Candida Royalle, la inventora del porno para mujeres
El personaje de Maggie Gyllenhaal en The Deuce se llama Eileen pero cuando ejerce de prostituta y eventual actriz porno, su nombre profesional es Candy, y no por casualidad. David Simon y los guionistas de la serie la habr¨ªan bautizado as¨ª como homenaje a una de las inspiraciones para su personaje, Candida Royalle, una actriz porno que acab¨® fundando su propia productora, Femme Films, y dando un giro feminista a esa industria emergente.
Royalle, que falleci¨® en 2015 de c¨¢ncer de ovarios, naci¨® como Candice Marion Vadala en Nueva York en 1950. S...
El personaje de Maggie Gyllenhaal en The Deuce se llama Eileen pero cuando ejerce de prostituta y eventual actriz porno, su nombre profesional es Candy, y no por casualidad. David Simon y los guionistas de la serie la habr¨ªan bautizado as¨ª como homenaje a una de las inspiraciones para su personaje, Candida Royalle, una actriz porno que acab¨® fundando su propia productora, Femme Films, y dando un giro feminista a esa industria emergente.
Royalle, que falleci¨® en 2015 de c¨¢ncer de ovarios, naci¨® como Candice Marion Vadala en Nueva York en 1950. Su padre era m¨²sico de jazz y su madre abandon¨® el hogar familiar cuando Candice y su hermana eran ni?as. Estudi¨® en el instituto de Arte y Dise?o de Nueva York y en la famosa escuela Parson¡¯s, con la idea de dedicarse a la moda. Algo sucedi¨®, sin embargo, durante su primer a?o de estudios, como explic¨® ella misma en una entrevista en 2014: ¡°Estudiaba ilustraci¨®n pero de moda, pero entonces hubo tal cambio cultural¡me met¨ª m¨¢s en el movimiento de liberaci¨®n de la mujer, como se llamaba entonces, y empec¨¦ a pensar de manera distinta. Decid¨ª que el mundo de la moda era sexista y superficial¡±. Poco despu¨¦s, se traslad¨® a San Francisco, donde se dedicaba al teatro alternativo y ten¨ªa un grupo de jazz a cappella, adem¨¢s de hacer como modelo para artistas. ¡°Me met¨ª en las pel¨ªculas para adultos para poder permitirme mi afici¨®n al arte. Era una manera de ganar dinero extra y pagar el alquiler y as¨ª pod¨ªa seguir haciendo todas las actuaciones que tanto disfrutada, sin tener que preocuparme de vivir de ellas. Est¨¢bamos en medio de la revoluci¨®n sexual, as¨ª que no parec¨ªa una cosa tan rara¡±, cont¨® en la misma entrevista.
Royalle lleg¨® a aparecer en 25 pel¨ªculas porno, entre ellas Hot & Saucy Pizza Girls, con John C. Holmes, la famosa estrella de pene legendario que inspir¨® el personaje de Mark Whalberg en Boogie Nights. En 1980, se pas¨® a la producci¨®n y la direcci¨®n, al darse cuenta de que hab¨ªa un nicho de mercado en los filmes er¨®ticos pensados para mujeres. ¡°No me interesaba hacer el mismo porno aburrido, degradante y feo. Quer¨ªa hacer algo con dignidad, que fuera agradable de mirar, con el que las mujeres se pudieran identificar o que las parejas pudieran disfrutar juntas y quiz¨¢ aprender algo. Quer¨ªa dar al porno una voz de mujer¡±, dijo. Junto a su pareja, Per Sjosted, fund¨® la productora Femme Films, que hac¨ªa pel¨ªculas porno en las que no toco acababa con una eyaculaci¨®n masculina y con argumentos curiosos. Por ejemplo, el de la dist¨®pica Revelations, en la que un gobierno totalitario proh¨ªbe la libido y una mujer se rebela tras descubrir una colecci¨®n de pel¨ªculas er¨®ticas. Adem¨¢s, Royalle sol¨ªa dar charlas sobre feminismo y secualidad y escribi¨® un libro titulado C¨®mo decirle a un hombre desnudo lo que tiene que hacer.
En el ¨²ltimo cap¨ªtulo que se ha emitido de The Deuce, titulado Au reservoir, empezamos a ver c¨®mo Eileen, que ya no quiere hacer la calle, hace indicaciones detr¨¢s de la c¨¢mara a Harvey, el director, y sabe ponerse en el lugar de la protagonista, que rueda una escena vestida de doncella francesa. Adem¨¢s, hace cambios en el plat¨® y se preocupa de que los actores paren para comer y rueden en condiciones algo m¨¢s dignas, algo que Royalle tambi¨¦n impuso en sus plat¨®s.
Adem¨¢s, hay otra dimensi¨®n en Eileen que tiene ecos en la vida de Candida. El personaje de Maggie Gyllenhaal tiene un hijo al que visita a menudo y al que mantiene con el dinero que gana con la prostituci¨®n y con el porno pero que no vive con ella sino con su madre. Adem¨¢s, intuimos que algo sucedi¨® con su propio padre, al que evita ver.
Candida Royalle descubri¨® hacia el final de su vida la verdadera historia de lo que pas¨® entre sus padres. Contrat¨® a un detective y descubri¨® que su madre hab¨ªa sufrido maltratos por parte de su padre y abandon¨® el hogar familiar ¡°por su propia seguridad¡±. ¡°Fue una historia horrible ¨Cdijo¨C que sol¨ªa pasar mucho entonces, en los cincuenta. Cuando era la mujer la que quer¨ªa irse a menudo sacrificaba a sus propios hijos¡±. Estando ya enferma, Royalle inici¨® una campa?a de micromecenazgo para poder rodar un documental sobre esta parte de su vida, que iba a titularse While you were gone (mientras t¨² no estabas), pero la financiaci¨®n no lleg¨® a completarse.
En sus ¨²ltimos a?os, la pionera del porno se hab¨ªa alejado del g¨¦nero y se dedic¨® a dise?ar una l¨ªnea de vibradores ergon¨®micos junto con el dise?ador holand¨¦s Jandkirk Groet. De nuevo, se apart¨® del camino establecido. Cre¨ªa que hacer juguetes er¨®ticos para mujeres con forma f¨¢lica no ten¨ªa mucho sentido si el objetivo era alcanzar el cl¨ªtoris, as¨ª que los modelos de su marca ten¨ªan un dise?o curvo y no pon¨ªan el foco en el tama?o. Uno de los m¨¢s vendidos, el Petite, no superaba los 10 cent¨ªmetros, muy lejos de los famosos 38 de John C. Holmes.