La casa en la que Frank Lloyd Wright vivi¨® su propia terrible matanza a lo Charles Manson
La casa-estudio que el arquitecto levant¨® en Wisconsin para refugiarse de la prensa sensacionalista se convirti¨® en la protagonista de un crimen medi¨¢tico en 1914.
Este mes de agosto se cumplir¨¢ medio siglo de los crueles asesinatos que La Familia de Charles Manson perpetr¨® contra la que fuera esposa del cineasta Roman Polanski, la actriz Sharon Tate, y cuatro personas m¨¢s que tuvieron la mala suerte de hallarse en el 10050 de Cielo Drive, en Beverly Hills. Pero 55 a?os antes de aquella noche, el 15 de agosto de 1914, hubo otra ola de asesinatos igual de medi¨¢tica en ...
Este mes de agosto se cumplir¨¢ medio siglo de los crueles asesinatos que La Familia de Charles Manson perpetr¨® contra la que fuera esposa del cineasta Roman Polanski, la actriz Sharon Tate, y cuatro personas m¨¢s que tuvieron la mala suerte de hallarse en el 10050 de Cielo Drive, en Beverly Hills. Pero 55 a?os antes de aquella noche, el 15 de agosto de 1914, hubo otra ola de asesinatos igual de medi¨¢tica en Taliesin, la casa-estudio que el arquitecto Frank Lloyd Wright levant¨® en Spring Green, Wisconsin, para refugiarse de la prensa sensacionalista que cuestionaba su relaci¨®n con Martha Borthwich. Precisamente, hace escasos d¨ªas Taliesin y siete otras obras del padre de la arquitectura org¨¢nica han sido declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco. Ese es el motivo que nos lleva a bucear en el ba¨²l de los recuerdos para rescatar la tr¨¢gica historia que aconteci¨® en aquella propiedad de 240 hect¨¢reas del creador de la Casa de la Cascada o el Guggenheim de Nueva York.
Corr¨ªa 1899 cuando Martha Borthwick (tambi¨¦n conocida por el apodo de Mamah) se cas¨® con un ingeniero el¨¦ctrico llamado Edwin Cheney. Ambos tuvieron dos hijos, John y Martha, pero Mamah no era una mujer corriente para la ¨¦poca. Ella so?aba con ser independiente y, por muy mal visto que estuviera socialmente, nada ni nadie fren¨® que quisiera estudiar Letras en la Universidad de Michigan. En apariencia, el matrimonio viv¨ªa feliz su d¨ªa a d¨ªa. Un buen d¨ªa, en un club social al que acud¨ªan con asiduidad, conocieron a Catherine ¡°Kitty¡± Wright, madre de seis hijos y esposa por aquel entonces de un joven y ambicioso arquitecto llamado Frank Lloyd Wright que so?aba con ser el m¨¢s grande de Estados Unidos.
Hac¨ªa tiempo que a Cheney le corr¨ªa por la cabeza la idea de tener un nuevo hogar, as¨ª que no dud¨® ni un instante en encargarle al arquitecto el proyecto de una vivienda en Oak Park, Illinois (Chicago), donde justamente Wright resid¨ªa con su familia y ten¨ªa su propio estudio. Dicha vivienda acabar¨ªa siendo la Edwin H. Cheney House, terminada en 1903. Pero de lo que Cheney no era consciente durante su construcci¨®n es que su esposa y Wright manten¨ªan una relaci¨®n que iba mucho m¨¢s all¨¢ de la de arquitecto y cliente.
Durante a?os se vieron a escondidas, pero en junio de 1909 Mamah tom¨® la decisi¨®n de dejar a Cheney y, apenas cuatro meses m¨¢s tarde, Wright hizo lo propio con su esposa e hijos y decidieron reunirse en Nueva York, desde donde tomar¨ªan un barco para desaparecer juntos en Europa. En aquel a?o Wright ya hab¨ªa cumplido su objetivo de convertirse en uno de los arquitectos m¨¢s influyentes del mundo gracias a obras como el Unity Temple de Chicago o la Frederick C. Robie House, uno los m¨¢ximos exponentes de las casas pradera. Por ello no debe de extra?ar lo m¨¢s m¨ªnimo que la prensa amarillista de la ¨¦poca, siempre ¨¢vida de esc¨¢ndalos, llenara portadas y portadas con noticias sobre los dos ad¨²lteros. Consecuencia: Wright perdi¨® jugosos encargos por culpa de aquella sobreexposici¨®n medi¨¢tica.
Se les vio en Berl¨ªn y hasta vivieron una temporada en Florencia, y durante esa huida alrededor del mundo, Mamah entabl¨® una amistad con la escritora sueca y feminista Ellen Key. En 1911, Mamah empez¨® a traducir su obra al ingl¨¦s una vez decidieron volver a Estados Unidos e instalarse en Taliesin. A pesar de que la casa pretend¨ªa ser su refugio, el lugar en el que anhelaban vivir libremente sin el acoso de la prensa, los rotativos no cesaron de publicar hordas de especulaciones que pon¨ªan en entredicho la moral de la pareja. Lo peor, de todos modos, a¨²n estaba por llegar.
Volvemos al fat¨ªdico 15 de agosto de 1914. Mamah, sus hijos y dem¨¢s ayudantes y amigos del arquitecto pasaban el d¨ªa en Taliesin. De pronto apareci¨® Julian Carlton, un antiguo criado de Barbados que hab¨ªa sido despedido pocos meses antes. En un arrebato de absoluta locura, Carlton atranc¨® todos los accesos de la casa menos la entrada principal, prendi¨® fuego a la vivienda y, armado con un enorme hacha, esper¨® a que sus ocupantes salieran uno a uno para matarlos a sangre fr¨ªa. Hubo siete v¨ªctimas: Mamah y los peque?os John y Martha, de 12 y 9 a?os; Emil Brodelle?y?Thomas Bunke, dos trabajadores del arquitecto; el jardinero David Lindblom y Ernest Weston, hijo del carpintero?William Weston y ¨²nico superviviente. Wright, al igual que Polanski, no se encontraba en el lugar de los hechos: estaba en Chicago supervisando las obras de los Midway Gardens.
En ese periodo de luto Wright recibi¨® la carta de una mujer llamada Miriam Noel que le hizo llegar sus condolencias. Empezaron a mandarse misivas y ella decidi¨® mudarse a Taliesin en 1915. Termin¨® convirti¨¦ndose en su fugaz segunda esposa en 1923, dos a?os antes de que Taliesin volviera a ser presa de las llamas. Aunque esta vez por un problema en la instalaci¨®n el¨¦ctrica.