Chica busca chico (corriente)
Los nuevos c¨¢nones de belleza masculina en Hollywood han provocado un cambio en el gusto de las mujeres: el vecino de al lado triunfa.
Qui¨¦n nos iba a decir a nosotras, las mismas que suspiramos en el cine por Matthew McConaughey, Brad Pitt o Johnny Depp, que en realidad el que nos iba a gustar de verdad es ese chico corriente que sustituye las sesiones de fitness por la ca?a afterwork, los caros trajes de firma por un look desali?ado y que en cuestiones de amor sufre los mismos problemas que nosotras (o al menos es lo que pretende transmitir). Pero, ?por qu¨¦ preferimos al vecino de al lado por encima del cachas surfero?
Atributos como la inteligencia o el sentido del humor apart...
Qui¨¦n nos iba a decir a nosotras, las mismas que suspiramos en el cine por Matthew McConaughey, Brad Pitt o Johnny Depp, que en realidad el que nos iba a gustar de verdad es ese chico corriente que sustituye las sesiones de fitness por la ca?a afterwork, los caros trajes de firma por un look desali?ado y que en cuestiones de amor sufre los mismos problemas que nosotras (o al menos es lo que pretende transmitir). Pero, ?por qu¨¦ preferimos al vecino de al lado por encima del cachas surfero?
Atributos como la inteligencia o el sentido del humor aparte, si nos centramos en el plano estrictamente est¨¦tico cada vez es m¨¢s frecuente ver en el cine o en la televisi¨®n un perfil de hombre "normal": v¨¦ase el ejemplo de C¨®mo conoc¨ª a vuestra madre. Precisamente de esta serie de televisi¨®n procede el actor Jason Segel, un chico nada despampanante que va camino de convertirse en el nuevo rey de la comedia rom¨¢ntica (acaba de estrenar Eternamente comprometidos junto a Emily Blunt) y que fuera de la pantalla conquista a su novia Michelle Williams. Una historia similar es la de John Krasinski, orgulloso marido de Emily Blunt y al que tu amiga definir¨ªa con un simple ¡°majete¡±.
?Por qu¨¦ pasear por Manhattan con el "majete" pudiendo ir de la mano del guaperas de la peli de acci¨®n? La clave parece estar en lo que definimos como "tener rollo": "Suelen estar m¨¢s cerca del hipster neoyorquino que de la estrella en su mansi¨®n de Hollywood. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos son tambi¨¦n escritores y creadores: Michael Cera tiene una novela publicada, Jason Segel es guionista, John Krasinski ha dirigido la adaptaci¨®n de un libro de David Foster Wallace¡ Saber que en su vida real son personas creativas es tambi¨¦n parte de su atractivo", nos cuenta Noel Ceballos, cr¨ªtico de la revista Fotogramas.
Un tipo de personaje que a¨²n no se ha demostrado que funcione en los resultados de taquilla. "La identificaci¨®n con el p¨²blico masculino suele ser mayor con un protagonista real, porque todo gran h¨¦roe de acci¨®n tiene dos elementos: uno que te hace desear ser como ¨¦l y otro que te recuerda que, en el fondo, te pareces a ¨¦l. Indiana Jones es un gran ejemplo: hace cosas incre¨ªbles y es un as con las mujeres, pero le dan miedo las serpientes y su pap¨¢ le da una bofetada cuando mete la pata. En cambio, iconos como James Bond o el Schwarzenegger de hace un par de d¨¦cadas funcionan a otros niveles: es puro escapismo que, al no lograr esa identificaci¨®n con el espectador, la suplen con una suerte de sublimaci¨®n de sus fantas¨ªas".
Pero este perfil de hombre va m¨¢s all¨¢ del prototipo de chico sensible que empatiza con las mujeres. Las grandes producciones de Hollywood tambi¨¦n quieren al vecino de al lado para convertirlo en superh¨¦roe. ?ste es el caso de Andrew Garfield, capaz de cambiar de registro como de chaqueta. Pas¨® de ser el socio al que da esquinazo Mark Zuckerberg en la Red Social (Jesse Eisenberg tambi¨¦n est¨¢ en nuestra lista de vecinos de al lado) a saltar por los tejados en la nueva de Spider-Man sin tener que pasar apenas por el gimnasio. Y todo ello con romance de por medio con Emma Stone, el tipo de chica que a ellos les vuelve locos y que ellas adoran. As¨ª que m¨¦rito no le falta.
El triunfo del empoll¨®n
"Creo que el triunfo del nerd en la cultura pop actual tiene much¨ªsimo que ver", a?ade Noel Ceballos. "Ha habido un relevo generacional y ahora no nos interesa el capit¨¢n del equipo, sino el chico t¨ªmido con gafas. De nuevo, Spider-Man se adelant¨® a esa tendencia: es uno de los superh¨¦roes que mejor funcionan porque es, b¨¢sicamente, una versi¨®n idealizada de su lector objetivo. Nuestra cultura ha descubierto que el nerd puede ser m¨¢s sexy y, sobre todo, m¨¢s interesante que el cachas. Hay un momento en The Amazing Spider-Man en el que vemos que Andrew Garfield (el nerd con mejor peinado de la historia) escribe f¨®rmulas matem¨¢ticas en sus monopatines. Es el mejor ejemplo que se me ocurre de nerd chic, de convertir al empoll¨®n en ep¨ªtome de lo cool".
Precisamente es en la est¨¦tica del empoll¨®n donde se apoya el nuevo modelo masculino. "Las gafas de pasta han regresado para convertirse en un must have. A mediados de la d¨¦cada pasada (2006) se pusieron de moda las Wayfarer o la est¨¦tica de la serie The Big Bang Theory. Ya nos hemos olvidado del latin lover", nos recuerda Jose Luis D¨ªez, editor de moda de la web de GQ y autor del blog Esmoquinroom. Y es que aunque a¨²n nos deslumbre el perfecto torso de David Gandy en el spot de Dolce & Gabbana algo se est¨¢ cociendo en el mundo de la moda. O al menos es lo que hace presagiar el ¨²ltimo desfile masculino de la firma italiana: "No hubo ni un modelo profesional sobre la pasarela, solo vimos a oriundos de Sicilia".
Y aunque si pensamos en modelos lo primero que nos viene a la mente son guaperas de tup¨¦ como Jon Kortajarena, en la industria de la moda est¨¢n aflorando otros rostros mucho menos convencionales como los tops Benjamin Dukhan, Sebastian Sauve o Aaron Vernon. ?Atractivos? S¨ª, pero no perfectos.