Carla Sozzani: ?Busco dise?adores con voz propia?
Es una de las grandes damas de la industria italiana. Su concept store, 10 Corso Como, cambi¨® la forma de comprar moda. Un libro de Rizzoli repasa 23 a?os de vanguardia.
?Una revista viva?, as¨ª resume Carla Sozzani c¨®mo surgi¨® la idea de crear 10 Corso Como. ?Mi experiencia [en 1990] era puramente editorial?, explica a S?Moda desde una sala de espera en un aeropuerto de Par¨ªs, horas antes de volar a Shangh¨¢i. ?Todav¨ªa tengo que esforzarme para pensar desde un punto de vista comercial?, confiesa al otro lado del tel¨¦fono. Su sue?o transform¨® la forma de vender moda. Comprar se convirti¨® en una experiencia hype, y 10 Corso Como, en la primera de una nueva generaci¨®n de concept stores (o tiendas multiespacio) con una cuidad¨ªs...
?Una revista viva?, as¨ª resume Carla Sozzani c¨®mo surgi¨® la idea de crear 10 Corso Como. ?Mi experiencia [en 1990] era puramente editorial?, explica a S?Moda desde una sala de espera en un aeropuerto de Par¨ªs, horas antes de volar a Shangh¨¢i. ?Todav¨ªa tengo que esforzarme para pensar desde un punto de vista comercial?, confiesa al otro lado del tel¨¦fono. Su sue?o transform¨® la forma de vender moda. Comprar se convirti¨® en una experiencia hype, y 10 Corso Como, en la primera de una nueva generaci¨®n de concept stores (o tiendas multiespacio) con una cuidad¨ªsima selecci¨®n de marcas. ?Hace 23 a?os aquella idea ten¨ªa sentido. No hab¨ªa Internet, ni blogs, ni comunicaci¨®n. Yo me dedicaba a montar p¨¢ginas bonitas en casi absoluto aislamiento. Unos pocos lectores y muchos anunciantes. Todo era distinto, sobre todo en Italia?, recuerda en voz alta. ?Necesitaba compartir mi visi¨®n de la moda?, confiesa. ?As¨ª que voil¨¤!?.
La librer¨ªa ofrece publicaciones de arquitectura, arte, literatura, dise?o, moda y fotograf¨ªa, as¨ª como una selecci¨®n de m¨²sica de todo el mundo.
10 Corso Como
Busc¨® un garaje abandonado. Lejos de Via Montenapoleone y del ?cuadril¨¢tero de oro?. Y all¨ª, en 1990, Carla fund¨® primero la galer¨ªa de arte. Un local al que poco a poco se incorporaron un caf¨¦, una librer¨ªa, una?boutique?de moda, una tienda de dise?o, una terraza con jard¨ªn y un hotel. ??Los ingredientes de la?pizza!?, bromea. ?Un lugar de reuni¨®n social [en la era pre-redes sociales], donde poder sentarse y comprar con calma. Es lo que yo llamo?slow shopping. Porque todo va demasiado r¨¢pido; y jam¨¢s he entendido las prisas [ni en arte ni en moda]. Internet ha acabado con la magia. S¨¦ que es inevitable. Pero la idea de esperar para descubrir la siguiente colecci¨®n ha desaparecido. Hoy todo es tan inmediato que cuando el cliente entra en una tienda ya est¨¢ aburrido porque sabe lo que va a encontrarse?, lamenta.
?Trabajar en esta industria siempre ha sido gratificante?. Carla recuerda las sesiones de moda con Bruce Weber en Long Island para?Vogue Bambini. O las producciones con Helmut Newton. ?Cuando empec¨¦, me fascinaban las grandes marcas, la costura¡ Hoy me interesan m¨¢s los j¨®venes talentos. Quiero mirar hacia delante?, defiende. ?Busco dise?adores con voz propia. Me da igual si su colecci¨®n no es maravillosa, o si a¨²n no han definido su estilo; si tienen una voz propia, distinta al resto, me interesan. Eso es lo m¨¢s dif¨ªcil?, cree. Por eso Maison Martin Margiela sigue siendo una de sus etiquetas favoritas. ?En su momento represent¨® un gran cambio social para la mujer. Tanto desde un punto de vista est¨¦tico como mental. Fue la primera marca democr¨¢tica?.
La galer¨ªa abri¨® en 1990. Hoy, adem¨¢s de exposiciones, programa actividades y eventos especiales.
10 Corso Como
En un mercado dominado por los grandes grupos de lujo, resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil abrirse un hueco si eres un creador novel. ?Ese es el gran problema hoy en Italia. Las grandes casas necesitan talento y tienen dinero para pagarlo. Y es fant¨¢stico. La diferencia es que antes gente como Karl Lagerfeld, Walter Albini, Anne Marie Beretta o Jean Charles de Castelbajac hac¨ªan las dos cosas: trabajaban para terceros y lanzaban sus propias l¨ªneas. Hoy los que empiezan eligen la v¨ªa m¨¢s f¨¢cil y, en lugar de crear su propia empresa, se acomodan?.
En un mercado cada vez m¨¢s global (abierto a pa¨ªses emergentes), 10 Corso Como ha inaugurado tiendas en Tokio, Se¨²l y Shang¨¢i. ?Me fascina Asia?, dice. ?Las mujeres coreanas son las m¨¢s elegantes que he visto en mucho tiempo. En realidad, no creo que haya tanta diferencia entre Oriente y Occidente. La sensibilidad es la misma?.
En su boutique los creadores consagrados se mezclan con firmas noveles como Colangelo o Atto (de Julien Dossena), dos de sus favoritos.
10 Corso Como
En el patio interior est¨¢ el restaurante, con cafeter¨ªa en el jard¨ªn.
10 Corso Como
La terraza es un oasis con cer¨¢micas y esculturas contempor¨¢neas del artista Kris Ruhs.
10 Corso Como
Jard¨ªn del patio interior. ?La idea es que la gente pueda pasar todo el d¨ªa en 10 Corso Como. Ver una exposici¨®n, tomar un caf¨¦, comprar algo¡?, explica Carla Sozzani.
10 Corso Como