Catar, a la caza de firmas emblem¨¢ticas
El emirato ¨¢rabe, con su jequesa al frente, es el nuevo propietario de Valentino. Un paso m¨¢s de una campa?a continuada para controlar el mercado del lujo mundial.
Si Victoria Beckham es el mejor ejemplo de c¨®mo construir una imagen de marca ¨Cpas¨® de estrella pop a respetada dise?adora de moda en apenas seis temporadas¨C, la familia real de Catar (con Qatar Luxury Group) representa el manual de texto perfecto de c¨®mo crear un conglomerado de lujo, capaz de competir con grupos tan importantes como LVMH, PPR o Gucci Group. La adquisici¨®n, a principios de julio, de la casa italiana Valentino (valorada en 700 millones de euros, seg¨²n Reuters) por una firma de inversi¨®n vinculada a la familia real del emirato es la ¨²ltima operaci¨®n de una larga y estudiada c...
Si Victoria Beckham es el mejor ejemplo de c¨®mo construir una imagen de marca ¨Cpas¨® de estrella pop a respetada dise?adora de moda en apenas seis temporadas¨C, la familia real de Catar (con Qatar Luxury Group) representa el manual de texto perfecto de c¨®mo crear un conglomerado de lujo, capaz de competir con grupos tan importantes como LVMH, PPR o Gucci Group. La adquisici¨®n, a principios de julio, de la casa italiana Valentino (valorada en 700 millones de euros, seg¨²n Reuters) por una firma de inversi¨®n vinculada a la familia real del emirato es la ¨²ltima operaci¨®n de una larga y estudiada campa?a, destinada a controlar el mercado del lujo. Dirigido por un exdirectivo de LVMH, y controlado directamente por la primera dama, Sheikha Mozah, este nuevo grupo ya compr¨® en 2011 la emblem¨¢tica firma de marroquiner¨ªa francesa Le Tanneur.
Quiz¨¢ a simple vista Sheikha Mozah Bint Nasser ¨Cla segunda de las tres esposas del emir de este diminuto estado ¨¢rabe¨C pueda parecer un icono m¨¢s de estilo, como Rania de Jordania. Valentino, alta costura de Chanel, Dior, Armani Priv¨¦, Herm¨¨s, dise?os hechos a medida en el atelier de Jean Paul Gaultier¡ Su guardarropa no deja a nadie indiferente. ?Desde Jackie O ninguna otra primera dama hab¨ªa tenido tanta repercusi¨®n a nivel mundial en cuesti¨®n de moda?, asegur¨® ya en 2010 el dise?ador Julien MacDonald, durante una visita de la jequesa a Gran Breta?a. Pero Mozah es mucho m¨¢s que otra perla del desierto. Presidenta de Catar para la Educaci¨®n, la Ciencia y el Desarrollo Comunitario; vicepresidenta del Consejo Supremo de Educaci¨®n; presidenta del Consejo Supremo de Asuntos de la Familia, y presidenta del proyecto Centro M¨¦dico y de Investigaci¨®n Sidra, Mozah compagina sus programas de cultura y educaci¨®n con an¨¢lisis de finanzas y estrategias de inversi¨®n.
La lista privada de la compra asusta: obras de arte como Los jugadores de cartas de C¨¦zanne ¨Cuna de las m¨¢s recientes incorporaciones a una amplia colecci¨®n, valorada en m¨¢s de 4.000 millones de euros¨C; acciones en prestigiosos hoteles (como Raffles en Par¨ªs, W Hotel en Londres, Carlton en Cannes o Le Palais de la Mediterranee en Niza); grandes almacenes (son propietarios desde 2010 de los emblem¨¢ticos Harrods de Londres); participaciones en empresas de lujo como Tiffany & Co. (5,2 %), Porsche (10%), LVMH (1,03 %)¡
El creciente dominio de Catar en el panorama global del mercado del lujo se percibe tambi¨¦n a pie de calle. Doha no es solo un destino de moda en Oriente Medio. Firme competidora de Dub¨¢i y Abu Dabi como potencia emergente, consumidora e importadora de lujo, la capital catar¨ª aspira a convertirse tambi¨¦n en exportadora de productos de alta gama. Algo as¨ª como un oasis de artesan¨ªa y excelencia, con su propia semana de la moda, tiendas dise?adas por Peter Marino ¨Cel arquitecto ide¨® el buque insignia de la firma local Toujouri¨C, proyectos realizados en colaboraci¨®n con el emporio vintage Atelier Mayer ¨Cfundado por Carmen Haid, exejecutiva de cuentas de C¨¦line, YSL o Tommy Hilfiger¨C; o blogs de moda como Haute Muse. ?Hace cuatro a?os, la gente solo so?aba con Chanel, Dior o Versace; hoy en Doha prefieren marcas menos conocidas?, explica Noor Al-Thani, cofundadora del blog.