As¨ª consigue las exclusivas TMZ, la web que destapa los esc¨¢ndalos

No era la primera vez que se dec¨ªa que Brad Pitt y Angelina Jolie se iban a separar. Una sola revista, Star, ven¨ªa dedicando portadas (?nada menos que 36!) a la supuesta ruptura desde 2008. Pero esta vez era distinto: lo dec¨ªa TMZ. El mismo medio digital que anunci¨® la muerte de Michael Jackson 18 minutos despu¨¦s de que el autor de Thriller dejara de respirar, la misma que public¨® el v¨ªdeo de Solange Knowles pateando a su cu?ado Jay-Z...

No era la primera vez que se dec¨ªa que Brad Pitt y Angelina Jolie se iban a separar. Una sola revista, Star, ven¨ªa dedicando portadas (?nada menos que 36!) a la supuesta ruptura desde 2008. Pero esta vez era distinto: lo dec¨ªa TMZ. El mismo medio digital que anunci¨® la muerte de Michael Jackson 18 minutos despu¨¦s de que el autor de Thriller dejara de respirar, la misma que public¨® el v¨ªdeo de Solange Knowles pateando a su cu?ado Jay-Z en un ascensor, la que colg¨® la diatriba antisemita de Mel Gibson, la que hundi¨® la fachada de buen chaval de Tiger Woods, la que dio las fotos de la paliza de Chris Brown a Rihanna. As¨ª que en cuesti¨®n de minutos todos los medios tradicionales, del The New York Times a la BBC, se vieron obligados a informar del divorcio de la pareja m¨¢s famosa del mundo citando a TMZ, una web de cotilleos de m¨¦todos m¨¢s que cuestionables, que titula con exclamaciones, practica el insulto mis¨®gino y basa su m¨¦todo en el pecado cardinal del periodismo: pagar a las fuentes.

La noticia original del divorcio de Brangelina, publicada el martes, tiene todas las trazas del estilo TMZ: es muy corta, cita a una fuente judicial, deja caer alusiones a drogas y problemas de car¨¢cter de Brad Pitt y muestra cero preocupaci¨®n por la redacci¨®n y por la est¨¦tica. Se ilustr¨® con un montaje feo de dos fotos poco favorecedoras de los dos actores separados por un jir¨®n. Adem¨¢s, se nombra a Laura Wasser, la abogada de Jolie, habitual en los divorcios de Hollywood, por el apodo que se le suele dar en la web, Disso Queen. Los observadores expertos en la industria del cotilleo r¨¢pidamente entendieron esto como una prueba de que la noticia era cierta. Seg¨²n un extenso art¨ªculo que public¨® The New Yorker en enero de este a?o sobre la maquinaria de TMZ (titulado, con pocas contemplaciones, Suciedad digital) Wasser es una de los muchos abogados que mantienen relaciones m¨¢s que estrechas con TMZ y que intercambian informaci¨®n y documentos legales a cambio de publicidad gratuita y favores para sus clientes. No casualmente, la web public¨® la demanda de divorcio de Kim Kardashian a su marido de 72 d¨ªas, Kris Humphries, minutos despu¨¦s de que Wasser la presentase en los juzgados.

?C¨®mo ha conseguido un medio de menos de 12 a?os (casualmente, los mismos que la relaci¨®n de Pitt y Jolie) convertirse en la voz m¨¢s autorizada en cuanto a exclusivas de famosos, cambiar la est¨¦tica de esas noticias (cu¨¢nto peor la imagen, m¨¢s cre¨ªble) y, por ende, alterar incluso el comportamiento de esos famosos? ?stas son las claves de su m¨¦todo:

Presta atenci¨®n a la letra peque?a.

El fundador y alma de TMZ, el pol¨¦mico Harvey Levin, es un abogado californiano de 62 a?os que se hizo famoso como comentarista en las televisiones locales de Los ?ngeles durante el juicio a O.J.Simpson (aunque su exclusiva m¨¢s famosa result¨® ser falsa) y suele presumir de que ¡°utiliza su t¨ªtulo de Derecho cada cinco minutos¡±. TMZ tiene a tres reporteros apostados todo el d¨ªa en los juzgados de Los ?ngeles y Levin ha ense?ado a todos sus redactores y editores a descifrar la informaci¨®n jur¨ªdica.

Adem¨¢s, el empresario se cuida mucho de publicar informaciones que puedan llevarle ?a ¨¦l a los juzgados. Hasta la fecha no ha prosperado ninguna demanda por difamaci¨®n contra TMZ, en parte porque muchos famosos temen al efecto Streisand, a que su querella de m¨¢s eco a la noticia que les enfurece, pero sobre todo porque Levin sabe evitar los territorios resbaladizos. Por ejemplo: la informaci¨®n que ata?e a menores.

Tiene informadores hasta en el infierno.

Se ha dicho que TMZ funciona m¨¢s como una agencia de inteligencia (en tiempos de Guerra Fr¨ªa) que como un medio tradicional. Y ha convertido Los ?ngeles, su territorio natural, en un campo minado de topos. TMZ paga cantidades regulares a funcionarios de los juzgados (su especialidad) y otras instituciones, a conductores de Uber y servicios de limusinas, a ch¨®feres de ambulancias (el chivatazo de la muerte de Jackson lo dio un param¨¦dico), a empleados de las aerol¨ªneas que informan de cuando hay un famoso a bordo de su avi¨®n, camareros, aparcacoches, trabajadoras de centros de est¨¦tica y durante un tiempo se dijo que pagaba incluso a los sin techo. Adem¨¢s, cualquiera que haga una foto o tenga informaci¨®n sobre un famoso puede llamar a TMZ y negociar un precio.

?No necesita favores.

La cr¨®nica social tradicional se apoya en el llamado ¡°periodismo de acceso¡±. Los publicistas, los estudios y las marcas que contratan los servicios de las estrellas limitan y garantizan el acceso de los medios a ellos a cambio de una cobertura favorable. Si una publicaci¨®n aspiraba entrevistar a, pongamos, Jennifer Lawrence, en un futuro pr¨®ximo, se cuidar¨¢ de publicar algo negativo sobre ella por temor a que la veten. TMZ naci¨® junto a una generaci¨®n de blogs de cotilleo de su misma hornada ¨CJust Jared, Perez Hilton, D Listed, Lainey Gossip¨C con la intenci¨®n de subvertir ese modelo. Ni pod¨ªan ni aspiraban a tener jam¨¢s cinco minutos a solas con una estrella y por tanto eran libres para decir lo que quisiesen. Esta pol¨ªtica de tierra quemada les ha ganado enemigos jurados entre los famosos. Despu¨¦s de que TMZ colgase la famosa cinta en la que llamaba ¡°peque?a cerda¡± a su hija de once a?os, Alec Baldwin dijo que TMZ es el ¡°for¨²nculo purulento en el ano de Am¨¦rica¡± y que fantaseaba con agredir a su due?o con un arma oxidada ¡°hasta ver sus entra?as derramarse por mi antebrazo como en una escena de Macbeth¡±.

?Aplica el teorema Kevin Bacon.

¡°Los ?ngeles es una ciudad muy Kevin Bacon¡±, suele decir Levin. Y con eso se refiere al famoso teorema seg¨²n el cual todo el mundo tiene menos de seis grados de separaci¨®n con el actor de Apolo 13. Por eso, algunos de sus primeros empleados fueron la hija del abogado de Paris Hilton y el hijo del sheriff del Condado de Orange. Nunca se sabe qu¨¦ escucharan en casa a la hora de la cena.

Conoce a su audiencia.

Una web de un medio de cr¨®nica social tradicional, como la revista People, puede tener hasta un 80 o un 90% de audiencia femenina. En cambio, en TMZ est¨¢ equilibrado el n¨²mero de lectores hombres y mujeres y esa es una clave de su ¨¦xito, que atrajo a lectores que antes jam¨¢s hab¨ªan consumido este tipo de informaci¨®n, cre¨® una generaci¨®n nueva de consumidores de noticias sobre famosos. El problema es que Levin corteja a esa audiencia masculina apelando a sus m¨¢s bajos instintos. Cuando no publica exclusivas, TMZ trafica con el mismo cotilleo de baja intensidad que el resto de webs pero les da una p¨¢tina faltona y mis¨®gina. Seg¨²n muchos ex empleados que han trabajado all¨ª (suelen durar menos de un a?o, entre otras cosas porque las condiciones de trabajo son p¨¦simas, con jornadas de 14 horas en un bunker al que no llega la luz del sol) y que habaron en el citado art¨ªculo de The New Yorker y en este otro extenso reportaje de Buzzfeed, en la redacci¨®n tambi¨¦n se respira una atm¨®sfera de bullying y sexismo. En 2013, una empleada denunci¨® al productor ejecutivo Evan Rosenblum por discriminaci¨®n de g¨¦nero y por ¡°humillaci¨®n continua¡± con insultos como ¡°no seas una nenaza¡± y ¡°odio esta mierda que me has entregado¡±.

?Calla tanto como habla.

Al igual que el legendario caj¨®n secreto de S¨¢nchez Junco en la revista Hola, todo el mundo sabe que existe una caja fuerte en TMZ donde se guardan v¨ªdeos y fotos comprometidas de decenas de famosos. El m¨¢s conocido, que nadie ha visto pero todo el mundo conoce, es una grabaci¨®n de Justin Bieber cuando ten¨ªa 15 a?os diciendo la palabra ¡°nigger¡± y haciendo una broma con el Ku Kux Klan por el que el medio pag¨® una alt¨ªsima cantidad pero decidi¨® no publicar, te¨®ricamente porque Bieber era menor de edad. La pr¨¢ctica mantiene a las estrellas y a sus engranajes alerta y permite a TMZ utilizar esos materiales prohibidos como herramienta de amenaza y coacci¨®n. A cambio de mantener ese v¨ªdeo en la caja secreta, TMZ puede pedir a cambio a un publicista que le ceda o le confirme informaci¨®n de otro cliente.