Con el orador en el bolsillo

Cuando algo no se entiende, hay que preguntar. Y qui¨¦n mejor para responder que un experto. Lo malo es que nunca se tiene uno a mano cuando realmente se necesita. La tecnolog¨ªa tambi¨¦n ha acabado con ese problema. Ahora cualquiera puede ver y escuchar lo que los especialistas de diversos campos del conocimiento tienen que decir, de un premio Nobel a un expresidente de EE?UU. Las herramientas las tienen propuestas como TED, una organizaci¨®n, con sede en Nueva York y sin ¨¢nimo de lucro, empe?ada en difundir las charlas de los oradores m¨¢s interesantes del planeta a trav¨¦s de todas las platafor...

Cuando algo no se entiende, hay que preguntar. Y qui¨¦n mejor para responder que un experto. Lo malo es que nunca se tiene uno a mano cuando realmente se necesita. La tecnolog¨ªa tambi¨¦n ha acabado con ese problema. Ahora cualquiera puede ver y escuchar lo que los especialistas de diversos campos del conocimiento tienen que decir, de un premio Nobel a un expresidente de EE?UU. Las herramientas las tienen propuestas como TED, una organizaci¨®n, con sede en Nueva York y sin ¨¢nimo de lucro, empe?ada en difundir las charlas de los oradores m¨¢s interesantes del planeta a trav¨¦s de todas las plataformas disponibles. ?En ellos buscamos frescura, novedad y relevancia, pero tambi¨¦n datos emp¨ªricos?, cuenta Bruno Giussani, director de TEDGlobal, un evento anual que tiene lugar en Edimburgo. Tanto en esta cita como en la que se hace en EE?UU se graban las charlas ¨Cnunca superan los 18 minutos¨C, que despu¨¦s ofrecen gratuitamente en v¨ªdeo en su web (ted.com) y a trav¨¦s de sus aplicaciones para iPad, iPhone y Android. Para hacerse una idea de su magnitud, basta saber que en pocos d¨ªas alcanzar¨¢n los mil millones de visionados. ?Lo m¨¢s curioso? ?Muchos de nuestros oradores m¨¢s vistos no son famosos. Algunos lo son ahora, pero cuando se grab¨® su conferencia solo eran conocidos en sus ¨¢reas espec¨ªficas. Eso demuestra que las ideas interesantes llegan muy lejos y que much¨ªsima gente quiere escucharlas?, explica Giussani.

De la misma opini¨®n es Francisca Buj¨¢n, presidenta de Grupo BCC, la agencia de representaci¨®n de conferenciantes pionera en Espa?a. ?En tiempos de incertidumbre, el p¨²blico demanda nuevos puntos de vista y hay oradores que est¨¢n dando otras claves con trasfondo humanista que calan en los que vienen a escucharlos?, se?ala Buj¨¢n. Sus representados dan conferencias en el sentido tradicional ¨Cuna hora, en persona y ante un p¨²blico en vivo¨C, pero sus m¨¦todos para ganarse a la audiencia tambi¨¦n se han modernizado. ?Hay que combinar tres elementos: la reflexi¨®n, la emoci¨®n y la acci¨®n?, explica ?lex Rovira, uno de los m¨¢s solicitados. Por su parte, Ram¨®n Gener, presentador del programa de televisi¨®n de TV3 ?pera en texans (?pera en vaqueros), ha revolucionado a su manera la forma de contar la m¨²sica, tambi¨¦n en sus charlas. ?Soy muy visceral?, explica. ?Lo que yo hago es m¨¢s una performance que una conferencia. No quiero una mesa con tapete rojo para hablar, solo necesito un micr¨®fono inal¨¢mbrico y un piano?. Y cuatro conceptos muy claros. ?Cuando intentas explicar 20 cosas, la gente no recuerda ninguna?.

Que la democratizaci¨®n de la charla es un valor en alza lo prueba tambi¨¦n el desembarco en Barcelona de Creative Mornings, ?un evento accesible e informal para personas creativas?, explica su organizador en Espa?a, el dibujante luso Vasco Mourao, conocido art¨ªsticamente como Mister Mourao. Gratuitas, mensuales y con desayuno incluido, estas charlas de 20 minutos pretenden unir a ?personas interesantes e interesadas por conocer a otras mentes activas de su ciudad?. Porque, como subraya Mourao, ?el caf¨¦, en el que todo el mundo se relaciona de manera informal, es tan importante como la charla?. Tambi¨¦n se ha establecido en Espa?a la versi¨®n local de TED, conocida como TEDx? organizada de forma independiente. La de Madrid ?quiere ser un lugar de reflexi¨®n y de encuentro?, dice su impulsora, Antonella Broglia. El 30 de octubre y el 28 de noviembre tienen cita en La Casa Encendida.