricante textil, con sede en Madrid, apuesta por la innovaci¨®n y la trazabilidad, para promover la sustituci¨®n de los sint¨¦ticos por fibras naturales, capaces de competir en durabilidad y funcionalidad.
¡°Los textiles siguen m¨¦todos de producci¨®n responsables, como la utilizaci¨®n de tintes reactivos que permiten reciclar el agua, sin embargo, queremos ir m¨¢s all¨¢. Uno de nuestros focos es utilizar fibras provenientes de la agricultura regenerativa, como el abac¨¢ o la ortiga, que mejoran la calidad del suelo, la biodiversidad y el impacto social¡±, explica Polanco que, en apenas ocho a?os, ha desarrollado y patentado una amplia oferta de tejidos a base de algas, bamb¨², flores o c¨¢scaras de pl¨¢tano y c¨ªtricos, cuyas propiedades naturales ¡ªcomo ocurre en la cosm¨¦tica¡ª, proporcionan a las telas funcionalidades antibacterianas, transpirables o de protecci¨®n solar.
La fundadora de Ananas Anam, Carmen Hijosa, coincide en que un tejido m¨¢s sostenible debe cumplir tres factores: ambiental, econ¨®mico y social. La empresaria espa?ola fue pionera en lanzar al mercado una de las primeras alternativas vegetales al cuero ¡ªadvierte que parte del 80% de la deforestaci¨®n del Amazonas es consecuencia del uso de cuero natural en accesorios, aparte del maltrato animal y el uso de qu¨ªmicos que ponen en riesgo a sus trabajadores¡ª. Su popular tejido, Pi?atex, reutiliza los desechos de la producci¨®n de pi?a, proporcion¨¢ndoles un ingreso extra a los peque?os agricultores de Filipinas con los que trabaja. ¡°De este modo reducimos el problema de la contaminaci¨®n ocasionada por la pr¨¢ctica com¨²n de quemar desechos agr¨ªcolas; nos aseguramos de que no haya productos qu¨ªmicos nocivos en el proceso, trabajando muy de cerca con nuestros proveedores y los mantenemos al tanto de las innovaciones tecnol¨®gicas para optimizar la producci¨®n¡±. Una acci¨®n colaborativa que han seguido marcas como la italiana Vegea, ali¨¢ndose con bodegas de la regi¨®n para transformar los residuos de la producci¨®n de vino italiano en un tejido de efecto piel; o la empresa taiwanesa S.Caf¨¦, que recoge los granos de caf¨¦ de peque?as cafeter¨ªas locales, para producir un hilo similar al del algod¨®n con propiedades antibacterianas.
El auge de las fibras celul¨®sicas certificadas
En la batalla frente a los sint¨¦ticos, las etiquetas de las grandes cadenas se han ido llenando tambi¨¦n de fibras con nombre propio: Tencel, EcoVero, Naia RW¡ A pesar de su nomenclatura de evocaci¨®n tecnol¨®gica, son tejidos de origen natural y biodegradables, procedentes de la pulpa de eucalipto. En otras palabras, son las telas de viscosa o ray¨®n que la industria ha utilizado siempre, sin el cargo de conciencia de estar contribuyendo a la deforestaci¨®n de Indonesia o Amazonas. Desde el Consejo de Administraci¨®n Forestal, la organizaci¨®n mundial sin ¨¢nimo de lucro dedicada a promover la gesti¨®n forestal responsable y sostenible, advierten que la demanda ha aumentado en los ¨²ltimos a?os ¡ªactualmente representan el 7% del mercado¡ª, e insisten en la importancia de buscar certificaciones FSC (que confirman que el bosque del que provienen se est¨¢ gestionado de manera que preserva la biodiversidad) para estar seguros de que han sido obtenidos de forma responsable.
El grupo austr¨ªaco Lenzing AG es uno de los principales productores de estas fibras celul¨®sicas certificadas. Sus tejidos de lyocell y modal Tencel ¡ªcon propiedades parecidas al algod¨®n¡ª, se hacen con madera de eucalipto procedente de bosques certificados PEFC, que no requieren agua, pesticidas o fertilizantes; mediante un proceso de circuito cerrado que reutiliza, una y otra vez, los productos qu¨ªmicos empleados. Tambi¨¦n est¨¢ detr¨¢s de la viscosa EcoVero, obtenida de bosques pr¨®ximos a la f¨¢brica, y una de las favoritas de las firmas por su tacto sedoso y su gran durabilidad. Por otro lado, firmas como Patagonia han empezado a colaborar con el fabricante estadounidense Eastman, para incorporar a sus colecciones su fibra m¨¢s sostenible: Naia Renew, un acetato de celulosa hecho con un 60% de materiales reciclados. Toda esta redefinici¨®n de las materias primas se ha convertido en la punta de lanza de una evoluci¨®n en la moda que apunta a un futuro de convivencia m¨¢s responsable con la naturaleza.
Compromiso y transparencia
Para Adri¨¢n L¨®pez, cofundador de Desserto, un tejido de cuero vegetal y pr¨¢cticamente biodegradable, hecho a base de hojas de nopal, lo m¨¢s importante es analizar cada aspecto de la cadena de producci¨®n, para entender el peso de una elecci¨®n sobre otra. ¡°Hay materiales meramente sint¨¦ticos como el PU convencional que ha aprovechado el auge de los bio-materiales de plantas para declararse como veganos, ya que no contienen ingredientes de origen animal; sin embargo, tambi¨¦n es una realidad que los materiales sint¨¦ticos tienen un menor impacto que el cuero animal?. Para el mexicano no existen las soluciones perfectas, pero defiende la transparencia para evitar caer en el greenwashing y garantizar las mejores pr¨¢cticas. ?M¨¢s que un material, hemos dise?ado una cadena de valor en s¨ª misma, en donde nos involucramos directamente en los cultivos, para asegurar las buenas pr¨¢cticas en general, y auditamos a nuestro proveedor para asegurarnos de que cumple con nuestro C¨®digo de Conducta?. Una visi¨®n que comparte tambi¨¦n Hinojosa, que reclama la informaci¨®n y educaci¨®n para empoderar al consumidor: ?Necesitamos darnos cuenta de que como consumidores tenemos el poder de cambiar la direcci¨®n del mercado, entonces la utop¨ªa se convertir¨¢ en realidad?. El reto est¨¢ en manos de todos: fabricantes, marcas y consumidores. Y todos estos peque?os grandes pasos compartidos est¨¢n logrando que la sostenibilidad se traduzca poco a poco del compromiso a una nueva realidad.